Golazo

Después de dos horas de camino, de Miami a Fort Lauderdale, me dejan a dos cuadras del DRV PNK Stadium. Casa del Inter de Miami. A 33 grados, el calor era aplastante. Había largas colas bajo el sol, mucho más ordenadas de lo que estaba acostumbrado. Por lo menos, para un partido de futbol. Cuadras atrás ya veías camisetas de rosado o argentinas caminando. Las casas en los alrededores habían liberado sus estacionamientos para alquilarlos a precios elevados. Cualquier oportunidad de dinero no se deja pasar en la nueva ciudad de Messi.

Previo al viernes del partido, ya se podía ver a toda la ciudad celebrando la bienvenida al mejor jugador de la historia. Cientos de carteles. Noticias de Messi comprando en un supermercado con su familia. La Messiburger que ya existía, pero tomó potencia. Un nuevo mural en Wynwood, distrito artístico. Cobertura televisada de su primer entrenamiento. Programación para su bienvenida oficial al lado de David Beckham, dueño del club y leyenda del Manchester United, Real Madrid e Inglaterra. Al parecer, tiene la misma habilidad para los negocios que para patear tiros libres. La ceremonia fue interrumpida por una tormenta eléctrica y tuvieron que suspender los shows. De igual manera, Lionel Messi y su excompañero del Barcelona y también campeón del mundo, Sergio Busquets, dieron unas palabras bajo la lluvia.

“No perdimos contra ellos. Messi me dobló la velocidad sobre el terreno de juego y, probablemente, haya sido en ese momento que decidí retirarme”

David Beckham ante una pregunta sobre su retiro en el 2013.

Abrieron las puertas a las 6 y media. El partido comenzó a las 8 de la noche. Apenas entré me di cuenta de la diferencia entre un partido de futbol en Estados Unidos y el de cualquier otro del mundo, sobre todo de uno en Latinoamérica. Nadie se iba a pelear. Era un evento familiar y no existía mucha devoción por los clubes asistentes. Lo bueno es que no había gente desaforada o violenta. No se veían abusos, insultos a los jugadores o entre hinchas. Muchos dicen que eso es parte de la belleza del fútbol. La verdad que es increíble ver los cantos masivos y a la gente saltando, pero la violencia estúpida e injustificada me parece desagradable. Arruina el futbol, no lo hace más bello. Gracias a esto se puede disfrutar de una cerveza adentro del estadio.

En este estadio playero con 20 mil personas de aforo todos venían a ver al astro argentino. En las colas para comprar camisetas se veía a gente de Cruz Azul, el equipo contrario de México, felices por conseguir la 10 de Messi. Yo, convertido en un niño de nuevo, me compré la camiseta en un ataque de euforia.

Es alucinante lo que puede hacer una sola persona. Aunque no es alguien normal, es alguien que lo ganó todo en su deporte y lo sigue haciendo a los 36 años. Es mágico. Tiene el poder de hacer que todo el mundo lo quiera y apoye. A mi parecer, yo creo que se debe a sus logros no oficiales. Hizo feliz a infinitos niños y niñas de todo el mundo y de distintas generaciones. Yo fui uno de ellos y ahora tengo 29. Durante el Mundial todos querían que gane Messi más que Argentina. Lo ganó y se lo merecía.

Al llegar a mi asiento, ya de rosado, me encuentro una banderita con el nombre Messi y el Inter de Miami. Con gusto la usé en varios momentos del partido. Sonreí de principio a fin. Me hizo recordar los primeros partidos que vi de Ronaldo Nazario, el fenómeno, que fue mi ídolo durante la infancia. Comenzó el partido sin sus nuevos integrantes y cuando veían al 10 calentar se elevaba la emoción. Veían más los piques al borde de la cancha que al partido, yo incluido. Al ser pequeño el estadio, todos pudieron verlo de cerca. El sueño de muchos hecho realidad.

Durante el primer tiempo no entraron ni Busquets ni Messi. Pero igual fue entretenido. El show es el valor agregado en los eventos de Estados Unidos. Entre los fuegos artificiales nuevamente rosados y la música cada cierto tiempo le daba al encuentro un aura mundialista. Quedó 1-0 con gol de Taylor yéndose al medio tiempo con el marcador a favor. Minuto 53: entran Messi, Busquets y Josef Martinez. Las 20 mil personas enloquecieron. ¡Bienvenido Messi! ¡te amo Messi! La manía se apodero del estadio. Todos parados viendo cómo ingresaba el mejor de la historia acompañado de más fuegos artificiales. El partido cambió por completo. Era otro fútbol. En el minuto 65, Cruz Azul iguala el marcador, pero a nadie le importó. Messi estaba en el campo y era lo que importaba. Toda sabían que en cualquier momento algo iba a hacer. Lo hizo en todo segundo.

Sergio Busquets es definitivamente uno de los mejores 5 de la historia. Es un genio. Pelota que tocaba, pelota que le llegaba directo a los pies a Messi. Lionel hacía pases alucinantes a sus compañeros con la tranquilidad que lo caracteriza. Verlo caminar analizando todo, algo que siempre hace, es increíble. Está preparado para eso. Es ver el potencial humano explotado al máximo. Y con el 10 argentino parece no haber límites.

Después de casi 30 minutos haciendo lo que quería junto a su excompañero del Barcelona, se acercaba el final, uno con empate. Minuto 93. Tiro libre para Miami. Messi va a patear. Todos al borde de sus asientos. Pitido del árbitro. Patea. Golazo al ángulo. Gritos y sonrisas por todos lados. Messi corrió hacia su familia y celebró con ellos. Si él está feliz parece que todos lo están. Una de las mejores experiencias de mi vida. Pocas veces había vuelto a sentirme niño de esa manera. Dos horas de sonrisa incesante.

Luego vi en las noticias a Lebron James, Serena Williams y Kim Kardashian, emocionados, tomándole fotos en el partido y buscando la oportunidad para abrazarlo. Es el famoso de los famosos. La semana siguiente Messi marcó dos goles más con el club y una asistencia. En menos de un partido entero metió 3 goles y una asistencia. Messi llegó a Miami y en menos de dos semanas se volvió el rey. Están últimos en la tabla, pero con su llegada, la de Sergio Busquets y otras leyendas que se rumorean, probablemente, sorprendan al país norteamericano. Solo me queda desear que tenga los mejores momentos en la cancha y con su familia. Ante un personaje como él sólo queda querer que sea feliz el resto de sus días. Se lo merece y gracias por todo.

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