Los dos candidatos ya firmaron documentos reafirmando su compromiso con ciertos principios democráticos, ¿a quién le cree menos?
Yo no le creo a ninguno de los dos. Creo que sus compromisos democráticos son bien endebles. Lo que sí creo es que la ciudadanía se va a movilizar para recordárselos. Creo mucho más en el poder de movilización popular que en los candidatos. Y espero que nos pasemos cinco años vigilando que estos compromisos se cumplan.
Cree más en los contrapesos de la calle que en los institucionales.
Hoy por hoy, sí. Creo que han dado mejor resultado.
Usted dijo cuatro meses antes de la primera vuelta que creía que Keiko Fujimori, “pese a todos los problemas, puede ser la mejor candidata de la derecha”. Pero a pesar del apoyo mediático, puntualmente del Grupo El Comercio, no ha logrado superar al profesor en las encuestas. ¿Qué cree que pasó?
De lo que produjo la derecha, ella era la mejor candidata [de la primera vuelta]. Como creía que la mejor candidata de izquierda era Verónika Mendoza. Porque López Aliaga no era un candidato viable para el Perú, era un candidato que postula un fascismo con el que no estoy, en absoluto, de acuerdo. Y creo que Hernando de Soto, en una segunda vuelta contra Verónika Mendoza, hubiese naufragado. Creo que la única que podía dar pelear, si es que optábamos por los extremos, era Keiko Fujimori. Han ganado dos extremos. Y el voto de la derecha encontró en Keiko Fujimori, pese a que la derecha la rechaza también, una mejor candidata. Si Hernando de Soto o López Aliaga enfrentaban a Pedro Castillo, les hubiese ido mucho peor, porque no tienen base popular.
Por lo que escucho en su programa, para usted el peligro de un gobierno del señor Castillo pasa más por su plan de gobierno, que usted describe como “el hambre”, que por un gobierno autoritario. ¿Es así?
Creo que el gobierno autoritario de Pedro Castillo, si se da, que se va a dar, tiene al frente un Congreso que lo va a parar. Pedro Castillo no tiene 80 congresistas, tiene 42. Entonces sí hay posibilidad de poner límites. Recordemos que no está postulando a dictador o a virrey. Está postulando a presidente. Pero en la ejecución de presupuesto, que sí es una atribución presidencial, tiene una mayor libertad. Y la capacidad de hacer daño ahí es inmensa. El presidente de la República tiene la facultad de fijar aranceles por sí mismo, sin pasar por el Congreso, y eso implica un impacto en toda la política de comercio exterior. Un candidato que ha anunciado alegremente que va a sustituir importaciones es un candidato que le está diciendo a la población que los precios se van a encarecer. Y eso es el hambre: precios más caros.
Ahora, la gente ya tiene hambre. Leo hoy una columna de El Comercio [de Norma Correa] que señala que el 2016 se ha detenido esta disminución de la pobreza y en los últimos años se ha disparado.
No se disparó. El Perú llegó a tener un porcentaje altísimo de la población por debajo de la línea de pobreza [en 1990]. Hacia el 2016, casi el 20% de la población estaba por debajo de la línea de pobreza. El avance más rápido se dio del 2006 al 2011, el ciclo se empieza a estancar a partir del 2013, pero se sigue creciendo, poco. Y ahí se estanca hacia el 2016, pero no deja de ocurrir. Pero a partir del 2019 veníamos mal y el 2020 es un frenazo que hace que esto retroceda 10 años. Entonces tú tienes gente que había dejado la línea de pobreza y ha regresado. Y en vez de darle la oportunidad de sacarla de la línea de pobreza, la vas a hundir con más. [Castillo] es peor que una pandemia. Porque además son recetas económicas que en el Perú ya se aplicaron y no funcionaron. Son recetas que en la región se están aplicando y no funcionan. Fue lo que llevó a Ollanta Humala a cambiar su plan económico. Entró con las mismas ideas y, cuando entendió que eso era el hambre, simplemente retrocedió. No porque fuera un traidor a sus principios, sino porque no quería hacerle daño a la población.
