Jeri Ramon

Desde que se anunció su llegada al cargo, en junio del 2021, la gestión de Jeri Ramón en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha estado plagada de cuestionamientos y polémicas. Sus ataques a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) y la autonomía universitaria han llevado a que, en más de una oportunidad, Ramón Ruffner se vea enfrentada con los estudiantes de su propia universidad e incluso con los docentes sanmarquinos.

A más de dos años después del anuncio de su llegada al puesto de rectora, el clima de tensión está lejos de llegar a su final en la prestigiosa universidad pública. Entre estas últimas polémicas en que se ha encontrado involucrada Jeri Ramón se encuentra un cambio en los estatutos de la universidad que estaría perjudicando seriamente la llegada de docentes más actualizados y, por lo tanto, terminaría por perjudicar la calidad de la enseñanza. Sudaca ha podido revisar la grabación de esta cuestionada sesión de la Asamblea Universitaria en la que se discutió este controversial cambio que algunos creen tiene como finalidad sumarle aliados a la rectora.

SIN RENOVACIÓN

El pasado lunes 26 de junio, la Asamblea Universitaria de San Marcos llevó a cabo su sesión ordinaria programada a las diez de la mañana. La misma se venía realizando sin mayor problema hasta que se empezó a discutir el informe de la comisión encargada de modificar artículos del estatuto de la universidad.

Entre los puntos a tratar se encontraba el cambio del artículo 163 del estatuto de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el cual se establecía que sólo se podía ejercer la docencia hasta los setenta años y que, luego de pasar dicha edad, se podrían mantener como docentes bajo la condición de docentes extraordinarios.

Amparándose en el artículo 68 de la ley 30220 de la Ley Universitaria, el cual dispone que no hay edad máxima para el ejercicio de la docencia universitaria, la comisión encargada se dispuso a realizar el cambio respectivo al estatuto de San Marcos. Sin embargo, la indiferencia de un considerable sector de los asistentes a la asamblea ante las propuestas que se pidieron tener en cuenta ha generado malestar en la comunidad universitaria.

Tras la exposición, en la que se mostró cómo quedaría el artículo 163 del estatuto, Augusto Hidalgo Sánchez, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas, mostró su preocupación ante el desinterés para que la plana docente pueda renovarse. “Quisiera que el artículo 163 tuviera un agregado que diga que la universidad promueve el ingreso de candidatos jóvenes. Porque, como una política adicional, la universidad es una institución que presta servicios. En administración de organizaciones se sabe que el mayor potencial y dinamismo que tienen está asociado con la edad de sus miembros”, señaló Hidalgo.


Otro docente cuestionó que no exista la posibilidad de cesar a los docentes y acotó “O sea que nos quedamos hasta salir con el terno de madera”. Ángel Bustamante, decano de la facultad de Ciencias Físicas, relató que universidades de otros países sudamericanos tienen docentes hasta los setenta años y calificó como aberrante el cambio que se pretendía aprobar.

Las polémicas con estos cambios también se observaron cuando se abordó el tema de los docentes extraordinarios. Estos debido a que quienes obtengan esta condición deberán pasar por la aprobación de una comisión especial. Sin embargo, cuando uno de los asistentes preguntó si la comisión podría ignorar el resultado de una evaluación física y psicológica para brindar de igual forma la condición de docente extraordinario no obtuvo respuesta del expositor dejando serias dudas sobre el proceso. Por otro lado, fuentes consultadas con Sudaca señalan que detrás de estas decisiones está la intención de la rectora de mantener en la universidad a docentes que están a favor de ella.

OTRO CAMBIO BAJO LA LUPA

Pero esta no es la primera vez que los estatutos de San Marcos están bajo la lupa desde la llegada de Jeri Ramón al cargo de rectora. El pasado mes de julio, Sudaca publicó el informe titulado UN PROBLEMA RUIDOSO PARA SAN MARCOS en el cual se relataban los inconvenientes que afrontaban estudiantes y docentes como consecuencia de los constantes conciertos que se realizan en el estadio sanmarquino.

En dicho informe periodístico, la comunidad universitaria cuestionaba el evidente interés por parte de las autoridades de San Marcos por realizar un elevado número de conciertos teniendo en cuenta que la universidad es pública, por lo que estos ingresos no son indispensables, la ausencia de cambios en la infraestructura que muestren el impacto positivo del dinero que deja el alquiler del recinto deportivo y que, además, se perjudicaba a los estudiantes deportistas que necesitaban hacer uso de estadio.

