Lima

Han tenido que pasar más de 60 años para que se le haga justicia a la idea inicial de Neuhaus y para que la improvisación que ha predominado en este servicio muera como deberían morir todas las penas largas que aquejan a este país. Ahora todo depende de que las autoridades de turno tengan el suficiente compromiso y visión para asegurarse de que el cerco, no tan visible, se haga patente y ostensible finalmente.

 

 

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Gobierno, Lima, Serenazgo

Akemi Bazán tiene 30 años, es administradora de empresas y estudió serigrafía industrial en Senati. Vive en el Centro histórico de Lima, en un edificio del año 1939 que cuenta con un ascensor de rejas y con hermosos balcones. Ahí también es su taller donde diseña y crea una marca que le rinde homenaje a la ciudad: La Plebeya, un emprendimiento que ofrece a través de Instagram y Facebook productos como cojines con los antiguos nombres de las calles de la capital: Calle Gallinazos, Calle Amargura o Calle de la Buena muerte.

La Plebeya

Héroes, íconos y la ciudad

Akemi a través de La Plebeya también ofrece prendas estampadas con héroes literarios de la ciudad: por ahí aparece el rostro de la poeta Blanca Varela, en bolsos; fotos del cuentista Julio Ramón Ribeyro en polos o -incluso- un verso de Luis Hernández estampado en un mandil: “Los laureles se emplean en los poetas y en los tallarines»

“La Plebeya es una marca de diseño inspirada en la ciudad de Lima, en sus historias, momentos, arquitectura y en personajes que hicieron de la capital su campo de inspiración como poetas, pintores, fotógrafos”, cuenta Akemi.

Cuenta que comenzó vendiendo cojines bordados con nombres de las antiguas calles de Lima y una pequeña reseña del nombre de aquel jirón. “Mi interés por crear un emprendimiento dedicado al Centro de Lima es que no hay mucha diversidad de souvenirs sobre Lima. Hay de Machupichu o Nazca. Entonces sentía que no había una marca que te puedas llevar a casar y que te haga recordar el centro histórico y sus plazas. Vi ese nicho y empecé a hacerlo”, detalla Akemi.

La Plebeya

¿Qué es Lima para ti?, le preguntamos. “Es como mi segunda casa. Yo vivo en el Centro histórico de Lima, porque me atrajo mucho. Lima es parte de mi vida: Me despierto con Lima, almuerzo en Lima. Es mi compañera. Me hace sentir bien, a veces me hace enojar. Es un largo camino de sensaciones y sentimientos que tengo por ella”, cuenta.

Bazán nos cuenta que tiene productos en stock, pero sobre todo trabaja bajo el sistema “estampado bajo demanda”. Eso quiere decir que, si en ese momento no tiene el diseño que un cliente solicitó, ella lo fabrica en el acto, de manera personalizada. “Eso quiere decir que el cliente elije el color, talla y diseño que quiere que tenga su prenda y yo lo hago. Por esa razón, no tengo un stock grande. Me gusta que mi cliente elija su modelo, sea original y que ellos lo hayan elegido”, señala.

Bajo esa modalidad -le preguntamos- ¿Cuánto tiempo demora entre que el cliente hace su pedido y le llega a la puerta de su casa? “Yo cierro pedidos los lunes, domingos y miércoles; y las entregas son entre jueves y sábado. Si me hacen un pedido los primeros días de la semana, te llega tu pedido más o menos el jueves, o si tengo demasiada carga de pedidos, los sábados”.

polos La Plebeya

Finalmente, señala que el nombre de La Plebeya nace en homenaje al vals de Felipe Pinglo, El Plebeyo. “Un Plebeyo pasa desapercibido por las castas sociales y tiene libertad de hacer o deshacer en la ciudad de Lima ya que puede mimetizarse con la ciudad”, detalla.

Pueden encontrar el emprendimiento en Facebook como La Plebeya, en Instagram como La Plebeya Store y han implementado una tienda virtual en la plataforma TiendaDa, donde podrán ver sus diseños y hacer sus pedidos. Akemi señala que- previa coordinación- pueden hacer una visita a su taller -ubicado en una casona republicana de finales de la década de 1910- en el Centro histórico y nostálgico de la ciudad.

