En Brasil fue un año duro en lo relativo a la pérdida de varias de sus estrellas musicales. Las más notables, por supuesto, fueron las de Gal Costa (9 de noviembre, 77) y Erasmo Carlos (22 de noviembre, 81). Mientras que la primera fue protagonista central del movimiento tropicalista en los setenta, el segundo coescribió junto a Roberto Carlos algunos de sus más grandes éxitos. Canciones como Amada amante, Un millón de amigos, Lady Laura, Detalles, entre muchísimas otras, pertenecen a ambos, compañeros de ruta desde los tiempos de La Joven Guardia. Además, Erasmo Carlos tuvo una sólida carrera en solitario, más orientado al rock. También fallecieron Luiz Galvão (22 de octubre, 87), uno de los fundadores de Os Novos Baianos, banda de rock de enorme influencia en la difusión de los nuevos sonidos brasileños en los años setenta; y el concertista de guitarra Carlos Barbosa Lima (23 de febrero, 77), quien se insertó en la movida jazzera de New York gracias a sus grabaciones junto a Charlie Byrd. Y hablando de jazz, este año partieron el pianista Ramsey Lewis (12 de septiembre, 87), el saxofonista Pharoah Sanders (24 de septiembre, 81) y el también saxofonista Ronnie Cuber (7 de octubre, 80). Mientras que Lewis y Sanders lideraron sus propios conjuntos tras trabajar con estrellas como Ornette Coleman y John Coltrane, Cuber fue un extraordinario músico de sesión, que paseó su saxo barítono con gente como The J. Geil’s Band, Billy Joel, Frank Zappa, Steve Gadd, Eddie Palmieri y la banda residente del conocido programa Saturday Night Live, entre otros.

La música latina también tiene más de un motivo para estar de luto este 2022. Comenzamos recordando al autor de La bikina, el violinista mexicano Rubén Fuentes (5 de febrero, 95), del famoso Mariachi Vargas de Tecalitlán. Fuentes escribió también otros clásicos mexicanos como Cien años o Flor sin retoño, grabados por Pedro Infante, Javier Solís, Pedro Vargas y un largo etcétera. Hace pocas semanas el mundo de la salsa se sorprendió al enterarse de la muerte de Lalo Rodríguez (13 de diciembre, 64), conocido por sus versiones de Ven devórame otra vez o Después de hacer el amor, éxitos de la “salsa sensual”. Otro histórico de la salsa, Héctor Tricoche dejó de existir a los 66 años, el pasado 17 de julio. Tricoche se hizo famoso como vocalista de la orquesta de Tommy Olivencia, con éxitos como Lobo domesticado y Periquito Pin Pin. Y el vocalista/bajista de Los Enanitos Verdes, icónica banda de rock argentino de los ochenta y noventa, Marciano Cantero, falleció el 8 de septiembre, a los 62. Finalmente, no podemos dejar de mencionar a estrellas de otros géneros como el guitarrista flamenco Manolo Sanlúcar (27 de agosto, 78), el cantautor argentino Diego Verdaguer (27 de enero, 70), la soprano española Teresa Berganza (13 de mayo, 89), y la cantante Ana Bejerano (2 de enero, 60), quien reemplazara a Amaya Uranga en Mocedades, durante la segunda mitad de los ochenta.

En el ámbito local, el público quedó estupefacto ante la trágica partida de Diego Bertie, quien perdió la vida tras caer desde el piso 14 del edificio donde vivía. Aunque se le asocia normalmente con la actuación, Bertie inició su carrera en la música, como cantante de la banda pop-rock Imágenes, con la que tuvo un par de éxitos radiales –Caras nuevas y Los buenos tiempos- allá por 1987-1988. Años después, se relanzó como cantante con un disco solista del que sonó fuertemente Qué difícil es amar (1997) y, posteriormente, tuvo uno o dos intentos más por reactivar su faceta musical, aunque su popularidad en cine, teatro y televisión fue mayor. Por su parte, Ramón Stagnaro, genial guitarrista que alternó con músicos internacionales en infinidad de sesiones de grabación y conciertos, falleció el 16 de febrero a los 76 años. Ese mes fue particularmente duro con la música nacional pues partieron, casi en seguidilla, el cantante nuevaolero Pepe Miranda (9 de febrero, 80) y, tres días antes, el compositor de fusiones instrumentales Manuel Miranda (6 de febrero, 62). El fundador y director de la popular orquesta de cumbia norteña Armonía 10, Walther Lozada, murió tras una larga enfermedad a los 61 años, el 25 de julio. Finalmente, el 22 de abril el público amante del folklore andino lamentó la partida de la compositora y activista política Martina Portocarrero, a los 72 años.

