sociedad

La realidad del pais, ahora mismo, permite darnos cuenta que estamos viviendo tiempos de incertidumbre, de temores e inseguridades, donde se muestra la debilidad de las instituciones responsables de advertir, prevenir y corregir el desorden. Es pues así, que, ante la falta de un ordenamiento integral de la sociedad, nos convertimos en caldo de cultivo para cualquier abuso y aberración que pueda darse entre nosotros. Toda esta situación trastoca la psiquis de nuestra población, la convierte en víctima ante cualquier atentado que pueda darse y que lastime su integridad y sus vidas. 

No se justifica para nada en estos tiempos este momento de terror que se vive en las ciudades, de angustia y desazón, donde la sola amenaza advierte la necesidad de cuidarse y lastimosamente allanarse a las lacras. Terrible situación que el Estado debe corregir de inmediato, urgente, y como siempre se dice articular sistemáticamente entre las instituciones la solución ante esta jodida situación. Poner las barbas en remojo y comenzar un plan bien pensado con estrategias a corto, mediano y largo plazo. Cada una de estas estaciones temporales de atención tienen responsables directos, ya el lector pondrá en la lista de responsabilidades cada institución. Pero es muy importante incluir el sistema educativo y formativo, de la mano con las instituciones que incidan en la importancia de entender el concepto de ciudadanía como parte fundamental del desarrollo de las poblaciones, la justicia no solo es resolver derechos, también es velar por el cumplimento de deberes, en fin. Fortalecer la sociedad en una necesaria lucha contra los egoísmos sociales que se van gestando por los cambios mundiales. Hablar de poblaciones vulnerables, distorsiona la idea de que en realidad son grupos vulnerables y desde ahí comienza el trastocamiento de una realidad que está inmersa en el caos total. Muchos años han pasado y seguimos representados por gobiernos que han permitido, silenciosamente, la generación de un desorden social. Las instituciones se han deslegitimado, la mediocridad en muchos casos ha anidado en espacios funcionales importantes, donde las decisiones eran urgentes y no las han tomado, por la desidia y por la falta de experiencia ejecutiva. Hasta ahora se ve esa situación en muchos espacios de mando en el estado. Podría continuar describiendo esa situación, pero sería más de lo mismo.  

Cuando digo que los gobiernos han permitido silenciosamente la generación de un desorden social, me traslado en el tiempo y recuerdo cuando dictaba un curso de Realidad Nacional en una universidad particular donde me esforzaba, como docente, en plasmar en los alumnos el sentido de reconocer la importancia de una relación estrecha entre el estado y la sociedad, y muchos de ellos comparaban esta relación, con el sentido de lo que son las relaciones padres (léase estado) e hijos (léase población) y creo, no se equivocaban. No cabe aquí el debate sobre los derechos sobre familias disfuncionales o no, la relación directa es padre e hijos. 

El ejemplo era básico, un padre o madre, educa, enseña, pone reglas, dicta normas, en familia o no y prima el respeto en todas sus formas, es lo normal creo yo. En el desarrollo y crecimiento de este niño, joven y adulto esas normas y reglas van a perdurar siempre y con luchas generacionales, pero todo las trasladará en su momento. Existirá un orden. Si los padres no educan, no ponen reglas, etc., entonces el replique va a ser lo antagónico al orden y al respeto, en todas sus formas, se genera el descontrol y se debilita en todas sus formar al ser humano. Visto desde el estado, son las instituciones que lo representan, quienes deberían, seriamente captar este ejemplo coloquial y básico. El orden que se establece desde los inicios son los más importantes. Los egoísmos de estos tiempos, generan violencia y confrontaciones constantes, Si miento díganme. Aunque me lleve a detractores, siempre los hay, es la verdad. 

Demás está decir, que, en nuestra sociedad, han pasado veinte años aproximadamente donde el descontrol y la improvisación han primado y nuestra sociedad, nuestra población ha permitido que el caos se imponga y con la debilidad de nuestras instituciones, el pais se vuelve “tierra de nadie”.  El que entiende, entiende.

Nuestra realidad es terrible, y yo NO estoy justificando nada, condeno la situación de terror que se vive, los emprendedores, los artistas, todo aquel que se esfuerza y genera ingresos está en peligro, eso es terrible. Solamente advierto, que, sabemos qué es lo que motiva este caos, una sociedad débil, es más vulnerable, el desorden vulnera, la desidia vulnera, el irrespeto vulnera, la desconfianza vulnera, y no merecemos sentirnos vulnerables, merecemos, repito, comenzar a aplicar estrategias, a corto, mediano y largo plazo. Solo así, las respuestas que traerán nuevamente nuestra tranquilidad no tardarán en llegar.  