Y usted no cree que Castillo pueda seguir esa vía.
El problema de Castillo es que hay conceptos económicos básicos que no conoce y que ha empezado a aprender en la campaña. Por ejemplo, no distinguía el PBI del presupuesto nacional. Espero que aprenda rápido.
¿Pero para eso no está el equipo técnico?
Es que no es poca cosa no saber qué es el PBI y querer ser presidente de un país. Es un asunto muy serio, eso no es que te lo va a enseñar el equipo económico. Son cosas elementales. El presidente de la república es quien finalmente firma la ley de presupuesto. Si él dice que va a destinar el equivalente de 10% del PBI a la salud y otro 10% a la educación, es un gasto del presupuesto nacional. Si él en una entrevista dice que un monopolio es Ripley, el concepto monopolio no lo ha aprendido. Y es muy importante que un presidente que va a combatir el monopolio sepa qué cosa es. Sus prejuicios contra la inversión extranjera no se sustentan en nada que no sea prejuicios, xenofobia, no hay más que eso, no entiendo yo por qué el capital extranjero es pecaminoso, es malo.
Hoy el exministro Castilla escribe en El Comercio una crítica al elevado costo que van a tener ambos planes. Pero también apunta a las propuestas de Fuerza Popular. ¿A usted le parecen razonables estas propuestas?
Lo que tiene que estar claro es de qué forma se va a financiar. ¿se va a financiar con tesoro público? El programa bono oxígeno, un programa muy ambicioso, ¿se va a entregar a todas las personas que tengan un fallecido o a aquellas familias que hayan quedado en situación de pobreza a raíz del fallecimiento de su familiar? Con lo cual acotas completamente el programa. Una cosa es anunciar que vas a duplicar Pensión 65 y otra incorporar 500.000 más cada año sin financiamiento. El caso de Pedro Castillo también es muy caro por varias razones. Primero, poner un equipo de resonancia magnética en cada establecimiento de salud… yo estoy segura de que no tiene idea de cuánto cuesta. Es carísimo, un equipo normalmente se pone en un establecimiento de tercer nivel, no los de primer nivel. No hay ni siquiera cómo mantenerlos. Hay muchísimo más populismo que en las propuestas de Keiko Fujimori. Y hay otro problema: cuando tú expropias capital extranjero, vas a pagar tarde o temprano. Y la cuantificación de Camisea, por ejemplo, va más allá del presupuesto anual. Estamos hablando de inversiones gigantescas. ¿Cómo vas a pagar esto? Es carísimo. Esto es el programa económico de Maduro y de Chávez, que al principio, con toda la riqueza que tienen, sí te alcanza para todo, pero poco a poco se va deteriorando.
Aterrizando entonces su lectura, a unas horas de las elecciones, ¿ya decidió su voto?
Yo no digo por quién voy a votar, porque considero que es un derecho constitucional. Y que debemos proteger a mucha gente, con mi ejemplo, que se ha sentido muy maltratada por decir por quién va a votar. De los dos lados ah.
Hablaba en uno de sus recientes programas sobre los grupos de amigos o familiares que se han peleado por expresar o no expresar su posición política…
De esos chats donde ya se mete mucha gente salgo corriendo.
¿No le han insistido a usted que diga por quién va a votar?, ¿no le han dicho que necesitan su apoyo?
Un sector de mi familia cree que soy comunista. Aunque tú no lo creas. No sé por qué, probablemente por no decir ‘Keiko, te amo’, o algo por el estilo. Y otro sector cree que soy demasiado de derecha, ¿cómo es posible? Te juro. Nunca vas a satisfacer a todos. Además, porque hay veces en que creo que no se entiende nuestro trabajo. Mi trabajo no es hacer campaña por un candidato, mi trabajo es llevar información a la gente que le permita tomar una decisión. Yo no soy neutral frente a un programa económico, no soy neutral frente al conservadurismo de Keiko Fujimori o de Castillo, porque en eso son tal para cual. No soy neutral frente a las ideas, pero sí soy imparcial frente a las personas. Y considero que ambos han llegado a la segunda vuelta y merecen un trato justo.
