En la charla organizada por el Citibank, en la que participaron los economistas Pedro Francke y Oscar Dancourt, y que tanta tranquilidad ha generado en los agentes de inversión, por las posturas evidentemente más moderadas que ambos expositores desplegaron respecto de las propuestas originales contenidas en el ideario auroral y el Plan Bicentenario de Perú Libre, hay un cabo suelto que es menester advertir.
Es cierto que se descartan estatizaciones, confiscaciones de ahorros o controles de cambios. A la vez, señalan que se respetará la autonomía del BCR. Se mantendrán contratos de estabilidad tributaria y se respetarán las cuentas de las AFP. Todo ello suena muy bien. Pero a renglón seguido señalan que se mantendrá el principio de plantear un referéndum para convocar a una Asamblea Constituyente.
Ello implica necesariamente zozobra política y económica. La única forma de lograrlo pasa por aprobar con 87 votos en dos legislaturas, o con 66 en una y convocatoria a referéndum. No tiene esos votos. En un escenario radical Castillo solo tiene 42 votos en el Parlamento (los 37 propios más los 5 de Juntos por el Perú); en un escenario moderado podría aumentar a 77, si los cerronistas no se separan por su moderación. En ese caso, si las otras bancadas se suman al proyecto constituyente, sí le alcanzaría para aprobarlo en una legislatura y convocar a referéndum.
Pero lo más probable que es que Alianza para el Progreso, Acción Popular, Somos Perú o los morados no se sumen a ese empeño y así restringirían las posibilidades de Castillo a plantear un escenario de colisión frontal con el Congreso.
Tendría que presentar un proyecto de ley para modificar el artículo 206 y agregar a las vías de reforma constitucional la del referéndum planteado por el Ejecutivo y posterior convocatoria a una Constituyente. Y hace cuestión de confianza de ello. Se la niegan una vez, cae un gabinete. Lo vuelve a presentar, se la niegan nuevamente, cae un segundo gabinete y disuelve el Congreso.
En esa tesitura o lo vacan antes o lleva al país a un derrotero de zozobra e inestabilidad, donde habría que convocar primero a nuevas elecciones congresales, luego esperar a que dicho Legislativo sí apruebe la reforma castillista y si es así realizar el referéndum y luego de eso, si lo gana, convocar a una Asamblea que durante un año discutirá la nueva Constitución. Zafarrancho innecesario. Los planteamientos de Francke y Dancourt no requieren cambios constitucionales para llevarse a cabo. Huele a gato encerrado.
Mientras la señora Keiko Fujimori sigue en negación, el pasado viernes a las 10 de la mañana, en el local de Perú Libre ubicado en la cuadra 1 de la avenida Brasil, se llevó a cabo la primera reunión de un equipo que se ha propuesto empezar a recolectar cinco millones de firmas en un plazo de dos meses. El objetivo: lograr la convocatoria a un referéndum de cara a una Nueva Constitución, a pesar de que algunos especialistas señalan que esta vía de consulta ciudadana no es posible.
En este cónclave político, el secretario de organización del partido del lápiz, Arturo Cárdenas Tovar, recordó explícitamente al grupo de 16 militantes reunidos que no se iba a realizar ninguna modificación a su programa económico. Es decir, que “no iba a haber ninguna moderación”. Explicó que las medidas económicas planteadas en el plan de gobierno, como la nacionalización de los hidrocarburos y la minería, iban a realizarse sin dar marcha atrás, al igual que la Asamblea Constituyente.
Sudaca fue testigo directo de esa reunión, en la que Cárdenas Tovar fue presentado -entre aplausos- como el representante en Lima del secretario general del partido, Vladimir Cerrón. Se trata entonces del número dos de la organización política Perú Libre y el encargado de transmitir el mensaje de Cerrón en nuestra capital. También estuvo presente la recientemente nombrada vocera de la bancada del partido en el Congreso, Betssy Chávez Chino.
Postal de la reunión de los militantes de Perú Libre realizada, el pasado viernes 11, en su local de la primera cuadra de la avenida Brasil. Allí aparecen el secretario de organización, Arturo Cárdenas (el cuarto de la izquierda), y la vocera de la bancada, Betssy Chávez (segunda de la derecha). En el cónclave se recordó que «no habrá moderación» del plan económico y se decidió lanzar la campaña para la recolección de firmas para el referéndum para una Nueva Constitución (foto: Juan C. Chamorro).
¿Por qué Arturo Cárdenas fue enfático en señalar que su partido “no iba a moderar” su programa económico? Porque ese día se publicó en el semanario ‘Hildebrandt en sus Trece’ un artículo que presentaba a Pedro Francke como miembro del “equipo de moderados” de Pedro Castillo y se mencionó, además, que Cerrón estaba marginado de este.
En esa misma edición, la congresista Sigrid Bazán de Juntos por el Perú, partido aliado de Perú Libre, fue aún más tajante. “Si es que eso no se ha dado ya [la ruptura de Cerrón con Castillo], pues yo creo que sí. El señor Cerrón, especialmente por los resultados de Junín, ha demostrado que no tiene el liderazgo que se necesita […] El señor Castillo tiene peso propio. Creo que con Cerrón no se puede ir a ningún lado”, apuntó.
Otro hecho que ya había causado malestar en el ala cerronista ocurrió a inicios de la semana pasada, cuando Francke publicó en su cuenta de Twitter que en un eventual gobierno de Pedro Castillo “no hemos considerado en nuestro plan económico estatizaciones, expropiaciones, confiscaciones de ahorros, controles de cambios, controles de precios o prohibición de importaciones”.
Arturo Cárdenas es el número dos del partido Perú Libre y es el representante de Vladimir Cerrón en Lima.
Según la interpretación de fuentes perulibristas, el pronunciamiento de Pedro Francke fue prácticamente un anuncio de continuidad del modelo económico actual que, según la Constitución, está basado en una “economía social de mercado”, y que es calificado por Perú Libre como “neoliberal”. De hecho, el ideario y plan de gobierno de presentado al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en la primera vuelta, así como el Plan al Bicentenario sin Corrupción para los primeros 100 días de gobierno, elaborado meses después, buscan cambiar el actual modelo de “economía social de mercado” por el de “economía popular con mercados”.
Poco después de concluir la reunión partidaria, cerca del mediodía, Vladimir Cerrón publicó en su cuenta de Twitter: “Parece que algunos invitados no son conscientes del espacio que ocupan. Les recuerdo que Perú Libre es el que ha ganado las elecciones”.
