Día del idioma

Sin embargo, el Inca Garcilaso, ya en España y muchos años más tarde, declara que se llena la boca con el nombre de mestizo «y me honro con él», con lo cual afirma su raigambre quechua (era hablante de esa lengua antes que del castellano) y se identifica con los discriminados.

Ese es realmente el Día del Idioma que se debe celebrar: el de todas las lenguas (incluyendo el castellano, por supuesto), el de nuestra riqueza y diversidad cultural. Lo demás solo huele a naftalina.

(* Este jueves 28 de abril se presenta en Madrid la mejor novela sobre el Inca, ¡Kutimuy, Garcilaso!, de Eduardo González Viaña, nada menos en el Instituto Cervantes en su sede central. Mejor prueba de que el Inca sigue vivo no podría haber).

Encuentro en torno a la novela ¡Kutimuy, Garcilaso!

 

 

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