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Akemi Bazán, Centro de Lima, Centro Histórico de Lima, Emprendimiento, La Plebeya, Lima

Ayer se conmemoró un año más de la existencia de Lima, nuestra capital, 487 años de su fundación. Pensar en la capital es hacer un recuento de historia republicana, criolla y muy urbana, pero también pensar en la capital es darse cuenta de un espacio que es crisol de culturas y manifestaciones muy particulares. Este detalle es la realidad misma de la nueva Lima.

Pensar en Lima es también darse cuenta que es el resultado de un encuentro cultural que muchos investigadores sociales lo han trabajado hasta el cansancio, y que es motivado por las conocidas migraciones internas que se dieron del campo a la ciudad el siglo pasado, aquellas que motivaron ese “desborde popular” que generó la construcción de hecho y no planeado de un singular territorio cuyas características pueden observarse y analizarse desde diversos enfoques o teorías, la economía, la sociología, la antropología y otras tantas ciencias que toman como eje singular el fenómeno de las migraciones.

Conviniendo que aquellas causas y también por qué no consecuencias de la migración “se dan por situaciones políticas, sociales, económicas o culturales que impulsan la salida del lugar de origen o la llegada al lugar de destino. Por lo general, se trata de factores que restan calidad de vida y que el migrante trata de solucionar desplazándose de su ciudad o país”. Teoría pura y que calza muy bien en el caso limeño, con una sola discrepancia, en Lima, las muchas culturas que existen, podrían marcar la pauta para construir una gran cultura y convertir la capital como piloto natural de este planteamiento.

Quizás también en algún momento esta situación generó problemas de integración, de adaptación, de aceptación, de discriminación y quizás hasta de xenofobia, y puso el marco para la discusión de los detalles de la interculturalidad. Sin embargo, lo cierto es que la Lima migrante, andina, campesina se instaló en Lima, conquistó Lima, y cambió Lima. Le dio un tinte nacional, general y de convivencia cultural, que comienza a vencer desde hace unas décadas los embates de la disociación y construye esa nueva ciudad, que ya muy poco tiene de migrante en tiempo real, sino que es de nuevos limeños o reales limeños, condensados en varias culturas que de hecho se han convertido en una sola. Las diferencias culturales se acortan en la capital, se mezclan y van generando una nueva cultura. El mundo urbano es rural y el mundo rural es urbano. Es un ida y vuelta mental y recae construyendo una nueva cultura.

Una cultura que trae nuevas particularidades, y que genera, considerando la lectura emprendedora la construcción de nuevas estrategias, el fortalecimiento de redes sociales, la optimización de una nueva interculturalidad, nuevos aires de competencia, es decir, esta nueva Lima es la fuerza de la creación y fortalecimiento de las nuevas empresas populares, emprendedoras, generadoras de empleo, el surgimiento de un sui generis mercado interno a veces llamado informal, de necesidades, fuerte y original y de innovación constante, de lucha ante la crisis, de afrenta contra la pandemia, es decir, esta es la nueva Lima.

Lima ya no es una ciudad de migrantes, Lima es una ciudad que sale adelante, una ciudad original, donde las culturas se encontraron y van construyendo sin darse cuenta esa gran cultura popular. Esa es la nueva mirada que hay que tener de Lima, como ciudad, como capital.

No es que se obvie las culturas matrices en todas sus expresiones, es importante mantenerlas vivas, norte, centro y sur, eso es innegable, sin embargo, si seguimos pensando que la capital es un lugar de llegada solamente, y de manera egoísta se piensa que es solo un espacio de salida de crisis, estamos contribuyendo a la disociación, a la falta de identidad, y como dije en artículos anteriores, estamos empezando a perder las batallas, si actuamos así, ante las culturas consolidadas que están entrando nuestro mercado.

Entonces, la intención de este artículo es iniciar una nueva lectura de Lima, quebrar la imagen egoísta de una Lima criolla o desterrar la imagen de una Lima migrante, eso ya pasó, mucho se trabajó sobre eso, ahora ya no, nuestra capital, es un territorio en el que se comienzan a construir semejanzas y se están venciendo las diferencias, aquellas diferencias culturales que alejaban y disociaban, ahora se construyen en base a las semejanzas culturales. La coyuntura ha individualizado a las poblaciones y la cultura es una base para el cambio muy fuerte. Construyamos o para los debatientes, fortalezcamos esa nueva cultura limeña. Ahí va mi homenaje a esta ciudad.