Tags:

caos, Estado, sociedad

Una pesquisa me condujo a un libro que, a pesar de su importancia, pasó inadvertido por la crítica de los medios y los streamings culturales. Es un volumen dirigido por la historiadora Claudia Rosas, titulado “Nosotros también somos peruanos”. La marginación en la historia del Perú, siglos XVI a XXI. A lo largo de sus casi 600 páginas y desde distintas perspectivas de la historia cultural, examina asuntos acuciantes y dramáticos de ese enorme mosaico humano y social que es el Perú. 

Un abordaje riguroso y detallado destaca en los artículos, escritos con estilo libre y fluido por la mayoría de sus participantes, entre ellos la propia Claudia Rosas, Nelson Manrique, Jesús Cosamalón, Antonio Zapata, Karen Spalding, Jorge Lossio, Carlos Pardo-Figueroa, María Eugenia Ulfe, el desaparecido Jeffrey Klaiber, entre otros. 

El libro apareció bajo el marco de una valiosa colaboración realizada en 2024 entre los fondos editoriales del Jurado Nacional de Elecciones, que lidera Enrique Hulerig, y de la PUCP, que tiene al frente a Patricia Arévalo. No se puede obviar el apoyo de los archivos fotográficos tanto del MALI como del Centro Bartolomé de las Casas, que cedieron valiosas fotografías (datadas entre 1865 y 1930) que ilustran el volumen. Entre ellas, causa particular asombro la fotografía de una de las sobrevivientes canacas polinesias secuestradas de su isla en 1862 por la Marina mercante peruana para realizar trabajos agrícolas con los culíes chinos, o desempeñar labores domésticas en casonas limeñas (p. 285).

El tema que recorre todo el libro, como bien dicta su título, es el del origen de la marginación en el Perú. Uno de los primeros artículos, “Los justos títulos de la guerra. De Ginés de Sepúlveda a los ppkausas”, Nelson Manrique (p. 67) identifica el comienzo de este fenómeno en la conquista. Ello se hace evidente durante el debate de Valladolid entre Las Casas y Sepúlveda, en el contexto de la formación de una sociedad colonial de castas que, tres siglos después, se consolidaría incluso en el ámbito académico, a través de las posturas racializantes de la República (Herrera, Deústua o Palma), que consagran esta visión de país en permanente estado de eugenesia, balcanizado en grupos cerrados, tal como en su momento sucedió bajo borbones y Austrias. Independencia en lo administrativo, no en la mentalidad.

Siguiendo el hilo de la historia cultural, uno de los ensayos más interesantes es justamente el de Claudia Rosas Lauro, antologadora del volumen, “Vagos, ociosos y malentretenidos. La idea de pobreza en el Perú del siglo XVIII”. Ella advierte (p. 235) que va “a estudiar en primer lugar la visión de la pobreza y los pobres en el discurso ilustrado peruano, identificando a los autores de la élite ilustrada que desarrollaron tanto temas de pobreza, como de vagancia y ociosidad, en función de los valores ilustrados de trabajo, utilidad y orden. (…) nuestras fuentes estarían constituidas por textos escritos por la élite ilustrada peruana, en la que participaron destacados miembros de la burocracia virreinal, de la Iglesia y de la intelectualidad. Estos textos aparecieron publicados en periódicos como el Mercurio Peruano o bajo el formato de libro, como Reforma del Perú [1783]”. 

Sirva aclarar que este último fue escrito por Alonso Carrió de la Vandera (Concolorcorvo) diez años más tarde de la publicación de su picaresca cumbre, El lazarillo de los ciegos caminantes (1773), y que, gracias al ensayo de Rosas Lauro, podemos conocer en una faceta novedosa para el público literario: la del funcionario de Estado. El artículo estudia la aparición del concepto de plebe y la creación de toda una forma de vida, dentro de la élite limeña, gestada en oposición a esa naciente y desconcertante morralla marginal. La sociedad limeña, así, revela que se ha estructurado a partir de un racionalismo que otorgaba valor a las personas según su funcionalidad o su falta de ella. Se crea pues un discurso desde el poder para etiquetar a los sectores sin oficio ni beneficio, lo cual singularmente es objeto de debate desde las páginas del Mercurio Peruano, faro del pensamiento postcolonial y prerrepublicano.

