En una lógica de aplicación de emprendimientos sociales,
el Perú tiene una base de experiencia social sólida para aplicar.
En el artículo anterior puse énfasis en considerar las capacidades que tienen los hombres para adaptarse a las diferentes circunstancias originadas de forma diaria, y el componente que la historia lo sustenta también ha sido trabajado anteriormente. Estos enfoques y análisis parten de una perspectiva económica, social, cultural o en general bajo distintas perspectivas científicas, que apuestan por el desarrollo de una sociedad y sus cambios, el ya reconocido cambio social, pero que al final, como base de comprensión el tema de las adaptabilidades termina siendo igual una parte esencial en toda conclusión, por ser una particularidad muy humana.
Y estas características de adaptación explican de alguna manera, la tácita forma de cambiar una necesidad, para transformarla en oportunidad, es decir, validar un autoempleo y construir un emprendimiento, construyéndose espacios de fortalecimiento, recuperación y apuesta por un resurgimiento económico individual frente a una crisis mundial vivida, permitiendo la consolidación y sostenibilidad de estas apuestas.
Apuestas que, por un tema condicionado desde el enfoque cultural, nos permite darle un lugar importante a las redes sociales, que bien articuladas se convierten en fuertes redes económicas de intercambio y ayuda en el crecimiento y desarrollo de quienes las ponen en funcionamiento, y que como fenómeno social, nos acerca a un desarrollo fructífero en lo económico a mediano plazo. Es decir, el individuo en su interacción cotidiana y cultura viva utiliza la red social y cultural y desarrolla un nuevo enfoque para los emprendimientos futuros sirviendo como base, para una reciente lógica no estatal, que está cobrando relevancia en estos últimos años, que es el de promover Emprendimientos Sociales. Y el Perú, otra vez tiene las condiciones para que esto funcione.
El emprendimiento social tome nota, lo definen como “la habilidad de reconocer oportunidades para resolver problemas sociales”. Los emprendimientos sociales con modelos empresariales son una nueva apuesta para solucionar problemas sociales y considerar efectividades, eficiencias, sustentabilidad, persiguiendo crear valor social.
En una lógica de aplicación de emprendimientos sociales, el Perú tiene una base de experiencia social sólida para aplicar, por la experiencia que la cultura propia le otorga. Con todo esto, es claro que el emprendimiento social se utiliza para frenar las exclusiones, y desde lo privado se busca encontrar oportunidades frente a las adversidades, considerando la masa social, las redes sociales o en algunos casos el trabajo comunal, generando situaciones y facilidades, para que la población misma entre a producir en masa y valide un futuro cambio social. Estos emprendimientos sociales liderados por la red privada están considerando y poniendo en práctica, características que han estado en los hombres de nuestro territorio por años. Artículos precedentes lo dicen. Y es bueno, es bueno considerarlos como un avance en la construcción de la nueva mirada emprendedora en el Perú.
En los últimos años, muchas empresas que promueven los emprendimientos no solo buscan una rentabilidad generada para satisfacer demanda económica, sino que están en la búsqueda de proyectos que generen beneficios a las comunidades que son involucradas en su totalidad, y esta mirada se está incrementando como lógica de superación dándoles el sentido social a la economía que mueve el mercado. Pues, el desarrollo de un emprendimiento comunal permite un crecimiento económico y a la larga, sienta las bases para el comienzo de un cambio social. La comunidad cambia, y surgen las asociaciones, grupos económicos comunales, que conllevan intereses particulares y van reestructurando los conceptos comunales, con nuevas miradas, pero sin perder las esencias históricas muy reconocidas desde su concepto propio.
Entonces no es novedad que el auge de este tipo de emprendimiento social tome como base la activación de las redes de trabajo comunitario buscando solucionar problemas sociales y sobre todo en aquellos espacios donde el estado aún no ha llegado y las pautas de crecimiento son desarrolladas por la misma población involucrada, cambiando completamente esquemas urbanos y resaltando los rurales históricos.
En resumen, es importante tomar en cuenta, que esta lógica de emprendimiento con enfoque social va a ir determinando el desarrollo de algunas comunidades, o grupos sociales que verán en esta apuesta una magnífica oportunidad de cambio, repito, frente a una crisis que parece inminente o en algunos casos constantes en ciertas regiones, pero es necesario recordar que las características que harían posible el buen desarrollo de esta promoción de cambio, ya tiene una vasta experiencia en el poblador peruano. Las redes, la adaptabilidad, el enfrentar retos comunales, cuestión cotidiana, fertiliza el éxito. Ojo empresa privada, es la hora de promover y masificar los emprendimientos sociales, los resultados de seguro apuntan a los grados mas óptimos. Emprendedores comunales, apuesta valida.