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capital del Perú, Lima, Lima multicultural

El derrame de petróleo de Repsol-La Pampilla por oleaje que la Marina no advirtió. ¿Es el fin de SERVIR? ¡Y hablamos de uno de los problemas de Lima en su aniversario!

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Lima – Perú

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18 de enero, Alcaldía de Lima, Aniversario de Lima, derrame de petróleo, elecciones municipales, Lima, Repsol-La Pampilla, SERVIR

Hoy, martes 18 de enero, se cumplen 487 años de la fundación de la capital, que alberga a miles de emprendedores de todo tipo de rubros. Según el último informe técnico “Demografía empresarial en el Perú”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, en el tercer trimestre de 2021, se crearon o reactivaron 28,850 empresas en Lima. Asimismo, cerraron 3,923 empresas en el mismo periodo.

Según el informe, Lima Centro fue donde más empresas se crearon, y los distritos con mayor actividad empresarial nueva fueron Lima con 2,054 empresas nuevas, La Victoria con 1,536 y Santiago de Surco con 1,345 empresas nuevas. Respecto de Lima Este, los distritos con mayor cantidad de empresas dadas de alta son San Juan de Lurigancho (2,337) y Ate (1,873).

En cuanto a Lima Norte, esta agrupa 6,537 empresas nuevas, concentrándose en su mayoría en los distritos de San Martín de Porres (1,731), Comas (1,268) y Los Olivos (1,125), principalmente. De igual modo en Lima Sur, el distrito de Villa el Salvador concentra la mayor cantidad (1,109), seguido de San Juan de Miraflores (932), Villa María del Triunfo (814) y Chorrillos (778). Finalmente, en la Provincia Constitucional del Callao, los distritos del Callao (991) y Ventanilla (577) son los que mayor número de altas presentaron.

Actividades económicas en Lima

El informe revela que en el tercer trimestre de 2021, en comparación al igual periodo del año anterior, en Lima Metropolitana y Callao creció la cantidad de empresas nuevas dedicadas a las actividades de servicio de comidas y bebidas (38,1%), actividades de alojamiento (30,1%) y salones de belleza (12,9%).

Sin embargo, según actividad económica también se observó variación porcentual negativa, principalmente en explotación de minas y canteras con 76,8% menos empresas.

Organización jurídica

La mayoría de las empresas dadas de alta, durante el tercer trimestre de 2021 en Lima Metropolitana y Callao, están conformadas como persona naturales (60,8%), seguido de las registradas como Sociedad Anónima (21,7%) y Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (13,3%), entre las principales. En comparación al mismo periodo del 2020, se incrementó la cantidad de nuevas empresas registradas como asociaciones (31,1%) y sociedad civil (7,7%).

Mujeres emprendedoras

Un aspecto importante en este último informe es que la mujer tuvo mayor representatividad en la conducción de las empresas, como persona natural,  en todas las áreas interdistritales de la capital.

Se detalla además, que en Lima Centro se registraron 4,612 empresas nuevas como persona natural y el 51.8% son conducidas por mujeres. En Lima Este, de las 4,421 empresas registradas como persona natural, el 51.9% son dirigidas por mujeres.

Lima Norte mostró 4,383 empresas dadas de alta como persona natural y las mujeres tuvieron una participación del 52.3% de ellas. Lima Sur registró 2,910 empresas dadas de alta como persona natural y el 52,2% de sus líderes son mujeres. La misma tendencia se mostró en el Callao, donde de las 1,324 empresas dadas de alta como persona natural, 52.9% las dirigen mujeres.

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Aniversario de Lima, Emprendedor, emprendedor limeño, Lima

Este martes 18 de enero vuelve a cumplirse un doble aniversario que en buena medida resume la historia del Perú.

Por un lado, Lima, nuestra querida y a la vez odiada capital, llega a sus 487 años, como una viejita remozada que en nada se parece a esa Lima de 1535, cuando Francisco Pizarro enarboló sus estandartes en el valle del Rímac para fundar una nueva sede administrativa para su gobernación y a la vez tener una cercanía al mar que le permitiera acceder a un puerto exportador de tesoros y escapar en caso de una rebelión indígena. Fue, sobre todo, una jugada estratégica, de fines militares y comerciales. 