Por último, sin restar méritos a los ensayos de Cosamalón acerca del nacimiento del servicio doméstico en Lima, con ese conocido contrapunto entre africanos e indígenas, o los textos de Spalding, Aguilar y Vergara sobre sectores vulnerables en la Colonia, en particular niños y mujeres, llama la atención el ensayo de Antonio Zapata sobre la gestación de la comunidad y posterior distrito de Villa El Salvador como modelo de ciudad autogestionaria, donde se puedan unir los conceptos de centro de trabajo y pobladodormitorio, ideado como un experimento vecinal desde Sinamos pero pronto llevado adelante por la fuerza viva de los propios trabajadores-vecinos, al punto de que sobreviviese las arremetidas de los gobiernos posteriores a Velasco y lograse consolidarse como un distrito pujante que aún hoy conserva su parque industrial. En suma, un libro pleno de artículos de interés que refuerza enormemente la imagen de una institución como el JNE vista como controversial por algunos, en colaboración con una de las universidades más importantes de América Latina. Es de esperar que,  en vista de los recientes cambios de gestión en el JNE, se mantenga el espacio editorial que se ha convertido ya en referente de la promoción de investigación, reflexión y cultura sobre nuestra democracia e historia política. 

Claudia Rosas Lauro (Editora). “Nosotros también somos peruanos”. La marginación en el Perú, siglos XVI al XXI. Segunda edición. Lima: Jurado Nacional de Elecciones y Fondo Editorial de la PUCP, 2024.

Tags:

Claudia Rosas, Historia, Marginalidad, Pobreza, sociedad

En el mundo actual, en los países donde comienzan a originarse cambios y con poblaciones con dependencias extremas, se encuentra la figura del asistencialismo social, cuya acción misma o sino también de manera conjunta, llevan a cabo las instituciones que desde el Estado prestan ayuda a los grupos humanos en franca condición de vulnerabilidad, a veces de manera temporal y muchas más de manera permanente. En muchos lados, se convierte en compromiso obligatorio de los gobiernos con sus ciudadanos.

En la historia del Perú, el tema no es ajeno a este concepto, pues ya se ha convertido en una obligación también de nuestros gobiernos, el asistir a las poblaciones más necesitadas, más vulnerables, con la misión de satisfacer las necesidades básicas de las personas que requieren de la ayuda inmediata. La vulnerabilidad no tiene sector específico, puede estar en lo rural y en lo urbano, el tema es que la necesidad de esta masa periférica no solo es económica sino que también deviene en las pocas posibilidades de acceso a la educación, a la salud, a los alimentos, etc. 

Es necesario e importante entonces atender y porque no, seguir asistiendo integralmente a los grupos identificados. La ayuda social asistencial no es mala, es buscar una capitalización en un piso que podemos denominar cero para después poder escalar la atención paulatinamente. Es claro que en el Perú, tenemos esa ayuda asistencial y muchos programas sociales están dirigidos a palear la pobreza, muchas veces extrema en ese sentido, y está bien, pues la racionalidad histórica, fortalece las buenas intenciones y son los programas del Estado los encargados de atenderla. Diversos actores sociales de organismos públicos y/o privados, están involucrados con las personas en situación de necesidad extrema y las acogen y asisten y  la sociedad receptora subsiste recibiendo la ayuda. El tema es la temporalidad que no tiene punto final. Es decir existen y es necesario todavía poder contar con programas asistenciales, lo que falta es considerar en la línea, un final del camino. 

Por otro lado, existen también programas sociales muy interesantes que trabajan en un primer y segundo piso de atención, es decir, son promotores de cambio, aquellos que fortalecen capacidades y exaltan habilidades en la población, para generar el cambio en la sociedad a todo número y a todo nivel. Son estos los programas que constituyen aportes de afianzamiento de asociatividades, de emprendimientos serios a nivel urbano o rural, de trabajos coordinados para el desarrollo.

Entonces, la atención de nuestra sociedad debe estar enmarcada en una línea identificada donde se canalice toda forma de atención social, que vaya del asistencialismo puro a la mecánica generadora de cambio, un modelo que escale de la base cero a niveles de primer y segundo piso. He allí este problema recurrente en nuestro país, es necesario construir ese puente comunicante que permita el paso de lo asistencial a la promoción de fortalezas. Muchos programas asistenciales malacostumbran al público receptor y permiten una subsistencia estacionaria, que recorre su existencia a lo más fácil, ser atendidos y recibir. La aceptación pura de un derecho manoseado que es el de recibir del Estado toda ayuda posible. Un tema aparte es definir derechos y deberes sociales.

Encontrando esos puentes sociales, desde lo asistencial, la poca capitalización podría generar el comienzo de pequeños cambios y la auto identificación social,  para convertir a la población atendida en un futuro agente de cambio en medianos plazos.

No es fácil, eso es una verdad, el papel lo aguanta todo podrán pensar, la realidad es distinta, pero tampoco es imposible comenzar a identificar esa necesidad que permita comunicar a los programas de atención social. Un todo integral y ordenado, procesal y escalador permitirá comenzar a cambiar y traerá consigo nuevos enfoques, tan necesarios para lo que se quiere, nuevos mercados locales, emprendimientos nuevos, fortalezas poblacionales, gobernanza, etc. Es pues necesario construir este puente social, de la asistencia social pura a la generación de oportunidades económicas.

