- Los execrables ataques que sufrieron en sus domicilios, los reconocidos periodistas Rosa María Palacios Mc Bride y Gustavo Gorriti Ellenbogen, perpetrados por el grupo de desadaptados al servicio de la caverna, autodenominado “La Resistencia”. Gorriti es, desde hace años, objeto del odio irredento de la ultraderecha y de grupos de poder inmersos en casos de corrupción, que no toleran el trabajo de investigación de IDL-Reporteros, que pone al descubierto sus trapacerías. A los acostumbrados insultos y amenazas, en esta ocasión se agregó un “Gorriti no es peruano, es judío”, que dejó, bien en evidencia el negro fustán nazi-fascista de quienes están detrás de estos atropellos contra el “hombre más poderoso del Perú” (Rafael López-Aliaga dixit). El caso de Palacios es bastante interesante. Esta abogada y periodista, de evidente talante conservador y religioso, ha venido cometiendo el “pecado” de informar pormenorizadamente sobre las manifestaciones de protesta a nivel nacional y de los casos de violación de los derechos humanos por parte de la Policía y las Fuerzas Armadas. Además, ha criticado abiertamente las actitudes del Ejecutivo y del Congreso, principalmente en referencia al siempre postergado adelanto de elecciones generales. Por ello resulta sintomático que, además de los predecibles calificativos de terrorista y comunista con que la ultraderecha peruana estigmatiza a quienes les resultan incómodos, se haya proferido contra ella ofensas “fisonómicas” tales como “chancha de mierda”. Esto último, cuadra perfectamente con lo que Antonio Maestre, conocido periodista y escritor español, ha escrito: “La extrema derecha busca humillar, asustar, coaccionar y acomplejar con comentarios sobre el físico, que indiscriminadamente se usan de manera organizada, contra toda mujer que tenga voz en el espacio público. Si eres una mujer y has opinado contra VOX (partido posfascista español) sabes que esta definición no es retórica.” El que pueda entender, que entienda, reza la Biblia.
Como ciudadanos libres y demócratas del Perú no podemos permanecer indiferentes a los ataques que viene sufriendo nuestra sociedad por parte de una agresiva e insolente ultraderecha que piensa que ha llegado la hora de imponer nuevamente sus intereses por todos los medios, lícitos o no, a su alcance. Es tiempo de proclamar de manera orgullosa y libertaria: ¡TODOS SOMOS JUDÍOS Y CHANCHOS DE MIERDA!