influencia cultural

[LA TANA ZURDA] Pero, ¿por qué en Portugal?

Desde tiempos coloniales, la nación lusitana ha tenido unapresencia importante en el Perú. En aquellos tiempos, muchosconversos (judíos rebautizados como católicos) huían de la península por la persecución inquisitorial, y así llegaban al Nuevo Mundo en busca de una mayor libertad y sobre todo de mejores oportunidades económicas. Uno de ellos fue Henrique Garcés, que tradujo «Os Lusiadas» de Luis de Camões al español, y también los versos de Petrarca. Pero no solo eso. Fueel primero en utilizar la técnica del mercurio para purificar la plata que se extraía de las minas andinas. De este modo, Garcés contribuyó de manera notable tanto en el mundo de las letras como en el de la economía colonial.

En la península ibérica los judíos fueron más tolerados en Portugal que en España hasta que también fueron expulsados de ahí y tuvieron que buscarse un destino. Muchos llegaron a Lima con buenas fortunas y establecieron bancos que dominaron la economía colonial durante la primera mitad del siglo XVII, hasta que la Inquisición española se puso al día y empezó a perseguirlos, pese a que ya se habían convertido al catolicismo.

Por otro lado, entre 1580 y 1640 la corona española anexó el reino de Portugal y lo sujetó a su dominio, por lo que el intercambio cultural entre España y Portugal se incrementó. De esa situación sacó ventaja nuestro Inca Garcilaso, que encontró mejores precios en Lisboa para publicar sus dos obras más importantes: «La Florida del Inca» en 1605 y la primera parte de los «Comentarios reales» en 1609. Estas dos piezas maestras son hoy consideradas las cumbres fundacionales de nuestra literatura colonial .

Y así, andando el tiempo, Portugal ha aparecido esporádicamente en nuestra cultura de distintas maneras y con diversos personajes. Si bien nunca ha habido una migración portuguesa al Perú tan notable como la italiana y mucho menos la china o la japonesa, hay que recordar a figuras como don Gonzalo de Reparaz, notable geógrafo y fotógrafo que llegó al Perú en 1951 y se quedó hasta su muerte en 1984, dejando un archivo visual valiosísimo y numerosos textos que buscan revalorar nuestro pasado prehispánico y nuestra riqueza geográfica.

De estos y otros muchos temas se tratará en el congreso de Lisboa, que se inicia este lunes 2 de octubre y sigue hasta el miércoles 4 en el auditorio de la Biblioteca Nacional de Portugal. Además, el congreso rendirá homenaje a uno de los estudiosos más prestigiosos de la literatura peruana, el Dr. Martin Lienhard, quien vive en la bella Lisboa desde hace varios años, aunque es de origen suizo. Lienhard es uno de los grandes estudiosos de José María Arguedas y de las literaturas orales e híbridas, por lo que un reconocimiento de este tipo es algo que ya le debía el Perú desde hacía varios lustros.

También habrá paneles sobre César Vallejo (por el centenario de «Escalas» y «Fabla salvaje», que se cumple este 2023), sobre el mismo Inca Garcilaso, sobre cultura peruana en el siglo XIX, sobre nuestra poesía, que ya brilla internacionalmente y, porsupuesto, de manera destacada, sobre la historia de los portugueses en el Perú colonial, a cargo de la máxima autoridad en el tema, la Dra. Maria da Graça Mateus Ventura, de la Universidad de Lisboa, quien dictará una conferencia plenaria.

Todo este esfuerzo de verdadera diplomacia cultural se debe en gran parte a la labor del poeta y académico José Antonio Mazzotti, quien ya ha organizado diez congresos de peruanistas anteriores, llevando el nombre de nuestro país a los más importantes foros intelectuales, desde la Universidad de Harvard en 1999 hasta las de Chile, Sevilla, Poitiers, Burdeos, Florencia, Nazan (en Nagoya, Japón), La Habana, Ottawa, Georgetown y muchas más.

La comunidad peruana en Portugal y en España (cerquitanomás) podrá remojarse en los avances de la investigación en diversas disciplinas y recordar que nuestro hermoso país no se limita ni debe limitarse solo al cebiche de Gastón o el ferrocarril de Porky.

Para enterarse del programa del XI Congreso Internacional de Peruanistas basta ir a la siguiente página:

https://asociacioninternacionaldeperuanistas.blogspot.com/2023/01/xi-congreso-internacional-de.html

Sigamos difundiendo nuestra cultura por el mundo entero.

