Durante el último tercio de los setenta es que esta enigmática y multidimensional intérprete comienza a desarrollar la imagen y estilo que la hicieron reconocida internacionalmente. Con sus álbumes Caras e bocas (1977) y Agua viva (1978) aparecen los primeros signos de sofisticación en producciones como Meu doce amor, Vida de artista o Negro amor, cover en portugués de un clásico de Bob Dylan, It’s all over now, baby blue (1965). Fiel a sus raíces y a sus amistades, otros temas firmados por Caetano Veloso como A mulher o Força estranha pasaron a ser partes fijas de su repertorio. En medio, siempre hubo espacio para la samba, uno de sus fuertes, con nuevos clásicos como Samba rasgado o Balancê, ambos presentes en Gal tropical (1979), en el que también incluyó nuevas versiones de canciones antiguas como India o Meu nome é Gal compuesta para ella por otros grandes de la música del Brasil, Erasmo y Roberto Carlos.
Los ochenta llegaron con el boom de las novelas brasileñas -títulos setenteros como Isaura, la esclava (1976) o Dancing days (1978) habían abierto el camino para estas historias- y su voz se hizo aun más reconocida en nuestro país, con temas como Meu bem, meu mal, de la novela del mismo nombre o Brasil, rock-samba que servía de introducción para Vale tudo, una de las novelas más sintonizadas de 1985. A este periodo pertenecen álbumes como Fantasia (1981) que, además de las mencionadas Festa do interior o Me bem, meu mal, incluye una preciosista composición de Djavan, uno de los cantautores más inspirados de la generación posterior de la MPB, titulada Açaí. En 1983 editó Baby Gal, otro elegante disco de baladas románticas y bossa nova, con temas originales como Mil perdões -escrita por Chico Buarque- o De flor em flor -de Djavan-, así como una renovada versión de uno de sus primeros y más conocidos temas, Baby (escrita, también, por Caetano Veloso), con un sonido adaptado a las exigencias del gusto ochentero. La original apareció en su tercer álbum de 1969.
Gal Costa ha interpretado a todos los grandes compositores de su país. Además de los ya mencionados Caetano Veloso, Gilberto Gil, Milton Nascimento, Roberto Carlos y Chico Buarque, también han sido tocados por su voz autores fundamentales como Ary Barroso, Jorge Ben, Dorival Caymmi y, especialmente, Antonio Carlos Jobim. En 1987 publicó su primer álbum de temas exclusivos de este famoso artista, Rio revisited, entonando clásicos como Águas de Março, Corcovado, One note samba, Chega de saudade, entre otros, acompañada al piano y voz por el maestro Jobim en persona. Años más tarde, en 1999, lanzaría un disco doble en vivo llamado Gal Costa canta Tom Jobim ao vivo, para conmemorar el quinto aniversario del fallecimiento del autor de Garota de Ipanema, himno moderno de Brasil. En 1995 lanzó Mina d’água do meu canto, con temas inéditos de Veloso y Buarque.
Convertida en icono cultural de su país, Gal Costa pasó a ese exclusivo listado de artistas atemporales, que no requieren de éxitos masivos para conservar su vigencia y prestigio. La cadena MTV organizó un concierto acústico con ella, un disco de antología que sirve de resumen pero también de puerta de ingreso a su universo sonoro. Aunque siguió produciendo discos de estimable calidad, Gal Costa ya no necesitaba demostrarle nada a nadie y prosiguió con sus exploraciones estilísticas, pero siempre anclada al sonido de la MPB, la samba y el bossa nova, su lenguaje natural. Así, sus últimas producciones en estudio -Recanto (2011), Estratosferica (2015) y A pele do futuro (2018)-, combinan sus inagotables raíces con géneros como la electrónica, el rock y la música disco. Cada uno tiene su equivalente en vivo, una práctica que popularizó Caetano Veloso.
Y, a todo esto, ¿qué fue lo que dijo Lula? Pues lo siguiente: “Gal Costa fue una de las más grandes cantantes del mundo, una de nuestras principales artistas pues llevó el nombre y los sonidos de Brasil a todo el planeta”. Pocas semanas antes del miércoles 9, la cantante había expresado su abierto apoyo al regreso de Lula. Había nacido como Maria da Graça Costa Penna Burgos, pero su nombre era Gal.