Tags:

Asistencialismo, población, sociedad

En nuestro territorio, aquellos procesos donde interviene el consumo, la producción, la comercialización, y sumados a los llamados desarrollos tecnológicos y humanos, constituyen lo que la academia suele denominar los circuitos económicos solidarios que buscan promover el desarrollo económicamente viable, ecológicamente sostenible y socialmente justo para el buen vivir de todos, en un determinado espacio. Para ello, es bueno considerar la formación planificada de los denominados mercados locales. Como es sabido, este tipo de mercados, que se caracterizan exclusivamente porque los compradores y los vendedores generan una relación estrictamente local o regional, pueden generar el comienzo de una cadena interesante de crecimiento como primer eslabón para un desarrollo a mayor escala.

Por lo general, son los sistemas agroalimentarios, quienes  incluyen no solo los aspectos de la producción de alimentos, sino también el procesamiento, la distribución y el acceso, que en el caso de los espacios locales se sostienen a través de los principios de diversidad, descentralización y adaptación dinámica. Interesante situación que se va gestando, creo yo, desde prácticas pasadas ancestrales que caracterizan las zonas llamadas rurales y que son reflejadas en el intercambio de mercancías, donde se  aprecia la dinámica entre productores y consumidores. Todo sistema productivo local, se muestra en una relación más democrática en comparación con los macro sistemas de producción que por lo general con altas tecnologías apuntan al incremento de ganancias de diversas formas. Contextualizando espacios a todo nivel, inclusive el político. 

Una idea que se puede manejar a nivel de gobiernos regionales o quizás desde el mismo Estado es constituir espacios donde se construya o fortalezca de forma planificada las instituciones locales, aquellas que en mediana escala pueden contribuir a un circuito económico que genere una dinámica local potenciada y en donde los productores puedan crecer de manera interna para poder apostar en futuros cercanos a un crecimiento externo. De esta forma se puede mejorar la capacidad de la población para sostener y generar sus propias iniciativas.

Al hablar de instituciones locales me estoy refiriendo a aquellas asociaciones, pequeñas empresas que van surgiendo en los sectores productivos que requieren no solo de capacidad para producir y trasformar sus productos, (algunos programas sociales apuntan en ese sentido) sino en la base de consumo que de igual forma puede ser organizada por los entes involucrados. Es decir formalizar la relación oferta y demanda a nivel de espacios locales. La acción colectiva, presenta alternativas a un manejo industrial a gran escala de los recursos naturales que a la larga verticaliza la relación en el mercado de manera excesiva. Por lo mismo, impulsar el desarrollo participativo desde la producción, es una opción que no deberíamos dejar de tomar en cuenta, puesto que al fortalecer o crear un verdadero mercado local, la interacción comercial, repito, planificada ahorraría costos y facilitaría el paliar las necesidades de la población, estableciendo formas de producción y consumo que contribuyan a encarar la crisis ecológico y social, que afecta, así no nos demos cuenta en nuestra sociedad y sobretodo en nuestros espacios rurales.

Propongo entonces que haya una articulación desde lo local, considerando lo social, lo económico y lo cultural, para que de forma integrada, en el puro estilo adaptativo, se permita generar un tipo de economía que integre y que se ponga al servicio de la población y no del lado opuesto. Es así que lo local, facilita que muchas organizaciones sociales y productoras puedan generar alianzas para ordenar la producción y el consumo. Los circuitos cortos de comercialización y sobretodo los mercados locales tiene muy de cerca la valoración ecológica, la identidad local, la fortaleza de la región y sobretodo la cultura del consumidor. 

Se deben construir redes de consumidores, comprometidos con los productores articulándose para producir cooperativamente parte de sus alimentos. El conocimiento local incide mucho en el conocimiento de formas para satisfacer las necesidades básicas de la población, buscando la reciprocidad y la equivalencia, promoviendo el apoyo mutuo para producir y consumir alimentos sanos. Los precios pueden ser más justos, los productores rurales, apuntan ese esquema.

En el sector urbano, hablar de mercados locales internos es un tema que requiere de mucha más elaboración, las ciudades necesitan otras estrategias, puesto que la dispersión cultural y social así lo exige. Es el Estado que basándose en fortalecer la aceptación de la población para el consumo local, debe promover ello. En resumen, no es mala la idea de voltear la mirada a lo que significa fortalecer los mercados locales.

