TRES
Rosy está en mi pecho
Tengo a Suzy, Suzy en mis brazos ahora
Paseo por todo el mundo
Buscando un poco la charla de la Nena feliz – Baby Talk – Billy Idol
El humo, incesante, inundaba la sala. Tragos y más tragos iban y venían. De fondo, la música golpeaba inmisericorde. El ritmo era atrapante y letal. Carlitos se contorneaba y era el centro de la fiesta. Fachero y encima carismático, imposible obviarlo, menos las chicas. Campeón, era de esos amigos que estaban siempre al pie del cañón, infaltable. Recuerdo en una fiesta en casa, vino directo de la universidad, con sus libros y todo. No importaba nada, me estaba diciendo con su presencia.
-Estoy aquí compadr
Freddy, con su infaltable jean, bailando, elevando el rostro, tomado de la mano con la pareja del momento; en tanto, tarareaba la letra salvaje y obscena que emanaba de los parlantes. Las noches sabatinas interminables. Imposibles de olvidar. Y la música de William Michael Albert Broad nos acompañaba inalterablemente, junto a los Stone, Pinkfloyd, Led Zeppelin y tantos otros.
Dos años después me mudé a Ventanilla, otro universo -más terrenal- pero intrínsecamente salsero. Si bien, visitaba, cada cierto tiempo, al barrio. Más tarde, los ajetreos de la vida y nuevos amigos me fueron llevando a otra etapa.
La Adultez.
Hace un par de meses, me enteré de la venida del -ahora sexagenario- artista británico. Abriendo nuevamente el cofre de recuerdos, que permanece inalterable. Permitiéndome esbozar una sonrisa, dentro de mi ajetreada agenda, en otro país y otra ciudad.
-Dícese que solo una vez en la vida se tiene 16 años, ¿no?
Dedicado a mis primos Beto y Luis, gracias, por tanto.