4.
En un gobierno que podría ser reconocido como el que menos importancia le ha dado al trabajo de cierre de brechas de género, que retrocede cada vez más en representación de la mujer en puestos de gobierno, que ha insultado la lucha por los derechos de la mujer con funcionarios de primera línea maltratadores y misóginos, en este gobierno, una feminista reconocida y de trayectoria intachable, hasta ahora, es la ministra de la mujer.
He planteado abiertamente la pregunta de si es que el movimiento feminista también habría aceptado la cuota en un gobierno fujimorista o de derecha extrema. Aún sin respuesta alguna. Porque es lo mismo. Porque la presencia de la ministra Milaslovich, por quien tenemos el mayor respeto por su lucha directa en la conquista de los derechos de las mujeres y las minorías sexuales, es una fachada, una manita de pintura, un brochazo que solo sirve para decir mira qué bonito lo hicimos. A diferencia de la gestión Durand, que sí podía tener el respaldo de una línea de gobierno encabezada por la PCM Vasquez, ahora el tener un ministerio progresista es una falacia mayúscula.
Respetamos al movimiento feminista y entendemos que hay espacios para el trabajo que deben poder aprovecharse. Pero también consideramos que este es un sinsentido mayor. En una entrevista para la Revista Ideele, otra dirigente reconocida, Violeta Barrientos defiende la posición señalando que “No ha significado una alianza o un respaldo al Gobierno del presidente Castillo”. Este argumento me parece de terror. No hay mayor alianza política que un ministerio de Estado. Negarlo es miope o tratar al lector de estúpido. Resulta que la ministra no apoya al gobierno. Pero es ministra. Recursos discursivos sin sentido que hieren mucho.
Los derechos siempre se conquistan por fuera del poder. Negociar una plataforma -en este caso la presencia del feminismo en el ministerio- considerándola una oportunidad en un espacio marcado por la sospecha de corrupción y la certeza de que es un gobierno al que la paridad y el cierre de brechas le interesa un pepino, es la mejor manera de traicionar esa trayectoria. Y las principales perjudicadas a la larga serán la mujeres de este país.
5.
Hay más. Todos los días, solo leyendo los periódicos o escuchando las noticias nos preguntamos siempre, ¿qué hay detrás? ¿Por qué son así? ¿Por qué jamás encontramos lógica en un discurso? Las paradojas del Perú son casos de estudio.