Jorge Luis Borges

“Aquellos que rompen las reglas son escoria. Aquellos que abandonan a sus amigos son peor que la escoria”
Hatake Kakashi (NARUTO)

[MIGRANTE DE PASO] Kakashi Sensei, el personaje más querido dentro del mundo shinobi de Naruto. Este último, pequeño rubio cuyas ganas de ser reconocido lo llevaban a cometer travesuras un poco pasadas de la raya. Divertido y valiente. Cuántos niños y niñas son castigados por travesuras inofensivas. Existe una flojera docente por intentar entender y conocer los motivos en los estudiantes. Pataletas por los dos lados. Un castigo sin más es una muestra de decadencia profesoral.

“No hay camino para ser Hokage (líder de la aldea)”. “Lograré mi sueño y bajo mi propio camino ninja”. “Rendirse no es una opción”. “La idea de ser un genio del esfuerzo”. “La hermosa ilusión de cambiar el mundo a través de un libro”. “La disparatada, pero hermosa idea de luchar para salvar al contrincante de sus demonios”. “Recibir una patada de la verdad”. “El verdadero rey son los niños”. “Intentarlo todos los días es un talento de por sí”. “Nadie tiene enemigos”. “Voy a ser el rey de los piratas”.

Este tipo de enseñanzas son transmitidas en animes. Es un punto de vista, un sistema de valores y forma de pensar que le abre la mente a quienes están dispuestos. Lo mismo sucede con toda fantasía y la ficción. Siendo honesto, prefiero creer en esos mal llamados disparates que en una realidad donde el honor y la sabiduría parecen obsoletas. Vale la pena mencionar que One Piece, el manga de Eichiro Oda, probablemente una de las épicas más valiosas en la historia, logró ser el número 1 en ventas de comics en la historia. Dejó a Superman atrás.

Se suele subestimar la importancia de la ficción o cualquier incentivo de imaginación. Privar a alguien de imaginación equivale a limitar todo pensamiento, comportamiento e identidad de la persona. Probablemente sea lo más importante. Los colegios de mi país se refugian en planes lectores anticuados y muchas veces determinados por argollas literarias que arruinan el desarrollo a cambio de un poco de dinero. Sin quitarle mérito a la obra maestra Don Quijote de la Mancha, que jóvenes de 14 o 15 años lo tengan que leer obligados es demencial.

«De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación.»
Jorge Luis Borges

Durante la etapa escolar exploré empedernidamente las ficciones. Montañas de libros, PlayStation, escritura, óleos de mi hermano, animes, el flamenco y las danzas orientales de mi madre, teatro, música y buenos ejemplares audiovisuales convivían conmigo. Ojalá llegue el día en que todos crezcamos rodeados de conocimiento, arte y cariño.

Muchos dicen erróneamente que el arte no sirve y es lamentable. Probablemente, una mente que se expone a estas actividades tiene un nivel de pensamiento crítico, una autoexploración más compleja y, sobre todo, una mente inclusiva. La sensibilidad, empatía, mente porosa y valores sociales se aprenden más del arte, lecturas y deporte que de las materias académicas, las que parecen volverse nimiedades.

Mi desarrollo físico y emocional fue bastante lento: no me afeité ni una sola vez en el colegio. Cuando mis amigos comenzaron con bares y fiestas, yo los acompañaba con morochas e Inca Kola. Mientras, me tentaban las ganas de regresar para refugiarme en las ficciones que sigo amando. Ante la crueldad infantil mi defensa era que sabía jugar futbol, pelear bien y mis irremplazables amistades incondicionales que cubrían mis espaldas.

Me gusta pensar que soy un buen amigo.  Eso no seria posible sin el tiempo inmenso que pasé entre personajes e historias ficticias. Me acompañan a diario, se impregnan en mi persona y de esa manera son más reales que muchas otras banalidades.

Este desagrado y exclusión por quienes no encajan en la oferta académica es definitivamente el mayor enemigo de la enseñanza. Niñas y jóvenes son convencidos de que el cambio no es una opción. Con la agencia reprimida. Maestros para algunos y jueces para otros. Para estas personas el arte es un aliado.

El mundo académico es de gran ayuda, actualmente se encuentra desfasado respecto de los avances tecnológicos y epistemológicos. La ciencia no puede abarcar todo el conocimiento y esa lucha por la hegemonía lo ha vuelto un mundo limitante bajo la apariencia de dar alas. Sin querer, condenan a innumerables personas a creer que no pueden. Si no adaptan su formato anacrónico me atrevo a decir que la academia está destinada a desaparecer. No te hace ni más inteligente y tampoco mejor persona.

Aun en el colegio, me castigaron por un aviso de bajo rendimiento que le llegó a mis padres. Hasta hoy, con 29 años, sigo pensando que esa calaña de “aviso” es ridícula y absurda. Televisión sacada de mi cuarto, sin videojuegos, sólo libros. Me adentré en las aventuras de Marco Polo con sus diarios. Oscar Wilde me recogió entre fantasías y locuras. Por ultimo, conocí a la comunidad del anillo que Tolkien creó con su brillantez. Me leí sus libros en castellano, inglés y francés, que no hablo.

