Cabe señalar que la última vez que el Ejecutivo aprobó el alza del sueldo mínimo fue el 21 de marzo del 2018, durante el gobierno del expresidente Pedro Pablo Kuckzynski, quien el mismo día que decretó el incremento, renunció a su cargo. En aquella ocasión según Decreto Supremo N°004-2018-TR el salario alcanzó los S/. 930.
El economista y docente de la Universidad Pacífico, Jorge González Izquierdo explicó a Sudaca los tres sectores que provocaron el aumento en la inflación al cierre del 2021, y advierte que un eventual aumento en el sueldo mínimo podría ser peligroso para la vida de las micro empresas, que por ley, deben pagar este monto a sus trabajadores.
Ya se hizo oficial la llegada de la tercera ola de la pandemia y si bien no habrá confinamiento en esta oportunidad, ¿qué podríamos esperar o prever en materia económica esta vez?
Los efectos de esta tercera ola van a depender fundamentalmente de tres factores. Primero, la duración de las medidas que ha impuesto el Gobierno. Cuanto más dure en el tiempo, mayor va a ser el costo económico. En segundo lugar, va a depender también de cuánto se cumplan estas medidas. Si se cumplen al 100%, el costo va a ser mayor. En tercer lugar, va a depender de cómo va a reaccionar el ciudadano de a pie, por ejemplo, que tenga miedo de ir a un restaurante porque se puede infectar; si restringe su gasto, va a impactar en la economía.
¿Cuánto proyecta de crecimiento económico para este año? ¿Podríamos recuperarnos de los años anteriores?
Bueno, el año 2020, la economía peruana cayó 11%. Aún no se tiene la cifra oficial pero se espera que en 2021 haya crecido alrededor de 13%, considerando que este crecimiento es un rebote estadístico. De esta cifra, solo un punto porcentual sería de ganancia neta de bienestar respecto al 2020. Sin considerar la tercera ola, yo estimaba el crecimiento del año 2022 en alrededor de 3%, pero si le quitamos 1% de crecimiento de la población, tenemos alrededor de 2% de crecimiento en el Ingreso per cápita y eso no alcanza para solucionar los problemas fundamentales de la sociedad peruana, como el aumento en la pobreza en 10% a consecuencia del Covid. Para ello, debemos crecer por lo menos 5%.
¿Cuáles son los sectores que requieren de mayor atención para generar esa recuperación esperada?
Los sectores que han sido golpeados desde el año 2020, no tuvieron una recuperación importante y están volviendo a ser golpeados el año 2022 con las medidas que se toman por la tercera ola. Es el sector servicios, que según el Banco Central, representa el 50% de la economía, del PBI nacional. Dentro de este, están sectores como turismo, restaurantes, gimnasios, teatro, cine, espectáculo y más. Son los que siguen estando fuertemente golpeados y no creo que este año reflejen una ganancia de bienestar.
¿Esta no-posibilidad de recuperación se debe únicamente a la tercera ola o hay alguna otras variables que entre a tallar?
Es básicamente por las medidas que está tomando el Gobierno. ¿Por qué? Porque no les permite trabajar al 100%. Ahora, si tú pones un aforo de 40%, quiere decir que el 60% de su capacidad instalada no la hace producir. Son sectores que, como si dijéramos, le amarramos el brazo derecho y la pierna derecha, no pueden correr bien.
El 2021 cerró con 6.43% de inflación. ¿A qué se debe este aumento?
La inflación del año 2021 fue alta para los estándares peruanos, pero a diferencia de Chile, Estados Unidos y otros países, la inflación en el Perú no ha sido causada por exceso de gasto ni de demanda de la gente o del Gobierno. La inflación se ha producido en Perú básicamente por tres rubros. En primer lugar, combustibles y electricidad, que subió 13,25%. En segundo lugar, alimentos que subió casi 8% y en tercer lugar transporte y comunicaciones, que subió 7.7%. Si tú te zambulles en estos tres rubros, te vas a dar cuenta de que son tres factores los que explican esta inflación peruana.
En primer lugar, la inflación del mundo, porque en el mundo los alimentos han estado subiendo de precio, especialmente el trigo, del que depende el pollo, el pan y otros alimentos, y el aceite de soya, del que depende toda la industria de las aceites de cocina, que son productos que el Perú importa. A eso se le suma el precio del petróleo y los combustibles en el mundo. En segundo lugar, el dólar subió un poco más del 10% y al subir el precio del dólar, suben los precios de los productos que tienen que ver con importaciones. En tercer lugar está el factor de expectativas que tiene la gente sobre los productos que van a seguir subiendo.
