Luis Alberto León Rupp, famoso por décadas en varios círculos de prensa (últimamente, los de farándula), ha muerto y su herencia no es exactamente material. Será recordado por haber sido el dueño del Hotel Bolívar, cuya propiedad ya no ostenta en papeles, y la cabeza del opaco grupo empresarial Vulcano. Deja, además, novelescos pasajes de una agitada ‘vida de rico’, el recuerdo de controvertidos negocios y su extraña relación con la clase política del país.
El magnate partió de este mundo el último 30 de diciembre, a los 75 años, víctima de una enfermedad que ya no le permitía caminar normalmente. No fue derrotado –aseguran sus allegados– por el Covid-19. Su sello distintivo se remonta a 1979, cuando con apenas 34 años compró el emblemático hotel del Centro de Lima, frente a la Plaza San Martín y sobre el mismísimo Jirón de la Unión. Fue, por eso, bautizado rápidamente como el ‘chico maravilla’.
Tres años después, en 1982, protagonizó un escándalo. Una denuncia por estafa en una de las empresas que controlaba: el Banco de la Industria de la Construcción (BIC), en cuya sede original hoy se ubica la del Ministerio de Economía. Antes de que el tema estallara públicamente, Rupp viajó a Estados Unidos y, luego, a España. Allí fue detenido bajo orden de Interpol, según reseña una nota de Efe. Recuperó la libertad tras rechazarse su extradición al Perú, gracias a la buena defensa de su entonces abogado José María Calviño.
El caso BIC fue investigado por el Congreso en 1987. Ese año, la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) declaró en quiebra a la entidad financiera, disponiendo su intervención y posterior liquidación.
A lo largo de su vida, León Rupp ha participado de otros negocios millonarios, ya sin tanto escándalo de por medio. Adquirió, por ejemplo, la desaparecida aerolínea Faucett, el Hotel Cesar’s (hoy propiedad de la cadena Casa Andina, de Intercorp) y el periódico El Observador. No pudo mantener la propiedad de ninguna de estas inversiones.
Herencia, familia y propiedad
Con el transcurso de los años, el millonario hombre de negocios compró otras propiedades: una lujosa casa en San Isidro, valorizada en más de US$6 millones y la famosa casa colonial Barbieri, en el Centro de Lima, que ha sido tasada en más de US$1 millón. Al final, sin embargo, ninguna quedó a su nombre.
Tampoco el Hotel Bolívar, cuyo valor es intangible: si bien sus 4.000 metros cuadrados, al frío precio de la tierra, pueden transformarse en alrededor de US$5 millones, su tasación es muy superior a esa cifra. No solo tiene rango de Monumento Nacional, otorgado mediante resolución suprema en 1972, sino que dentro de tres años pasará a festejar su primer siglo de fundación.
León Rupp ha estado casado dos veces y es padre de tres hijos: César Víctor, Luis Alberto y Magaly Rupp Bacigalupo, todos fruto de su primer matrimonio. En los medios impresos de los años ochenta y noventa es difícil no reconocerlo: una barba cuidada, que lo distinguió desde joven, y una bien llevada calvicie, la cual lucía con orgullo, sobre su frente. Proyectaba rimbombantes aires de intelectualidad.
La viuda de Luis León Rupp, Patricia Chirinos, postula al Congreso con el N°1 por el Callao, por Avanza País, con el partido con el que Hernando de Soto intenta llegar a la Presidencia. En la foto de abajo aparece junto al que una vez fue llamado el «chico maravilla» de los negocios (Fotos: Facebook de Patricia Chirinos).
Hay dos fotos en blanco y negro inolvidables, publicadas en Caretas en 1995, que terminaron de cerrar su aura de triunfador empresarial (y, de paso, ayudaron a dejar atrás el episodio de su detención en España). En la primera, plano medio, Rupp aparece vistiendo un elegante traje de tela a cuadros, probablemente de casimir inglés, con las manos entrelazadas y la mirada fija en el horizonte. En la segunda está sentado sobre el borde de la ventana de su oficina, agarrando con una mano sus lentes, sonriendo y jugueteando con la cámara. El empresario sabía cómo construir su propio mito.
Rupp se casó por primera vez cuando tenía 26 años. Irma Bacigalupo era una mujer guapa, tres años mayor que él. Tuvieron a sus tres hijos. Luego se divorció y, con el transcurso de los años, permaneció con el estatus de soltero y haciendo crecer su fama de galán.
Al Congreso
Eso, hasta el 2019. El 22 de junio de ese año, al final de su vida, don León decidió apostar ya no por un millonario negocio, sino por un nuevo amor, por un segundo matrimonio. Contrajo nupcias con una mujer 31 años menor que él: la periodista y exalcaldesa de La Perla, Patricia Rosa Chirinos Venegas (hoy de 45 años). Patty Chirinos es hija del recordado diputado y exsenador aprista Enrique Chirinos Soto, y ha sido reportera del programa Magaly TV.
Hoy, ya viuda, Chirinos postula al Congreso por el Callao con el 1 de Avanza País. Está afiliada al partido que tiene al economista Hernando de Soto como su candidato presidencial. Antes ha pertenecido al Movimiento Chim Pum Callao y al Movimiento Amplio Regional del Callao. En el 2018 candidateó con Acción Popular al Gobierno Regional del Callao, pero fue excluida por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Oficialmente no se sabe cuándo se conoció la pareja, pero en un reportaje del programa televisivo Día D, de hace solo tres meses, ella le confiesa al periodista Fernando Díaz que desde muy pequeña acompañaba a su padre al restaurante del Bolívar, famoso por su pisco sour ‘Catedral’. “Él se tomaba muchos pisco sours – asegura entre risas-. No muchos tampoco. Yo me tomaba unos helados”.
