Formación contínua

Dentro de las habilidades que las empresas buscan para su personal, la capacidad de aprendizaje o “learnability”, en inglés, se ha convertido en uno de los atributos más demandados, según lo que recoge la “Guía década 2020: 20 competencias contra la exclusión laboral”, elaborada por la Fundación Adecco.

El documento explica que esta habilidad permite aprender nuevos conocimientos por parte de los profesionales, y que estos tengan la capacidad de progresar constantemente, escuchando e interactuando con los demás. Por su importancia, esta habilidad es preocupación de cada profesional, pero las compañías también se están preocupando de fomentarlo.

Para Teresa Martín-Retortillo, presidenta ejecutiva de Exponential Learning en IE University, el aprendizaje continuo también consiste en proveer a las personas de la oportunidad de mejorar sus destrezas y talentos en su lugar de trabajo, en lo que denominada una mentalidad de aprendizaje BYOL (trae tu propio aprendizaje, por sus siglas en inglés).

“Los líderes empresariales deben posicionar esta formación como una prioridad y dar ejemplo demostrando que renuevan constantemente sus conocimientos. Las ideas, habilidades y competencias son una herramienta estratégica para lograr la competitividad de la organización”, comenta para el portal IE Insights.

¿Cómo aprendo mejor?

En base a los estudios que se han realizado hasta ahora sobre la forma en la que el cerebro conecta la información y genera conocimiento, Héctor Ruiz, biólogo, investigador y autor del libro “Aprender a Aprender”, sostiene que las técnicas habituales de los estudiantes de trasnochar, memorizar o dejar todo para el último día, son completamente inútiles para un verdadero aprendizaje.

En entrevista para el diario El Heraldo, recomienda en cambio, estudiar intentando reconstruir lo que se acaba de leer, en sus propias palabras. Esta repetición –señala- permite también que la persona sepa qué parte, efectivamente, ha aprendido y cuál falta por asimilar.

“En el examen no les piden que lean, sino que evoquen, y para recordar necesitamos haber generado caminos que nos permitan llegar a lo que queramos recordar. Nuestra memoria se activa automáticamente, no por orden alfabético”, explica.

La técnica de explicar lo comprendido para reforzar un aprendizaje también es conocido como método Feynman por el físico estadounidense que lo aplicaba.

Otra fórmula para aprender, pero también para ser más productivo es la técnica Pomodoro, creada por el italiano Francesco Cirillo, y que se basa en dividir el tiempo disponible en bloques como de 25 minutos durante los cuales no se debe admitir ninguna interrupción y tomar inmediatamente después un descanso como de 5 minutos.

Este método de estudio se ha convertido también en una forma de administración del tiempo para mejorar la productividad.

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