Respecto al dólar, hemos visto una mejor cotización en estas primeras semanas del año. ¿A qué se debe? ¿Podemos esperar una tendencia de mejora?
Es una bajada apreciable también en el mundo. El precio de algunos alimentos también empezaron a bajar, pero para que eso se traduzca a la mesa de los peruanos de a pie, tiene que darse una caída que dure en el tiempo. Lo que está pasando en el mundo es que está cayendo el precio de los combustibles, el precio de los alimentos, pero baja dos o tres días y lo que está pasando con el dólar también es así dos, tres días. El dólar cae hoy día, pero pueden pasar semanas para que recién comiencen a bajar los precios, pero que tienen que ser caídas sostenidas.
La Ministra de Trabajo anunció en diciembre que las primeras semanas de este año iba a recurrir a una sesión del Consejo Nacional de Trabajo Previo para evaluar la eventual alza de la Remuneración Mínima Vital. ¿Cuán viable es esta medida?
El último aumento en el sueldo mínimo se dio en 2018. Ya son casi 4 años sin subir el sueldo mínimo, y como en este último año ha habido una inflación alta, ya sería un tiempo prudencial para analizar un probable aumento de sueldo. Pero la teoría económica te dice algo muy cierto: si tú quieres aumentar el sueldo mínimo y minimizar sus efectos nocivos sobre el resto de la economía, lo tienes que hacer en función de dos criterios. ¿Cuáles son? Primero, reajustar por toda la inflación del periodo, y a eso le sumas el aumento en productividad. Sumas los dos y te va a dar 10%, 8%, 15%, lo que salga debería de ser el aumento que minimice sus efectos nocivos. Entonces, si lo van a evaluar, lo tienen que hacer en función de estos dos criterios.
¿Es el momento correcto para hacerlo?
No, y por varias razones. En primer lugar, porque la economía peruana está como un avión que va despegando y se le quiere poner un sobrepeso. Todavía las empresas y sobre todo la micro y pequeña empresa, todavía no se han recuperado totalmente. Si en ese contexto tú les obligas a pagar un sueldo mínimo mayor, no lo van a poder hacer porque su productividad no les da. Acá yo quiero llamar la atención: es un grave error que la ley actual obligue a la microempresa a pagar sueldos mínimos. Esta debe ser sacada de la obligación de pagar un sueldo mínimo, porque la micro empresa tiene una productividad muy baja.
¿Qué efectos podría provocar un eventual aumento del sueldo mínimo?
En primer lugar, la quiebra de micro y pequeñas empresas y quizás algunas medianas formales. En segundo lugar, se puede provocar despidos, desempleo de trabajadores formales que están ganando el sueldo mínimo, y que como ya no se les puede pagar, se les saca. El tercer efecto que puede producir es más informalidad. Yo creo que es un error y todavía con algo adicional: supongamos que lo suban a S/1,030. Una micro o pequeña empresa va a pasar de pagar S/930 a S/1,030, y uno podría decir que es poco, pero también se tienen que pagar gratificaciones y una serie de cosas colaterales. Ese nuevo sueldo mínimo de S/1,030 se puede convertir en S/1,300. Este no es el momento de hacer el aumento.
En diciembre de 2021, la Ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Betssy Chavez, anunció que durante enero de este año solicitaría una sesión del Consejo Nacional de Trabajo (CNT) para evaluar la eventual alza de la Remuneración Mínima Vital (RMV)que al momento se encuentra en S/930.
“La nueva reunión con el CNT está prevista para entre la quincena de enero a la última semana, dependiendo de la agenda que se tenga. En ese espacio se va a discutir el aumento de la remuneración mínima vital, tenemos una propuesta. No lo puedo adelantar por criterios estrictamente técnicos”, indicó Chávez durante la presentación de su balance de gestión y la perspectiva para este nuevo año.
La abogada laboralista Alicia Jimenez, del estudio Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, indicó a Sudaca que se trata de una iniciativa a saludar. “En el pasado hemos visto que la definición y los incrementos de la Remuneración Mínima Vital no han pasado por este conducto tan importante y necesario que es el Consejo Nacional de Trabajo”, señala. Agregó además que la RMV debe responder a una coyuntura, a una necesidad. “El último incremento se dio en 2018, es decir que ya ha transcurrido algún tiempo sin que haya un ajuste”, indicó.