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congreso de Lisboa, historia colonial, influencia cultural, Literatura, Martin Lienhard, Portugal

[CASITA DE CARTÓN] Esta casita de cartón abre su puerta un 26 de agosto, un día en el que naciera el que ahora escribe años atrás como también el recordado escritor del jazz y de las rayuelas literarias de nuestro idioma, Julio Cortázar. Por eso mismo, este último sábado me levanté muy temprano para ir el café y restaurante, el ‘London City’, en pleno corazón del centro porteño, donde fuera un asiduo visitante el escritor en los días en que radicó en la ciudad que amó, odió y que le provocaba tanta nostalgia cuando estuviera con otros ‘muchachitos’ que cambiarían los párrafos de las letras mundiales, como Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa entre otros grandes, cuando París todavía destellaba con honores el rótulo de ‘Ciudad de la luz’. Y como a muchos artistas que emigran en busca de nuevos aires e inspiraciones, descubrimientos como aprendizajes para sus obras, Cortázar lo haría a Francia, pero del que, por más que quisiera, sus pasos siempre estarían marcados por las huellas de Buenos Aires, y del que nunca pudo alejarse de él, en sí de la misma Argentina, por eso mucho de su obra, así estando lejos, bebe de estas latitudes como a la vez sus personajes están engullidos en estas geografías y costumbres, y he de aquí a una confrontación ya histórica con José María Arguedas, pero esa es historia aparte. Y como alguna vez Hemingway mencionara sobre su París que alguna vez pisó de joven como otras grandiosas plumas o artistas monumentales, como Fitzgerald o Picasso en los tiempos en que París era una fiesta, y de esto florece esta frase: ‘Si tienes la suerte de haber vivido en París de joven, entonces donde sea que vayas por el resto de tu vida, se queda contigo, ya que París es una fiesta’. En este caso, para los artistas latinoamericanos que hemos pisamos este país, Argentina, nunca lo olvidaremos, siempre quedará algún rastro de sus vientos como su insuperable y única pasión con nosotros por el resto de nuestros días.

En este café un hay una estatua del insigne escritor, sentado, que parece pensar mientras mira el panorama, casi existencial, para inspirarse a escribir, con un cigarro en la mano y unos lentes estilo intelectual y un libro, como tenía que ser, al costado. Así como innumerables fotografías en las paredes, como una tocando la trompeta. De la que no me sorprendería, y que allí mismo haya escrito algún cuento (hay varios) donde estuviera presente la atmósfera de su género musical favorito, el jazz, envuelto en los sonidos estridentes de Charlie Parker, escribiendo bajo esa frenesí envolvente, revoloteando las letras, ya que decía que escribía y trataba de caldear esas notas en la escritura, algo así como haría Kerouac.

Es curioso, pero al ver mucho de las fotos en estos tiempos de las redes sociales, hay una frase que normalmente es parte de la descripción de muchas fotos. Y que para sus lectores, no es de sorprenderse por su precisión y belleza, escrito en su obra más conocida, que sería parte del ‘boom’, Rayuela, de 1963: «Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos». Majestuosa y hermosa, ¿no? Pero más hermoso es saberlo y poder decir a la persona que realmente lo merece, pero eso enseña los años, los pasajes y los ojos y lo cuánto se ha caminado. Y entre mi retrospección, alguna vez le oyera esa dedicación de mi amiga de la escuela, Perla Ballona, a su pareja de aquellos tiempos, otro amigo, Jefri. Pero aduciendo que la frase era de ¡¡¡Cancerbero!!! A lo que yo irremediablemente di mi grito al cielo diciéndole, es de ¡¡¡Julio Cortázar!!! Sucede que el rapero venezolano, por ese entonces muy oído, lo menciona al inicio de su canción, ‘Querer querernos’ y es por eso que muchos de mi generación erróneamente le atribuyen como autor y que aún hoy pasa al leer las descripciones de las fotos.

Luego, en la tarde la pasaría en una exposición de arte con dos grandes amigos artistas, Jairo Tokumine y su noble y tierna compañera, Jin Ju. Después de esa reflexiva e introspectiva charla en un bar de San Telmo sobre la función del artista y sobre la vida, comprendería de que lo que ‘natura no da, Salamanca no presta’, y a su vez, que uno puede escuchar a los vientos removerse, como el síncopas de una canción de jazz, pero de que no vuelve a rozar la misma brisa del mar, que para estos ojos de poeta, es la eternidad. Y luego iríamos a rockanrolear con mi siempre amigo y hermano, Bruno Raitzin, en una noche llena de bohemia y festividad, delirio y carnaval, como suele pasarnos cada vez que nos juntamos por nuestro querido River Plate, en Palermo. Para al día siguiente continuarla como se debe, en la cancha (5-1 ganó River) y en otra noche más de locura. Esta casita de cartón cierra su puerta con lo que entendió ese día al cumplir un año menos: que la vida no es más que una página escrita a medias, una parte que ya está escrita antes que naciera y la otra que está para escribirla hasta que el destino quiera.

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Buenos Aires, influencia cultural, Julio Cortázar, legado literario., Literatura, París
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