Después de la reunión de los militantes de Perú Libre del pasado viernes 11, el secretario general del partido, Vladimir Cerrón, escribió este tuit en el que recuerda a los «invitados», es decir a los miembros del equipo técnico, que Perú Libre es quien «ha ganado las elecciones».
Ultimátum a los invitados
Arturo Cárdenas, en entrevista con Sudaca, señalaque el mensaje de Cerrón tuvo la intención de que los peruanos sepan que siempre se van a tener “como primigenias” las propuestas de una Asamblea Constituyente, una Nueva Constitución y la nacionalización de los recursos mineros, gasíferos y petroleros. Cárdenas agrega que aquel tuit estuvo dirigido a los técnicos invitados “como, por ejemplo, a Pedro Francke, entre otros más, que pretenden moderar [el programa económico] entre comillas, pero lo que en el fondo buscan es administrar la crisis neoliberal. Aquí, nuestro país necesita cambios profundos y para eso también el pueblo ha votado”.
“Hay que entender que ellos vienen de una escuela, podemos decir ‘moderada’, que no entiende los problemas reales que atraviesan nuestros pueblos. A diferencia de ellos, Perú Libre vive el momento, conocemos, sentimos toda la problemática de los amigos del Perú profundo, el abuso de las mineras que no pagan el canon, que no pagan sus impuestos como corresponde, e inclusive el Estado peruano les exonera miles de millones de soles y les devuelve”, dice Cárdenas en entrevista a Sudaca.
Según el secretario de organización, las declaraciones de “moderación” que ha realizado Francke desde que fue presentado como parte del equipo técnico (el pasado 3 de junio) han sido a título personal y no representan la voz del partido. “Me parece que se está tomando muchas atribuciones, demasiadas atribuciones, y tiene que entender que es un invitado. Además, el que marca la agenda y la pauta es el partido”, agrega. Esto se suma a un reciente anuncio del Scotiabank que respalda la presencia de Francke dentro del equipo técnico.
Sudaca también le consultó si Cerrón y Castillo coordinaban diariamente. “Están en constante coordinación. Eso es bueno y hace bien para que no se pueda traicionar, primero, a las esperanzas y el cambio que el pueblo ha apostado”, dijo, tras asegurar que Cerrón no está alejado del partido.
Cárdenas recordó que el comité político de Perú Libre está liderado por el propio Cerrón, como secretario general, y representado en Lima por su persona, como secretario de organización. “Estamos trabajando las 24 horas aquí en Lima, y esa dirección siempre va a tener que llevar adelante la implementación del programa económico del partido que ha planteado para estos cinco años”, apunta.
El secretario de organización de PL señala que en las próximas horas se convocará a una reunión del equipo técnico para “coordinar, articular, y hablar un solo lenguaje”. Señaló que Pedro Francke, Horacio Cevallos y el resto de técnicos invitados tienen que entender que están sujetos a la dirección política, ideológica y programática del partido. “Ellos tienen que estar supeditados a ello. Y si no, tendrían que dar un paso al costado, así como Kurt Burneo dio un paso al costado”, remarca.
El comunicado del Scotiabank que mira con buenos ojos a Pedro Francke, miembro del equipo técnico de Perú Libre, fue la cereza en la torta de la molestia partidaria. Esto se suma a sus declaraciones sobre el plan económico, consideradas como «moderadas», que no han sido consultadas al partido del lápiz.
Cárdenas niega que este hecho pueda ser considerado la primera crisis del partido, aunque tenga toda la forma de serlo. “Por eso, estamos poniendo los paños fríos y corrigiendo las cosas como son”, apunta.
Tello asegura que los docentes participan en las reuniones partidarias, y que «el grupo está unido». Aunque le gustaría que el «grupo de los profesores», como lo llama, pueda tener su propia vocería.
Edgar Tello es uno de los 14 profesores cercanos a Pedro Castillo, virtual Presidente de Perú. El grupo de docentes, elegidos como congresistas, dará su posición sobre la «moderación» del plan económico cuando el conteo de votos haya acabado.
Sudaca envió un cuestionario de preguntas a Pedro Francke y Horacio Cevallos, miembros del equipo técnico, para que respondan sobre este tema, pero decidieron no hacerlo.
Oscar Galarza es psicólogo, tiene 60 años y recientemente ha tenido que bloquear de su Facebook a su mejor amigo de la juventud. La razón, explica, son los ataques que recibía de este por hacer pública su decisión de votar por Perú Libre. “Yo me pregunto: si psicólogos pierden la amistad por cosas que no valen la pena, por una señora Fujimori que nos dice que va a cambiar, por un señor Pedro Castillo que dice que no va a ser totalitario, ¿qué podemos esperar?”, comenta Galarza, presidente de la Asociación de Psicólogos de Lima.
No es el único. La periodista Victoria Pineda contó el pasado 3 de junio en su cuenta de Twitter: “En serio, es increíble las cosas que tengo que ver y responder por WhatsApp. Estas elecciones estoy perdiendo a varios «amigos», pero no me arrepiento”. Y acompañó su mensaje con el pantallazo de la discusión.
En una reciente entrevista para Sudaca, la también periodista Rosa María Palacios contó un pasaje similar acerca de las interacciones que tiene con sus conocidos por redes sociales. “Un sector de mi familia cree que soy comunista. Aunque tú no lo creas. No sé por qué, probablemente por no decir ‘Keiko, te amo’, o algo por el estilo. Y otro sector cree que soy demasiado de derecha, ¿cómo es posible?”, apuntó.
“Bruno” (22), por ejemplo, es un estudiante del último año de psicología de la Universidad de Lima. Utilizamos un seudónimo porque el entrevistado no quiere revelar su identidad por temor a quedar expuesto a reacciones hostiles. Pero cuenta su experiencia con su entorno universitario. “Más [me han afectado] las reacciones que tienen otras personas que el mismo resultado de las elecciones. Creo que se ha cerrado bastante el diálogo al menos en varios grupos sociales limeños. El que no tiene tu opinión es el enemigo […] Muchos están totalmente decididos a irse del país”, dice.
Y si en grupos privados la polarización es notoria, redes públicas como Twitter son un verdadero caldero. “Mucha gente esta semana ha renunciado a Twitter. ‘Esta semana he decidido no abrir Twitter’ es como la frase de la semana. Como Twitter puede ser anónimo y la gente habla sin reparos. Veo cosas tan fuertes de los dos lados, ‘mi amiga tal y mi amigo tal se han dicho esto’, me cuentan. Qué difícil será volver a hablarte con el enemigo”, dice Graciela Cardó, vicepresidenta de la Sociedad de Peruana de Psicoanálisis.
