Martin Heidegger

Heidegger considera que, aunque el pensamiento tecnológico era una posibilidad en la sociedad premoderna, no era ni el único, ni el modo dominante.  ¿Qué ha cambiado? Heidegger argumenta que lo que es distintivo de “encuadrar”, como una ordenación del destino, es que «expulsa cualquier otra posibilidad de “revelar» y que encubre la revelación como tal, dejándonos ciegos al hecho de que la tecnología es, en esencia, un “claro”.

La historia de la metafísica es equivalente a la historia de la filosofía occidental en la que se pasa por alto el Ser como tal, una historia que, para Heidegger, culmina en las fuerzas nihilistas[6] de la “voluntad de poder eternamente recurrente”[7] de Nietzsche.

La lógica totalizadora de la metafísica implica la visión de que hay una solo “claro” que constituye la realidad. Esto hace que el pensamiento sea insensible a la estructura fundamental del Ser, en la que cualquier “claro” particular está ontológicamente co-presente con la plenitud ininteligible de los “claros” alternativos, el misterio.

El “encuadre” podría considerarse como la ordenación del destino que establece a el “claro” tecnológico como la única imagen dominante, con exclusión de todas las demás. Por lo tanto, la tecnología es metafísica que se completa a sí misma.

El lenguaje de la metafísica, pensamiento tecnológico y calculador, es un lenguaje del que Heidegger creía no escapó completamente en “Ser y Tiempo”[8]. Lo que se necesita para pensar el “Ser” históricamente y en su despliegue esencial, es un tipo diferente de lenguaje filosófico, un lenguaje sugerido por el carácter poético de la “morada”[9].

Aunque Heidegger cree que ciertos poetas nos permiten vislumbrar el aspecto misterioso del Ser, su intención es establecer que el tipo de filosofía que se necesita es en sí misma poética.

La humanidad moderna (Occidental) se encuentra capturada por las garras (“encuadre”) del pensamiento tecnológico. Debido a esta promoción de la instrumentalidad como la forma fundamental del Ser, hemos perdido de vista cómo habitar poéticamente lo “cuádruple”[10], cómo salvaguardar lo “cuádruple” en su despliegue esencial, donde “cuádruple” es entendido como la «reunión» de la tierra, el cielo, los mortales y las divinidades.

Aunque Heidegger a menudo promovió una imagen romántica de una era pretecnológica habitada por campesinos dignos en contacto con la naturaleza, no creía que fuera posible para la humanidad moderna forjar un edén pastoral del cual la tecnología esté completamente ausente.

El camino a seguir, según Heidegger, no es acabar con la tecnología, sino habitarla de manera diferente. Transformar nuestro modo de “Ser” en uno en el que la tecnología esté ahí para que la disfrutemos y usemos, pero en la que la tecnología no sea nuestra única o fundamental forma de “revelar” el mundo.

[1] “claro” debe ser interpretada en el sentido de lugar con escasa vegetación dentro de un bosque.

[2] “Ser” debe ser entendido como existencia.

[3] “entidades” deben ser entendidas como seres

[4] “revelación” entendido como manifestación de una verdad secreta u oculta.

[5] “desvelamiento” entendido como la proyección de la esencia de algo.

[6] Nihilismo: Negación de todo principio religioso, político y social. Negación de un fundamento objetivo en el conocimiento y en la moral.

[7] “Voluntad de poder eternamente recurrente”: La principal fuerza impulsora en los seres humanos de acuerdo a Nietzsche.

[8] “Ser y Tiempo” es la obra principal de Heidegger, la cual fue publicada en 1927

[9] “morada” o “dwelling” en inglés, es un concepto que Heidegger utiliza para referirse a permanecer en un lugar, en paz.

[10] El “cuádruple” se refiere a la «reunión» de la tierra, el cielo, los mortales y las divinidades.

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