conservadurismo bicéfalo

De allí la alianza, que luego será enfrentamiento, entre dos conservadurismos: el de derecha y el de izquierda. Este es el escenario político peruano contemporáneo. Sin embargo, existe una clave que no alcanza al conservadurismo bicéfalo: esta es la de la institucionalidad, el orden sociopolítico, la superación de la crisis económica y de representación política y, primero en importancia, la lucha contra la corrupción. De allí que, por ejemplo, ante cualquier aparición de Francisco Sagasti, le salten al cuello desde ambos extremos y le busquen lo que difícilmente van a encontrarle: manchas en su trayectoria política y profesional. 

El conservadurismo bicéfalo derecha – izquierda le teme a Francisco Sagasti porque hasta hoy es el único que se despunta en la escena política cómo capaz de aglutinar un frente cuyas banderas sean la honestidad, la institucionalidad, la lucha contra la corrupción, la eficiente gestión del Estado, y que resulte verosímil para la mayoría de los peruanos.  

En nuestro escenario político, el expresidente aparece cómo el único líder capaz de romper el conservadurismo bicéfalo y convertir esta batalla en una que, al menos, enfrente a liberales vs conservadores, y no a los conservadores entre sí, lo que podría producirse a juzgar por las fuerzas en contienda en la actual representación parlamentaria.  

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conservadurismo bicéfalo, derecha-izquierda, Vladimir Cerrón
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