La BBC produjo una serie documental llamada “Civilisation” en 1969, conducida por el historiador Kenneth Clark, acerca de la historia del arte, la arquitectura y la filosofía occidental desde la Edad Media hasta el siglo 20.
En el primer capítulo, Clark se encuentra en París y dice: “Las grandes naciones escriben su autobiografía en tres manuscritos: el libro de sus actos, el libro de sus palabras y el libro de su arte. Ninguno de estos libros puede ser entendido sin leer los otros dos, pero de los tres el único confiable es el último.”
“¿Qué es civilización?” se pregunta Clark, con las torres de Notre Dame en el fondo. Responde: “No lo sé. No puedo definirla en términos abstractos, pero creo que puedo reconocerla cuando la veo; y la estoy viendo en este momento.”
Después Clark añade: “Si tuviera que decidir quién dice la verdad respecto a la sociedad, un discurso del ministro de vivienda o las construcciones que fueron ejecutadas durante su mandato, yo diría que las construcciones.
El documental es realmente extraordinario y está disponible en YouTube, aquí les dejo el vínculo al primer capítulo (son 13 en total): https://www.youtube.com/watch?v=JxEJn7dWY60
Las sociedades que construyeron grandes obras artísticas y arquitectónicas tuvieron los recursos, la decisión y la capacidad para llevarlas adelante. Tanto los incas como los españoles dejaron grandes obras que todavía podemos apreciar en el Cusco y en los centros históricos de muchas ciudades de nuestro país.
La RAE define “Civilización” como: “Estadio de progreso material, social, cultural y político propio de las sociedades más avanzadas.”
El Perú es más libre y democrático que nunca en su historia. Hemos crecido significativamente en lo económico y avanzado sustancialmente en la reducción de la pobreza. Sin embargo, si dentro de trescientos años los historiadores tratarán de evaluarnos por las construcciones que dejamos en esta etapa, no creo que nos tengan en mucha estima.
Nuestras grandes ciudades tienen un centro histórico arquitectónicamente atractivo y relativamente ordenado, fruto de nuestro pasado lejano, pero a medida que avanzamos por la ciudad, la expansión urbana es desordenada, caótica y fea.
¿Por qué no somos capaces de generar espacios públicos de calidad que puedan ser disfrutados y obras que estéticamente perduren en el tiempo? El desorden y fealdad de la expansión urbana es un síntoma más de la enfermedad que aqueja a este país.
Nuestro sistema de administración municipal y regional adolece de falta de criterio, autoridad y capacidad de gestión. La gran mayoría de alcaldes y gobernadores son aventureros que solo buscan aprovecharse económica y/o políticamente del cargo y no tienen la experiencia ni la preparación para gestionar un distrito, provincia o región.
Los analistas han resaltado el importante crecimiento económico de las últimas dos décadas, pero no han prestado atención a la calidad de vida real de los peruanos.
Para lograr calidad de vida no solo basta crecimiento, también se necesita ciudades donde sea agradable vivir, con servicios de salud, educación y transporte de calidad, para lo cual se requiere una administración municipal, regional y central con recursos, capacidad de gestión y criterio.
Somos como una familia con la casa desordenada, los padres constantemente peleando y sin capacidad de resolver los problemas. ¿Qué clase de país le estamos dejando a nuestros hijos?
Podemos y debemos cambiar para bien. Nos toca luchar contra la incapacidad, el desorden y la corrupción. No podemos permitir que el país se siga administrando de la misma manera. Necesitamos una coalición de hombres y mujeres honestos, que unidos trabajen por un Perú mejor. Capaces de dejar un país que pueda ser admirado por todos.