IPSOS

Aún nada está dicho. Al momento de escribir esta columna, la ONPE llevaba contabilizado el 94% de las actas (97% del Perú) y asomaba Castillo como ajustado ganador. Falta aún contabilizar las actas más alejadas de provincias, que deben favorecer a Castillo, y el 78% de las actas del extranjero, que deben favorecer a Keiko.

Habrá que esperar al 100%. El 2016, el conteo rápido de Ipsos le otorgó a Kuczynski una ventaja respecto de Keiko de 1% (50.5 versus 49.5%) y el resultado final de la ONPE terminó siendo 50.12% a favor de PPK y 49.88% para Keiko, una diferencia de apenas 0.24%. Anoche el conteo rápido ha dado una ventaja de 0.4% a favor de Castillo (50.2% Castillo, 49.8% Keiko). Matemática e históricamente se puede revertir.

En cualquier caso, lo relevante en estos momentos de zozobra y tensión por la incertidumbre del resultado, es justamente necesario hacer hincapié en el imperativo ciudadano de respetar los resultados sean cuales sean los mismos.

Personalmente, como consta a mis lectores, he considerado y considero que un eventual triunfo de Castillo, aún en su escenario moderado causaría enorme perjuicio al país, económica y políticamente. Y si opta por el camino radical, la catástrofe sería inminente.

Pero no obstante ello, si termina ganando la elección, pues habrá que dar la batalla para que se respete el resultado y los sectores termocéfalos de la derecha (civiles y militares), no crean que la Constitución se puede pisotear si no sale elegido el candidato de sus preferencias.

Solo cabría un “golpe restaurador” si Castillo se aparta de la Constitución, aplasta las instituciones democráticas y nos pretende llevar a la deriva venezolana. Mientras eso no ocurra, los cuarteles deben guardar cívico silencio verbal y práctico respecto de la voluntad popular expresada ayer en la segunda vuelta electoral.

Las responsabilidades de lo sucedido anoche, con la altísima votación de un candidato radical, improvisado y mediocre, son de muchos, pero entre otros, en gran medida, de la conducta secular de quienes ahora gritan histéricos y tocan descaradamente las puertas de los cuarteles.

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Elecciones 2021, IPSOS

En el simulacro de Ipsos publicado hoy están 43.6% Castillo y 41.7% Keiko, 1.9 puntos de diferencia. Empate técnico. Pero vayamos a la encuesta, la misma que nos permite comparar las tendencias. Compararemos la encuesta de hoy con la del 7 de mayo, que no fue publicada sino que fue privada.

Keiko crece de 34 a 37% y Castillo baja de 41 a 40%. Le llevaba 7, ahora solo 3. Claramente le está arrebatando votos a Castillo y cosechando de los indecisos, ya que los viciados y no precisa se mantienen igual (en 7% y 9% respectivamente), pero los blancos caen de 9 a 7%.

Donde más se mueve Castillo es en el interior urbano, que crece 7 puntos, cae en el norte 6, crece en el centro 10, cae en el sur 5. En el caso de Keiko crece en el interior 6 puntos, en interior urbano 8, en el norte 8, en el centro 9, en el sur 7, en el sector A 7, en el B 7, en el C 4 y en el crucial E 3. Además, en hombres crece 6 puntos y en jóvenes de entre 18 y 25, 5 puntos.

En relación a la anterior medición, Castillo le llevaba 8 puntos en el norte, ahora Keiko le gana por 6. En el sur, Castillo la avasallaba con 51 puntos de diferencia, ahora se ha acortado la brecha a 39 (Keiko tiene 20% en la plaza más antifujimorista).

En el sector A, entre la encuesta del 7 de mayo y la del 14, Keiko ha pasado de llevarle 39 puntos a llevarle 48; en el B le llevaba 12, ahora 17; en el C Keiko le llevaba 4, ahora 10; en el D Castillo le ganaba por 9, ahora solo por 3; finalmente, en el E, Castillo le llevaba 28 puntos de diferencia, ahora se ha reducido a 23.

Está funcionando la estrategia keikista de ir del A al E -como lo anticipamos en una nota publicada en Sudaca el 30 de abril (https://n9.cl/15cwh): “lo que buscan es ir desde los sectores más acomodados para luego dar un llamado a los estratos sociales más bajos”. La encuesta de Ipsos confirma que esa táctica se está cumpliendo al pie de la letra. Falta mucho aún para definir el empate técnico, pero las cifras ya van mostrando claras tendencias.

 

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Elecciones 2021, IPSOS, Perú

A diferencia de la encuesta del IEP, que mostraba al terceto derechista (De Soto, Fujimori y López Aliaga), encabezando la encuesta, la de Ipsos, que es simulacro de votación (con cédula y urna), pero efectuada sin medir todos los debates de la semana pasada, coloca en alta probabilidad una final de izquierda, con Lescano y Verónika Mendoza.

Las tendencias son las importantes, sin embargo. Lescano lidera la encuesta, pero viene cayendo de modo significativo. En la anterior medición tenía 15% de intención de voto. En la última baja a 10%, una caída del 33%. De sostenerse, de acá al 11 de abril, la semifinal de la izquierda la ganaría Verónika Mendoza.

La lideresa de Juntos por el Perú aparece empatando el segundo lugar con Hernando de Soto, habiendo subido de 6% a 9%. De Soto, por su parte, crece enormemente, de 4% a 9%, más que duplica su intención de voto. Se mete con fuerza en la pelea.

Siguen Keiko Fujimori y George Forsyth, muy cerca, con 8%, pero Keiko subiendo (es una constante su subida, lenta pero sostenida) y el candidato de Victoria Nacional más bien viene de caída (pasa de 10% a 8%).

Más abajo ya vienen empatados en 6% Pedro Castillo y Rafael López Aliaga, duplicando Castillo su intención de voto (de 3 a 6%), y López Aliaga confirmando su tendencia a la baja.

Va a empezar a funcionar la tesis del voto perdido. ¿Migrarán los votos de Lescano a Mendoza? ¿Adónde irán los votos de López Aliaga? Y allí es interesante ver en la propia encuesta de Ipsos qué sucede. Según Ipsos, si López Aliaga no postulase, el 24% de sus votos se irían con De Soto. Si Beingolea no postulase, el 29% también iría con De Soto. Ello haría pensar que De Soto podría seguir subiendo.

Lo propio ocurre, sin embargo, con Mendoza. Preguntada la ciudadanía qué pasaría si Lescano no postulase, un 25% de sus votos se iría con Mendoza y un 13% con De Soto. Si el candidato de Acción Popular sigue cayendo, ese sería el destino de sus votantes.

A tenor de la encuesta de Ipsos, de mantenerse las tendencias, más que una final de izquierdas veríamos una entre Hernando de Soto y Verónika Mendoza, con Keiko Fujimori aguardando expectante.

La única conclusión firme es que va a ser una final de infarto. Hasta el propio 11 de abril, no habrá certeza del resultado.

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Encuestas, IPSOS, Juan Carlos Tafur
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