El proceso fue ganado por el consorcio Vega Upaca S.A., cuya denominación, en un documento que tuvo acceso Sudaca, se le denomino como RELIMA. Dicho contrato de concesión de servicio de limpieza con la Municipalidad de Lima se firmó el 25 de octubre de 1995, dando inicio a sus labores el 1 de julio de 1996.
A muy poco de haber empezado a ejecutarse el contrato de limpieza, entre las partes surgió un desacuerdo respecto al pago del Impuesto General a las Ventas (IGV) : Relima mencionaba que el monto del servicio prestado a la Municipalidad de Lima no incluía el IGV y la institución municipal argumentaba lo contrario. Por ello, Relima no había incorporado a sus facturas el monto correspondiente al pago del IGV
Consorcio Vega Upaca no iniciaba como un pequeño grupo. Hablamos de un consorcio cuyos números eran notoriamente importantes, y es que con un personal de 7 500 personas, un patrimonio inmovilizado de USD 86,000,000.00 y un capital social y reservas de USS 176,000,000.00; la nueva concesión se consolidaba de una “pequeña empresa” a una compañía que reunía a directores de sus diferentes empresas para conformar este proyecto.
Presentación formal del consorcio Vega Upaca:
El documento es firmado por los representantes legales, entre ellos:
Ahora bien, según los datos obtenidos del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP, el 1 de julio de 1998 se dispuso que el IGV fuera pagado en forma equivalente tanto por Relima como por la Municipalidad de Lima. Esta última tendría que habilitar las previsiones presupuestales necesarias. Con ello, la concesionaria tenía que adicionar a sus boletas emitidas un recargo del 9% del total del monto cobrado por los servicios de limpieza pública de la ciudad.
Como indicamos al inicio de la nota, el 20 de diciembre de 2005, el consorcio Vega Upaca firmó el contrato de cesión de derechos a favor de Comunicaciones y Representaciones S.A. (COMUNICORE) por el monto de S/. 14΄635,000.00 nuevos soles. Siendo esta situación un proceso privado, la deuda de la Municipalidad de Lima permaneció siendo la misma, es decir, S/. 35΄941.93 nuevos soles
Viendo esta problemática, la Municipalidad de Lima, inició un “convenio de deuda” con el presidente del directorio de Comunicore, Rafael Ruiz García. Lo cuestionable en este proceso fue que se firmó el 2 de enero de 2006, día no laborable para la administración pública.
Si bien la Municipalidad de Lima contaba con 10 años para cancelar la deuda a favor de Comunicore, esta se realizó rápidamente en un plazo aproximado de cinco semanas. El primero se realizó a menos de dos semanas de la cesión de derechos (3 de enero de 2006) con un depósito de S/. 3 ́842,641.02 nuevos soles. El segundo se realizó al día siguiente, se pagó S/. 19΄380,039.47 nuevos soles, y así sucesivamente hasta el día 10 de febrero de 2006, fecha en la que se canceló la totalidad del monto convenido. Es importante mencionar que, de acuerdo con la denuncia fiscal, los costos de esta operación financiera corresponden a Comunicora más no a la Municipalidad de Lima.
Al cierre de este informe, hemos visto los antecedentes y el actuar de la concesionaria Vega Upaca. Dicha empresa, hoy por hoy, ha seguido teniendo un proceso irregular, la diferencia es que cada paso lo viene dando con diferentes caras: Iniciamos con Vega Upaca, la denominaron Relima y, en la actualidad, es la tan cuestionada Innova Ambiental. A pesar que este tema sea de fechas lejanas a la actualidad, aún queda mucho por contar de esta historia.