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La Contraloría confirma: hubo faenón en PromPerú

Un reciente informe de la Contraloría ratifica lo que Sudaca ya había denunciado: el consorcio que operó el pabellón peruano de la Expo Dubái 2020 fue seleccionado en medio de serias irregularidades. El órgano de control expone a los funcionarios responsables y añade datos novedosos. Por ejemplo: se anunció al ganador antes de tener vigente el plan de contrataciones y los informes técnicos y legales. Además, se adelantó dinero sin justificación.

La Contraloría General de la República tiene en la mira a un funcionario y tres exfuncionarias de PromPerú. Un reciente informe del órgano de control confirma lo que ya había revelado Sudaca en entregas anteriores: que la adjudicación de casi S/7 millones a la empresa que se encargó de que el pabellón peruano opere en la Expo Dubái 2020 –uno de los encuentros turísticos más importantes del mundo– estuvo plagada de irregularidades. No solo porque la concesionaria no tenía la experiencia necesaria para la tarea, sino porque funcionarios claves intervinieron para favorecerla. Así ha quedado demostrado, incluso con correos electrónicos que salieron de las bandejas de los involucrados.

El informe de la Contraloría, emitido el 1 de junio, detalla la participación de todos y cada uno de los funcionarios involucrados en este favorecimiento ilegal, y concluye pidiendo que se inicien acciones penales contra ellos. El documento aporta algunas novedades al escándalo y corrobora algunos puntos que ya habíamos mencionado en anteriores reportajes.

Puedes leer: 

> ‘Favoritismo en PromPerú’. 

> ‘La puerta giratoria que operó en PromPerú’.

>’A dedo en Dubái.

LA FAVORITA DE MARÍA

Con miras a la Expo, que se desarrolló entre octubre del año pasado y marzo último, PromPerú contrató una empresa para la construcción del pabellón. De hecho, la estructura fue reconocida con un premio del público. Pero, adicionalmente, se necesitaba de otra compañía que se encargara de las operaciones que se iban a realizar allí, como las ventas, exposiciones culturales y la supervisión.

Para esta tarea se decidió hacer una contratación internacional, la misma que ganó el consorcio Continuous Events, liderado por una empresa del mismo nombre, con sede en Países Bajos. El documento de Contraloría advierte, sin embargo, que PromPerú actuó mal desde el inicio.

De arranque, el informe de control cuestiona que no se haya dado oportunidad a proveedores nacionales de participar. Y cuando se envió correos para la cotización a 15 empresas o consorcios internacionales, algunas de estas pidieron una traducción en inglés que nunca llegó. Así, fue más sencillo para los funcionarios ir descartando opciones hasta quedarse con su favorita: Continuous Events. 

Este consorcio fue seleccionado a pesar de no acreditar la experiencia exigida en los términos de referencia de PromPerú. Quien avaló el asunto directamente fue la entonces jefa de la Oficina de Producción, María Katia Noriega Vílchez. “Como se puede apreciar, la señora Noriega Vílchez consideró que los documentos presentados por el postor, en su totalidad, acreditaban la experiencia en la especialidad, lo cual no se condice con la propia documentación evaluada”, señala la Contraloría.

Parte del informe de control que señala que “pese a la carencia de sustento”, Noriega Vílchez concluyó que Continuous Events cumplía con las exigencias.

Noriega, según el escrito, aplicó “un criterio diferenciado” a la hora de descartar la propuesta del principal competidor de Continuous. Por si fuera poco, el consorcio ganador tampoco cumplió con acreditar la experiencia del personal que operaría el pabellón. Nuevamente, a pesar de eso, Noriega le dio el ok.

La funcionaria renunció en diciembre del año pasado al cargo, luego de las revelaciones de Sudaca y con la Contraloría a punto de examinar el proceso de adjudicación. Pero antes de eso, en octubre, se dio el lujo de viajar a Dubái. Por supuesto, los pasajes y los viáticos salieron de las arcas públicas.

