“Conversé con muchas madres de las bases del vaso de leche y entendieron que lo que consumían sus hijos no era nutritivo, pero la mayoría de presidentas, entre ellas Pilar Brito, no quisieron dar su brazo a torcer”, señaló la dirigente ganadera. «Ellas no dicen nada, porque les dan de todo», informaron las madres del vaso de leche a Vargas.
No es la única vez que Pilar Brito estuvo presente en medidas que favorecen a la industria láctea. Cuando Patricia Chirinos presentó el proyecto de ley que se mencionó en párrafos anteriores, Pilar Brito encabezó las marchas para derogar el decreto supremo y declaró a medios de comunicación la afirmación de siempre: las mezclas lácteas son nutritivas y la leche fresca no.
“Hubo una logística grande, se pagaron buses y alimentos para las madres que protestaron. Sería curioso saber quién financió eso”, cuestionó Vargas. Al respecto Silvia Pareja dijo que muchas madres fueron obligadas a ir a la marcha. “Si no iban las raciones de leche en sus bases iban a ser cortadas, recibí varios mensajes de madres contándome lo mismo”, aclaró la dirigente.
Días después de que las afirmaciones de Brito y la industria láctea fueron desmentidas, Pilar Brito llamó a Nivia Vargas para tener una reunión con ella. «Los de Gloria siempre nos han invitado a su planta, pero no sabíamos que los ganaderos tenían buenas vacas», se excusó Brito. “Dijo que dejaría el tema ahí, pero ha vuelto a incentivar que se derogue el decreto. Si la norma se anula, ganaderos y madres del vaso de leche haremos marchas hasta que se deje de perjudicar a los niños”, finalizó la presidenta de Agalep.
Sudaca intentó comunicarse con Pilar Brito para recoger sus descargos sobre las acusaciones que se le hacen, pero hasta el cierre de este informe no recibió respuesta alguna.
El mercado lechero nacional está concentrado en tres grandes empresas, de acuerdo a un informe publicado por Indecopi sobre el sector lácteo publicado a finales del año pasado. Gloria, actor principal, tiene una participación de mercado del 76,7%. Le siguen Laive y Nestlé, con 9,9% y 8% respectivamente. Su influencia en el negocio es inmensa. Juntas, por ejemplo, acopiaron el 49,8% de la leche fresca producida en el 2020, según el documento.
Y no han estado exentas de cuestionamientos en el pasado. El Caso Pura Vida, producto de Gloria, es uno de los más recordados. En el 2017, la Autoridad Panameña de Seguridad de Alimentos (AUPSA) prohibió que Pura Vida ingrese a ese país con el etiquetado de leche porque su composición no era exclusivamente ese alimento. Tenía un 60% leche, según Gloria. Esta decisión llegó al Perú y desencadenó toda una discusión respecto a los rótulos más exactos para el mercado lácteo.
Desde entonces, cada vez que la leche ha estado de nuevo en el ojo de la tormenta la discusión jamás ha excluido el aspecto de la industria. “Esa polémica es totalmente comercial. Mezclan la parte técnica. Con eso logran que los niños tomen menos leche”, asegura Rodrigo Valenzuela.
“Tiene rasgos comerciales que están relacionados al impacto a los productores ganaderos. Ellos han reclamado que ‘leche’ se le llame a los productos elaborados solo a partir de leche fresca, no más a las mezclas lácteas. Es importante tenerlo presente”, complementa Jessica Huamán, presidenta del Frente del Consejo Municipal contra el Hambre de Lima.
Hoy, esos “rasgos comerciales” tampoco están excluidos del debate. Esas son las bases para hablar de la leche en el Perú. Un asunto que todavía traerá nuevos capítulos.
La pregunta del millón es si los cambios propuestos por el Midagri atacan los verdaderos problemas del mercado lácteo. “Este reglamento responde a una tensión natural entre los grandes compradores y los gremios ganaderos. Aún así, no había un problema en la cadena productiva, menos en el valor nutricional o precios. Sí a nivel del negocio ganadero, pero eso no se corrige cambiando normativas sobre composición de productos”, considera Carlos Zuñiga, presidente de la Asociación de Defensa del Consumidor Elegir.
Lo mismo sostiene Hania Pérez de Cuellar. “La solución al problema no es cambiar reglamentos. A mi criterio es empoderar al sector ganadero. Que tengan centros de acopio, cooperativas, un buen nivel tecnológico con refrigeración para controlar la calidad de la leche. Ello permitiría que los ganaderos puedan acopiar más y mejor. Así pueden negociar mayores precios con Gloria o con quien sea”, propone la expresidenta de Indecopi.
Otra crítica a los cambios planteados por el Midagri gira en torno a la entidad por la cual se regirá la nueva definición para la “leche evaporada”, es decir, la FDA estadounidense. “Si comparamos al ganado peruano con el americano, el primero está a libre albedrío tratando de comer el forraje [alimento de ganado] que está a su disposición, de haberlo. Eso condiciona la nutrición del ganado y que su leche fresca no sea estándar. En Estados Unidos tienen una alimentación adecuada con revisiones microbiológicas y sanitarias que cumplen las expectativas”, enfatiza Antonio Castillo, decano nacional del Colegio de Nutricionistas del Perú.
Según Nivia Vargas, de Agalep, en el país teníamos 900.000 vacas en producción hasta el 2020. Ella misma considera que las limitaciones tecnológicas son el principal problema de la leche fresca nacional, más allá de su competencia con la leche en polvo. “Las bacterias se producen porque nosotros no tenemos cadena de frío. La leche espera tres horas mientras llega el camión de acopio porque se ordeña de 3 a 4 a.m. Durante el transporte proliferan las bacterias. En otros países, como Colombia, la industria da tanques de frío. Eso es trabajar de la mano”, asegura.
Así las cosas, ahora la industria tendrá que adaptarse a la nueva definición de “leche evaporada”. Según Lozada, Gloria y compañía podrán seguir vendiendo el producto mezclado con leche en polvo, pero bajo otro etiquetado: como leche ‘recombinada’ o ‘reconstituida’. “No prohíbe la importación de leche en polvo”, explica.
Y luego, complementa: “A esto hay que sumarle la recordación del consumidor peruano que está acostumbrado a comprar latas que digan “leche evaporada” en vez de recombinada. Ahora siempre que compre leche evaporada sabrá que es producto peruano y que apoyará la economía rural nacional”.
Pero también es posible queempresas como Gloria empiecen a importar leche evaporada, evitando correr el riesgo operativo de adaptarse a la nueva definición peruana. “Es una posibilidad. Ya ocurre en ciertos supermercados como Tottus. Importan marcas blancas y les ponen etiquetado propio. Suelen ser más baratas que las nacionales. Si una industria empieza a importar más en vez de fabricar acá, genera desempleo”, sostiene Pérez de Cuellar.
Lo único claro es que esta no será la última novedad que el Midagri traerá para la leche nacional. “Hay varios temas menores que se quedaron en el tintero para no complejizar el decreto supremo. Están siendo evaluados, podrían generar una propuesta de modificación más adelante”, revela Lozada. Óscar Zea, ministro ganadero y congresista del lápiz, tiene una agenda clara para este tema. Habrá que esperar sus próximas sorpresas.