Sin embargo, al parecer también está en juego la Junta Nacional de Justicia, la presidencia del Tribunal Constitucional y la nueva presidencia del Congreso en julio.
Pero, lo más insólito de todo esto, es que la ex presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, cuando estaba la votación en 86 votos, cambia su votación en abstención, dándole así la mayoría a la candidatura de Josué Gutiérrez.
¿Qué está pasando en el Congreso para que personas tan disímiles y partidos tan diferentes lleguen a un acuerdo de esta naturaleza?, la realidad es que los congresistas de nuestro país, están de acuerdo en dar reelección a ellos mismos y teniendo mayoría lo pueden lograr.
Urge en nuestro país una nueva generación de políticos que crean en la meritocracia y que defiendan nuestra constitución para que el futuro de todos los peruanos puedan encauzar en un país moderno global en las próximas décadas …
Para Arteaga, la salida al momento crítico que atraviesa el país requiere de una figura política que colabore con la reconciliación y signifique la posibilidad de «un gobierno que esté representado por un congresista que inspire diálogo, concertación y no incluya a aquellos personajes que no sumarían a este proceso».
Ante la negativa del Congreso para aprobar el adelanto de elecciones, la posibilidad de una renuncia de Dina Boluarte vuelve a discutirse y, con ello, la posibilidad de una nueva Mesa Directiva. Sin embargo, pese a los cuestionamientos a las bancadas derechistas, la posibilidad de una nueva oportunidad para el partido de Vladimir Cerrón no parece ser una opción para los grupos que se manifiestan desde diciembre y no han olvidado las falencias de la gestión de Pedro Castillo.
Si el exgobernador de Junín fuera más estratégico ya hace rato se habría dado cuenta que lo que a él y a su partido le convienen es tomar distancia de Castillo y llevar esa lejanía a sumarse a las filas vacadoras o propulsoras de un adelanto de elecciones generales. De lo contrario, si el 2022 lo ha dejado en la lona por sus resultados electorales, en las siguientes elecciones presidenciales, probablemente pierda hasta la inscripción.
Y, por cierto, haría bien la mayoría opositora en acercarse y sentarse a conversar con el líder de Perú Libre y coordinar acciones a las que se puedan sumar los votos del partido que llevó a Castillo al poder y que luego éste ha traicionado con olímpico desprecio (sin esos votos, por ejemplo, no hay vacancia posible).
En vista del objetivo de resolver la crisis que transitamos, que a todos hace daño (al país, a la economía, a la clase política), no debería haber problema alguno en que la oposición derechista converse con su opuesto ideológico, pero con el que bien podrían convenir acciones comunes para no seguir en esta vorágine de deterioro generalizado al que Castillo conduce el país, con las consecuencias terribles que ello va generar en el futuro inmediato.
Como fuese, la prohibición dentro del GORE Junín –entidad responsable de la construcción del Puente Cantuta– existe. Y el informe de control señala otra situación que se agrega a los problemas derivados de esta contratación: lo normal es que el supervisor (Ana Ríos y Serconsult) haga consultas al proyectista sobre cualquier aspecto de la obra. Y en ese caso, quien debería absolver estas consultas sería la misma Ana Ríos, en su calidad ya no de supervisora, sino de jefa del estudio del expediente técnico. Es decir, en palabras de la CGR, “siendo juez y parte del citado procedimiento”.
Consultamos con la aludida si es que tenía conocimiento de dicha directiva, a lo que respondió que no, y “que las leyes estaban por encima de las directivas internas”. Explicó también que “es un absurdo que a la vez voy a ser jefe de estudio y supervisor” porque su trabajo como jefa de estudio terminó en el 2020, cuando entregó el expediente técnico. Aseguró, además, que ya interpuso una demanda por abuso de autoridad contra el equipo que elaboró el informe de la Contraloría.
La entidad no considera a Ríos responsable por los hechos presuntamente irregulares, pero sí a Luis Oré porque él, en su condición de Gerente Regional de Infraestructura, aprobó el expediente elaborado por la ingeniera. Por lo tanto, sabía quién era ella y que se encontraba impedida de contratar para la supervisión de la obra. Consultado por la Contraloría, el ahora exfuncionario alegó que recién tomaba conocimiento de que Ana Ríos Padilla formaba parte del staff contratado por Sima Perú para la elaboración de la reformulación del expediente técnico.
