Rondas campesinas

¿Puede la prensa limeña darse la prerrogativa de asignar cuáles son o no los derechos de las comunidades campesinas? Esta ha sido la oportuna ocasión que muchos han tenido para destilar prejuicios sobre una realidad que desconocen. Lo sorprendente es que “ilustres” académicos se sumaron a este cargamontón desde un nada disimulado clasismo. Algunos se han atrevido a decir incluso que este no es el actuar común de las rondas y que habría detrás un elemento azuzador. Negar la agencia y las posturas políticas que pueden asumir las organizaciones sociales —nos gusten o no— es más bien el camino contrario del que se acusa al activismo: romantizar las rondas, o más bien tratarlas como sujetos infantiles, carentes de capacidad de decisión.

Miremos en panorámica. ¿Por qué ocurren hechos como este, y pueden volver a ocurrir? ¿Qué ha llevado a que una comunidad actúe de manera hostil contra periodistas? Para nadie es sorpresa la pérdida de credibilidad del periodismo peruano, y también el deterioro de su legitimidad frente a la sociedad en los últimos tiempos. La grosera postura política que asumieron los medios, durante la campaña presencial, y en particular contra Pedro Castillo, viene pasando factura. Y no es que el cargamontón contra el actual presidente sea solo una preocupación de sus simpatizantes, sino incluso de quienes estando descontentos con el Gobierno ven en el periodismo mismo un peligro contra los principios democráticos más básicos.

Esto, en efecto, es un duro golpe para la legitimidad de los medios. Y lo es peor cuando no existe control ni sanción sobre la prensa, o siquiera un proceso de autocrítica sobre su papel en este proceso de crisis política y fractura social. Frente a grandes retos se esperan grandes respuestas. Y los medios no han estado a la altura de las circunstancias, sino más bien respondiendo a intereses que llamaremos “particulares”, solo por utilizar un eufemismo. ¿Qué ha ocurrido? Se puede hacer un desfile de hechos: desinformación, ataques, criminalización, parcialización abierta, entre otros tantos. Los medios han sido actores activos de esta crisis, para nadie es sorpresa.

¿El papel de los medios justifica algún tipo de agresión contra ellos? Por supuesto que no, y desde esta tribuna lo rechazamos claramente. Pero sí ayuda a entender que los ánimos vienen caldeándose desde hace algún tiempo, y es necesario que los medios puedan asumir su responsabilidad sobre los mismos, haciendo mea culpa. Las comunidades tendrán que responder sobre su responsabilidad también; claro, si alguna vez les dejaran tener igual voz y resonancia que el poder mediático. ¿Se abrirá entonces un diálogo entre medios y sociedad civil intentando apaciguar este delicado momento de tensión y recuperando la legitimidad de los primeros? Me parece que están muy lejos de seguir ese camino y que se echará más leña al fuego, intentando aprovechar políticamente este incidente para desestabilizar al Gobierno. Y ya lo vienen haciendo. El detalle es que este fuego termina por quemarnos a todos, y los medios muy librados no están de su propio carácter corrosivo.

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Expresión de ello fue que -en dos ocasiones- Gregorio Santos (profesor y rondero) gane la presidencia regional en Cajamarca. Y ni qué decir, en un tiempo convulso como el que vivimos el 2021, las rondas campesinas, de la mano con el magisterio (como minorías activas con capacidad de movilización dentro del sector rural y provinciano) permitieron a Pedro Castillo asumir la presidencia.

Es esta facción, alrededor de Pedro Castillo y lo que representa, lo que le has permitido tener incentivos para coactar a un periodista, atentando contra la libertad de expresión. No caigamos en la ficción de que todas las rondas campesinas tienen el mismo color político.

Las rondas necesitan un relato que antes los partidos políticos les otorgaba. No solo en el aspecto urbano es importante la batalla política y cultural contra los enemigos de la democracia, también es necesario presencia y sentido común en el sector rural.

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Rondas campesinas

Ahora, el Ministerio Público ha iniciado una investigación. ¿Van a acatar lo que decida la justicia?

Las rondas campesinas somos una organización constitucional, podemos ejercer funciones jurisdiccionales dentro de nuestro ámbito territorial. Nosotros tenemos el aval de denunciar, de investigar y de sentenciar. Eso lo dice la ley de rondas en su artículo 149 y estamos amparados por la Organización Internacional del Trabajo. Lo que pasa es que a nivel nacional no hay un entendimiento de parte del Ministerio Público, piensan los fiscales que solamente son ellos los llamados a administrar justicia.