La respuesta a ese cuestionamiento también estaría en los cambios aprobado recientemente. Según se pudo conocer, entre estos cambios se dispuso que los ingresos provenientes del alquiler del estadio pasen a ser administrados por la rectoría y, según las fuentes consultadas por Sudaca, este cambio supondrá una mayor dificultad para la transparencia en el manejo de recursos.

Nadie podría negar que en San Marcos las cosas están cambiando, pero tampoco se puede negar que, con casos como los expuestos, estos cambios no parecen tener como prioridad al estudiante universitario ni a la calidad de la enseñanza y, además, la complicidad de la rectora Jeri Ramón también parece estar fuera de discusión.

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Un nuevo cuestionamiento a la gestión de Jeri Ramón como rectora de San Marcos empieza a tomar fuerza. Los multitudinarios conciertos que se realizan en el estadio universitario se han convertido en un grave problema para los estudiantes. Sudaca ha conversado con los afectados para conocer los detalles de este reclamo de los sanmarquinos.

El pasado mes de abril, el tan esperado concierto por el aniversario del Grupo 5 convocó más de 120 mil personas durante tres noches consecutivas. Este evento que, además, contó con la presencia de artistas internacionales fue, sin lugar a dudas, uno de los más esperados de este 2023 y colmó la expectativas de los miles que asistieron al estadio de la Universidad Nacional de San Marcos. Del mismo modo, en mayo, el Reggaetón Lima Festival causó gran expectativa entre los fanáticos del género urbano que volvieron a llenar el estadio sanmarquino y, como era de esperarse, la celebración de los cincuenta años de trayectoria de Eva Ayllón también coparon las gradas y cancha del estadio de San Marcos semanas atrás.

Estos eventos, y muchos más, podrían ser interpretados como una muestra del gran momento que atraviesa Lima como plaza para conciertos de diversos géneros musicales. Sin embargo, existe un detrás de escena que empieza a generar una gran preocupación con respecto al futuro de los conciertos que se realizan en el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por las dificultades que se empiezan a padecer en dicha casa de estudios.

CLASES INTERRUMPIDAS

Con el regreso de los conciertos tras la época de pandemia, el estadio de San Marcos retomó su ubicación como uno de los recintos favoritos por los organizadores para llevar a cabo presentaciones de artistas nacionales e internacionales. Sin embargo, estos eventos, que se han realizado en numerosas oportunidades a lo largo de este año, se están convirtiendo en un dolor de cabeza para los estudiantes.

En diversos videos subidos que los propios universitarios han registrado, se puede ver y escuchar cómo las clases son interrumpidas por los diversos ensayos y pruebas de sonido que los artistas realizan días previos a los conciertos que se llevan a cabo en el estadio de la universidad y la única alternativa es seguir con el desarrollo de sus actividades académicas con un ruidoso sonido de fondo.

Sudaca conversó con Marcos Tello, presidente de la Federación Universitaria de San Marcos, quien relata que los inconvenientes por los conciertos datan desde octubre del año pasado. “Fue escandaloso cuando, para el concierto de Eva Ayllón, la rectora posterga las clases presenciales y los pasa a virtual faltando dos días para el concierto”, relata el estudiante y agrega que “no solamente los estudiantes no han podido rendir sus exámenes de manera presencial sino que muchos de nosotros necesitamos hacer uso de la biblioteca”

Tello denuncia que, pese a los ingresos que dejan estos eventos, los estudiantes no ven mejoras en la universidad y que incluso se ha disminuido el presupuesto para el comedor. A estos reclamos se le ha sumado que los deportistas sanmarquinos han visto seriamente perjudicada la posibilidad de realizar sus actividades ante la cantidad de conciertos programados en el estadio de su casa de estudios. “Hace unas semanas teníamos un campeonato  interuniversitario en el cual San Marcos había llegado a las finales y se tenía programado jugar en el estadio. No obstante, por disposición de las autoridades no pudieron jugar porque estaban instalando la estructura para el concierto”, contó el estudiante.

En las imágenes registradas por los estudiantes se puede observar cómo este problema viene afectando a estudiantes que no pueden escuchar las clases con normalidad y a docentes que no pueden dictar los cursos con la tranquilidad necesaria para explicar las materias que tienen a cargo.