También reconoció que, efectivamente, “el consorcio estaba impedido de ejecutar la supervisión de la citada obra, y que pese a que la citada ingeniera conocía de tal impedimento, decidió transgredir el principio de presunción de veracidad al presentar documentación falsa o inexacta en el proceso de contratación”. Sin embargo, en comunicación con Sudaca, Ruiz Oré se contradijo y sostuvo que el órgano de control ha interpretado las normas de forma incorrecta.
Los otros responsables penales son los funcionarios del GORE Junín Carlos Pérez y Luis Hinostroza. Nos comunicamos con ambos por medio de Facebook y Linkedin –pues sus números telefónicos se encuentran fuera de servicio–, pero hasta el cierre de este reportaje no obtuvimos respuesta. Es posible que pronto tengan que hacerlo, pero ante un fiscal anticorrupción.
De allí la alianza, que luego será enfrentamiento, entre dos conservadurismos: el de derecha y el de izquierda. Este es el escenario político peruano contemporáneo. Sin embargo, existe una clave que no alcanza al conservadurismo bicéfalo: esta es la de la institucionalidad, el orden sociopolítico, la superación de la crisis económica y de representación política y, primero en importancia, la lucha contra la corrupción. De allí que, por ejemplo, ante cualquier aparición de Francisco Sagasti, le salten al cuello desde ambos extremos y le busquen lo que difícilmente van a encontrarle: manchas en su trayectoria política y profesional.
El conservadurismo bicéfaloderecha – izquierda le teme a Francisco Sagasti porque hasta hoy es el único que se despunta en la escena política cómo capaz de aglutinar un frente cuyas banderas sean la honestidad, la institucionalidad, la lucha contra la corrupción, la eficiente gestión del Estado, y que resulte verosímil para la mayoría de los peruanos.
En nuestro escenario político, el expresidente aparece cómo el único líder capaz de romper el conservadurismo bicéfalo y convertir esta batalla en una que, al menos, enfrente a liberales vs conservadores, y no a los conservadores entre sí, lo que podría producirse a juzgar por las fuerzas en contienda en la actual representación parlamentaria.
¿Por una cuestión principista Cerrón va a perder los nichos de poder político y económico que las concesiones de Castillo le permiten y a las que tal vez jamás vuelva a tener acceso? El cacique de Junín ha marcado la cancha que mejor le conviene, dando una imagen externa de independencia respecto de un gobierno fallido, pero no va a soltar la mamadera presupuestal con la que debe estar replicando el sistema mafioso que, en su momento, aplicó en su region.
La dupla Castillo-Cerrón, lamentable y aparentemente, tiene para rato. El país se seguirá desangrando mientras ambos compinches destruyen el Estado para su beneficio partidario mutuo.
–La del estribo: gran obra de Elena Ferrante, La vida mentirosa de los adultos. Un deleite intelectual su lectura. Gracias al club del libro de Alonso Cueto por su recomendación.
Como resultado de esa turbia alianza Castillo-Cerrón, según la última encuesta de Ipsos, encargada por Lampadia, el 76% considera que los ministros y funcionarios nombrados por Castillo no son personas honestas ni capacitadas; el 61% considera que el gobierno está permitiendo o incentivando los conflictos sociales mineros; el 52% cree que está permitiendo la expansión del narcotráfico; como colofón, el 79% considera que la situación económica está peor que hace un año.
La calamidad burocrática y el descalabro gubernativo son el símbolo del peor gobierno que hemos tenido en el lapso señalado. Y Cerrón tiene mucha vela en este entierro. No basta un comunicado alharaquiento para zafar de su alta responsabilidad en el desastre.
Así las cosas, la ruptura era una cuestión de horas y días. Así lo avanzó el semanario Hildebrandt en sus Trece en su edición del 17 de junio. El comunicado de Perú Libre en el que se invita al presidente a renunciar al partido es un golpe táctico que busca mejorar la posición perulibrista, con miras a las elecciones regionales y municipales de octubre.