Si hablamos de marco normativo también está el acuerdo plenario del 2009, donde se señala que las rondas están sujetas a la justicia ordinaria cuando hay la presunta comisión de un delito.

La justicia estatal no entiende a las rondas campesinas, por eso terminan denunciándonos, criminalizándonos. Cuando estaba en la dirigencia provincial, he terminado con 70 procesos del Ministerio Público. Una vez que nos denuncian, tenemos que responder. Pero cuando un rondero no comete delitos y no hay errores, ellos terminan dándonos la razón o archivando el proceso. La típica de las autoridades es denunciarnos por secuestro, por coacción, por tortura, delitos que no hemos hecho. Nosotros lo demostramos y aclaramos que las rondas son una organización legal, formal, avalada para administrar justicia. Que podemos cometer errores, sí, no somos perfectos. Similar a los que cometen el Ministerio Público y el Poder Judicial.

En Cajamarca, en diciembre del 2020, condenaron a 20 años a unos ronderos porque tuvieron 17 días privado de su libertad a un sujeto al que acusaban por estafa. Es decir, ya tienen condenadas en contra.

Ellos jamás han cometido secuestro, solo fueron parte de la investigación de un estafador, que se dedicaba a la venta de combis y estafaba a la gente. Las rondas en una oportunidad lo intervienen, lo llevan a una asamblea comunal y el individuo reconoce y hace la devolución. Pero luego de unos días, con algunos malos abogados, algunos malos fiscales y jueces, los terminan condenando. En la segunda instancia, sin embargo, les han dado la razón a las rondas campesinas. Ahora están trabajando con nosotros.

Panamericana también informó el 2019 sobre el asesinato a un presunto delincuente de parte de los ronderos.

Yo desconozco ese caso. Hay que sacar toda esa información, ver si es real o no, pero no conozco yo que líderes de las comunidades campesinas hayan tenido que desaparecer a sujetos. Eso lo desconocemos acá en Cajamarca.

Hay medios que han calificado a los ronderos de Chota como “allegados a Pedro Castillo”. ¿Qué responde?

Las rondas campesinas somos autónomas, independientes, democráticas. Nunca hemos pertenecido a ningún gobierno de turno, menos a algún partido político. Siempre hemos deslindado de la mafia, la corrupción, venga de donde venga. Si el presidente está involucrado en cosas negativas, que se le juzgue. Pero que se les mida con la misma vara a todos.

¿Y qué piensa entonces de la actual gestión de Castillo?

Vemos que el Congreso, por su lado, y el Ejecutivo, por el otro, quieren encaminar su propio rumbo. La bronca es entre ambos poderes. Ahora, las autoridades no están haciendo nada, por lo cual no nos parcializamos con nadie. No se está cumpliendo lo que Castillo dijo en campaña: cambios reales, la transformación de la patria, la segunda reforma agraria. Se habló de la nueva Constitución, pero ha quedado en el discurso. Entonces, no nos convence nada. Parece que esto va a terminar siendo un gobierno continuista, defendiendo a los grandes y olvidándose de los pobres.



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Pedro Castillo, Rondas campesinas

Ayer Beto Ortiz salió con una pistola en su programa, asemejándola al machete de los ronderos. «La pistola para mí es algo cultural», dijo. ¿Qué opina sobre este paralelo?

Nosotros usamos el machete, pero no como un arma. Y no la exhibimos como arma tampoco. El machete para nosotros es un instrumento de trabajo. No es más que eso. Hay algunos que no pertenecen a la organización y seguramente quieren figurar, y esta vez han sacado un machete. Pero no pertenecen a la organización. Como ronderos, nosotros a la gente tampoco la intervenimos a la fuerza, ni a golpes, ni a patadas, ni a palos. Previamente hacemos investigación. Aquí ha habido personas que se autodenominan «ronda» solo para apegarse a Pedro Castillo. Ellos tienen que responder por esas acciones que están haciendo. Beto Ortiz seguramente conoce de comunicación, pero no conoce absolutamente nada de organización. Ojalá nos entreviste para ilustrarle. 

¿Han identificado a estas personas que menciona, que se autodenominan «rondas», pero no pertenecen a la organización nacional? 

Los tenemos plenamente identificados. 

¿Quiénes son?