Hacer un ensayo para física era una acción diminuta y tonta ante semejante castigo productivo Cuando iba al colegio me sentía acompañado por Gandalf, Dorian Gray y Gengis Khan. Con ese grupo me sentía invencible. Así fue gran parte de mi secundaria.

Un profesor de matemáticas, Fernando Martinez, calvo de pelo y alma me enseñó por un año. Aunque un año es mucho decir, ante su falta de inteligencia y actitud matona, por la que no podía lidiar con un niño rebelde. Durante todo un grado no me dejó entrar a clase, tal vez por eso los números no son mi fuerte. Igual fue de mi agrado no ver su cara pervertida ni escuchar sus estupideces. Usaba ese tiempo para alimentar mi plano mágico con libros y buenas conversaciones.

En Buenos Aires, donde vivo, debido al enorme deficit económico la pobreza aumenta cada vez mas. Es usual que pequeños y grandes pidan comida y abrigo en tiempos de invierno. Siempre intento darles de comer: “No les des, haces mal”. “Eso es ser paternalista”. “Estas incentivando la vagancia”. Blah, Blah, Blah, ideologías baratas que no vale la pena mencionar. Si puedo ayudar a un estómago hambriento, así sea solo por un día, lo voy a hacer. Me lo enseño Sanji, el cocinero de los piratas sombrero de paja (One Piece), en este mundo el hambre tiene que dejar de ser un problema.

La vida no es una creación de moldes para cumplir funciones sociales. Las escuelas deben incentivar el desarrollo personal en la medida del individuo y sus inclinaciones. Corregir no es amputar lo diferente para ser uno más. Hay que vivir haciendo lo nuestro, sin dañar a nadie y que no importe la norma común que cada vez es más desagradable. Con sinceridad, lo que digan no es buena guía para nada. Haz lo tuyo y devórate al mundo sin ninguna ideología que adoctrine. No hay que ser chupamedias.

“Lo único que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que se nos ha dado”

-Gandalf (El señor de los anillos)

 

 

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[MIGRANTE DE PASO] El edificio contiene ejemplares de lo que es considerado lo más importante del muralismo argentino. Murales realizados entre 1945 y 1947 se encuentran en la cúpula. Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino son de los pintores argentinos más reconocidos que elaboraron los murales.

Sin embargo, no todo es lujo y maravillas dentro del recinto. En la época de la dictadura militar se mancharon múltiples lugares junto con la historia de las autoridades argentinas. En el sótano del Edificio Pacífico operó uno de los centros clandestinos de detención y tortura donde la junta militar cometía atrocidades a varios ciudadanos argentinos. Jóvenes eran secuestrados sin motivo y su desaparición era analogía de muerte.

Actualmente, por encima de los recuerdos del horror se encuentra en el lugar el Centro Cultural Borges. Va desde el primero hasta el cuarto piso del edificio. No es común encontrar un centro cultural en un mall de lujo; si uno no averigua especial y previamente, pasa desapercibido con facilidad. Es una organización sin fines de lucro creada por la Fundación para las Artes en 1995. Resalta la importancia del escritor Jorge Luis Borges, quien es homenajeado en un lugar de tono político aparentemente contrario a la ideología del literato argentino, quien era rival acérrimo del peronismo y mantenía una postura política de derecha.

El centro está formado por distintas áreas con un enfoque distinto. Mi primera visita fue el Museo de Arte Oriental donde destaca una mirada que va más allá de la exposición artística. La visita tiene un enfoque de re- pensamiento y reestructuración del imaginario oriental que existe en occidente.

Muchas películas, videojuegos e historias mantienen a las culturas orientales rodeadas de misticismo y sabiduría. Por más que muchas interpretaciones de estas culturas son correctas también hay muchas que han sido romantizadas y sesgadas por la contraposición con Occidente.

Lo segundo que resaltó fueron las obras de Julieta Jiterman que forman parte de la exhibición temporal “Do” y saliendo del Museo de Arte Oriental me dirijo a la Reserva-Taller Libero Badii. Es un proyecto realizado en articulación con el Museo Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación. Tienen cientos de ejemplares de pinturas, esculturas, dibujos y grabados de varias épocas. Hay varios proyectos temporales sucesivos que van a ir mostrando diferentes partes de la enorme colección de arte.

Do-en-el-Museo-de-Arte-Oriental

En distintos pabellones adjuntos hay múltiples exhibiciones temporales. Una de ella fue la ya mencionada exposición Do. Por el momento se encuentran las muestras fotográficas: “Belleza Marrón” de Alejandra López que combate la idea conservadora, anticuada y discriminadora que posiciona a lo bello como algo exclusivamente blanco, sobre todo en un país como Argentina, donde muchos creen que la blancura es universal y excluyente, y “Antártida Negra” de Adriana Lestido. También se encuentra la exhibición “Ciudad Oculta” con fotografías de Nahuel Alfonso.