Tags:

crecimiento, Mercado, sociedad

Ahora mismo, en estos tiempos, en el Perú sobre todo, descubrimos que el ser emprendedor se convierte en una moda bastante atractiva y por supuesto con retos constantes y cada vez más complejos, muchos de estos emprendedores, sin darse cuenta comienzan a convertirse en una especie de eje del cambio social, a pequeña y gran escala indistintamente, y por ende poco a poco comienzan a ser considerados como parte de un importante aporte para un tipo de crecimiento económico, aportando al fortalecimiento de un mercado interno legitimado y un desarrollo social que se enmarca en los cambios que la sociedad va testificando. 

Cuando un emprendedor comienza a fortalecerse y su formalidad lo lleva a circular en un sistema mucho más grande y articulado, entonces la idea de convertirse en un eje del cambio social va asociada a una gran responsabilidad y no solo de manera individual, sino a nivel asociativo, grupal o de conjunto. De esta forma comienza a madurar en distintos espacios un crecimiento económico que irá generando poco a poco un gran cambio social y que va a confluir con todos los cambios que se van dando de manera acelerada en nuestro país y en el mundo quizás. La idea de manejar estrategias de marketing cada vez se hace más necesaria para aplicarlas y además sincerar de qué forma quiere un emprendedor insertarse al mercado y de esta forma poder considerar diversos elementos que permitirían buenos cimientos para que la ola del fracaso no golpee y no destruya lo avanzado.

Entonces, es misión de los analistas en estos temas, advertir nuevamente los cambios que se presentan en el país y el mundo y aplicar las estrategias oportunas para hacer viable la apuesta por emprender, estrategias que van desde lo social, lo cultural y quizás lo marketero. Por eso, importante es la aplicación de, por ejemplo, una lógica intercultural cuyo componente, no me canso de advertir, es necesario, pues permitirse desde una mirada seria,  llegar a muchos más sectores del mercado interno, con una posición firme de entendimiento y tolerancia ante la presencia de varias culturas siendo fundamental para la apuesta por seguir y mantenerse en un juego de mercado que tiene demanda y está inmerso en la estructura económica local. Las localidades urbanas sobre todo, están de hecho,  viviendo con mucha fuerza la interculturalidad. Otra lógica a considerar es el rango etario en una muestra de inversión marketera, donde la edad es parte de un mercado diferenciado, la comunicación diaria, coloquial en los espacios sociales, las pocas palabras que nos quedan para entendernos, hace que se sincere a un público cautivo y consumista que comienza a entenderse de otra forma. Los cortes lingüísticos e idiomáticos, tiene una lógica que debemos buscar entender. La sociedad emoticona, se hizo un espacio en el entendimiento y por ende en el consumo. 

Para ello, la misión del marketing se comienza a horizontalizar, y las masas, sobre todo juveniles ven con agrado los mensajes marcados por “lo que no te obliga a pensar”, y los egoísmos naturales de una sociedad cambiante y desordenada, colectiviza las ideas superficiales y las asume de muy buena forma. Es una masa poblacional interesante a la cual me refiero. Es por eso que se comienza a fortalecer la imagen de los influencer, quienes en los últimos, casi cinco años, se han puesto de moda desde el momento en que las redes sociales digitales comienzan a formar parte de nuestro estilo de vida, otro elemento a considerar, principalmente también en los más jóvenes, y definitivamente el término ha ido cobrando cada vez mayor relevancia.

En sí, el poder de los «influencer» en la sociedad actual está sustentado por  aquellas personas que van fortaleciendo su credibilidad ante un público online que sigue su día a día, sus acciones y publicaciones a través de las redes sociales. Incluso, por su estilo, presencia y alcance en las comunidades digitales, se convierten en historia o apoyo de una marca. A eso deben apuntar los nuevos emprendimientos, a considerar este detalle de acción participativa y de marketing constante. El impacto que logran estas personas en las redes es muy potente, pues son horizontales y lectores de la realidad inmediata informal, juguetona e impensada, consiguiendo una infinidad de seguidores. Este facilismo marketero, legitimado por la coyuntura global actual permite que surjan líderes de opiniones naturales y con estrategias de marketing muy asequibles y de profunda llegada. Con la presencia de los influencers nace  una nueva manera de hacerse conocido el mercado, posicionando una marca, haciéndola más personal y directa. Estrategia que sin proponérselo considera la interculturalidad, tiene una llega etaria diferenciada y que al horizontalizar el mensaje, no tiene mayores cuestionamientos, pues la sociedad real.  Actual, informal, formal, lo entienden y lo siguen. Tema para pensar, en que momento nos ordenamos en el desorden.

Tags:

Emprendimiento, población, sociedad

Muchos países en el mundo consideran trabajar el concepto de cultura como un eje determinante para la aplicación de políticas de asistencia social, tratamiento de actividades que conllevan a fortalecer el trabajo conjunto para toda una sociedad. El análisis está siempre presente a manera de involucramiento previo a cualquier aplicación de políticas públicas.