Aunque, sin lugar a dudas, lo que más indignación está generando entre los universitarios es la indiferencia de las autoridades de San Marcos. En este aspecto uno de los roles más criticados es el de Jeri Ramón, rectora de San Marcos, quien ahora suma un nuevo cuestionamiento debido a que los estudiantes señalan que sus pedidos para que la educación sea prioridad y, por lo tanto, se le dé una mayor importancia a las actividades académicas y el ambiente de tranquilidad que estas requieren para llevarse a cabo, son ignorados.

Natali Durand, docente sanmarquina, también alza su voz ante estos estos reclamos y señaló a Sudaca que “desde el día miércoles tenemos conciertos y actividades de grupos evangélicos. Desde la mañana están con la prueba de sonido y es tan fuerte que retumban las paredes de la facultad”. También manifiesta que algunos de estos conciertos ponen en riesgo la seguridad de los estudiantes debido a que algunos de los asistentes están en estado de ebriedad en las inmediaciones de la universidad. “Los docentes no podemos dictar clases. Uno está tratando de explicar y te desconcentra. La universidad no es una empresa que necesita alquilar sus bienes para recaudar dinero”, agregó Durand.

Para la docente universitaria, la indiferencia de las autoridades de esta casa de estudios ante los problemas que tienen los alumnos se debe a un interés económico que no necesariamente beneficiaría a los estudiantes. “La rectora hizo un cambio en el estatuto de la universidad para que lo recaudado con los conciertos ya no sea destinado al área de bienestar estudiantil sino que vayan al rectorado”, cuenta Natali y explica que, al pasar a manos del rectorado, la transparencia de recursos será casi nula.

CONCIERTOS LLENOS Y PLATOS VACÍOS

Marcel Velázquez es otro de los profesores afectados por estos conciertos. “Yo dicto clases los viernes y es muy difícil dictar la clase porque las pruebas de sonido afectan a las facultades, especialmente a las de Letras, Ciencias Sociales y Turismo”, cuenta el docente y agregó que “se está desnaturalizando el sentido de la universidad. Se ha llegado a cerrar la universidad antes que acabe el semestre académico para garantizar un espectáculo musical hace una semana”.

En declaraciones para Sudaca, Velázquez relata que la gran cantidad de conciertos, y las enormes sumas de dinero que dejan por el alquiler del estadio, no han servido para que la universidad tenga mejoras en infraestructura y que las carencias del pasado siguen sin solucionarse. “Las raciones de alimentación para los alumnos son insuficientes. Los alumnos hacen cola hasta de una hora antes que abran las puertas y tienen que ir corriendo para el comedor para tener un ticket para el desayuno o almuerzo. Ahí hay una necesidad concreta. Si estos conciertos sirviesen para al menos aumentar el número de raciones tendrían sentido”, cuenta Velázquez.

Al igual que Durand, Marcel Velázquez observa con preocupación el manejo que se le está dando al dinero que dejan los eventos realizados en el estadio universitario producto de lo que ha denominado como una política de captación de fondos. “El rectorado ha solicitado que esos ingresos no vayan a la cuenta general de la universidad sino que sean manejados por el rectorado. Esto devela cuál puede ser la intención de tener tantos conciertos al año”, declaró el docente a Sudaca.

Para lo que resta del 2023, el estadio de San Marcos recibirá nuevos eventos como la tercera edición del Reggaetón Lima Festival que se realizará a inicios de septiembre y la presentación del cantante canadiense The Weekend programada para la tercera semana de octubre. Sin embargo, lo que no parece figurar en el calendario es la atención al reclamo de los estudiantes que, por ahora, parecen tener que resignarse a interrumpir sus clases mientras la universidad se limita a celebrar los ingresos económicos que les dejan estos conciertos.

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En 2018, la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Piura abrió una investigación contra Castillo Venegas, luego de que se difundieran grabaciones de 2015 en donde él estaba involucrado y que configuraban un presunto delito. Por entonces Castillo era Decano de la mencionada facultad y miembro de una comisión para un concurso público de contratación de docentes. En la conversación grabada –por un profesor de la facultad–, Castillo Venegas hablaba de un manejo político de este concurso. 