Castillo se afilió a Perú Libre el 30 de septiembre de 2020. Por entonces pensaba en postular al Congreso, arropado en la popularidad que obtuvo como líder sindical en la huelga magisterial de 2017. Pero luego se le ofreció ser candidato presidencial, y una serie de circunstancias insospechadas terminaron llevándolo hasta Palacio de Gobierno. Ahora, el partido por el que postuló le pide que se vaya. Fiel a su costumbre, la primera reacción de Castillo fue diferir su respuesta: el miércoles dijo que la daría “en las próximas horas”. Lo cierto es que si no presenta su renuncia, Perú Libre amenaza con proceder a su expulsión.
El registro de la afiliación del presidente Pedro Castillo Terrones a Perú Libre, con fecha 30 de septiembre del 2020. La desafiliación es inminente.
Tal como están las cosas, Perú Libre –con Cerrón a la cabeza– considera que ha llegado el momento de desmarcarse de Castillo.“Lo concreto es que esté gobierno está continuando con las políticas neoliberales. Lo concreto es que no se está avanzando a romper con las viejas estructuras que han sometido a nuestro país a las políticas neoliberales que benefician a determinados grupos de poder económico”, dice a Sudaca el congresista de Perú Libre Jaime Quito, para justificar la ruptura.
Pero esta supuesta traición al ideario del partido no es la única razón por la que Perú Libre buscaría ahora desmarcarse el presidente. También se le considera responsable de fracturar al partido, promoviendo la inscripción de dos agrupaciones, Peruanos Como Tú y el Partido Magisterial y Popular.
Mery Coila Ramírez, lideresa del llamado Partido Magisterial y Popular, en una foto con Pedro Castillo. Dice esperar al presidente con los brazos abiertos para que lidere el movimiento inspirado en él.
Ninguna de estas dos organizaciones ha logrado su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones, con miras a las próximas elecciones. Sin embargo, las dos estarían dispuestas a acoger con los brazos abiertos a Castillo luego de que este se desligue de Perú Libre.
“Nosotros lo recibiremos con los brazos abiertos al profesor Pedro Castillo, cuando él lo considere. Él sabe que somos su gente, somos su base. Nos unen muchas cosas al profesor Pedro Castillo desde la lucha sindical. Hay esa afinidad con él”, dice a Sudaca Mery Coila, lideresa del llamado Partido Magisterial y Popular.
Coila anticipa que varios militantes de Perú Libre se van a desafiliar a ese partido para pasarse al suyo. Y estima que en julio presentarán un expediente al Jurado Nacional de Elecciones para tentar la inscripción.
Por su parte, Segundo Quiroz, congresista cajamarquino de la bancada del Bloque Magisterial, dice que la inscripción de su organización Peruanos Como Tú también esta encaminada. Sobre Pedro Castillo, dice que “es parte del trabajo que nosotros hemos venido teniendo para determinar el objetivo”.
EL ESCENARIO PARLAMENTARIO
¿La salida de Castillo de Perú Libre es el preludio de un nuevo intento de sacarlo de la presidencia de la República? No necesariamente. Jaime Quitoseñala que la agrupación del lápiz no se va a sumar abiertamente a la vacancia que promueve la oposición en el Congreso. “Nosotros somos de izquierda. No somos de derecha ni golpistas. No hemos cambiado ni un ápice de nuestra propuesta y nuestro planteamiento. Te estoy diciendo que no nos vamos a sumar a la derecha golpista”, asegura el congresista.
Otra fuente cercana a Vladimir Cerrón asegura que la estrategia de ahora en adelante será que los 16 congresistas de la bancada apuesten por la abstención en las votaciones claves.
Perú Libretiene cinco de los 17 integrantes de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que en cualquier momento verá la denuncia contra Castillo por traición a la patria. La investigación a Castillo, por declararse a favor de someter a consulta una salida al mar para Bolivia, avanza a paso firme, y si prospera podría llevar a la suspensión del jefe de Estado. Sin la defensa de los perulibristas, la oposición tiene todas las de ganar en este caso.
Por angas o por mangas, hay que celebrar esta bronca entre el presidente y su ex alter ego, el primariamente radical Vladimir Cerrón. Gran parte de los males del gobierno en estos once meses de gestión se deben al hecho de que el presidente se haya sometido a los dictados del cacique de Junín. Rota esa dependencia, se abre la posibilidad de que ejerza un gobierno más sensato, aun cuando las propias mediocridades del primer mandatario permitan la sospecha de que poco o nada va a cambiar en el modo de gobernar. Tampoco hay que albergar muchas esperanzas al respecto.