María Katia Noriega Vílchez
María Katia Noriega Vílchez,  jefa de de la Oficina de Producción. Sus acciones revelan una sospechosa afinidad con Continuous Events.

EL APURO DE ANDRÉS Y MAYRA

Continuous Events fue invitado a participar gracias a la “sugerencia” de la entonces gerente general de PromPerú, Irene Suárez Quiroz. Esto, como ya habíamos revelado, reflejaba el interés de esta funcionaria porque esta firma participe del proceso, algo que escapaba a sus funciones. Suárez se comprometió a devolvernos la llamada, pero al cierre de este reportaje no lo hizo.

Como fuese, la novedad del informe de control es que las ganas de que Continuous Events firme el contrato fueron tales que hasta le anunciaron a este consorcio que había ganado sin siquiera tener actualizado el Plan Anual de Contrataciones. Tampoco se contaba con los informes técnicos y legales que debían avalar la contratación de una empresa extranjera.

A las 11 de la mañana del 24 de agosto, Mayra Acosta Cohaila, en representación de la Unidad de Logística, le envió un correo a Sofía Sanguinetti, representante del consorcio, en el que señalaba: “Después de la revisión de su documentación, se ha visto conveniente contratar a su empresa para la realización del servicio de gestión operativa de la feria ExpoDubái 2020”. Acosta le requirió, reglón seguido, que remita algunos documentos.

El correo enviado la mañana del 24 de agosto por Mayra Acosta a la representante del Continuous Events donde le adelantaba que habían decidido contratarlos.

Fue recién por la tarde de ese día que desde la Oficina de Administración del Mincetur se aprobó una modificación del Plan Anual de Contrataciones que incluía el servicio que iba a realizar Continuous Events. Y fue el 25 de agosto, un día después, que la Unidad de Logística emitió el informe que indicaba que lo que correspondía era contratar a esta firma por US$1’657,127.21.

“Es recién con este documento con el que la Unidad de Logística tendría sustento de hecho para determinar (formalmente) la contratación con un proveedor no domiciliado; sin embargo, previamente ya se había comunicado al consorcio la intención de PromPerú de contratarlo”, acusa el informe de control. 

La Contraloría responsabiliza por el “comunicado” no solo a Acosta, también a su jefe: Andrés Moromisato Awakon. Moromisato es el único funcionario de esta trama que sigue en su puesto. Actualmente goza de unas buenas y remuneradas vacaciones.

Fue con el informe de la Unidad de Logística y con un segundo informe técnico de ese despacho que, por la tarde de aquel 25 de agosto, se emitió la opinión legal que declaraba procedente la contratación. La buena pro fue anunciada en el SEACE recién la noche de ese día y el contrato se firmó inmediatamente. Una celeridad inusual en el mundo de las contrataciones estatales.

Irene Suárez - Mayra Acosta- Andrés Moromisato
De izquierda a derecha: Irene Suárez, principal responsable de la contratación; Mayra Acosta, quien anunció antes de tiempo a la ganadora; y Andrés Moromisato, quien se hizo de la vista gorda durante todo el proceso.

 

COSTOS QUE NO SE ENTIENDEN…

El desembolso de US$1’657,127 por parte de PromPerú fue calculado en base a la oferta y la estructura de costos presentadas por Continuous Events al inicio del proceso. Estos documentos obraban en la fase de cotización y están plasmados en el monto del contrato. Sin embargo, los costos que se presentaron al momento de suscribir el acuerdo señalaban que el consorcio iba a gastar US$1’647,47, es decir, US$9,680 menos. Se trataba, por tanto, de una ganancia no justificada a favor de la firma.

Continuous Events, además, había modificado varios de los conceptos de su oferta a la hora de suscribir el contrato. De hecho, muchos de estos costos resultaron inexplicables para los auditores. Por ejemplo, los honorarios, viáticos y “pagos de acomodación” por más de € 232,942 (S/919,000) para cuatro de los miembros de la delegación del consorcio. 