El otro aniversario son los 111 años de José María Arguedas, que representa una cara muy distinta del Perú. Nacido en Andahuaylas, departamento de Apurímac, en 1911, Arguedas vivió su infancia y primera adolescencia en la serranía aprendiendo quechua e interactuando con los comuneros indígenas que le enseñaron la verdadera naturaleza del cariño. De hecho, puede decirse que el quechua fue su lengua materna (todo parece indicar, además, que su madre biológica fue una mujer indígena, según recientes investigaciones de Ghislaine Delaune-Gazeau en la revista Lienzo, n. 42).

Lima y Arguedas en sus inicios encarnaban polos opuestos. El mismo nombre original de la urbe –la Ciudad de los Reyes– exhalaba aristocracia y santidad, acero y naftalina al mismo tiempo. Sus símbolos eran importados, europeos. Su función no solo era la de enclave para facilitar la sujeción del inmenso territorio del Tahuantinsuyo, sino que el valle mismo del Rímac estaba poblado de agricultores. Los especialistas oscilan en definir una población nativa entre 30 mil y 120 mil habitantes dedicados al cultivo de plantas para la alimentación, el comercio y el manejo de canales y edificios de barro que servían de vivienda a los caciques y de templos ceremoniales. Además, el valle era fértil y verde y estaba muy cerca del gran santuario de Pachacamac, centro de peregrinaje. Hoy quedan más de 300 restos arqueológicos en el radio urbano de Lima como testimonio de que el valle nunca estuvo realmente desierto.

Arguedas llegó a la costa (primero a Ica) en su adolescencia, a esos “arenales candentes y extraños, entre gente que no quiero, que no comprendo”, como dice su personaje Ernesto en el enternecedor cuento “Warma Kuyay”, de 1935. Ya en Lima, para asistir a la universidad, entró en la vorágine de las contradicciones que en el siglo XX alimentaba una migración cada vez más creciente de provincianos hacia la capital. Con el tiempo, como sabemos, esa migración ha convertido a Lima no solo en una ciudad principalmente habitada por provincianos o sus descendientes, sino también en la ciudad quechuahablante más grande del mundo. 

A la vez, el interior del país es cada vez más penetrado por la avanzada occidental, mermando las culturas locales, amestizándolas, en el mejor de los casos, cuando no desapareciéndolas, pero nunca dejando de afectarlas. Y con ellas la naturaleza, cada vez más depredada.

Muchos dirán que se trata de la expansión de un mestizaje triunfante, de la forja de una verdadera identidad peruana. Lima se vuelve más quechua; el interior se castellaniza cada vez más. Pero a la larga, los modelos culturales y la función del estado siguen siendo los occidentales, como si los procesos de evangelización de la colonia se hubieran transformado ahora en la creencia igualmente fanática en el «progreso» capitalista y como si las modernidades alternativas no fueran posibles. 

¿Qué Perú nos encontramos este 18 de enero? Difícilmente un Perú homogéneo, pese a los esfuerzos de las élites financieras y criollas que quieren ajustarlo a su lecho de Procusto. Había algo de esperanza de que las cosas cambiaran con la subida de Pedro Castillo al poder el pasado 28 de julio. Pero, atenazado por una ultraderecha golpista y la angurria de una izquierda burguesa, el profesor -silenciado y silencioso-  no ha podido hacer gran cosa. 

Lima y su aniversario y Arguedas con el suyo siguen siendo dos heridas que no logran cerrarse.