Otros notables que nos dejaron huérfanos este 2022: Angelo Badalamenti (11 de diciembre, 85), compositor de importantes bandas sonoras; Gregg Philbin (24 de octubre, 75), bajista original de REO Speedwagon; Radu Lupu (17 de abril, 76), pianista rumano de música clásica; Sir Harrison Birtwistle (18 de abril, 87), compositor británico de música instrumental contemporánea y óperas con temas mitológicos; el rapero Artis Leon Ivey, alias Coolio (28 de septiembre, 59), quien se hizo famoso en 1995 sampleando un clásico de Stevie Wonder, Pastime Paradise, con el título Gangsta’s paradise; Martín Carrizo (11 de enero, 50), bajista de la banda metalera argentina A.N.I.M.A.L.; los integrantes de la banda escocesa de hard-rock Nazareth, el vocalista Dan McCafferty (11 de agosto, 76) y el guitarrista Manny Charlton (5 de julio, 80); el vocalista de Screaming Trees y Queens Of The Stone Age, Mark Lanegan (22 de febrero, 57); el saxofonista de Earth Wind & Fire, Andrew Woolfolk (25 de abril, 71); y Calvin Simon (6 de enero, 79), una de las voces originales de los Parliament Funkadelic de George Clinton.

Toda una nueva constelación de estrellas que serán recordadas por siempre por sus aportes al mundo de la música, cada vez más desamparado y sepultado por el mal gusto y la chabacanería repetitva del reggaetón y afines.

Tags:

2022, Cultura, In Memóriam, Música

El 2023 es un año decisivo, en el que la sociedad civil democrática no puede bajar la guardia. Una actitud vigilante del gobierno y del Congreso debería encaminarnos hacia una pronta salida institucional del fatal impasse del castillismo, y si la justicia sigue actuando bajo los rigores que el Ministerio Público y el Poder Judicial han mostrado, pronto debiéramos tener buenas noticias respecto de la justa sanción a los delincuentes que tomaron el poder desde el 28 de julio del 2021.

Hay varios desafíos entre el Ejecutivo y el Congreso camino al 2024, ¿Cuáles son los principales que usted identifica?

El país que asume Dina Boluarte es un país convulso y que ha sido agitado por Pedro Castillo, pero esta situación no está en el aire, sino que recoge sentimientos y clamores de una sociedad mayoritaria. A lo largo de este siglo, se ha visto cómo ese crecimiento económico benefició más a unos que otros, los pocos beneficios que obtuvieron se diluyeron rápidamente. Tanto dinero entró a las arcas privadas, pero también a las públicas y somos un país precario. Y volvemos a que una solución no es meramente el adelanto de elecciones. Las elecciones si pueden canalizar los conflictos. Cuando las hay, bajan los conflictos sociales. Por otro lado, es necesario cambiar las relaciones entre los dos poderes del Estado (Ejecutivo y Legislativo). El gobierno es precario y ha pasado de ser izquierdista a inclinarse a un gobierno de centro-derecha. Dina Boluarte ha dado mensajes, trata de ampliar sus niveles de apoyo, pero si solamente se sostiene en la derecha del Congreso yo creo que va ser difícil que aguante los niveles de concordia, sino a costa de -ya como Ejecutivo- asumir responsabilidades o dar un paso al costado de acciones que se realicen desde el Congreso. Y es que este Congreso está sumamente fraccionado con muchos intereses mercantilistas en ámbitos de educación o transporte donde hay lobbies e intereses muy fuertes. Boluarte debe lidiar con una población que si antes hablaba de elecciones, hoy por hoy está dolida con 27 muertos. Este año que viene es de constante prueba.

