Liderazgo

En cada grupo humano es necesario que alguien desempeñe el rol de líder. El psicólogo Arturo Torres explica que a pesar de la confusión que rodea al concepto del líder, hay que tener claro que el liderazgo no se basa en imponer los propios intereses sobre los del resto, sino en adoptar un rol estratégico de toma de decisiones que dirija al grupo hacia sus metas de la mejor manera posible.

La crisis sanitaria y económica que venimos sobrellevando en los últimos meses ha impulsado a empresas, trabajadores y líderes de equipos a adaptarse a los cambios repentinos. En ese sentido, resulta crucial que sobre todo los líderes continúen trabajando en sus habilidades blandas para guiar a sus equipos de manera humana y eficiente, adoptando un liderazgo flexible.

Estos son los pilares que todo líder flexible debe tener presentes:

Ser empático: El líder debe saber comunicarle a los integrantes de su equipo qué se espera de cada uno de ellos, de modo que puedan autogestionarse y la flexibilidad se les sea otorgada de forma natural. Si el trabajador conoce cuál es su propósito de vida personal y cómo se alinea con su trabajo y objetivos de la empresa, será más fácil administrar su tiempo.

Tener confianza: Es necesario empoderar al equipo trabajando la confianza. Para ello se deben llegar a acuerdos de libertad que permitan cumplir objetivos. El líder tiene que trabajar bajo un acuerdo de seguridad y confianza, lo cual generará un ambiente productivo, donde se viva la congruencia y se asegure el cumplimiento de los objetivos.

Crear acuerdos de libertad: Cuando existe libertad y confianza es posible que una cultura flexible funcione. Se puede empezar por definir acuerdos y objetivos autogestionables y medibles. Al sentir la libertad, las personas reaccionan de manera positiva, lo cual aumenta su compromiso y genera más productividad dentro del área. Por ejemplo, si sabes que tus trabajadores tienen hijos y dedican tiempo a ayudarlos durante las mañanas con sus clases en línea, puedes cambiar las reuniones hacia la tarde o darles más tiempo para entregar algún pendiente.

Impacto social: Abre tu panorama y pregúntate cómo tu trabajo puede impactar de manera positiva a la sociedad. Es importante considerar que tu empresa sea socialmente responsable, lo cual genera grandes beneficios para todos los involucrados.

Siempre medir: Ser un líder flexible requiere métricas. Asegúrate que los horarios, fechas de entrega y resultados sean comunicados a todos los trabajadores y estos estén conformes con los tiempos fijados.

 

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Flexibilidad, Líder, Liderazgo

La llegada de la pandemia transformó diversos procesos y habilidades en el entorno laboral. Los líderes han ido encontrando la manera de adaptarse a los cambios y motivar a sus equipos para hacer lo mismo. Una encuesta sobre el liderazgo post pandemia elaborada por GoIntegro, plataforma de Engagement & Benefits en Latinoamérica, reveló que 64% de trabajadores cree que confianza y autonomía para liderar equipos son las competencias más importantes que un líder debe de tener en estos tiempos de pandemia y que deberá perpetuarse más allá de ella.

A ello le siguen el liderazgo emocional y la adaptación al cambio. Asimismo, más del 40% cree que un líder post pandémico debe de tener una comunicación efectiva, liderar la transformación digital de su organización y ser resiliente.

Por otro lado, el estudio “COVID-19, el desafío de liderar en momentos de crisis” elaborado por Deloitte, revela cinco cualidades fundamentales con las que todo líder resiliente debe contar durante y después de esta etapa de crisis global:

-Corazón y cabeza: un líder resiliente debe ser empático y capaz de ponerse en la piel de sus trabajadores y clientes, pero, al mismo tiempo, debe ser firme y racional para proteger el rendimiento económico de la compañía.

-Lo primero es la misión: los líderes deben de ser capaces de estabilizar sus empresas durante la crisis y, en estas circunstancias extraordinarias, buscar nuevas oportunidades.

-La rapidez: un líder resiliente debe tomar medidas decisivas en el corto plazo.

-Liderar la narración: es fundamental tomar la iniciativa siendo transparentes sobre la realidad actual y, a la vez, dibujar un escenario futuro convincente que inspire y motive a los trabajadores a perseverar.

-Visión a largo plazo: los líderes deben mantener la visión de futuro, anticipando los nuevos modelos de negocio que, probablemente, surjan y buscar la innovación que definirá a la empresa del mañana.

Además, es importante que los líderes resilientes tengan presente el lado humano de la crisis. Su prioridad debe ser la protección de sus trabajadores, asegurando su salud y seguridad, seguido de su bienestar económico. Además, por el bien de los mismos trabajadores y clientes, así como de los inversores, los líderes deben velar por el rendimiento financiero durante la crisis tomando decisiones basadas en hechos.

Para lograrlo es recomendable centralizar la toma de decisiones, catalogar las fuentes de financiamiento, articular los diferentes escenarios económicos de la organización y predecir su impacto financiero de diferentes escenarios en la rentabilidad y liquidez de la compañía.

