La eventual y probable censura de los ministros de Defensa y de Energía y Minas, por parte del Congreso, marcaría un hito político significativo en la atmósfera reinante entre ambos poderes del Estado.
Se rompería, ante la opinión pública, el presunto pacto de gobernabilidad establecido entre Ejecutivo y Legislativo, y podría ser el anticipo del escalamiento mayor de una situación de conflicto.
Alguna vez lo dijimos: este gobierno va a durar el tiempo que la derecha demore en darse cuenta de que su permanencia en el poder la afecta en sus expectativas electorales. Y ya se está dando cuenta que un gobierno mediocre e incompetente y la asociación que los sectores ciudadanos establecen entre aquél y la clase política dominante en el Congreso, va a afectar sobremanera las posibilidades electorales de cualquier candidato surgido de esas canteras.
El “pacto derechista” que la izquierda ha logrado establecer como narrativa dominante respecto de las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo, le va a generar inmenso costo electoral a cualquier candidato de la centroderecha que incursione al amparo de los partidos del establishment. Solo podrán competirle de igual a igual a los disruptivos radicales de izquierda, aquellos candidatos de la centroderecha surgidos de fuera del statu quo.
El 80% del mundo andino va a votar como en la segunda vuelta del 2021 a favor de un candidato que le patee las canillas a los representantes de este orden establecido que no solo produce crisis política sino, lo que será cada vez más grave con el Niño, crisis económica.
Y, como estrategia diferenciadora, ello implicaría no solo marcar distancia del régimen fallido de Boluarte (solo a los CEO, según la mentada encuesta de Ipsos, se les puede ocurrir que la vigente “estabilidad mediocre” es buena para el país), sino empezar a hacer campaña desde ya, con tres años de anticipación. Y particularmente, en las zonas refractarias vigentes.
-La del estribo: feliz con las lecturas del club del libro de Alonso Cueto. He descubierto La loca de la casa, de Rosa Montero, un libro fenomenal, y he disfrutado el placer de releer con ojos maduros El viejo y el mar de Ernest Hemingway, qué libro para enseñárselo a los jóvenes periodistas, por su narrativa brillante y cautivante.