¿Qué hay detrás de estas interacciones? “Es el famoso pensamiento binario”, sostiene la especialista. “En los momentos de crisis, de cambio, tendemos a pensar de nuevo así: los buenos, los malos; los míos, los otros; el nativo, el extranjero; hombre, mujer; yo, tú. Y el pensamiento binario implica dominación, implica que uno es mejor que otro, siempre es así”, añade.
Óscar Galarza coincide y se anima a poner un ejemplo personal. “El ‘yo-tú’, que es una relación humanizante, se empieza a transformar en un ‘yo-ello’. Por ejemplo, a los que vamos a Pedro Castillo nos están llamando ignorantes, brutos, comunistas, que queremos un país como Venezuela o Cuba. Y los de esta parte llaman a los que van a votar por Keiko Fujimori: delincuentes, autocráticos, corruptos. Al final, ¿qué tengo que ver yo, que voto por Pedro Castillo, con un comunista? ¿Qué tienes que ver tú, que votas por Keiko Fujimori, con una corrupta? La consecuencia es un mecanismo muy violento. Es: yo soy bueno, tú eres malo”, explica.
«Todo es defensa acérrima de su posición, ni siquiera del candidato o candidata, todo es lo que tú quieres, son tus ideales, tus esperanzas, son procesos psíquicos complejos», complementa Graciela Cardó.
La distancia que los separa
Hoy, a menos de nueve horas del flash, la preocupación por la situación del país va alcanzando su pico y pueden surgir algunos síntomas. “Hay bastante insomnio, ansiedad, somatizaciones como dolores de cabeza, de cuerpo. Mucha gente ha estado definitivamente más ansiosa, preocupada, fastidiada, irritada, y es que si estás peleando todo el tiempo…”, dice Cardó.
La familia Taboada vive algo similar a lo que describe la psicóloga. Lucía Taboada (23), una estudiante de derecho en la Universidad del Pacífico, dice que ella y su hermana -que estudia la misma carrera en la Universidad Católica- viciarán su voto. Los actos de corrupción y violación de derechos humanos cometidos por el fujimorismo han sido decisivos para ambas.
Pero sus padres, de 60 y 52, votarán por Fuerza Popular. El recuerdo del terrorismo que vivieron durante las década del 80 fue una de las razones. Y llegó a su momento más álgido luego del atentado en el VRAEM. “Así era todos los días”, recuerda Lucía que dijo su papá evocando aquella época. “El medio televisivo que mi papá más consume es Willax y es notoria la campaña de miedo [de ese canal]”, apunta.
Su madre, por otro lado, insistía en lo peligrosa que era la opción de Perú Libre para la economía. “He invertido tanto en ustedes para que al final se queden sin trabajo”, le escuchó decir a su mamá, quien, preocupada, recordaba que durante el primer gobierno de Alan García ganaba el equivalente a S/20 al mes. “Sí, estaba triste al punto que se puso a llorar”, comparte Lucía.
En medio de la polarización, algo que apunta Graciela Cardó parece pasar desapercibido: “Los dos intentan proponer mejoras. Obviamente. Nadie va a proponer destruir el país. Pero la gente lo vive así. [A los ojos de ambos bandos], los dos candidatos están proponiendo destruir el país”.
Desde su consultorio en San Miguel, Oscar Galarza ha advertido un paralelo quizás más profundo. “En todos los años, nunca se ha visto una polarización tan fuerte y, por lo tanto, lo que veo en muchos hogares es que los hermanos se están distanciando, padres e hijos pelean por situaciones electorales, amigos que están perdiendo la amistad, y ciertamente [esto] va a traer como consecuencia demasiados problemas en las interrelaciones familiares. Ello aunado al Covid-19, que ya por sí solo es un problema”, apunta. La votación empieza y acaba hoy. ¿Habrá futuro para las relaciones rotas que deja?
¿Por qué un candidato presenta tres equipos técnicos pero casi no promociona las propuestas que estos elaboran para él? Pedro Castillo Terrones llena mítines, canaliza el sentimiento popular de inequidad y representa un conjunto de voces que han sido dejadas de lado. Sin embargo, tiene unas falencias clamorosas cuando se trata de comunicar sus propuestas técnicas -con las que deberá gobernar- a través de los medios.
Y esto, pese a que sí tiene documentos, elaborados por sus distintos equipos, que detallan decenas de medidas que implementaría en un eventual gobierno, aunque él parezca no haberse enterado. En el sector salud, por ejemplo, el miembro de su equipo técnico Antonio Quispe difundió hace unos días el «Plan para controlar la pandemia y repotenciar el sector salud», con 100 propuestas iniciales.
Entre las medidas están, para citar solo algunas, la creación de un viceministerio de regulación sectorial para la salud, implementar más plantas de oxígeno en establecimientos de salud I-4, sistemas de vigilancia y rastreo según la carga viral que arrojan las pruebas moleculares, instalar 3 mil camas con cánulas de alto flujo y generar un Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) destinado a la comida chatarra y las bebidas azucaradas.
Además, este medio publicó recientemente documentos internos del equipo económico de Juan Pari, que detallan sus planes en materia tributaria y para la nacionalización de los hidrocarburos. ¿Por qué Castillo no ha mencionado nada de esto en el debate?
Sudaca conversó con cinco integrantes de los círculos más cercanos del profesor chotano para responder a esta pregunta.
Decisiones propias
En el último debate entre los dos candidatos presidenciales, cuando tocó hablar sobre salud, Castillo preguntó abiertamente: “¿por qué no un ‘razonador’ magnético en cada centro de salud para detectar a tiempo las enfermedades de los compatriotas?”. No es el error en la palabra ‘razonador’ -que en realidad es ‘resonador’- lo que importa, sino la propuesta.
Hay una idea concreta detrás de lo que dijo Castillo: la implementación de resonadores magnéticos -que permiten tener una visión clara del interior del cuerpo a través de la construcción de imágenes por campos magnéticos- en todos los centros de salud del país. Esto, sin embargo, no es compatible con el concepto mismo de atención primaria. No en términos prácticos, al menos.
Así se lo hizo saber al candidato una fuente vinculada a su equipo técnico en salud en una reunión con el candidato, de la que Sudaca pudo enterarse, cuando este consultó si sería correcto lanzar la propuesta de los resonadores. En la reunión estuvo también Hernando Cevallos, jefe del equipo de salud. Los técnicos le dijeron al profesor que no era buena idea vincular la atención primaria con estos dispositivos, porque son demasiado caros y su demanda no justifica que estén en cada posta.