Los gobiernos de transición que hemos tenido con Paniagua y Sagasti han sido exitosos, pero eran gobiernos de 8 meses. Ahora tenemos el doble. Ella no tenía la experiencia ni el arraigo de Paniagua ni Sagasti, pero; además, nace con 27 tumbas, así que no es fácil.

Muchos costos de inicio para un periodo largo.

Se hablaba de reformas políticas y se mencionaba constantemente el tema de la bicameralidad. En el panorama de las elecciones del 2024 y el año y medio que le queda al Congreso y a Dina Boluarte, ¿Cree usted que puede ser una salida o parte de una solución para la gobernabilidad?

No hay nada que por sí solo cambie drásticamente este panorama. Desde que se cambió la Constitución para la unicameralidad, yo he escrito y he sido simpatizante de la bicameralidad. Yo pienso que un Congreso bicameral va a ser mejor. Pero eso a lo mejor va a ser insuficiente para cambiar drásticamente la política peruana. Si el Congreso solo se encarga de hacer bicameralidad para la reelección se convertirá en una de las medidas más impopulares que hay, lo que nos da a entender que los congresistas no comprenden el rechazo de pie que tienen los ciudadanos de ellos mismos. Justamente, la vez pasada cuando hubo el referéndum, sí los congresistas no hubieran tocado todo ese diseño que se les presentó, hoy tendríamos bicameralismo, pero el Congreso se portó de manera angurrienta y quiso modificar artículos al final. Vizcarra, que tenía un apoyo considerable, dijo que eso no quería y la población respondió así. Esto evidentemente vio reflejada el rechazo que la población tiene de sus representantes y que estos ignoran por seguir trabajando bajo sus propios intereses.

Ellos no merecían ser expropiados o, en el peor de los casos, merecían un reconocimiento justo por el valor de sus papeles más los intereses generados en todo este tiempo (desde 1969), que, inclusive, debió haber sido otorgado en el momento, sin esperar ni tener que acogerse a fórmulas alternativas, como muchos hicieron para tratar de salvar algo del capital propio.

Hay mucho aún por escribir de la reforma agraria, sus causas, antecedentes y consecuencias. Sería un acto de memoria histórica y de justa reivindicación moral, más allá de los fallos legales como los que ahora comentamos, que algo semejante sea acometido por algún historiador. En todo caso, la verdad parece estar a medio camino entre la narrativa de ejemplares empresarios capitalistas víctimas del abuso de un militar patán, y la del campesino romántico que, organizado, recibió justicia y luego explotó racionalmente aquello que gratuitamente se le concedió.

Tags:

CIADI, reforma agraria

A manera de historia

Durante los últimos días de 2004, hace exactamente dieciocho años, el mayor del Ejército en situación de retiro Antauro Humala Tasso y 160 reservistas de la misma institución se desplazaron hacia Andahuaylas, Apurímac para en la última noche del año tomar la comisaría de la ciudad, rendir a los diez custodios que se hallaban en ella y, tras apoderarse de un centenar de ametralladoras, pistolas y escopetas, exigir la renuncia del entonces presidente Alejandro Toledo. Tres días más tarde, luego de asesinar a varios policías y a pesar de contar con el apoyo de la población, Humala y sus seguidores se rindieron ante el general PNP Félix Murazzo y el general de División José Williams, actual presidente del Congreso de la República y número uno en la línea de sucesión gubernamental.

Una vez rendidos, Humala y los reservistas que lo habían acompañado en su aventura insurreccional fueron embarcados a Lima y trasladados a un penal de máxima seguridad. Tras el juicio, varios reservistas fueron exonerados de penas, algunos condenados a prisión y Antauro Humala inició una larga batalla judicial contra el sistema, intentando salir lo más pronto posible de la cárcel para intentar conseguir el viejo sueño familiar: ser Presidente de la República. Representado por diversos abogados, todos ellos capitaneados por Isaac Humala, padre del insurrecto, Antauro Humala tuvo que conformarse con ser hermano del hombre que asumió la primera magistratura en julio de 2011, Ollanta Humala.

