Dentro de lo que se conoce como la identidad corporativa, la imagen o el logotipo de la empresa es uno de los elementos más importantes. La necesidad de hacer un cambio en este elemento depende mucho de lo que se quiera comunicar, pero también del tipo de compañía. De acuerdo a Pepe Torquemada, consejero delegado de LaCía, empresa de branding y packaging, el logotipo es más importante en las marcas reconocidas por el público.
Indica que existen al menos tres grupos de empresas: “Las que trabajan con otras empresas (no con consumidores), para las que la imagen de marca no va a impactar en la cuenta de resultados. Después están las que operan en el mundo corporativo y también dependen del consumidor final, como bancos o petroleras, cuya imagen se proyecta a través de su logo. Pero la ‘Champions League’ de las marcas está en el gran consumo, donde la marca tiene un gran peso en el rendimiento financiero”, indicó.
Es así que cualquier transformación en el logotipo debe tener un motivo y su ejecución debe estar a cargo de profesionales. Según la agencia de Marketing y Comunicación Idearium 3.0, el mismo crecimiento del negocio puede ser un buen momento para cambiar de un logo casero o poco profesional a uno que refleje la visión de la compañía.
“Si empezamos siendo una cafetería de barrio y ahora tenemos una cadena de locales o queremos franquicias nuestro negocio, es muy probable que debamos estandarizar nuestra identidad corporativa e incluso modernizar nuestro logo para que represente lo que ahora somos”, explican.
Adecuarse a las redes y mejorar la reputación
Además de la propia evolución de un negocio que ahora puede ser más especializado, la agencia también precisa que un buen momento para cambiar es logo es cuando queremos que el negocio se vea diferente, quizás porque ha tenido un problema de reputación y se requiere de un nuevo plan de comunicación donde el logotipo es solo una parte de los cambios.
Es el caso del gigante del comercio electrónico, Amazon, que recientemente tuvo que cambiar el logotipo de sus aplicativos de Android y iOS porque los usuarios en redes sociales empezaron a relacionarlo con el bigote de Hitler. Originalmente, tenía el propósito de ser una cinta de embalaje, pero al final se reemplazó con un cuadrado plegado a un lado.
Si el logotipo no funciona bien en redes sociales, ese también es un buen momento para hacer un cambio, de acuerdo a las recomendaciones del portal Workana. Si ocurre, por ejemplo, que la imagen sea muy pesada y no cargue con facilidad en todos los dispositivos, se producen múltiples inconvenientes.
“No solo se estará perdiendo dinero en la inversión publicitaria, sino que además se estaría perdiendo la posibilidad de conectar con el público específico por uno de los medios que genera más impacto y lograr más resultados a la hora de medir datos sobre la efectividad de la marca”, precisan. Agregan que el logotipo ideal debe responder sin lugar a dudas estas consultas sobre la marca: ¿quién eres?, ¿qué haces? y ¿para qué lo haces?