En cambio, le dijeron, los resonadores deberían ubicarse en los centros de referencia más grandes. La atención primaria es, por definición, accesible y esencial. Todo lo que reviste mayor complejidad debe ser derivado. Castillo asintió, pero igual lanzó la propuesta en el debate. Es decir, escuchó, pero no hizo caso. «Castillo escucha a todo el mundo, pero casi no le hace caso a nadie», dice una fuente cercana al equipo de salud de Perú Libre.
Otra fuente, con llegada directa a los círculos más íntimos de Castillo, confirma lo dicho. El ‘profe’ toma apuntes, pero no hace mucho caso, asegura. No confía en los equipos que ha presentando, ya que su confianza responde a entornos más familiares y amicales, de sobrinos y hermanos, explica.
Al ser consultado sobre cómo preparó su participación en el debate, Cevallos reconoció que Castillo “ya tenía una visión [propia] de los problemas” y que los equipos técnicos solo “puntualizaron algunos aspectos”.
Quispe ensaya otra explicación. Para él, es urgente que el candidato complete su media training. En comparación a Fujimori, asegura, tiene dos campañas menos. “Es su primera campaña y errores ha cometido y seguirá cometiendo”, lamenta.
Apoyos y ministerios
Para entender la escasez de propuestas pese a que sí están puestas sobre un papel, Sudaca también se comunicó con el economista Pedro Francke, quien ha cobrado mayor relevancia mediática recientemente, pues antes el encargado del tema económico era Pari. “Como todo equipo vamos intercambiando funciones y vemos qué funciona mejor”, afirma.
Francke asegura que estuvo trabajando para ayudar a Castillo de cara al debate, pero destaca que el discurso es del propio candidato. Reconoce que no se reúnen a diario, aunque afirma que el trabajo con él se da a “un ritmo bien fuerte”. “Nuestro rol es de asesoramiento y tenemos un ritmo con Castillo, pero no me parece correcto comentarlo”, señala.
Para Cevallos, Castillo sí planteó varias propuestas en salud. Pero se trata de tópicos generales. Por ejemplo, impulsar la atención médica primaria -con la ya explicada contradicción de los resonadores magnéticos- o el acercar la salud al ciudadano. El excongresista asegura que el profesor no es un experto en el sector salud, y que “el tema es explicarlo para que la gente sencilla lo entienda. Tiene una forma de comunicarse que es andina, no es político, pero es inteligente”.
Pero el trastabilleo parece ir incluso más allá. El jueves, tras la tercera presentación de técnicos del lápiz en la Casa del Maestro, a una cuadra de la base principal de su contrincante Keiko Fujimori, Sudaca conversó con Gonzalo Alegría, parte del equipo en materia económica.
Alegría aseguró que no haber pulido las propuestas para el debate de candidatos fue ‘casi culpa suya’. La explicación, dijo, es que quiso incorporar diversas propuestas de sindicatos y grupos sociales, y por eso el planteamiento final en materia económica no se habría culminado a tiempo. También reveló que internamente ya se está conversando sobre quiénes asumirían las carteras ministeriales de ganar el profesor. Señaló a Sudaca que Pedro Francke probablemente asumiría la cartera de Economía y Juan Pari, “al menos va a ayudar” en el Ministerio de la Producción.
“Se está conversando a la interna. El único que decide finalmente es el presidente. Castillo tiene mucho tacto, porque ya va insinuando qué podría ser útil, pero no se compromete hasta ganar las elecciones y ver las comisiones de transferencia”, anotó. Francke prefirió deslindar del tema. “No se ha hablado nada del tema de carteras ministeriales y me parece que es lo correcto. No corresponde hablar de eso hasta que llegue ese momento”, indicó.
Aquel día también hubo un episodio extraño que ya ha sido retransmitido a nivel nacional. Al ser presentado como responsable del área de transportes, el abogado Julián Palacín aseguró que la obra del bicentenario que haría Perú Libre sería la construcción de un teleférico en Lima de 100 kilómetros, “10 veces más grande que el de Bolivia”.
Como reacción inmediata, Luis Gutiérrez, supuesto miembro del equipo que estaba a menos de un metro de Palacín, calificó lo propuesto como ‘penoso’. «Soy parte del equipo técnico y estoy absolutamente en contra de esa propuesta. No ha consultado con el equipo. Estoy pensando votar nulo, porque eso es pura cutra», afirmó a ATV. Perú Libre, a través de su oficina de prensa, negó que Gutiérrez sea parte del equipo técnico, pero no supo explicar qué hacía el señor en la presentación del mismo.
En términos técnicos, la candidatura del ‘profe’ parece armarse cada día con algo nuevo. Y así, en la improvisación, llega a su recta final.
Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 145: Fujimori tiene a Gisela y Castillo al ‘Pepe’ Mujica. Las campañas cierran, con un nuevo equipo técnico en Perú Libre. ¿El voto femenino decidirá la elección? Y hoy juega Perú.
La lección del último quinquenio fue clara: ningún presidente de la República puede sentirse fijo en su cargo. Censuras, vacancias y renuncias fueron parte del menú político de los últimos años. Como el escenario de inestabilidad no ha mejorado (sino, lo contrario), hay una alta probabilidad de que ello se repita. Y los llamados a cubrir el hueco serán –nuevamente– los vicepresidentes. Estos son los perfiles y las ‘credenciales democráticas’ de quienes podrían asumir la conducción del país.
Galarreta: a la cabeza del obstruccionismo
Luis Galarreta, candidato a la primera vicepresidencia de Fuerza Popular, es –de todos los postulantes– el que más recorrido tiene en la política peruana. Su kilometraje incluye haber ocupado una curul de manera ininterrumpida desde el 2006 hasta el 2019, cuando el Congreso fue disuelto por Martín Vizcarra. Antes de eso, también fue regidor provincial de Lima.
En estas elecciones, Galarreta postuló al poco conocido Parlamento Andino y fue elegido como representante del fujimorismo. En declaraciones para América Noticias, a mediados de marzo, aseguró que su candidatura a ese órgano supranacional se dio por un pedido de su partido, y agregó que dentro del Congreso había cumplido con “lo que corresponde” y que para él “la política no es una aventura, es una carrera”.
