Frente Antipatriota

La patria desde su acepción griega de patra, hace referencia al lugar de nacimiento y posteriormente a su entrelazamiento familiar por medio del vocablo latino pater. En suma, la terra patrum es la tierra de los padres y de los familiares. La patria implica por tanto un ethos, una morada donde rigen unos hábitos, costumbres, creencias que para sus habitantes son comunes. Por ello, el amor patrio es entonces una suerte de “amistad civil” de los hombres que viven en una determinada comunidad, es más, gracias a ella podemos vivir y hablar de comunidad.

Pues bien, lo que ha mostrado un sector de la derecha peruana en estos días es que ha conformado un Frente Antipatriota, incapaz de entender el sentido de “amistad civil” y toda civilidad en general, que ha puesto en marcha un plan de golpe de estado con la finalidad de no permitir la proclamación del presidente electo Pedro Castillo. Lo llamamos Antipatriota pues lo que ha venido demostrando es su poco interés por el sentido de comunidad. Ciegos ante la voluntad de cambio expresada por el pueblo, sólo están velando por sus mezquinos intereses empresariales, políticos y sus privilegios. Han sacado a relucir y comprobar, una vez más, que en el Perú siempre hubo sólo una clase dominante y nunca una élite dirigente.

La voluntad de golpe se expresó abiertamente en el infame comunicado firmado por un grupo de militares en retiro (los generales de ninguna batalla), la abierta intervención del criminal Vladimiro Montesinos para sobornar a los magistrados del Jurado Nacional de Elecciones, el intento de sabotaje a este mismo tribunal electoral para dejarlo sin quorum con la maniobra torpe del “hermanito” Luis Carlos Arce, el pedido de una auditoria imposible a la OEA y la agitación social con la clara intención de provocar una desgracia que todos tengamos que lamentar.

Lo que resulta claro es que el único objetivo de este Frente Antipatriota es evitar a toda costa que Pedro Castillo llegue a juramentar como el presidente del bicentenario. Una de las cosas más lamentables es que muchos liberales también hayan abdicado de la defensa de la libertad y la democracia. Mario Vargas Llosa y compañía han sacado lo peor de sí al no deslindar de estos intentos de perpetrar un golpe de estado. Su nombre y el de muchos quedará en el anecdotario político eternamente vinculado al de Vladimiro Montesinos en el intento de que la “chica” llegue a como dé lugar a la presidencia. En el ocaso de su existencia el hombre que luchó contra todas las dictaduras defiende lo que es, parafraseándolo, el “golpe perfecto”.

El fujimorismo termina su atroz paso por la vida nacional del mismo modo como lo inició: de la mano de Montesinos urdiendo un golpe de estado. Pero, más peligroso aún se ha sumado a un grupo fascista liderado por el hombre, que se reivindica tras el apelativo de un cerdo, que no se cansa de mostrar su desprecio por los sectores populares. En lo miserable de su alma anómala ha pedido incluso que se haga subir el dólar para castigar a aquellos que menos tienen. En este grupo también se encuentran los sectores racistas que enarbolan lo más duro de la derecha fascista internacional. Sabíamos que nuestra derecha siempre fue autoritaria y algo estúpida, pero siempre se puede caer más bajo. En este elenco se suma también el Apra. El partido del espacio-tiempo-histórico que nunca se supo colocar en el lugar correcto de la historia y una vez más traicionan su legado. Antes con Odría y hora con el fujimorismo en una suerte de síndrome de Estocolmo los apristas han llevado a su partido al olvido de lo que alguna vez fueron.

El Frente Antipatriota no quiere al Perú. En medio de la muerte de miles de nuestros compatriotas, con este retraso absurdo que están provocando que la tragedia se ahonde.  En este momento el gobierno electo debería estarse ocupando de la transferencia responsable del ministerio de salud, por ejemplo, con una tercera ola tocando la puerta, o del ministerio de economía para recuperar los 6 millones de empleos perdidos por el Covid, o de cómo garantizar que se continúe el ritmo de vacunación, pero todo esto resulta imposible, pues la señora Fujimori ha decidido orquestar un golpe que no solo ataca a Pedro Castillo, sino que golpeará a todas las familias que necesitan urgentemente saber cómo se acabará con la pandemia, cómo se recuperará la economía, de los bonos para llegar a fin de mes, de educación para que los niños no pierdan un segundo año escolar, etc. Este Frente Antipatriota nos está golpeando a todos. Basta ya.

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