En el Perú se debería considerar dicha línea, pues como país multicultural y pluricultural, toda decisión depende, aunque no creamos, de un concienzudo análisis en ese sentido. De esta forma podríamos acercarnos a corregir falsas percepciones construidas por terceros, muchos de los cuales enfocan un débil conocimiento de la realidad cultural que actualmente vive nuestro país, generando irreales percepciones  a nivel de nuestra muy diversa sociedad.

El ser humano es un ser cultural, que asimila su cultura y la construye, asimilándola, influenciado por el tiempo y las situaciones de las historias de vida de las familias generadoras previas (padres, abuelos). Es inherente a la especie humana y las sociedades comienzan a crear a sus individuos a su imagen y semejanza desde su cultura. Se comienza a pertenecer a una cultura, se comienza a modelar identidades y se pretende poder reforzar una cohesión social, donde se comienza a englobar modos de vida, religión, ley y ciencia, tradición e innovación, arte y música, idioma y literatura. Resumiendo, se puede apreciar que por definición la cultura es el conjunto de elementos y características propias de una determinada comunidad humana, donde existen particularidades  que son  costumbres, tradiciones, normas  modos para poder  pensarse a sí mismo, de comunicarse y de construir una sociedad. Y esta cultura no puede existir sin una sociedad, la sociedad, no las sociedades sino una gran sociedad, que se vuelve diversa y al pasar los años se vuelve más diversa aún.

Tratar este tema de manera seria, permitiría desde los acostumbrados constructos sociales tener una base enfocada en la pertinencia a futuro para cualquier mirada política, o económica de Estado ò de lo privado empresarial. No está lejos la experiencia que los constructos sociales son dejados llevar muchas veces por las ideas, los romanticismos y motivan los errores muchas veces en la percepción que tenemos de nosotros mismos. Es una gran verdad que la sociedad cumple un papel fundamental en la formación de las construcciones sociales. Desde el momento en que nacemos, la población es bombardeada con expectativas y normas sociales, que van cambiando con el pasar de los años y con las variaciones poblacionales o movilidades humanas, las identidades van cambiando, la población va cambiando y la historia va variando también. Es peligroso cuando no se tiene la base fortalecida y aparece una sociedad que privilegia y da importancia a ciertos rasgos, como el atractivo físico, la inteligencia, la riqueza o el éxito o en contraposición risible exalta los rasgos de poblador indígena para validar una región. 

En consecuencia, al interiorizar estándares sociales nos juzgamos a nosotros mismos y generamos una falsa idea de lo que somos, distorsionando nuestra propia percepción, sin considerar los cambios sociales que son generadores de nuevos rostros o mismísima nueva cultura,  más popular, más peruana, más diversa.

Ya es tiempo que tengamos claro y busquemos adaptarnos como una nueva cultura peruana, mestiza, distinta, las polleras no es símbolo de miseria, tampoco de riqueza, el campesino es resiliente, un hombre para el mercado, el hombre de la calle es parte de una sociedad distinta, es decir, no son esquemas cuadriculados. Muchas veces, no tener claro esta realidad nos hace romantizar nuestras percepciones, un comercial publicitario que baja los canones de belleza ficticia y foránea, no debería buscar los mismos estándares en lo indígena, pero pintados con otro color de lápiz, por poner un ejemplo recurrente que muchos entienden, esto daría risa y ofendería. El ser humano es uno y categorizarlo desde una mirada errada, no suma, más bien resta.  En situaciones de crisis, es más productivo dejar atrás las percepciones y abocarse al conjunto determinado de atención social. La pobreza está en todos los sectores, el rural y el urbano, y en todas las regiones, el campesino y el empleado. 

En el Perú, multicultural y pluricultural, receptor de movilidades humanas, la realidad ya es distinta, debemos comenzar a construir nuestra autopercepción, definirnos como peruanos, sin entrar en los chauvinismos, ni mostrar solo un lado de nuestra historia, no solo somos incas, moches, o huancas, ya somos peruanos, desde todas las sangres, ya se está  construyendo una sola. Sino trabajamos en eso, las políticas públicas, las inversiones comerciales, los emprendimientos y todos los que pretendan describirnos no van a saber cómo hacerlo.  No quiero parecer nuevamente un romántico, pero la realidad social, la sociedad misma, nos muestra cambios y la necesidad de adoptarlos obliga a considerarlos. La historia en el Perú nos ha enseñado que nunca supimos cuál era nuestro norte. Estamos en el momento de tentar construir uno, sin dividirnos entre blancos y cholos o pobres y ricos, siempre habrá categorizaciones tontas pero la construcción de un país está por encima de eso. Fortalecer la nueva cultura peruana es un reto obligado.