Factores a tomar en cuenta
Jimenez indicó que un punto importante a tomar en cuenta para analizar la viabilidad del aumento de sueldo es la inflación. “La última tasa de inflación es bastante significativa, por encima del 6%. Esto genera un impacto en las necesidades de los trabajadores, sobre todo aquellos que reciben este tipo de salarios”, explicó.
Además, entraría a tallar el impacto de este aumento. “Creo que podemos decir que este incremento se congrega específicamente en las pequeñas y microempresas, que son aquellas que utilizan esta pauta de la RMV para remunerar a sus trabajadores. Entonces es importante analizar si este va a ser realmente un camino a una mejora tanto para los trabajadores como la productividad de las empresas, y no un camino a la informalidad”, advirtió Jimenez.
Trabajadores de las microempresas
La abogada laboralista explica que las microempresas tienen un régimen especial donde no se comprenden todos los beneficios. “Por ejemplo, a los trabajadores de las Mypes no se les reconoce la gratificación de julio y diciembre. En este caso, la gratificación se vuelve voluntaria para el empleador. Tampoco hay un reconocimiento de la compensación por tiempo de servicios. Sin embargo, sí se les reconoce la asignación familiar y esta tiene una relación directa con la RMV”, señala.
En ese sentido, un eventual incremento de la RMV implicaría una serie de cambios en los ingresos de los trabajadores. “El impacto no solo se da en el ingreso regular mensual que se le paga, sino también hay un efecto espejo en los beneficios sociales y las cargas de las que se responsabiliza la empresa”, añadió.
Este miércoles 10 de noviembre el presidente Pedro Castillo viajó a la ciudad de Ayacucho, donde brindó un balance de los 100 primeros días de su gestión y anunció diversas reformas. Entre ellas se encuentra el incremento de la remuneración mínima vital de S/930 a S/1.000 desde diciembre de este año.
Aunque por la tarde, el mandatario indicó –vía Twitter– que este aumento en el salario mínimo se trataría en realidad de un subsidio temporal de S/70 para quienes ganen los S/930 de remuneración mínima vital. En ese sentido, preguntamos ¿Cuál sería el efecto de incrementar el salario mínimo?
Jorge Ojeda, docente de la Facultad de Negocios EPE de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, indicó que el incrementar en 7.5% el sueldo mínimo podría generar un encarecimiento en la mano de obra y en ese escenario, las empresas tendrían que trasladar el incremento del precio al consumidor final.
“El gobierno está caracterizado por tomar este tipo de decisiones de manera unilateral sin un correcto análisis técnico, ya que este tipo de medidas debería discutirse en el consejo nacional del trabajo”, sugirió el docente. “Es clave entender que todavía la presión por incremento de precios puede verse impulsada porque las personas tendrían más dinero en su poder”, añade.
Para David Tuesta, exministro de Economía y presidente del Consejo Privado de Competitividad, la medida propuesta por el presidente Castillo afectaría en mayor medida a las medianas y pequeñas empresas, no a las grandes empresas que ya pagan sueldos de más de S/1.000.
En un tweet indicó que las pymes están “cada vez más arrinconadas”. Además, consideró que dicha propuesta no es favorable para el Ministerio de Economía y Finanzas, pues dicha entidad se opuso a elevar el salario mínimo por el momento.
Además, Miguel Jaramillo, investigador de Grade, indicó que este no es necesariamente el mejor momento para aumentar el salario mínimo pues esta medida afectaría a un sector pequeño de la población, que puede fomentar la informalidad y el desempleo.
Concuerda Jorge Ojeda quien añade que “este proceso inflacionario afectará a toda la población, que en su mayoría es informal”, calificando así a esta propuesta como una medida poco oportuna.
Por otro lado, el exviceministro de Empleo, Fernando Cuadros, señaló a El Comercio, que para el 2022 correspondería evaluar el incremento del salario mínimo la Remuneración Mínima tomando en cuenta los criterios de productividad y viendo si la economía se ha recuperado.
Cabe recordar que la última vez que se aumentó la Remuneración Mínima Vital fue en marzo del 2018, cuando el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski dispuso un incremento de S/ 850 a S/ 930.