Parte de esa ‘carrera en la que ya cumplió’ incluye haber sido la cabeza del Congreso obstruccionista, término que su propio partido hoy acepta. Galarreta presidió el Parlamento entre el 26 de julio del 2017 y la misma fecha del 2018, uno de los periodos más conflictivos de la relación Legislativo-Ejecutivo del último quinquenio. Durante su presidencia se le negó la confianza al expremier Fernando Zavala y pasaron las dos mociones de vacancia contra Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
Además, fue cuestionado por la compra de televisores, frigobares y flores meses antes del Mundial Rusia 2018. Cuando fue increpado por los medios, defendió las adquisiciones y aseguró que aprobarían “otra ley para que saquen la publicidad de algunos medios mermeleros”, en alusión a la llamada ‘Ley Mulder’.
Un año antes, cuando era vocero de la bancada naranja, se hizo público el chat de Telegram “Mototaxi”, donde la agrupación liderada por Keiko Fujimori coordinaba sus movimientos legislativos. En medio del debate para censurar al entonces ministro de Educación, Jaime Saavedra, Galarreta escribió: “Jaja recién leo que está temblando… pero para jodernos era valiente!”. La decisión de tumbarse a Saavedra ya estaba tomada.
Cuando el fujimorismo socavó la reforma educativa y censuró al ministro Saavedra. Luis Galarreta –ahora candidato a la vicepresidencia– tipeó en el chat ‘Mototaxi’: “Jaja recién leo que está temblando… pero para jodernos era valiente!”.
Cuando el fujimorismo socavó la reforma educativa y censuró al ministro Saavedra. Luis Galarreta –ahora candidato a la vicepresidencia– tipeó en el chat ‘Mototaxi’: “Jaja recién leo que está temblando… pero para jodernos era valiente!”. https://t.co/yCn1ZCpm9wpic.twitter.com/4a8Hr50Hr6
Aunque el ex congresista parezca un fujimorista de larga data, lo cierto es que milita recién desde el 2018. Antes militó en el PPC y en Renovación Nacional. Hoy es secretario general del partido naranja y, como tal, está involucrado de lleno en la campaña. Esto incluye ser consejero de la nueva bancada electa, la que tendrá la labor de limpiar la cara del fujimorismo en el Legislativo.
De darse el caso que Fujimori gane las elecciones y luego deba dejar Palacio, ponerse la banda presidencial será un déjà vu para Galarreta. En marzo del 2018, como presidente del Congreso, la vistió brevemente tras la renuncia de PPK y antes de la toma de mando de Martín Vizcarra.
A pesar de ser un acto simbólico –y durar unas cuantas horas– Galarreta no desaprovechó la oportunidad de posar campante con la banda presidencial. Junto a sus colegas de bancada improvisaron una sesión fotográfica mientras esperaban a Vizcarra. La sonrisa entonces no cabía en su rostro. ¿Tendrá la oportunidad de revivir ese momento en el futuro?
Juárez: del amarillo al naranja
La plancha presidencial del fujimorismo la completa, en la segunda vicepresidencia, Patricia Juárez. Aunque sus posibilidades de asumir son pequeñas, ‘Patty’ ya ganó en estas elecciones: será congresista fujimorista por Lima, cargo que había intentado alcanzar en el 2011 con Solidaridad Nacional.
Precisamente, su pasado político es totalmente amarillo. Juárez fue regidora provincial y teniente alcaldesa de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) entre los años 2014 y 2018. Como tal, fue una férrea defensora de la gestión de Castañeda Lossio hasta que el sol del partido se apagó.
El ex burgomaestre es hoy investigado por el Equipo Especial Lava Jato y la acusación salpicó a ‘Patty’. Ambos son acusados de haber favorecido a la constructora brasileña OAS con la entrega de peajes, presuntamente a cambio de un aporte de US$480 mil para la campaña municipal del 2014, donde Juárez fue electa regidora.
Con esa mochila infame la hoy candidata a la vicepresidencia abandonó a Castañeda en el 2018, y renunció a su partido. Divagó brevemente, pero al año siguiente se reubicó como secretaria general del último bastión solidario: Miraflores. Luego llegó Patricia Juárez a Fuerza Popular, otro partido que también tiene problemas con las palabras “Lava Jato”. Intercambiando el amarillo por el naranja, la ex teniente alcaldesa aceptó la invitación de Keiko Fujimori a finales del año pasado.
Boluarte: las denuncias por maltrato
En las últimas semanas apareció en televisión una representante de Perú Libre que, hasta ese momento, había pasado desapercibida para la mayoría de la prensa. Su nombre era Dina Boluarte y, con mayor solvencia que el propio Castillo, defendió a su partido ante las cámaras. Esta vocera inesperada también es la candidata a la primera vicepresidencia del lápiz.
La única experiencia en el sector público que lista en su hoja de vida es la de jefa de la oficina de Reniec en Surco desde el año 2007, al que hoy ha pedido licencia sin goce de haberes. Tras su crecimiento como figura mediática y vocera de su partido, un sector de la prensa empezó a escudriñar su gestión en esa entidad registral. Encontró unas cuantas cosas.
Boluarte tiene, según Canal N, tres denuncias policiales entre los años 2011 y 2020. Dos de ellas ocurrieron alrededor de su local laboral, la Reniec.
La primera fue en mayo del 2015. Paula Parina denunció a Boluarte por lesiones ante la Policía. «La denunciante trabaja como lava carros en el lugar de los hechos y a eso de las 4 p. m. se presentó Boluarte, la misma que agredió físicamente a la denunciante, debido a que su espacio de estacionamiento estaba siendo ocupado por otro vehículo», describe el parte policial.
El otro incidente en la Reniec de Surco es más reciente. En febrero del 2020 la activista transexual Marina Kapoor la denunció por maltrato. Luego de esperar varias horas para que la atiendan en la oficina que dirigía Boluarte, Kapoor pidió el libro de reclamaciones. Esto, según su versión, hizo estallar a la hoy candidata a la vicepresidencia de Perú Libre.
“Escuchó ‘libro de reclamaciones’ y la señora es la que más bien se exaltó. Salió de su oficina y comenzó a decir al vigilante ¿quién ha dejado entrar a este señor aquí, cuando se dio cuenta de que era una mujer transexual”, explicó la denunciante a Canal N.
Frente a ambas revelaciones Boluarte respondió, nuevamente, en una pantalla televisiva. Y a nivel internacional. Frente a la pregunta de Fernando del Rincón sobre estas denuncias en CNN la candidata aseguró que “sus manos están bien limpias”, que no tiene “ni un acto de corrupción” y se quejó porque no “dicen nada del otro lado” en referencia al fujimorismo.