 

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18 de enero, Aniversario de Lima, fiestas, José María Arguedas, Lima, Perú

Ahora que se avecinan las elecciones municipales, soltamos algunas propuestas al desgaire para la maltrecha capital de la República a ver si el nuevo ocupante del sillón de Nicolás de Ribera el Viejo, se inspira en algunas: Peatonalizar todo el damero de Pizarro, entendiendo por ello lo comprendido entre el río Rímac, Tacna, Nicolás de Piérola (La Colmena) y Abancay. Para empezar, después se debe ampliar más al sur; lograr que la Beneficencia y la Iglesia católica vendan los cientos de propiedades que tienen en el centro histórico, en estado ruinoso o subarrendadas y tugurizadas. Emprender un plan de reubicación de las familias afectadas; dar facilidades a bancos o grandes empresas para que restauren viejas casonas del centro histórico; tumbar los muros de los parques zonales, hacerlos abiertos al público, gratuitos, como grandes espacios públicos democratizadores e inclusivos; construir playas en todo el litoral de la Costa Verde, hacer espigones para arenar, ascensores o buses gratuitos para hacer de esos 22 kilómetros el gran parque natural de Lima y Callao; retomar el proyecto Río Verde, que creaba 25 hectáreas de áreas verdes y recuperaba la ribera del Rímac; reemplazar las escaleras de Castañeda Lossio por escaleras mecánicas, como existen en muchas ciudades del mundo; eliminar los 43 distritos en Lima y los siete del Callao y que Lima-Callao sea regido por una sola autoridad.

No hay ninguna otra ciudad en el mundo que se maneje con el caótico menjunje distrital que acá existe; construir una vía subterránea del Metropolitano en la avenida Bolognesi en Barranco para recuperar esa vía de tránsito entre Lima y Chorrillos descongestionando el tráfico del sufrido distrito barranquino; gestionar que la base aérea de Las Palmas se mude fuera de Lima y allí se construya un gran parque público y espacios recreativos; que las instalaciones militares de Chorrillos permitan un pase vehicular, de modo de romper el dique urbano que supone esa infraestructura, que, en verdad, ya debería salir fuera de la ciudad; prohibir la urbanización del valle de Lurín: que se construya en las pampas aledañas, no en el valle mismo, y que no se repita el asesinato ecológico del valle del Rímac y el Chillón; completar la reforma del transporte iniciada en la gestión de Susana Villarán; extender las líneas del sistema del Metropolitano; acelerar la ejecución de “Pasamayito”, que une Comas con San Juan de Lurigancho; integrar la red de ciclovías que sin orden ni concierto han desplegado los municipios distritales; construir una vía paralela a la carretera Panamericana Norte para que el peaje no sea de uso obligatorio para cientos de miles de vecinos y mientras no se logre, entregar tarjetas de pago subsidiadas para que los lugareños transiten por la vía y no les cueste el referido peaje; reducir aún más los límites de velocidad recientemente rebajados: que no se pueda circular a más de 40 kph en la ciudad; arrancharle al Ejecutivo más rentas e invertir en seguridad ciudadana vía serenos dotados de armas defensivas (continuará…).

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Alcaldía de Lima, elecciones municipales 2022, Lima

Querida Manuela,

Te cuento que este 2022 ha empezado con la tercera ola de la pandemia del Covid 19 aquí en Perú y Lima no se salva. Sale con fuerza el sol y se extienden los contagios, felizmente es una variable del virus menos agresivo. Al menos eso dicen los expertos. ¿Tu recuerdas Lima? Viviste varios años aquí y conocías a muchos locales ilustres e influyentes, como María Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza. He leído que disfrutabas mucho del teatro y fuiste amiga de ella. Era la directora del Coliseo de Comedias, una empresaria teatral con buena posición económica. Por cierto, ¿sabes el real origen de su apodo La Perricholi? Es gracioso cómo las mujeres de esa época pasan a la historia no por sus logros sino por sus amores. En las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma se popularizó la idea de que el Virrey Amat y Junyet mandó construir algunas de las obras arquitectónicas más bellas de aquella época en Lima, como la Alameda de los Descalzos y el Paseo de Aguas, en honor a la ella. Hoy estas hermosuras quedan en el distrito del Rímac y es uno de los legados de la época virreinal. ¿Tú qué piensas de eso?

Como te comenté cartas atrás, tu casa en La Magdalena es hoy un museo. Actualmente se encuentra en Pueblo Libre. Fue el libertador José de San Martín quien bautiza el distrito así en reconocimiento al patriotismo de sus moradores. Pueblo Libre es histórico y cultural, y guarda grandes secretos de la Independencia. Allí viviste con el Libertador Simón Bolívar y sus generales Sucre, Córdova, La Mar y otros cuyos nombres se leen en las calles de hoy, como homenaje. Lamentablemente no hay calles con tu nombre ni el de Rosa Campusano, mujeres que lucharon por la independencia. Somos una ciudad sin representación femenina en sus calles ni espacios públicos.