«(…) los cargos señalados no se encuentran previstos en los TDR [términos de referencia], ni forman parte del servicio requerido y cuya necesidad no se encuentra justificada técnicamente”, se lee en el documento de control.

Parte del informe de control donde se detalla la diferencia entre el monto del contrato y lo que realmente iba a ganar el consorcio. Sobraban US$ 9,000.

Todas estas inconsistencias debieron ser observadas, dice la Contraloría, por Andrés Moromisato, jefe de la Unidad de Logística. Pero este no hizo absolutamente nada.

 

… Y ADELANTOS QUE TAMPOCO

Hay más cifras que no tienen lógica. Luego de suscribir el contrato, el consorcio Continuous Events debía entregar, en los siguientes siete días, su “primer producto”. Por este, el Estado le abonaría el 40% del monto del convenio, unos S/2,5 millones.

Los términos de referencia señalaban que este “producto” debía consistir en cosas tan básicas como una propuesta del plan de trabajo, detalles generales del proveedor y el organigrama del personal y sus funciones. En suma, un adelanto desproporcionado e injustificado. Al menos, la Contraloría lo interpretó así.

Y es que, si el trabajo duraba ocho meses (hasta abril del 2022, un mes después de acabado el evento), ¿por qué desembolsar tal cantidad de dinero solo por siete días de supuesto trabajo? Es más: ni siquiera habían empezado las operaciones en Dubái: apenas estaban en una etapa de preproducción. Los auditores, por tanto, calificaron este adelanto como “una trasgresión del principio de equidad”. 

Lo que sí podría valer un adelanto, sin embargo, era un informe de “auditoría audiovisual del pabellón peruano”, que podría permitir, a través de fotos y videos del pabellón, identificar ciertas falencias del mismo; y la implementación de una unidad móvil con el branding peruano. Pero cuando los funcionarios de la Contraloría revisaron la rendición de cuentas referida al primero de estos puntos, descubrieron que tampoco valía el dinero.

La Contraloría señala que no correspondía el 40% de adelanto a favor de Continuous Events.

El informe de la auditoría audiovisual estaba conformado solo por ocho fotos, “no evidenciándose evaluación técnica alguna respecto del estado situacional del pabellón”, y un video “que solo refleja el estado de avance de la construcción del pabellón”. 

Claramente, a los auditores de la Contraloría estos informes les parecieron insuficientes. ¿Quién recomendó aprobar, por este mamarracho, el primer adelanto? La ya mencionada María Noriega Vílchez, en un correo enviado a la gerente general de PromPerú, Irene Suárez. Esta última, metida hasta el cogollo en este escándalo, lo aprobó. 

El informe de control que aquí detallamos fue enviado el pasado 2 de junio a la presidencia ejecutiva de PromPerú. En sus líneas finales recomienda a la procuraduría del Mincetur iniciar acciones legales. Está en sus manos denunciar. Irene Suárez y compañía, según el documento, tienen que responder penalmente por todo lo expuesto en esta nota.

“En la actualidad, se vienen desarrollando las acciones respectivas ante los órganos competentes, tanto a nivel administrativo como a nivel jurisdiccional, para el deslinde de responsabilidades que correspondan de los exfuncionarios y servidores comprendidos en las investigaciones”, dice un comunicado enviado por el Mincetur a Sudaca.

El escrito señala que desde esa cartera se pidió la intervención de la Contraloría “al conocer posibles actos irregulares”. La auditoría arrancó el 1 de julio del año pasado, semanas antes del ingreso del gobierno de Pedro Castillo, y acabó el 21 de setiembre, ya con el partido del lápiz en el poder. Respecto a Irene Suárez, remarca el comunicado, fue removida en octubre pasado. No dicen nada, sin embargo, de qué se hizo con los otros tres responsables. Como ya se señaló líneas arriba, el jefe de la Unidad de Logística sigue en el cargo.

 

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