Asimismo, desde los inicios, Patricia Del Valle ha cultivado un verso con un temple pacífico y metódico, así como su poesía muestra un lenguaje figurativo lleno de metáforas de mar y viento, símbolos de libertad y de olvido, pero también del tiempo que es olvido y memoria a la vez.
La muerte de Patricia del Valle se suma a las de muchos otros escritores que partieron este año. La lista se hace cada vez más larga: Doris Bayly (poeta y periodista peruana, el 16 de febrero), Francisco «Paco» Tumi (lingüista y narrador peruano, 5 de marzo), Gustavo Armijos (poeta peruano, 24 de marzo), Sergio Chefjec (escritor argentino, 2 de abril), Fernando Lecaros (sociólogo y editor peruano, 12 de abril), Eduardo Lizalde (poeta mexicano, 25 de mayo), Donato Amado Gonzales (historiador cuzqueño, 26 de junio), Fina García Marruz (poeta cubana, 27 de junio), Desiderio Blanco (semiólogo hispano-peruano, 2 de julio), Sylvia Molloy (crítica literaria y narradora argentina, 14 de julio), Noé Jitrik (crítico literario argentino, 6 de octubre), Juan Marchena (historiador español peruanista, 10 de octubre), César Ángeles Caballero (crítico literario peruano, 15 de octubre) y ahora nuestra Patricia del Valle (poeta peruana, 21 de octubre).
Tuve la ocasión de alternar con Patricia en diversas oportunidades y siempre me pareció que irradiaba sencillez y alegría, lejos de las rencillas, roñas y figureteos que abundan en nuestro medio literario. ¿Por qué los buenos se van siempre antes? Dios sabe. Quizá para hacernos sentir la falta que nos hacen y así tratar de imitarlos mientras nos dure la cuerda.
Que tu memoria viva mucho tiempo, extrañada Patricia.