IGV

[EN UN LUGAR DE LA MANCHA] Sin embargo, no es este el tema que quiero tratar aquí, aunque todo lo que se diga en esta columna guardará siempre vinculación con la lectura. Quisiera comentar tres hechos puntuales. Este año, como recordarán, la Feria Internacional del Libro de Lima tenía como país invitado a México, pero un exabrupto político hizo que el señor López Obrador pateara el tablero y rechazara la invitación. Eso, felizmente no empañó el evento. La FIL se realizó de igual modo, con gran afluencia de público, buen nivel de ventas, pero eso sí, con la pena de no contar con el invitado, un país de poderosa tradición literaria.

El segundo hecho que quiero puntualizar es el siguiente: hacia fines de octubre, si mal no recuerdo, el Congreso de la República, en uno de sus pocos aciertos en materia de cultura, acaso el único, hizo que la exoneración al IGV al libro en el Perú fuera permanente, de modo que no se tuviera que pasar cada tres o cuatro años por la ordalía de renovarla. Motivos ajenos a la actividad editorial (los vaivenes en el precio del papel, por ejemplo) no han provocado quizá un reflejo inmediato en el precio de los libros, pero no deja de ser una buena noticia que se cuenta con ese respaldo legal. Lo pendiente: la devolución del IGV a los editores, sobre todo a los independientes, cuyo volumen de ventas es sustancialmente menor al de sus megacompetidores.

El tercer punto es la Feria Ricardo Palma, tradicional reunión de libreros que se realiza siempre en la parte final del año, en el parque Kennedy de Miraflores, su lugar natural, aun cuando en el pasado se intentaran otras locaciones. Hubo gran afluencia de público, actividades de interés y muchas novedades bibliográficas tanto locales como extranjeras. Como para no quejarse.

Finalmente, el Ministerio de Cultura realizó durante el año 2022 la Encuesta Nacional de Lectura, a nivel nacional y con una convocatoria masiva que llegó a casi 70 mil encuestados. ¿La magnitud del universo de esta encuesta la hará más confiable? Se espera que sí y ojalá que así sea. De cualquier forma será una herramienta útil para saber en qué situación estamos exactamente en materia de lectura. Por ahora solo un botón: el incremento de lectoría per cápita por año llega a 1.9, casi 2. ¿No es una buena noticia? Lo es, sin duda.

La pelea por la lectura tiene que librarse también en hogares y escuelas. Los padres deben comprender de una vez la importancia de formar el hábito lector en sus hijos, porque de esa manera estarán contribuyendo a construir futuros ciudadanos sensibles e informados; la escuela, por su parte, debe planear estrategias de lectura más realistas y que permitan una conexión más profunda entre el estudiante y la realidad nacional, sin perder de vista el aspecto lúdico y placentero que debe acompañar el gesto de tomar un libro entre las manos.

Si podemos decir que el 2023 fue un buen año para el libro y la lectura en el Perú, no debemos dejar de lado que hay muchas y más grandes tareas por delante. Sigamos trabajando por un país de lectores. No puede ser malo informarse, analizar, juzgar críticamente, interpretar y conocer más a fondo del mundo en que vivimos. Amén.

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Encuesta Lectura, feria del libro, IGV, Ministerio de Cultura
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