Aparte de las muestras temporales, en el tercer piso se encuentra la imperdible exhibición permanente: Mercedes Sosa. La voz de la tierra. Se rinde homenaje a la gran cantante tucumana que con su extraordinaria e irrepetible voz elevó la música de la nación argentina a niveles internacionales. Su importancia es de tal nivel que como latinoamericano es de obligación conocer su obra y vida.

Fue una cantante popular cuya voz política siempre la mantuvo como gran protagonista de su tiempo. A través de imágenes, archivos, fotografías, objetos y con la voz excelsa que se escucha constantemente a lo largo del recorrido uno es sumergido en la vida de Mercedes Sosa con aires de libertad que emanan de su música y letras poéticas.

Nació en 1935 y murió el 2009. A lo largo del siglo pasado se le conoció como la voz de América Latina. Ella se definía como cantora y no cantante cuya diferencia destaca en álbumes como “Canciones con fundamento” o “Yo no canto por cantar” donde denota el canto como un deber y responsabilidad, no solo un don para la música.

Durante la junta militar su nombre fue incluido en la lista negra por su simpatía con el peronismo y su inclinación a la izquierda política. Sus discos fueron prohibidos.  Durante un recital en La Plata en 1978 fue detenida en pleno escenario y los espectadores terminaron arrestados. Al año siguiente tuvo que escapar como exiliada. Primero a París y luego a Madrid. Ya era famosa y reconocida mundialmente. En 1976 hizo giras por toda Europa y África del Norte junto con el joven guitarrista Lucho González (peruano-argentino), quien formó parte del elenco de nuestra compositora y cantante Chabuca Granda.

Luego de la Guerra de Las Malvinas, una vez reestablecido el régimen democrático, la cantora pudo regresar a Argentina en 1983. Regresó del exilio comprometida con los derechos humanos y con la preservación de la democracia. En 2009 editó su último álbum, Cantora II, meses antes de su muerte. En esta antología se hicieron duetos con artistas de gran reconocimiento como Gustavo Cerati, Joan Manuel Serrat, Jorge Drexler, Spinetta, Soledad Orosco-Barrientos, Gustavo Santaolalla, entre otros.

Es increíble que pisos más arriba de lo que fue un centro clandestino de detención y tortura exista un homenaje a Mercedes Sosa gran opositora del régimen brutal y abusivo de los militares. Es inevitable la sensación victoriosa frente al autoritarismo cruel. Por más de tener políticas contrarias, Borges tampoco simpatizaba con los regímenes autoritarios. “Las tiranías fomentan la estupidez” sostuvo. Es una frase para tener en cuenta siempre. Sobre todo, tomando en cuenta los peligros autoritarios tanto de derecha como izquierda, términos que ya deberían ser obsoletos, que siguen amenazando la libertad y el espíritu de cambio de los ciudadanos.

Argentina fomenta la cultura por todas partes. Existen centros culturales por toda la ciudad, museos desperdigados por el país y en particular por su capital, Buenos Aires. No podía faltar un homenaje universal al genio literario del autor de El Aleph y tantas otras joyas eternas de la narrativa bonaerense, argentina, latinoamericana y mundial.

Por encima de otros nombres famosos, de naturaleza comercial (las marcas de ropa, calzado, y menaje del centro comercial), se erige el del literato de las ficciones imposibles, de la escritura fantástica y el dominio del idioma español hasta cumbres a las que pocos han llegado.

 

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Borges y Bioy Casares

Cambio de mesa, la mirada ciega de Borges seguía retándome, su amigo parecía reírse al costado. Con los escritores a la vista, agarro la amplia carta verde. Los cafés ofrecen más comida que cualquier restaurante, es tendencia en las cafeterías de barrio, donde sea puedes comer un bife de chorizo.

Unos tostados y un café me acompañaron junto con la sabiduría del mesero en esta joya porteña. No se siente hostilidad por ningún lado. Las paredes llenas de fotos de automóviles viejos y de estética peculiar. Una belleza peligrosa. “Antes de que prohibieran las carreras Recoleta-Tigre, el café ya se había vuelto de recurrencia cultural. Todos los meseros que conocieron a Borges ya no están: fallecidos o jubilados. Ellos comían en el restaurante cuando estaba separada de la confitería. En 1994 se unificó”-, me comentó el mesero de 64 años mientras me servía un café.

Barra

Al terminar, la barra de lujo antiguo me tentó a un fernet con Coca Cola. Me lo tomé de unos cuantos sorbos. Me mareó rápido. Qué cómodo me sentía en la barra centenaria. “El Aleph”, “Las ruinas circulares”, invadían mi mente. Era un copiloto de carrera que leía ficciones de Borges a toda velocidad.

Salí en un divagar de ideas, las piernas temblorosas por el trago, aún era temprano. No volteé a despedirme, ya que lo frecuento y seguiré haciéndolo. Mis recuerdos fueron acogidos nuevamente en el paseo Chabuca Granda y caminé en mi recuerdo construido: uno en el que mi madre me arrullaba cantándome “Duerme Negrito”.

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