La funcionaria registral está ligada a Perú Libre hace años, aunque milita solo desde finales del año pasado. Su cercanía incluye dos postulaciones previas. La primera fue a la alcaldía de Surquillo en el 2018 –cuando el partido aún se llamaba Perú Libertario– y la segunda al Congreso en el 2020. En ambas oportunidades fracasó.
También intentó postular este año al Parlamento, pero fue excluida por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) porque la personera legal del lápiz presentó documentación de subsanación sobre su candidatura fuera de plazo. ¿Cambiará su suerte si sale ganador Castillo?
El excluido
La fórmula presidencial de Perú Libre solo tiene a Boluarte como candidata a la primera vicepresidencia. La razón: el otro vicepresidente fue excluido por tener una sentencia firme de corrupción.
Se trata de Vladimir Cerrón, el fundador y secretario general del partido. Cerrón también es autor del ideario que fue presentado como plan de gobierno en primera instancia al JNE. Este documento fue actualizado después porque, entre otros graves problemas, no tenía ninguna mención relevante sobre la pandemia.
A pesar de no ser el candidato presidencial, Cerrón ha tenido un rol protagónico en esta campaña. Como ideólogo del lápiz, ha hecho trabajo político en redes sociales, aunque no siempre parece hacerlo a favor de Castillo.
Su simple presencia política ya es cuestionable. El llamado “médico del pueblo” fue gobernador de Junín en dos periodos entre el 2011 y 2019. Su segunda gestión terminó abruptamente cuando fue sentenciado por el delito de negociación incompatible.
La justicia determinó que Cerrón, junto a otros miembros de su gobierno regional, favorecieron al Consorcio Altiplano mediante el pago de S/850 mil por “gastos adicionales” en la ejecución de un proyecto de saneamiento en La Oroya en 2011, durante su primer gobierno regional. Por este delito Cerrón tendrá que cumplir cuatro años de prisión suspendida y está inhabilitado de ejercer cargos públicos durante un año. La decisión fue ratificada a mediados de abril.
Tanto Castillo como otros representantes de Perú Libre se han cansado de decir que Cerrón no fue sentenciado por corrupción, sino “por la corrupción”. Un juego de palabras que lo victimiza e ignora las pruebas en su contra.
Incapaz de volver a postular a la presidencia –lo hizo en el 2016 cuando su partido aún se llamaba Perú Libertario– quiso pasar “escondido” dentro de la plancha presidencial del lápiz, pero el Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 declaró improcedente su candidatura.
Abel -el nombre ficticio que usaremos para proteger su identidad- cuenta que era funcionario del Gobierno Regional de Junín (GRJ) cuando a mediados del 2020 sus jefes inmediatos le dijeron que él y su familia tenían que afiliarse al partido que estaba gobernando. “Tienes que conseguir [militantes para el partido]”, recuerda que le dijo uno de sus superiores.
Y así lo hizo. Según el Registro de Organizaciones Políticas (ROP), él se registró al partido, que hoy disputa la Presidencia de la República, el 22 de septiembre de 2020. Cuatro miembros de su familia y un amigo también lo hicieron ese mismo día, según pudo corroborar Sudaca. En ese momento, Abel estaba trabajando en la Agencia Agraria Concepción, un área de la Dirección Regional de Agricultura de Junín.
Vladimir Cerrón, líder de PL y elegido gobernador regional para el periodo 2019-2022, había dejado su puesto a mediados del 2019 luego de ser sentenciado por el delito de negociación incompatible. Estuvo en prisión unos meses, hasta que a fines de ese mismo años, la Corte Superior de Junín decidió que afronte su pena en libertad. Lo que no se modificó fue el pago de una reparación civil de S/850.000.
Al año siguiente, Cerrón seguía sin pagar, por lo que su libertad estaba en riesgo. Entonces a Abel le pidieron que aporte dinero para ayudar al fundador de Perú Libre. Debía hacerlo a una cuenta mancomunada. “Más o menos en noviembre mi jefe me manda un mensaje donde dice que tenemos que pagar porque, si no, a Vladimir Cerrón lo iban a encarcelar”, señala.
Uno de los titulares de la cuenta que aparece en el mensaje de WhatsApp es el ingeniero Rolando Salazar Cordova, actual director regional de Producción, puesto que es designado por el mismo gobernador regional según la web del GRJ. El otro es Jonny Vargas Gutiérrez, militante de Perú Libre desde el 2014 y trabajador del GRJ durante aquel 2020.
Abel aportó S/300. “No me sentí presionado, sino obligado porque era mi jefe quien me mandó ese mensaje […] Hemos estado sometidos. Todo el grupo de poder es así. Si trabajas, tienes que pagar”, agrega.
No es un caso aislado.Ginés Barrios Alderete, exconsejero regional del 2011 al 2014, durante la primera gestión de Vladimir Cerrón como gobernador regional, explica que durante esos años a él le llegaron denuncias de trabajadores del GRJ a los que se les descontaba parte de su sueldo.
“Yo puedo asegurar [que ese tipo de acciones ocurre] porque en una sesión de consejo yo presenté unos recibos en los que se descontó parte de su sueldo a trabajadores. Yo cuestioné eso y les dije que no me parecía correcto, que cómo era posible que el personal que se ha incorporado a las planillas del Estado tenga que estar sujeto a una obligación de dar parte de sus remuneraciones a un partido político [Perú Libre]”, asegura Barrios.
El exconsejero agrega: “Según dijeron era un aporte voluntario, pero a mí no me parece. Ningún trabajador que se incorpore a la administración pública puede tener, más allá de su contrato laboral, un contrato al margen para regentar un porcentaje de su sueldo permanentemente, eso afecta a la gestión pública”.
Dentro del consejo regional había mayoría oficialista de Perú Libre, así que la denuncia de Barrios no prosperó.
Según pudo identificar el diario, entre los trabajadores que acudieron a recolectar firmas, bajo amenaza de despido, se encontraban funcionarios de la Procuraduría, quienes supuestamente se encontraban “de comisión” realizando trámites. El exconsejero Ginés Barrio pidió investigar el hecho, pero nuevamente la mayoría oficialista no lo permitió.
A Abel le pasó algo similar años después, ya durante la segunda gestión regional de PL. Cuenta que su jefe le dijo que tenían que ir a Lima para apoyar a Cerrón, pero él respondió que no podía porque tenía que trabajar. “Ahí es donde me han odiado”, asegura. Fue en ese momento cuando uno de sus compañeros de trabajo le explicó la razón del porqué él sí había decidido ir a apoyarlo.