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Covid-19, Liderazgo

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Empresa, Líder, Liderazgo

En el mundo laboral no siempre el tema de la remuneración lo es todo para tener un trabajador tranquilo y satisfecho. Marisa Elizundia, creadora del Barómetro de Salario Emocional explica que el trabajador también debe sentir que en la organización donde se desempeña puede crecer personal y profesionalmente.

Parte del llamado salario emocional es ofrecerle al trabajador un buen ambiente , libertad para desarrollarse y mantener una buena relación con el líder de equipo o área. Sin embargo, muchas veces al encontrarnos con un mal líder, nuestro salario emocional se va reduciendo a la par de nuestras ganas de seguir perteneciendo a la empresa.

Muchas veces un mal líder puede esconderse detrás de una sonrisa o un aparente buen trato, pero son los detalles que los pondrán en evidencia. Un informe de la revista Forbes reúne algunas de las actitudes a las que debemos prestar atención para identificar a un mal líder. ¿Qué acciones debo tomar si me encuentro frente a uno? Para comenzar, debemos gestionar una reunión con el líder para comentarle algunas de nuestras inquietudes, o en caso de tratarse de un tema grave, comentarlo a Recursos Humanos.

Miedo al cambio

Vivimos en un mundo en constante cambio e innovación. Tener miedo al cambio puede ser algo normal, pero los líderes que no están preparados o dispuestos afrontar los cambios que se requieren, se quedarán atrás, pues evitarán que sus equipos crezcan a la par que el mercado y el mundo.

No toma decisiones

Una de las tareas fundamentales de un líder es la toma de decisiones que permitan el óptimo desarrollo de la empresa y de sus equipos. Además, los líderes deben responder ante las consecuencias de esta toma de decisiones. Titubear a la hora de tomar decisiones refleja falta de autoconfianza en el líder.

Falta de empatía

Saber conectar y entender los problemas o dificultades de los trabajadores es una de las características fundamentales de los buenos líderes. La falta de empatía puede resultar en una relación complicada entre el líder y su equipo.

Falta de equilibrio

Muchas veces tenemos la falsa idea de que quien llega primero a la jornada laboral y se va al fin del día es la más dedicada y comprometida. Un buen líder debe dar el ejemplo del equilibrio entre vida laboral y vida personal.

Ya lo sabe, un mal líder puede provocar el rompimiento de su equipo porque no reconoce sus labores, no se preocupa por sus compañeros, no cumple con sus promesas, les limita su creatividad , no les saca provecho al talento que tiene en su  personal haciéndolos sentir poco valorados. Evite comportamientos como los señalados o supérelos.

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Liderazgo, mal líder

Para lograr obtener un ascenso al interior de la compañía, es cierto que se requieren mayores conocimientos y una preparación adecuada para el cargo, sin embargo, la empresa también valorará positivamente que el candidato a un ascenso cuente con habilidades personales que le den una ventaja sobre otros postulantes.

De acuerdo a Ramón Rivera Chú, docente y entrenador del programa Executive Innovation Training One to One de CIDE-PUCP, existen seis habilidades directivas que pueden considerarse fundamentales para quienes persigan una promoción: el manejo del tiempo, la inteligencia emocional, comunicación efectiva, pensamiento crítico, trabajo en equipo y liderazgo.

“El tiempo es un recurso escaso y la correcta administración del mismo es una capacidad que valoran en las organizaciones, ya que permite balancear y equilibrar roles en diferentes entornos, para cumplir a cabalidad las funciones asignadas”, explica.

La comunicación y la inteligencia emocional resultan muy relevantes por la necesidad que tienen los directivos de trabajar con equipos, pero también de controlar las situaciones estresantes. Además, por el contexto de incertidumbre que se vive actualmente, se buscan líderes enfocados en las personas, que fomenten el aprendizaje.

Destacarse en la actual posición

Estas habilidades pueden cultivarse en el proceso, pero lo usual es que los jefes traten de identificar entre sus trabajadores estas fortalezas ante cada nuevo proceso de selección. Además de las comentadas, Forbes propone considerar a los líderes que se preocupan más por el éxito de los otros que por obtener el crédito de las acciones realizadas.

“Los mejores gerentes son grandes maestros, especialmente con los empleados nuevos. El crecimiento, desarrollo y la mentoría contribuyen a un mejor desempeño, por lo que el equipo tendrá éxito. Los excelentes maestros también son aprendices, lo que le permite escuchar atentamente las ideas de su equipo y crear nuevos enfoques”, precisa el portal.

Entre las recomendaciones que ofrece la consultora Michael Page Perú, destaca la necesidad por mejorar la formación profesional involucrándose en los proyectos o en otras partes del trabajo. Incluso aconsejan aceptar más trabajos. “Cuando tu gerente evalúa al equipo y considera quiénes creen que serían los adecuados, la persona que siempre ha dado un paso al frente estará entre los considerados”, destaca.