Tags:

crecimiento, Cultura, sociedad

Un problema continuo y latente en las políticas económicas y sociales que a la larga se constituyen en políticas públicas, es que muestran muchas veces ciertas debilidades, pues las dificultades se generan por la falta de coordinación entre las instituciones que conforman el estado. Los ministerios actúan la mayoría de las veces como islas de atención social y económica, donde sus normativas encierran solo actividades específicas y no permiten la articulación general  que podría desarrollar un trabajo más eficaz que se definan  como procesos articulados  de desarrollo secuencial concebidos como etapas, que al ejecutarse de manera ordenada, se articularía siguiendo un modelo conocido por los proyectistas como  modelo cascada.

Los escenarios que se presentan en cada espacio público, ya sea en el sector urbano o en el sector rural, siempre van a necesitar de articulaciones bien coordinadas entre las instituciones de cada ministerio, con la intención de generar continuidades o sostenibilidades, y por supuesto que si las hay, pero estimo que no lo suficientemente articuladas como para optimizar las intervenciones. Las poblaciones atendidas por los programas sociales en su mayoría requieren de mayores beneficios transversales que significan atenciones directas. 

Por ejemplo, las ruedas de negocios con las mypes rurales como beneficiarias y que son generadas con la intención de comprometer las compras directas con los proveedores rurales (queso, lana, alimentos procesados, etc.), requieren de un bien articulado y pensado proyecto de habilitación de carreteras, o de una bien planificada flexibilidad comercial. La capacidad de entrega y cumplimiento de lo mostrado en una rueda de negocios muchas veces, aunque parezca mentira, tiene obstáculos que otros programas de asistencia podrían facilitar vencerlos. Las comunidades económicas de por si están preparadas para hacer efectivos sus compromisos, sin embargo los planes de asistencia deberían estar conectados de tal forma que puedan permitir efectivizar de mejor manera los requerimientos en este caso. Las cadenas de valor que se identifican, constituyen pequeños micro corredores económicos algunas veces no formales pero que, con un apoyo sostenido y pensado, estarían mejor articulados marcando las diferencias. Hay instituciones en nuestro estado que podrían enfocarse en aplicar esas alternativas para el desarrollo social y económico.

Otro tema importante que se podría considerar es darnos cuenta que existen regiones en el Perú y muchas, que muy bien podrían sostener su economía con el turismo, la pregunta es por qué no articulamos con los responsables de promover la  construcción de albergues u hoteles municipales y algunas capacitaciones que brinden a los jóvenes la oportunidad de auto determinarse como guías turísticos, recibiendo los alcances históricos y geográficos para “vender” su región a los visitantes. Independiente de todo lo que significa la atención a los foráneos, comercios, servicios, etc.    

Casos muy recurrentes también se da con la superposición de funciones donde se duplican y hasta triplican las atenciones dirigidas a la población, donde los programas se cruzan y las similitudes saltan a la vista. El enfoque emprendedor debería, por ejemplo, tener un marco de articulación dirigido en un gran plan de atención conjunta. Los planes y programas deben comenzar a establecerse como cadenas de atención. Existen un sin número de programas y planes de capacitación, el foco debería estar dirigido a efectivizar y optimizar estas capacitaciones, la coordinación permite explotar sinergias, aprovechando las ventajas comparativas de las distintas instituciones. Las capacitaciones en materia de fortalecimiento de capacidades para la búsqueda de empleo, se deberían enfocar en las distintas alternativas que el Perú ofrece, temas agrícolas, pesqueros, mineros, etc. Siempre articulados. Fortalecer los existentes centros comunales del estado para llevar adelante diversas atenciones con un objetivo país interesante y oportuno. 

En realidad es un desafío latente, fortalecer lo hecho hasta ahora por el estado, tener una mirada directa y asumirla, dándole la importancia debida para generar   coordinaciones serias entre los programas de cada institución que se maneja desde el estado, pues es un factor que permite implementar políticas públicas de mayor calidad y más sostenibles. Todo esto, me permite recordar, como dije líneas arriba, el llamado método de cascada donde se manejan equipos que siguen una secuencia de pasos articulados que no avanzan sino se concluye una fase anterior. Este tipo de planificación no deja lugar para revisiones imprevistas. La planificación y la preparación  del modelo de cascada pueden ser útiles inclusive para asignar de manera más eficaz los recursos presupuestales sin dar lugar a modificar planes conjuntos.  

Tags:

Emprendimiento, población, sociedad

En el análisis constante que los estudiosos hacen de los países, (sobre todo en Latinoamérica), de sus sociedades y de su economía, es muy común leer artículos que tocan el tema con frases que tratan de explicar una realidad latente. Frases como  crecimiento económico”, “desarrollo social” y también  “desarrollo económico”. Por esta razón, considero necesario el buscar entender las circunstancias que crean estos conceptos entendiéndose como generadores o creadores de  dependencia que se da como una cadena de resultados.

