Dentro de los equipos muchas veces hay personas que prefieren ser protagonistas a trabajar en equipo. ¿Cómo manejarlos?
Ahí hay dos posturas interesantes y válidas. La clásica y la que podemos escuchar es que el equipo está sobre los objetivos individuales. Sin embargo, no creo que a ninguno de nosotros nos gustaría abandonar nuestros objetivos individuales por los grupales. Entonces, aquí entra el liderazgo transformacional, esa corriente que busca alinear los objetivos individuales a los grupales. Si hay un jugador que quiere ser el goleador, démosle la pelota. Aprovechemos ese ímpetu que tiene por destacar para meterlo dentro del sistema y construyamos un sistema que no solo promueva el resultado del equipo, sino también promueva el cubrir esas necesidades individuales. No hay que decirle que no puede brillar tanto, que tiene que ser más humilde. No, ¿por qué? porque le estás cortando las alas. Si el jugador brilla, tu equipo también brillará.