Tu conociste las murallas de Lima, creadas para proteger la capital del Virreinato de los piratas. Actualmente casi no quedan recuerdos de estas murallas, pero aun queda algo de esa época en lo que hoy es la Plazuela del Cercado que queda en Barrios Altos (en el distrito de El Cercado límite con el distrito de El Agustino). Era lo que conociste como el pueblo de indios de Santiago del Cercado zona exclusiva para alojar a la población indígena que venían a la capital. Fue creada como parte de una reducción cuyo fin era agrupar a la población indígena y separarla de la española con la finalidad de poder evangelizar y cobrar los tributos de manera más fácil. Con esta visión, la ciudad fue creciendo segregada y diferenciada.

Hoy somos 10 millones de personas las que vivimos en Lima, es gigante y es nuestro hogar. Es una ciudad con 43 distritos muy diversos entre ellos. Ahora abarca tres valles con playas y montañas. Salimos de las murallas físicas pero creamos otras invisibles. El 18 de enero es su 487 aniversario y quería compartir contigo lo importante que es tener espacios inclusivos, honrando a mujeres que crearon historia o que aportaron a la sociedad peruana o a la ciudad. Al tener parques, calles o avenidas con nombres de mujeres se nos incluye y quizá de esta manera podemos generar espacios públicos más seguros para nosotras. Visibilizarnos en las calles, avenidas, parques, playas o ríos hace que estemos en la ciudad y en la historia. 

No te asustes, tenemos colegios públicos como Maria Parado de Bellido o Clorinda Mato de Turner o museos como el de Marina Nuñez del Prado. Existen también algunos bustos y escultura esparcidos en la ciudad dedicados a mujeres. En Miraflores está la recientemente inaugurada escultura de Magdalena Terual y cerca a esta escultura tu tienes una mirando el mar  dentro de un hermoso parque. Pero no es suficiente para una ciudad tan grande. Necesitamos parques, plazas, avenidas, coliseos, calles reconociendo a las mujeres y su diversidad.  Las mujeres debemos dejar de ser invisibles en lo público. Solo así podamos vernos todos y todas en nuestra gran Lima, ciudad de reyes y reinas.

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18 de enero, Aniversario de Lima, Ciudad de reyes, Lima

Difícil definir la semana que pasó. Tal vez la mejor manera de hacerlo sería entender que los peores enemigos son los que están en casa. No se entiende como frente a una posición errática, poco orgánica, muy peleada, el oficialismo -que es más que el gobierno- decida ponerse tantas trabas y trazar una implosión desde su núcleo central. Va esta columna tratando de entender, desde lo que se conoce, qué se está cocinando hacia las próximas semanas.

El factor B

Después de haber obtenido la confianza en el Congreso, se podría prever que desde la PCM se trataría de articular algunos niveles de acercamiento político con los sectores que permitieron que se mantenga en el cargo. Ello no ocurrió, Por el contrario Bellido ha manejado un discurso que obvia esa necesidad de cercanía. Parece que realmente en sus cálculos hubiera preferido perder la confianza. El tema de género, levantado por él durante toda la semana (elegir para despacharse a sus anchas el programa de Belmont es una cerecita en un pastel bien amargo) le abrió una brecha mucho más amplia.

Con todo lo malo que ese flanco abrió, tal vez lo peor del PCM sea no entender cuál es el factor de unidad que genera en su gabinete. Decidieron sacrificar a Béjar, lo cual ha hecho que Béjar pase a ser casi un opositor y nadie quiere ello, y pusieron a Maúrtua, dos personas tan opuestas en su visión de la relación con el exterior que solo confirma que hay sectores que a Castillo le importa poco. Pero también, aparentemente, lo decidieron con Maraví, solo que éste decidió que no se va. Pasando por encima de su jefe directo además. Si Bellido salía a decir que él ministro salía, el ministro salía a decir que no gracias, que se quedaba y que Castillo sabrá hasta cuándo. Ese manejo con impericia con un gabinete que se sostiene por inercia es exactamente la antítesis de la acción de un PCM. 