Ellos vienen dirigidos por un señor Vallejos. En todo caso, [en Willax] tendrían que mostrar quiénes realmente son la estructura nacional. Yo también puedo reunir a unos cuantos compañeros, les doy su chaleco, su uniforme y hacen de ronderos. Nuestra estructura es base, caserío, centro poblado, distrito, provincia, base regional y luego la nacional. Todo sale mediante procedimientos de elección. Lamentablemente, esos señores están haciendo quedar mal a nuestra organización. Nosotros tampoco les prohibimos que se organicen, pero sí tenemos que deslindar con claridad. El señor Beto Ortiz desconoce mucho, pero también tiene una intención clarísima.

¿Y quién es este señor Vallejos? 

Víctor Vallejos Tinoco [lidera una organización paralela, la Confederación Nacional de Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas del Perú – Cconarc]. El señor Vallejos viene de una trayectoria complicada. Él se apega siempre a alguien. Ahora se ha apegado al compañero Castillo. Tampoco vamos a decirle «que no se apegue a ti» o «sácalo». Lo que sí estamos diciendo con claridad es que sus acciones no pueden manchar la imagen de nuestra organización. No digo que somos perfectos, porque podemos cometer errores, pero eso no lo hacemos. Menos sacamos un machete para decir que somos guerreros y que hay que enfrentarse así a las Fuerzas Armadas. Nosotros tenemos otra forma de organización, principios, normas. Estos señores tienen que aprender mucho de lo que es la organización rondera. 

Entonces, como CUNARC, ¿condenan que el machete sea usado como elemento en las marchas?

Exactamente. Nosotros estamos totalmente opuestos, por ejemplo, a un proyecto de ley en el que el Estado quiere armar a la población. Nosotros hemos combatido el terrorismo con organización, educación. No hemos dejado que se infiltre ningún narcotraficante ni delincuente a nuestra organización. Estamos convencidos de que eso es lo que da resultados más óptimos. El machete se usa como instrumento de trabajo. Todos hemos usado nuestro machete para limpiar la maleza, hacer las estacas para amarrar nuestro ganado, para la leña. Que quede bien claro, no lo usamos como instrumento en las movilizaciones, ni para enfrentarnos a los delincuentes y agarrarlos a machetazos. 

¿No veremos a ningún miembro de la CUNARC usar un machete en una marcha?

Jamás, eso no es posible. Nosotros usamos nuestra binza, que llamamos “el armonizador” [el látigo o chicote] y solo se usa en caso haya una decisión colectiva. Tampoco es para usarlo indiscriminadamente. No es así. Ahora, si viene alguien a faltarnos el respeto, por supuesto que se le hace el verdadero procedimiento. 

¿Cómo toman la comparación entre el machete y la pistola, entonces?

Primero, que hay una intención: desprestigiar, satanizar, terruquear a las organizaciones. Un pueblo organizado es un pueblo más consciente y las acciones que toma tienen más impacto. Nosotros, como ronda campesinas, no pertenecemos a Perú Libre ni al compañero Castillo. Tenemos autonomía, independencia, autodeterminación. Lo que sí hacemos es defender lo nuestro. Hemos optado por el compañero Castillo porque él ha ofrecido el cambio, atender y redistribuir mejor, rescatar derechos. No es sino el apoyo a los procesos de cambio que tienen que darse obligatoriamente en el país.

¿Cómo se van a defender de los ataques de la fuerza de choque de la extrema derecha, como La Resistencia o los Combatientes? ¿En sus mismos términos?

Nuestra lucha siempre será inteligente, planificada y con estrategia. No hemos respondido a las agresiones ni al llamamiento que hizo [Rafael] López Aliaga en su momento: muerte a todos los que pensamos diferente y queremos el cambio. Creemos que estos momentos no están para eso. Nuestra manifestación es pacífica. 

Se lo pregunto porque los familiares de un hombre, Richard Muro, denunciaron que ronderos lo atacaron en el Centro de Lima. Dijeron que tuvo heridas fuertes. ¿Qué diría sobre este tipo de actos?

Esas acciones vienen, lamentablemente, de estos señores que se hacen llamar ronderos y están confundiendo a la población. No se puede atacar a la gente de esa manera. Ahora, ellos nos han atacado a nosotros con palos con clavos. Tenemos heridos, pero nosotros no actuamos de la misma forma. 

¿Han llegado a Lima para qué exactamente?

Principalmente en defensa de la democracia. Para nosotros no es justo negar el voto del indígena. No es justo negar el voto del campesino, de aquel que vive lejos. Hemos manifestado un voto de identidad, más que uno ideológico. Negar ese voto es antidemocrático por donde lo veamos. 

¿Cuál es la estrategia de defensa del voto que tienen pensada?