«A mí no me paga el sueldo el Estado, a mí me paga Vladimir Cerrón», es la frase que Abel recuerda haber escuchado.
“Yo estaba triste por lo que me dijo mi amigo, que es ingeniero. ‘No hay principios, no hay valores’, pensé. Vladimir puede hacer esto con la gente, hacer que piensen que dependen de él», cuenta. Cuando terminó su contrato, en diciembre de 2020, no le renovaron.
Ginés Barrios confirma que esto es algo común durante los gobiernos de PL. “Cada vez que había manifestaciones que tenían que ver directamente con las actividades del partido de este señor [Cerrón], las sedes del Gobierno Regional se quedaban sin trabajadores”, dice.
Silenciar al que opina distinto
El pasado 7 de mayo, el congresista César Combina (APP) hizo público un informe interno de la Municipalidad de Huancayo. El documento estaba dirigido a la subgerencia de Gestión de Recursos Humanos y daba cuenta de dos opiniones que Julio Nieto Tinoco, un trabajador de la comuna, había realizado en su cuenta de Twitter y que luego habían replicado algunos medios. La comuna huancaína es uno de los bastiones de Vladimir Cerrón. Su alcalde es Juan Quispe Ledesma, electo por Perú Libre.
Julio Nieto es el responsable del área de Beneficios Sociales y Laborales de esta municipalidad. El 11 de abril (el día de la primera vuelta), escribió en Twitter: “La mayoría de peruanos no tiene idea quién lidera Perú Libre, si supiera que es un sentenciado por corrupción y que tiene tomada las municipalidades y el GRJ y que Castillo solo es y será monigote de Vladimir Cerrón”.
El tuit fue reproducido en el diario Correo al día siguiente, lo que produjo malestar en sus superiores, según declaraciones de Julio Nieto. No era la primera vez que hacía este tipo de comentarios.
“En varias ocasiones ya hice comentarios en contra de Perú Libre, por la gestión en general, porque acá en Junín ese partido tiene gran parte de los municipios provinciales y también tienen el gobierno regional. Como ciudadano y como representante de un partido político [APRA], hago opiniones sobre la situación administrativa, política que sucede”, explica Nieto a Sudaca.
Como es trabajador permanente, no lo pueden despedir sin más. Pero según Nieto buscan otras formas de hostigarlo. “Cuando ellos iniciaron su gestión en el 2019 y yo hacía mis comentarios, empezaron a molestarme. Me rotaron en dos ocasiones de una gerencia a otra, y de otra a otra. Y ahora que estoy comentando, los funcionarios de turno me dicen ‘Julio deje de escribir, porque los de arriba se están molestando, los de arriba quieren que te saque’”, apunta.
Sobre este caso, el congresista Combina, férreo opositor de Cerrón y la persona que difundió el documento, asegura que ante la imposibilidad del despido, lo que se estaría buscando es acumular sobre Nieto distintas llamadas de atención para sacarlo sin que parezca un despido arbitrario. De hecho, por los tweets recientes, dice Nieto, el subgerente de Recursos Humanos ya le avisó que volverían a rotarlo de puesto.
Para otros trabajadores, sin embargo, es más difícil conservar sus empleos dentro de los municipios dominados por Perú Libre. Los que no tienen contratos o los que están contratados por un tiempo limitado están sujetos a despidos o a la no renovación de sus contratos, como el caso de Abel.
“Este tipo de acciones son recurrentes en esta gestión. La municipalidad básicamente es gobernada por PL y el representante máximo es el señor Vladimir Cerrón (..) PL son un grupo muy radical, muy fuerte. Da un poco de temor [hablar] ”, sentencia Nieto.
Por enésima vez, Sudaca contactó a Vladimir Cerrón para este informe, pero prefirió no contestar.
Betssy Chávez, virtual congresista por Perú Libre “No tenemos hospitales [en Tacna, Cusco y Piura]” Fuente: [3:04 – 3:29]
Fecha de la declaración: domingo 23 de mayo del 2021 Contexto: Entrevista en ‘Sin medias tintas’, de Latina.
FALSO
Durante una entrevista televisiva, Betssy Chávez, virtual congresista por Perú Libre y vocera de la futura bancada en el Parlamento, se refirió a los planes a mediano plazo de su partido político en materia de salud pública. En ese contexto, criticó la falta de infraestructura hospitalaria en el Perú, y dijo lo siguiente: “En el caso de Tacna, en el caso de Cusco [y] en el caso de Piura, no tenemos hospitales”. Sin embargo, luego de revisar información oficial del Ministerio de Salud (Minsa) y del Seguro Social de Salud (EsSalud), la red Ama Llulla concluye que esa afirmación es falsa.
La declaración de Chávez, congresista electa por la región de Tacna, figura en la siguiente transcripción, extraída de la entrevista que brindó por la noche del domingo 23 de mayo:
“A mediano plazo, nos parece necesario generar infraestructura para los hospitales del país […] Tenemos rezagos de hospitales, hospitales inconclusos en el país. Te recuerdo, en el caso de Tacna, en el caso de Cusco, en el caso de Piura, no tenemos hospitales. Imagínate, así de graves, cómo estamos”.
En primer lugar, cabe precisar dos definiciones, sobre el concepto de los hospitales en el Perú y la manera de clasificarlos.
Consultado para esta verificación, Hernán Ramos, vocero de EsSalud y profesor de postgrado de la UPC, explicó que un establecimiento de salud es considerado como un hospital cuando cumple con tres criterios: capacidad para internar pacientes, servicio de emergencia (que atiende las 24 horas) y la atención de cuatro especialidades básicas: medicina, pediatría, cirugía y obstetricia/ginecología.
Por otro lado, cabe destacar que el Minsa tiene una norma técnica con la que clasifica a los establecimientos de salud según su nivel de atención. Los hospitales, por ejemplo, pertenecen al segundo y tercer nivel. Estos, a su vez, incluyen categorías según la complejidad de los servicios que ofrecen.
Fuente: Minsa.
De acuerdo a la explicación de Ramos, la categoría II-1 corresponde a los hospitales que cuentan con las cuatro especialidades y que tienen Unidad de Cuidados Intermedios (UCIM). Estos hospitales no cuentan con Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Los hospitales de la categoría II-2, en cambio, sí tienen UCI generales. Es decir, para diversos tipos de pacientes adultos.
