La temporada navideña suele estar compuesta por reencuentros, comidas, regalos y una sensación de bienestar fraternal y familiar. Esto no significa que sea igual para todos, pues la Navidad para algunos puede implicar recordar a quienes ya no están o una serie de sentimientos negativos que pueden llevar a una temporada de depresión.
Además, según un informe de Psicología y Mente, plataforma de bienestar emocional, no es de extrañarse que sea relativamente común sufrir problemas de ansiedad durante los días y semanas posteriores a las fiestas de Navidad.
Presta atención a algunos factores que pueden dar paso al vaivén de emociones en estas épocas. Detectarlas a tiempo puede ayudarte a manejar mejor tu contención emocional.
Exigencias del trabajo: Antes de la Navidad y Año Nuevo, puede que el trabajo sea muy intenso dado que muchos salen de vacaciones. Además, tras la Navidad ya no existe esa tendencia contagiosa a ser comprensivo y conciliador con los demás, sobre todo en el ámbito laboral.
Culpa por los gastos: Mientras más se acerca la fecha central de la Navidad, desaparecen los efectos psicológicos de las campañas de marketing realizadas en estas fechas y aparece la realidad objetiva del dinero gastado en compras y en comidas. Tener conciencia de esto puede ser un golpe emocional. A ello se le suman los problemas que muchas personas experimentan para conseguir ahorrar.
Malestar por cambios alimentarios: Tras iniciarse los días de encuentros para almorzar o cenar, con comidas prolongadas, puede surgir un malestar que va de lo físico a lo emocional. Además, puede ser complicado pasar de las comidas familiares que duran varias horas a una situación en la que se tiene media hora para prepararse algo en la jornada laboral.
Para contrarrestar estos efectos, el informe de Psicología y Mente brinda algunos consejos prácticos para trabajar en uno mismo:
Regálate algo
Puedes aprovechar los días de Navidad y sus ofertas para hacerte un pequeño obsequio. En lugar de tener la presión de un intercambio de regalos, o de entregar un presente a cada uno de los que conoces, puedes invertir en tu bienestar y tu autoestima. Cuanto más personal y significativo para ti sea un auto-regalo, mejor te sentirás.
Comparte tiempo con los tuyos
Crea tu propio calendario de eventos y anima a tus seres queridos a participar en ellos. Por ejemplo, si en temporada navideña sueles tener más trabajo del normal, propón una cena con amigos cercanos en alguna de las semanas posteriores como alternativa.
Ten un bonito recuerdo para los que faltan
En estas épocas vienen a nosotros los recuerdos de nuestros seres queridos. Aprovecha para recordarlos de la mejor manera posible y agradece por todos los momentos maravillosos que pasaron juntos. Si eso te hace sentir mal, no te obligues a ello, cada cosa debe darse a su tiempo.
Tags:
depresión,
Emociones,
Navidad