Para contar con todas las posibilidades de ser considerado, tenga en cuenta la importancia de superar las expectativas de su actual cargo y de contar con la competencia técnica requerida para esa posición. La reputación de ser un trabajador fiable y capaz es bastante relevante en la decisión final.

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Ascenso, habilidades, Liderazgo

Son diversos los motivos por los que se genera un cambio en el líder de un área o de equipo. En algunas ocasiones sucede como resultado de la adquisición de una empresa por otra o por que la organización ve necesario cambiar el perfil de una jefatura. Puede que esto guste o no al equipo, pero lo cierto es que es necesario afrontarlo con la mejor actitud posible para no generar un mal clima o reprocesos en la cadena de trabajo.

Un informe de la revista Forbes recomienda algunas acciones a tomar durante la primera reunión con el nuevo jefe o líder, pues es también la primera evaluación que esta persona hará de nosotros:

Ubicar al jefe en el organigrama: La persona que está llegando a la organización apreciará mucho entender cómo se desempeñan los roles en el día a día. Es importante que sepa cuáles son las responsabilidades de cada posición a su cargo y ayudarlo a entender los procesos.

Explicar los puntos de conflicto: Este punto es delicado y debe tratarse con un alto grado de profesionalismo. Se trata de advertir los posibles obstáculos para anticipar problemas y ofrecer soluciones. Esta es una gran oportunidad para ser apreciado como una persona que está dispuesta a ayudar.

Escuchar lo que el jefe sabe: Cuando llega un nuevo jefe es porque los superiores encontraron en esa persona habilidades necesarias en la organización. Estar atento a su experiencia previa puede servir para entender las formas en que esto impactará los procesos del área.

Forja las bases de una buena relación: La primera reunión sirve como cimiento de lo que se construirá en el futuro. Tener en cuenta que los lazos profesionales son lazos humanos es de gran ayuda. Procura dar la bienvenida en forma empática.

Preparar una lista de preguntas: Piensa en qué información le va a ayudar a desempeñarse mejor al nuevo jefe. Se trata de diseñar una especie de manual con las preguntas más frecuentemente hechas y proporcionar las respuestas.

Pide retroalimentación: Después de tener una reunión, pregunta si ésa es la forma en la que le gustan las presentaciones y si es el tiempo adecuado para presentar la información importante.

Prepárate para el cambio: Un nuevo jefe es una nueva forma de ejercer el liderazgo y hay que estar listo para asumirlo. Quien esté mejor preparado para cambiar y se adapte a las nuevas formas tendrá mayores posibilidades de ser tomado en cuenta.

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Líder, Liderazgo, Nuevo jefe

Aprender de nuestros errores es necesario para nuestro crecimiento, y parte de ello es también afrontar momentos de derrota. El psicólogo Andrés Carrillo explica la dinámica psicológica llamada sistema de recompensa: esto nos lleva a intentar realizar las acciones que nos hacen sentir bien, y evitar las que nos hacen sentir mal. Por ello, ganar significa que destacamos positivamente en algo, lo cual nos motiva, mientras que perder es la otra cara de la moneda. Sin las experiencias de derrota, nos daría igual no aprender ni desarrollar nuestras habilidades. Por ello es tan necesario aprender a procesar la derrota.

El especialista recomienda algunas acciones concretas para afrontar la derrota:

Reformula tu idea de la derrota: No es recomendable ver la derrota como una pérdida total, ni sentir que hemos perdido nuestro tiempo y esfuerzo. Las derrotas únicamente indican que podemos hacerlo mejor, y nos muestran los aspectos a mejorar. A medida que comiences a ver las derrotas como una oportunidad de mejora, entenderás por qué no lograste el éxito como esperabas.

Gestiona tus emociones: Este proceso es indispensable para asumir las derrotas. Lo ideal es tener la capacidad para reconocer las emociones negativas que se presentan cuando hemos perdido como la frustración, impotencia, o ira. etc. Una vez que reconozcas las emociones debes aceptar que son producto de la derrota y evitar que te dominen.

Deja la derrota en el pasado: Una vez que hayas procesado la emociones y realizado un análisis de la situación, es momento de seguir adelante con el aprendizaje que esta te ha dejado. No ganarás nada positivo si mantienes en tu mente la imagen de la derrota por mucho tiempo.

Reconoce el esfuerzo realizado: Pese a no haber tenido el éxito que deseábamos, es importante que tengas la capacidad de reconocer todo el esfuerzo que realizaste al prepararte. Todo tu trabajo previo al resultado, el tiempo invertido y los conocimientos adquiridos se quedan contigo por siempre.

Aprende a manejar la crítica: Las derrotas suelen venir acompañadas de la crítica negativa, lo que puede hacer más complicado el proceso de superarlo. Debemos entender que las críticas son un efecto colateral del resultado, y que no a todas se les debe dar importancia. Es bueno ser selectivos con respecto a las persona con las que nos rodeamos y sobre todo de quienes escuchan críticas.

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Derrota, Fracaso, Líder, Liderazgo
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