El tercer nivel de atención incluye a los denominados hospitales nacionales, que ofrecen servicios de alta complejidad. Los de la categoría III-1, por ejemplo, cuentan con UCI especializadas, como las UCI pediátricas o neonatales.
Dentro del tercer nivel también se encuentran los hospitales o institutos especializados, como el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, el Instituto Nacional de Salud del Niño o el Instituto Nacional de Oftalmología. “Tienen la máxima capacidad resolutiva para una enfermedad como el cáncer, para un grupo de atención como el de los niños, o para un órgano, como los ojos. Estos hospitales son de categoría III-2”, precisó el especialista.
Finalmente, la categoría III-E, ubicada en el tercer nivel de atención, incluye a hospitales que ofrecen servicios de máxima complejidad para diversas enfermedades, como el Rebagliati o el Almenara.
Los hospitales del Minsa
Ahora bien, contrario a lo que señaló la virtual parlamentaria Betssy Chávez, en los departamentos de Tacna, Cusco y Piura sí hay hospitales operativos.
En Cusco, por su parte, operan seis hospitales del Minsa, según registra la Diresa. Entre los más emblemáticos están el Hospital de contingencia Antonio Lorena; y el Hospital Regional de Cusco, clasificado con la categoría III-1.
En función a lo expuesto hasta este punto, se puede concluir que las tres regiones mencionadas por la virtual parlamentaria Chávez cuentan con al menos un hospital de la categoría II-2 en adelante, es decir, que cuenta con el servicio de camas UCI.
Las clasificaciones de EsSalud
EsSalud lleva registro de sus hospitales a nivel nacional a través del Directorio de Redes Prestacionales, un documento público disponible en su sitio web. Además, utiliza los números I, II y III para clasificar a sus nosocomios.
Consultado al respecto, Hernán Ramos, vocero de la entidad, explicó a la red Ama Llulla que todos los hospitales de EsSalud se encuentran entre las categorías del segundo y tercer nivel de atención, acorde a lo estipulado por la norma técnica del Minsa.
EsSalud
Categoría del Minsa
Hospital I
Categoría II-1
Hospital II
Entre las categorías II-1 y II-2
Hospital III
Entre las categorías II-2 y III-1
Elaboración propia. En base a lo explicado por el vocero de EsSalud.
Ahora bien, según el directorio de EsSalud, la red asistencial de Tacna tiene entre sus establecimientos de salud el Hospital III Daniel Alcides Carrión, de categoría II-2. En enero de este año, se registraron denuncias de pacientes con Covid-19 atendidos a la intemperie del nosocomio, lo que provocó la intervención de la entidad para aumentar la cantidad de camas regulares y de camas UCI.
Por otro lado, la red asistencial de EsSalud en Cusco registra seis hospitales. Dos de los más importantes son el Hospital Nacional Adolfo Guevara Velasco y el Hospital General de Sicuani. “El Adolfo Guevara es un hospital III-1, de máxima complejidad dentro de EsSalud. Y el Hospital General de Sicuani es de nivel II-1: tiene las cuatro especialidades y no tiene UCI”, comentó Ramos.
En la región también se ubican el Hospital I Urubamba, Hospital I Espinar, Hospital I Calca y Hospital I Quillabamba, todos de la categoría II-1. Es decir, sin servicio de camas UCI.
Finalmente, la red asistencial de EsSalud en Piura registra cinco hospitales en la región:
Ama Llulla trató de comunicarse con la virtual parlamentaria Betssy Chávez para solicitar precisiones sobre su afirmación. Hasta el cierre de edición no se obtuvo respuesta.
En resumen, los departamentos de Tacna, Cusco y Piura sí cuentan con hospitales operativos, ya sean adscritos a las Direcciones Regionales de Salud o a la Red Asistencial de EsSalud. Asimismo, según los datos revisados, las tres regiones cuentan con por lo menos un hospital de categoría II-2, es decir, que tenga el servicio de camas UCI. Finalmente, tanto Cusco como Piura cuentan con nosocomios del tercer nivel de atención, de la categoría III-1.
En función a lo expuesto, la red Ama Llulla concluye que la declaración de Betssy Chávez, virtual congresista por Perú Libre, acerca de que en Tacna, Cusco y Piura no hay hospitales, es falsa.
Castillo no se ha moderado ni se va a moderar. Sabe que a la gente no le importa que tenga vínculos con grupos filosenderistas, que no tenga plan de gobierno orgánico, que tenga un equipo técnico improvisado a última hora, que aparezca a su lado un psicópata ideológico como Cerrón (o su deslenguado congresista Guillermo Bermejo, quien ha mostrado las reales intenciones totalitarias de Perú Libre en audio difundido anoche).
Castillo no se va a poner el polo blanco. No se va a “ollantizar”. La izquierda en el Perú considera lo de Humala una traición imperdonable. Y lo demuestra con la publicación de su plan de gobierno “Perú al Bicentenario libre de corrupción”, que no hace si no ratificar el esquema estatista e intervencionista acorde a su pretensión final: aumento de la inversión social estatal, economía mixta, subsidios temporales (agua, luz e internet), no competencia desleal de importaciones, crédito barato a agro y pymes a través del Banco de la Nación, disminuir la importación de alimentos, revisar el “acaparamiento” de tierras (golpear los grandes proyectos agroexportadores), nuevas reglas e impuestos y regalías a las “sobreganancias”, renegociación de los contratos de estabilidad tributaria, la construcción de elefantes blancos como los gasoductos estatales en el sur, etc.
Y la cereza del postre, la convocatoria abiertamente inconstitucional a un referéndum y a una posterior Asamblea Constituyente. Castillo juramenta ante la Conferencia Episcopal, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y Transparencia que va a respetar los cauces constitucionales para cualquier reforma y a renglón seguido anuncia en su plan de cien días zurrarse en la Carta Magna y en la práctica proponer un autogolpe constitucional.
Allá quienes se quieran creer el cuento de que el de Castillo es un proyecto de izquierda transformadora y democrática. Estamos ante una amenaza autoritaria que conducirá al país el caos, y que conllevará la destrucción de todo lo bueno que se ha avanzado en estos años de vigencia del modelo económico, y en el agravamiento de los problemas subsistentes.
No se viene una alternancia a la chilena, si gana Castillo. Estamos ante un proyecto de control total del poder, de perennización en él y de descalabro de la economía nacional y el empobrecimiento masivo de la población, entre ella la que irracionalmente expresa su intención de votar por él, proyecto al que increíblemente se ha sumado un sector de la izquierda dizque moderna y profesionales independientes cuya ingenuidad linda con la complicidad.