¿Esa es una de las razones por la cual no se ha sumado usted a la campaña de Mario Vargas Llosa y compañía a pesar de compartir con él una posición liberal?
Pero comparto su nobleza. Me parece que ha sido un gesto muy noble, sobre todo de Pedro Cateriano, porque él ha sido perseguido judicialmente por estas personas. Lo que él está haciendo es decir: ‘miren, a pesar de que Becerril y compañía me citaban al Congreso todos los días, me creaban comisiones investigadoras’… Porque lo llevaron al Poder Judicial varias veces, se pasó tres años defendiéndose de apristas y fujimoristas. A pesar de eso, es una persona tan noble que entiende perfectamente que el plan de Pedro Castillo es muy malo para el Perú.
¿No cree que ha sido muy apresurado este apoyo? Castillo pudo haber tenido algún margen para convencerlos.
Ni Vargas Llosa ni Cateriano son periodistas. Ellos pueden decidir sus tiempos. Yo hubiera esperado un poco más, para sacarle más cosas a Keiko Fujimori. Ahora, creo que le han sacado bastante. Le han sacado el pedido de perdón, que ella reconoce que los maltrató, le han sacado un compromiso democrático, porque el talante autoritario de ella no le viene solo del legado del padre, sino de su conducta del 2016 en adelante. Yo hubiese esperado primero los compromisos y después hubiese dado el respaldo. Pero esa es una cuestión estratégica, ya cada uno lo decide. Pero sí aprecio la nobleza de los dos. Porque el fujimorismo se ha dedicado a hablar pestes de Mario Vargas Llosa. A Cateriano no le costaba nada liderar “Fujimori nunca más”, “Keiko no va” y hubiese sido un éxito. Razones tenía de sobra, pero no es su conveniencia lo que les importa. Si el público no lo sabe apreciar, bueno….
Organizar un evento en Ecuador, planear un cóctel después y decir que Keiko Fujimori representa la libertad, ¿no es una posición demasiado acrítica?
No creas. Es bastante crítica, porque para que ella haya llegado a ese punto ha tenido que tener compromisos bien claros. Mira, Vargas Llosa le pidió a la gente que vote por Alan García, frente a Humala por la misma razón, porque Humala salió abrazado de Hugo Chávez el 2006 y ahí arruinó su campaña. Vargas Llosa ha sido siempre consistente no con las personas, sino con las ideas, que es lo más difícil de ser. Siempre ha apostado por un régimen democrático y liberal. Entonces, entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala, apoyó a Humala porque Keiko Fujimori representaba un autoritarismo que aquel se comprometió a cambiar.
¿Cree que Keiko Fujimori perdonará una nueva derrota? Teniendo en cuenta sus antecedentes…
Yo creo que se retiraría de la política y eso es lo que más incentiva, en mi opinión, a la izquierda. Porque tres derrotas en segunda vuelta… yo creo que ya te retiras. Presumo.
O haces una campaña de venganza, como el 2016.
Ya no puede hacer eso. No tendría el poder con 24 congresistas. ¿Qué va a conseguir? Nada.
Su partido aún es una institución fuerte.
Ya no. Si ella pierde las elecciones, no. 24 congresistas en un congreso de 130 pueden ayudar a cualquiera, al mejor postor, pero no para una campaña de venganza.
¿Y Cerrón, él que es tan intransigente, cree que soporte perder?
Va a tener que soportarlo. Yo estoy cada vez más convencida de la tesis de tu jefe [Tafur], yo creo que Fujimori va a ganar. Es que el programa económico de Castillo es muy malo, porque nadie se juega al final del día su futuro así nomás. Me preocupa más eso y que la izquierda acepte que ha perdido. Y eso va a ser muy duro para la izquierda. Yo espero que sea cual sea el resultado ambas partes acepten el resultado.