Protagonista de múltiples incidentes durante su carcelería y, sobre todo, en las muchas audiencias judiciales televisadas o no, Isaac Humala apuntó su estrategia a conseguir dos cosas, primero, conseguir que el mayor Humala, cada vez más intolerante, estuviera siempre en el candelero, y, segundo, que mediante los reglamentos de redención de pena por trabajo saliera más temprano que tarde de prisión.

TRES

Debes ver a alguien. ¿Te gustaría hablar con el Mejor Director de Cine del Mundo, y está aquí junto? – Productor de la CBS.

 

Es un plano subjetivo, mientras el adolescente comienza a mirar los posters –encuadrados- del Director Mas Grande de Todos los Tiempos. En tanto, resuena el instrumental de la banda sonora de Max Steiner compuesto para The Searches.

 

El rostro de Samuel nos lo dice todo. Pasmado y lívido, como lo estaría cualquier joven que amara el cine.

  • La Diligencia, Que verde era mi valle, El Delator, Centauros del Desierto, Tres Padrinos, La Legión Invencible, Las Viñas de la Ira, El hombre tranquilo y, por último, El hombre que mató a Liberty Valence.

 

Imposible no conmoverse con este homenaje al Cine Clásico, de treintaicinco segundos.

 

La aguja del tocadiscos es movida bruscamente. Se abre la puerta e ingresa El Hombre.

 

Con su típica gorra, el parche pirata, sus lentes y el rostro enjuto, lleno marca de besos. Ingresa directamente a su oficina.

 

La voluminosa secretaria, luego de limpiarle el rostro al Hombre, se dirige al joven y le indica.

  • Ok chico. Tienes cinco minutos, probablemente uno.

 

La oficina está adornada por los cuatro Oscares que ganó en su carrera, una biblioteca, cuadros diversos y una alfombra persa. También hay un escritorio de caoba, y el infaltable sillón enorme y confortable.

 

El Viejo, parsimoniosamente, se prepara su puro y lo enciende con un enorme cerillo. Dándole largas pitadas con delectación y llenando de humo el despacho.

 

Lo mira.

  • Me dicen que quieres ser cineasta.
  • Sí señor, contesta el joven.
  • ¿Por qué?, este negocio te va a despedazar.

 

El joven tartamudea y el Autor vuelve a preguntar.

  • ¿Qué sabes de arte, niño?
  • Amo sus películas, contesta el chico.
  • No, ¿de Arte? vuelve a preguntar el Viejo.
  • ¿Ves esa pintura de allá? Ve a verla de cerca.

 

Le pide que describa el cuadro. Cuando el Fabelman comienza hacerlo, el natural de Maine lo interrumpe.

  • No, no, no ¿dónde está el horizonte?
  • Esta abajo, responde Sam.

 

Le indica que vea el otro cuadro y lo describa. SF lo hace y el Cineasta lo increpa.

  • No, no, no, ¿dónde está el horizonte?
  • Esta arriba responde el joven.
  • Muy bien ven para acá le indica el Director.
  • No vayas olvidar esto. Cuando el horizonte esta abajo es interesante. Cuando el horizonte está arriba es interesante. Cuando el horizonte está en el medio es aburrido y es mierda. Ahora, que tengas suerte y lárgate de mí maldita oficina.

 

Samuel Fabelman asustado lo obedece, pero de repente se detiene. Voltea y le dice.

  • Gracias.
  • Fue un placer responde John Ford.

 

Afuera extasiado agarrado de la baranda. Ha tenido una epifanía. Mira las oficinas. Ahora, si sabe qué hacer con su vida.

  • Es uno de las Mejores Pelis del Año que fenece, sino la Mejor.
Página 1 de 14 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
x