La práctica de tomarse unos minutos del día para concentrarse plenamente en el presente mediante la meditación o las sesiones de “mindfulness” tiene efectos relevantes para la salud. De acuerdo con diversos estudios realizados entre 2016 y 2018, las personas que han meditado en periodos que van desde los 5 días a las 8 semanas, mejoran sus habilidades cognitivas y mejoran su nivel de atención.
Entre los cambios físicos experimentados, CNN en español cita una mayor saturación de oxígeno en la sangre, la reducción de la respuesta inmune inflamatoria que produce el estrés, e incluso una mejor movilidad. Paradójicamente, al detenerse unos minutos, se gana mayor movilidad corporal por la relajación muscular que se obtiene.
Teniendo en cuenta estos beneficios, hay especialistas que consideran que la mente merece una atención especial y hablan incluso de una ecología mental, que implica tener un tratamiento de depuración y limpieza para las creencias, patrones y esquemas limitantes. Quitar estas “malas hierbas” hace que los pensamientos se vean fluidos, alegres, desapegados, sencillos y pacíficos.
Podar y remover estructuras mentales
Para Daniel Colombo, coach empresarial, la ecología verbal parte de la base de que las palabras con las que nos comunicamos, como pensamientos, ideas y creaciones internas, crean y moldean nuestra realidad. Por ello, se tiene que hacer también una depuración.
“El cerebro tiene una función específica llamada poda neuronal o sináptica, que consiste en la eliminación de conexiones de sinapsis entre neuronas. Este proceso elimina las conexiones neuronales poco utilizadas para ayudar a que la capacidad del cerebro esté disponible para lo que sí usas en forma frecuente”, explica. Colombo ha identificado cinco pasos en este proceso:
Reconocer la limitación. El primer paso es darse cuenta de que se tiene una forma predeterminada de reacción, es decir, mecanismos inconscientes que repetimos constantemente.
Querer cambiar. Es una elección propia en el sentido evolutivo y de transformación humana. Sin este componente no habrá cambio posible.
Desarrollar la atención plena en el presente. Es importante tener plena consciencia del presente para que, cuando irrumpan los pensamientos que afectan la ecología mental, sean reconducidos hacia otros pensamientos contributivos.
Ecología verbal consciente. Observe sus palabras y la estructura de sus comunicaciones. Cambiando la estructura mental de la comunicación se podrá lograr un impacto significativo.
Tener un entrenador y herramientas de apoyo. Un terapeuta sensible, actualizado y abierto o un consejero psicológico, pueden ser de gran apoyo en el cambio de estructura interna que se necesita para conseguir una energía limpia y sustentable internamente.