En un reportaje de Magaly TV del 2019, pocos días antes de la boda de la pareja, se menciona a León Rupp como propietario del emblemático hotel y se asegura que el escritor Alfredo Bryce Echenique sería el testigo del evento. Las puertas del Bolívar no han vuelto a abrir al público desde el día de la muerte del empresario.
El futuro del majestuoso hotel de 300 habitaciones, inaugurado en 1924 por el entonces presidente Augusto B. Leguía, que posee en su arquitectura una mezcla de estilos francés, inglés e italiano, famoso por haber alojado a Cantinflas, a los Rolling Stones, a Ernest Hemnigway, al director de cine Orson Wells y a la vedette Rafaela Carrá, es incierto. Nadie da respuesta sobre si volverá a abrir sus puertas, con la pandemia aún en marcha.
El pasado lunes 4 Sudaca visitó el hotel y solo encontró a un trabajador, quien no nos pudo dar mayor información. El martes 5, este medio volvió al Bolívar, con mejor suerte. Encontramos al exabogado y exapoderado de León Rupp, César Martínez, quien ha trabajado con él los últimos 22 años. Martínez, sin embargo, dijo que solo se encontraba en el hotel para unos trámites y que este ha vuelto a ser administrado por la empresa Huron Equities INC, propietaria del inmueble. Rupp había firmado con la empresa “un contrato de arrendamiento, desde septiembre del 2018”.
Sudaca le preguntó al abogado si el hotel iba a volver a atender, pero él se excusó de responder a la pregunta y pidió que fuera trasladada a los representantes de la empresa. “El hotel pasará a la empresa Huron Equities INC., representada por Roger Cáceres Barrionuevo”, precisó.
Los ‘nuevos dueños’ del Bolívar
Roger Cáceres Barrionuevo, apoderado de Huron Equities, es un abogado puneño que ha militado en el histórico Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos, más conocido por su acrónimo: el Frenatraca. Si bien este partido político perdió su inscripción, ha tenido como representantes a los exparlamentarios Roger Cáceres Velásquez y a Luis Cáceres Velásquez. Su bastión fue el sur del Perú. Hoy, Cáceres Barrionuevo postula al Congreso en Puno por Victoria Nacional, el partido que ha aupado la candidatura de George Forsyth.
El Hotel Bolívar no era propiedad de León Rupp al momento de su muerte, añadió el abogado Martínez. Esto significaría que no podría pasar a ser heredado por ninguno de los tres hijos del difunto magnate –César Víctor, Luis Alberto y Magaly– ni por su viuda y segunda esposa, Patricia Chirinos
El abogado Martínez señaló además que el difunto hombre de negocios, quien en vida fuera amigo íntimo del escritor Alfredo Bryce y del psicoanalista César Rodríguez Rabanal, “no dejó testamento”. Por lo tanto, desconoce cómo se repartirá la herencia de Rupp, quien no registra propiedades inscritas a su nombre en Lima, según la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp).
Martínez recuerda que León Rupp retornó definitivamente al Perú en 1998, y asegura que si bien colaboró en la batalla contra la segunda reelección de Alberto Fujimori, no recibió favores del gobierno de Alejandro Toledo, ni de Alan García, ni tampoco de los siguientes presidentes. Lo que sí se recuerda es que en una de las salas del Bolívar, en el 2000, se presentó el primer ‘vladivideos’, que precedió a la caída del gobierno de Fujimori.
Según la partida en Registros Públicos de la Empresa Vulcano SA, parte del conglomerado del Grupo Vulcano que perteneció a León Rupp, inscrita el 16 de diciembre de 2019, Patricia Chirinos fue nombrada gerente general de dicha razón social, cargo que antes era ocupado por su difunto esposo.
Huron Equities
La offshore Huron Equities INC se fundó en Panamá, según su partida en Registros Públicos, el 17 de agosto de 2001. Aparecen en calidad de presidente directora y directora secretaria Francis Perez y Leticia Montoya. Ellas, en el transcurso del tiempo, otorgaron diversos poderes para su representación en Perú, pero nunca mencionan a León Rupp como su propietario.
Roger Cáceres Barrionuevo, el nuevo apoderado del Hotel Bolívar, postula al Congreso, por Puno, con Victoria Nacional, donde George Forsyth se lanza a la Presidencia. Cáceres Barrionuevo perteneció al partido Frenatraca de Puno. En esta foto aparece como primero de la izquierda. Ha sido tomada en un acto de homenaje al exparlamentario Roger Cáceres Velásquez, quien también perteneció al partido puneño que tenía el chullo como símbolo.
En el año 2002, la empresa Inmobiliaria César Víctor SA, cuyo apoderado era entonces el hijo de Luis León Rupp, César Víctor León Bacigalupo, aprueba el traspaso del Hotel Bolívar a la empresa Huron Equities, por “transferencia vía dación en pago” por el monto de S/6.986.214.
Por su parte, la empresa Inversiones Gran Hotel Bolívar SA, de la que alguna vez fue presidente León Rupp, entró a un proceso liquidatorio –el común denominador en la vida empresarial del difunto– y tiene como liquidadora a la conocida Solución y Desarrollo Empresarial SAC, de los hermanos Leguía, que en algún momento administró al Club Universitario de Deportes.
Gran Hotel Bolívar SA tiene la propiedad de la Casa Barbieri, valorizada en US$1 millón. Roger Cáceres Barrionuevo, además, posee un poder vigente para vender la propiedad de San Isidro, ubicada en Av. Prolongación Arenales 195, tasada en más de US$6 millones.
(*) Pd: El presente artículo fue publicado en enero de este año. Patricia Chirinos es actualmente congresista de Avanza País y tercera vicepresidenta del Parlamento.
Foto de portada: El Comercio