Estamos ahí desde el 7 de junio [frente al JNE]. Han querido masacrarnos, pero no han podido. Hemos tenido ya acciones importantes. Lo otro es que el 17, el 20 y el 24 vamos a seguir en movilización. Estamos en contra de que se extienda demasiado, porque se apunta a que el 28 de julio no juramente Pedro Castillo. 

¿Qué pasaría si el 28 de julio, por cualquier razón, no se tiene proclamado a Castillo como presidente?

El día 17 va a haber una movilización, también el día 20 y el día 24. Si hasta el día 22 [de julio] vemos que no hay intención de proclamar a Castillo, estamos preparando un paro nacional indefinido. No podemos, a estas alturas donde se ha esclarecido todo, donde la comunidad internacional ha sido clara, dejar que la voluntad de un pueblo sea torcida por la lideresa de una organización criminal y por fuerzas fascistas.

Para tenerlo claro: si hasta el 22 el JNE no ha proclamado a Castillo como presidente, ¿ustedes tienen pensado responder con un paro nacional indefinido?

Sí, estamos alistando todo para el día 24, que se puede convertir en un paro nacional indefinido si hasta esa fecha no se proclama. Porque ya no falta nada. La transferencia en pocos días no sé cómo va a ser. Es un problema serio que va a tener el gobierno. No estamos haciéndole daño a Pedro Castillo, sino a todos los peruanos. Lamento que a los abogados de la señora K no les importe la situación de la gente, del Estado, de la economía. 

¿Cuántos ronderos vinculados oficialmente a la CUNARC han llegado a Lima?

En su momento hasta 300.

¿Cómo se ha financiado el traslado y la estadía?

Saludo la gran solidaridad que tiene nuestro pueblo. Para hacer esto hemos tenido que recurrir a esta solidaridad. Somos una organización de 2 millones 200 mil ronderos. Cada uno colabora voluntariamente para los pasajes. Acá en Lima, para qué, una inmensa solidaridad. La gente nos ha dado ambientes, comida, que no nos ha faltado, y medicina también. Ahora ya hay en Lima un promedio de 70, porque han regresado. 

¿Han recibido financiamiento de Perú Libre o de gente vinculada, o que quiere estar vinculada a Castillo?

Ha habido alcaldes, candidatos, de todo, que nos han querido dar dinero. También gente que ha querido darnos una gallinita, un torito, una vaquita. Desde el momento en que recibes ya eres cómplice. Somos imparciales. Imagínate qué tal si el compañero Pedro Castillo de Perú Libre se orienta por otro lado, ya sea que se va a los brazos de la Confiep o al otro extremo. No tendríamos la cara de denunciar. Además, ¿qué tipo de ronderos seríamos? Falsos ronderos. La autonomía de nosotros es económica, social y política en todo sentido. Nosotros rendimos cuentas a nuestra propia organización. 

¿Cobran cuotas? ¿Ese es su esquema de financiamiento?

Colaboramos voluntariamente. Aquí en Lima la gente nos busca para proveernos de alimento. También cierta indumentaria. Nos han donado unos casquitos para que cuando vengan los fascistas no nos rompan la cabeza. 

¿Ustedes le van a exigir a Castillo que en sus primeros meses de gobierno ponga en marcha el proceso para una nueva Constitución?

Aquí la gente quizás se ha confundido. En lo que se requiere actuar ahora es en ponernos de acuerdo en los procedimientos. Hay varios. Uno, por ejemplo, recolectar firmas para presentarlas al Congreso. Luego se pasará recién a convocar a elecciones para los constituyentes, quienes pondrán en debate nacional la [nueva] Constitución. Hay gente que está diciendo que al medio año ya debemos tener nueva Constitución: eso no va a ser así. Tiene su procedimiento. En una nueva Constitución tienen que estar los intereses de todos, también de los grandes empresarios. De los pueblos en su conjunto. 

¿Qué pasa si Castillo hace un gobierno como el de Ollanta Humala, con la Confiep o con los “caviares”, que no son del pueblo?

Es un riesgo permanente, latente. Puede ser que el compañero Castillo caiga en esa red. Pero Pedro es como nosotros: un productor, un campesino, que ha salido como nosotros sudando la camiseta. Obviamente somos conscientes de que los poderes fácticos de la derecha nunca van a dejar de luchar por sus intereses. Lamento que haya este tipo de derecha en nuestro país, pero es nuestra realidad. Lo que sí: nosotros no vamos a torcer nuestro brazo en luchar por el cambio. Por eso hemos votado. Esos cambios tienen que darse. Si Pedro no lo hace, quedará en la historia. 

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