Pero mejor mostrar nuestro espíritu misógino conversando con Belmont que tener un gabinete sólido y consolidado. Como Cecilia Méndez comentaba en La República el domingo llama la atención también que todo se centre en Maraví cuando tenemos ministros mucho más cuestionados o que deberían serlo como el MTC por ejemplo.

No se trata de cuántos votos sacaron en primera vuelta, que es un argumento muy comentado por analistas para empujar a Castillo y a su gabinete a ceder frente a todos, sino de que son gobierno. El serlo implica gobernar. El gobierno se hace dentro de un sistema de control político permanente. Patear el tablero descoloca a quienes desde adentro sí están apostando por un manejo lógico. Perú Libre, bajo Castillo, no tiene el espacio político para que esa suerte de soberbia genere algún nivel de consenso. Sí, es cierto que Lima no es el Perú. Para tampoco se puede decir que los ratios de aprobación del gobierno afuera de la capital sean maravillosos, apenas son aprobatorios. Entonces es indispensable un espíritu distinto.

Entonces mientras Bellido se mantenga en el gabinete, la posibilidad de tener un manejo más productivo de la PCM será cercana a cero. ¿Por qué no pensar en cambiarlo?  Ese es un misterio sin resolver aún.

El silencio de Castillo

El presidente no habla. Cuando lo hace son discursos cortos, sobre lo que le quiere, llenos de frases comunes y sin sentido de la coyuntura. Parece que su gabinete de asesores no le revisa las cosas que va a decir o no tiene ninguna idea de cómo funciona el Estado y sus instituciones. La mención a una institución de control que quiere crear, sin considerar que describía a la Contraloría, lo exponen innecesariamente y genera un vacío sobre otros temas de los que no quiere hablar.

La intermediación en este país no se basa en voceros sino más bien en discursos de fuente directa. Si Castillo no quiere hablar, pierde un flanco que será rápidamente lleno con voladas, imprecisiones e interpretaciones de los distintos analistas y opositores. Lo que este columnista no entiende es cuánto tiempo tomará para modificar esto, si es que lo hará y cómo la falta de comunicación directa minará más la percepción en la gente.

El Congreso y la oposición

Si desde el Ejecutivo se transmite un mensaje de no entender bien lo que hacen, la imagen concreta de la oposición es que saben bien lo que están haciendo. Y todos los caminos llegan a la ciudad vacancia. Aunque suene de locos siquiera pensarlo, la vacancia ya es una realidad que construir no solo desde los discursos más a la derecha del espectro, sino desde el centro moderado. Las últimas columnas de Augusto Álvarez y de Juan Carlos Tafur, por ejemplo, ya sin pudor deslizan esa posibilidad. Hay poco de base en querer vacar al presidente y es más anecdótico hoy, pero ya se está sostenidamente manteniendo un discurso complejo sobre el tema.

El problema no es la validez del argumento (particularmente pienso que no lo es), sino que en lugar de dar pelea política de frente, se busca borrar una forma no tan extraña de llevar el gobierno. Temas que antes pasaban por denuncias periodísticas en anteriores gobiernos -no por eso aceptables- hoy se flamean como banderas para sacar al gobierno. Si desde el Ejecutivo se amenaza con cuestiones de confianza, desde la oposición se retruca con la vacancia. Al medio muchos nos preguntamos por qué.

Pero además de la manera más torpe, desde la oposición se anula la posibilidad de debate. Las marchas convocadas, dos por semana, el levantamiento de temas que jamás han sido relevantes para ellos -lo del género es trágicamente cómico-, el mostrarse hipersensibles con todo lo que se haga desde el gobierno, lo que termina haciendo es evitar generar la confrontación desde la opinión pública. Sólo importa atacar todo. Poca adhesión real se va a conseguir si se cuestiona todo. Y lo relevante se va a diluir en un mar de nadas.

El confundir la crítica y el control político con la burla y la deslegitimación desde la oposición no contribuyen a ver las deficiencias en un gobierno que también se empeña en mostrarnos sus límites. Menudo escenario nos espera el futuro cercano. De pronóstico difícil. Pero también existe la certeza de que nada bueno va a salir de esto.

En resumen, nos parece difícil que con estos escenarios, la convivencia política y la estabilidad del país serán objetivamente temas con los que viviremos en los próximos meses. Estemos preparados.

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