Debido a la emergencia sanitaria, en Mayo del 2020, se abrió la primera UCI de la provincia de Leoncio Prado en el Hospital de Tingo María (HTM). Para la población fue un respiro dado que, debido al colapso de las UCIs a nivel nacional, encontrar una cama mediante una referencia, era prácticamente imposible.
Yo llegué a Tingo María en agosto del año pasado, cuando la primera ola ya estaba en descenso. El primer lugar donde trabajé fue EsSalud. Recuerdo que una noche un paciente se descompensó: necesitaba cama UCI. Yo, que era nueva y aún no conocía por completo el sistema, pensé en lo que para mí era lo más obvio: trasladarlo a la UCI del HTM, que queda a solo 5 minutos y que en ese entonces tenía camas disponibles. Cuando traté de coordinar la referencia, me explicaron que no podía llevarlo allí porque no había convenio (de hecho, no hay convenio hasta el día de hoy) y que coordine por medio de mi jefe para que sea llevado hacia el EsSalud de Pucallpa (a 5 horas) o el de Huánuco (a 2 horas y media).
El Hospital de Tingo María sí recibió pacientes de EsSalud durante la primera ola. Cuando empecé a trabajar allí en septiembre, había dos de sus asegurados que llevaban poco más de un mes en la UCI. Farmacia les otorgaba todos los medicamentos y la atención era cubierta al 100%. Lamentablemente siempre hay gastos que la familia debe asumir, pero que gran parte de estos los cubriera el hospital, era un alivio.
¿Qué pasó después? EsSalud no reconoció los gastos efectuados por la atención a sus asegurados, por lo que actualmente, tienen una deuda con nosotros de más de 300 mil soles, dinero que nos serviría para comprar más medicamentos e insumos para atender a los pacientes. Dado este enorme perjuicio a los asegurados al SIS, el hospital se vio obligado a no cubrir los gastos de los asegurados a EsSalud, por lo que, desde agosto del año pasado, de hospitalizarse, deben hacerlo como pacientes particulares.
Durante la segunda ola, recibimos varios pacientes de EsSalud. Nuestra forma de amortiguar sus gastos fue entregándoles las recetas para que recogieran los medicamentos en su seguro; sin embargo, a los meses, EsSalud decidió negar esta alternativa a sus asegurados. Eso no fue todo, también dejó de cubrir el traslado en ambulancia desde el seguro hacia nuestro hospital, ya que para venir donde nosotros, el paciente debía solicitar alta voluntaria. Claro que algunos doctores optaron por autorizar las salidas de la ambulancia por un sentido de humanidad, pero lo hicieron bajo el riesgo de recibir un llamado de atención.
Pero este no es un tema exclusivo de costos si no también, de tiempo. En caso de fracaso respiratorio, los minutos son valiosos. Cada minuto que al cuerpo le falta oxígeno, el daño pulmonar se exacerba y entra en un círculo vicioso que solo conduce al deterioro progresivo. Yo considero que trasladar a un paciente por carretera, ya sea a 2 o 5 horas, teniendo un lugar a solo 5 minutos, es un riesgo innecesario, ya que no solo es el tiempo, si no también los cambios de altura y las carreteras accidentadas las que empeoran la situación.
Lo irónico de todo esto es que nosotros, los trabajadores de salud, estamos asegurados a EsSalud. Si uno de nosotros se enfermase y necesitase una cama UCI, tendría que esperar su referencia o, en todo caso, cubrir todos sus gastos en el HTM.
Los asegurados a EsSalud están abandonados en Tingo María. No conozco el caso de otras provincias, pero basado en lo que he vivido, creo que lo más conveniente sería que el gobierno central asegure los convenios entre estas dos entidades a nivel nacional, así como el que tenemos actualmente con el seguro de las fuerzas armadas y el de la policía.
Nunca me pareció justo que habiendo una UCI en su ciudad, el tingalés asegurado a EsSalud tuviese que esperar a ser trasladado a otra; es aquí que me parece preciso citar lo que la hija de un paciente me dijo entre lágrimas «doctora, él es de los primeros que habitaron la ciudad, no es justo que no pueda ser atendido aquí, en el lugar al que le dedicó su vida». No está de más recordar que hay una directiva sanitaria que determina que, en caso de desenlace desfavorable, el cadáver no puede regresar a la ciudad.
Soy de las personas que cree que el sistema de salud debería ser uno solo pero también soy consciente de que integrar los sistemas de salud que ya tenemos tomará años. Al menos, por ahora, podrían comenzar por asegurar los convenios en provincias, no solo por el COVID, si no en general, porque en sí los profesionales y equipamientos son escasos como para darse el lujo de dividirlos en dos entidades diferentes.