Aquí un fragmento publicado por Radio Cutivalú: 

Castillo: De cuatro vacantes, que César me pida una, bueno, sí es factible darle. Pero, de una, que me pida una, ni fregando [risas]. Eso es imposible, eso no lo vamos a practicar ni fregando, si sabe que es la perpetuidad del grupo, aquí interno ¿cierto?, ese es el tema. Por eso, mira tú, dile a Armando, todo mi cariño para él, pero que se está analizando, tanto las fortalezas como las debilidades. Eso le tienes que decir hermano, lo mismo que yo le he dicho. Yo precisamente estoy esperando reunirme con Alberto Chumacero, para ver, y también políticamente…

Profesor: ¿Él también conforma la comisión?

Castillo: Si es su departamento, pues.

Castillo: Para ver, políticamente compadre, tomar una decisión hermano y por ahí transitar, definitivamente esos tres profesores van a ser nombrados, sí o sí, pero para ver quién va primero, tenemos que esperar, ese es el tema.

Cuando le consultamos sobre este tema, el abogado respondió que el caso fiscal ya se había archivado, que en varios campos de la vida –incluyendo los concursos públicos– se “hace política” y que quería “escoger a los mejores”. “No nos rasguemos las vestiduras con un simple decano, con la elección de un profesor”, agregó.

Pero ahí no acaban las controversias de Castillo Venegas. Como asesor legal de la universidad, ha defendido la prolongación del mandato del rector Santos Montaño, pese a que la Sunedu ha reportado indicios de fraude en su elección, lo que debería derivar en una convocatoria a nuevas elecciones. El argumento de Castillo en este caso ya es conocido: la “autonomía universitaria”.

Mientras fue Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Castillo también fue investigado por la Contraloría debido a un presunto mal manejo de la caja chica para adquirir servicios de impresión, librerías y candados, durante su gestión y la de su sucesor. Según el informe de la Contraloría, los propietarios y encargados de los negocios en cuestión mostraron una boleta de venta distinta a la que declaraba la universidad. Esto la llevó a concluir que las boletas “fueron emitidas por operaciones no reales y/o inexistentes” y que se trataría de “comprobantes de pago presuntamente falsos, cuyo monto asciende a S/ 2,410.00”.

Castillo Venegas se defiende de este caso basándose en la falta de acciones posteriores por parte de la entidad supervisora: “la Contraloría se quedó satisfecha porque no planteó ninguna denuncia ni investigación fiscal. Hay cuestiones más importantes que encargarse de las boletas que estaban cuestionadas, por un importe de 150 soles. Además, la que realiza el importe es una secretaria”, sostuvo.

El abogado y profesor que ha sido elegido por los rebeldes rectores también mantiene tres deudas coactivas de la SUNAT, que suman casi 40 mil soles. “En el Perú, todos tenemos alguna deuda pendiente. Yo reconozco mi deuda y en su momento se va a pagar”, respondió al respecto, pese a que dos de estas deudas son de 2014 y 2015. “Eso está en la esfera de lo personal, amigo: si pago o si no pago. No debería ser cuestionado por eso”, agregó.

Deudas Manuel Castillo
Las deudas que acumula Castillo Venegas en la SUNAT

Dentro de los cargos que ha ostentado Castillo Venegas se encuentran el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, el Decanato en el Colegio de Abogados de Piura y la Junta Nacional de Decanos del Colegio de Abogados del Perú. También dirige ‘Castillo Venegas abogados consultores’, que brinda asesorías en entidades como el Tribunal Constitucional, la Fiscalía de la Nación, Indecopi, entre otros.

Ahora, en sus palabras, va a estar en un “apéndice del Ministerio de Educación”, donde Castillo Venegas asegura que mantendrá su independencia respecto a los rectores que lo eligieron. Para él, la Sunedu ha funcionado, pero debe mejorar con estos polémicos cambios propuestos por el congresista Esdras Medina. Por el momento, se encuentra esperanzado por la apelación que el Congreso presentó contra la decisión de declarar fundada la demanda de amparo. 

“Yo creo que el superior de jerarquía, que es la Sala Superior Constitucional, va a resolver. Toca esperar nomás”, afirma. Cuando le preguntamos si no consideraba prudente, entonces, esperar a la decisión en segunda instancia para aceptar el cargo en la Sunedu, dio una peculiar respuesta: “Lo prudente es otra cosa, nosotros nos manejamos por el tema de legalidad”. 

**Fotoportada por Darlen Leonardo

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