Entiendo que el desarrollo social se centra en la necesidad de poner en primer orden a la población o más directamente a la sociedad, en un proceso que apunta al desarrollo propiamente dicho. La atención de la pobreza no solo se dirige a paliar las bajas remuneraciones o los mínimos ingresos económicos, sino también se trata de la atención directa de las vulnerabilidades, de evitar la exclusión, quizás de optimizar funcionalmente a las instituciones, consolidando la toma de decisiones y evitando la exposición constante, inclusive, de la violencia en las calles. Solo así entenderíamos, creo yo, que el camino al desarrollo social está llano. Una sociedad en desarrollo genera la inclusión social, empodera a las personas, cohesiona poblaciones y genera resiliencia en muchos casos. El acceso a la convivencia real es la estabilidad que se busca en el llamado desarrollo social. 

Todos los esfuerzos para atender a la sociedad y lograr su desarrollo, involucra no solo a los gobiernos, sino también a la comunidad misma, donde también consideramos a la llamada sociedad civil, al sector privado, y a los grupos que aún siguen al margen de las decisiones claves, como los pueblos indígenas o todos aquellos grupos que se muestran como minorías en la población. Todo ello debería aproximar a la sociedad y los estados para considerar acciones concretas. Dicho esto, podemos comenzar a evaluar si este desarrollo social está listo para fortalecer otro desarrollo que es el económico. Dos desarrollos que van muy asociados. Uno genera y aporta al otro y viceversa. 

En el contexto de una modernización del estado y de la generación de estrategias de desarrollos productivos, en este aspecto, cobra relevancia el comportamiento de las economías locales que reflejan directamente esta alianza de desarrollo social con desarrollo económico, venciendo poco a poco las concentraciones económicas e inequitativas que suelen darse en la realidad. Pero lo que promueve el fortalecimiento de esta alianza socioeconómica, es la generación de un crecimiento sostenido de la economía de un país. Pues el crecimiento económico de un país contribuye directamente en la construcción de un desarrollo social que se desarrolla con economías que emergen y se posicionan. La cadena de una fuerte estructura socio económica, la propone el crecimiento de las economías de los países. No hay desarrollo sin crecimiento. 

Cuando hay crecimiento económico en un país, se asume que los desarrollos  se darán por generación natural (exagerando) pero la aplicación de políticas de atención social basadas en las oportunidades que se generarán por el ingreso mayor de los presupuestos generales normalmente no se lo asocia a desarrollar la sostenibilidad y por ende no se desarrolla nada. El crecimiento económico repercute de manera importante en el desarrollo social de un pueblo. El factor financiero y la estabilidad económica aportan un estilo de vida a las familias e incrementa la tranquilidad emocional en relación con el futuro.

En estas circunstancias entonces, entiendo que no es lo mismo hablar de desarrollo económico y crecimiento económico, el primero es el resultado de una concienzuda política de buen uso del incremento ganancial de las economías de los países, el país crece económicamente y se dan las oportunidades para contribuir al desarrollo de la sociedad en fortalezas que las necesidades obligan: educación, salud, empleo, proyectos productivos reales, el apoyo a los emprendimientos serios y reales con apuestas fuertes futuras, las micro y pequeñas empresas con apoyo concreto y la  mediana y gran empresa con una visión proyectada al interior y al exterior. Tema importante a trabajar en otro artículo.

Resumiendo entonces, puedo decir que al hablar de desarrollos económico y social se considera el fortalecimiento en el crecimiento general de un país. Deberíamos hablar solo de crecimiento económico y no limitarnos a compararlo con el desarrollo solamente, pues este es el resultado de la buena aplicación y redistribución lógica cuando las arcas se manejan en azul extremo. Para ello hay que considerar además que para que haya un buen desarrollo económico es importante que el Estado elabore, implemente y ejecute políticas orientadas a este desarrollo y no solo al crecimiento, teniendo en cuenta que el crecimiento se da en el corto plazo pues se carece de políticas diseñadas para ese fin, en cambio el desarrollo tiene un alcance a mediano y largo plazo. Solo ahí, estaremos avistando el gran desarrollo social que la economía permite y desarrolla, apoyándose en conjunto con lo económico. No es lo mismo. Veamos que sigue……..

Tags:

crecimiento, Desarrollo, sociedad

Esta Casita de Cartón abre sus puertas recorriendo las calles de Buenos Aires en pie de lucha y en otro hecho histórico que marca un precedente. Y enevitablemente se me vienen como ‘del horno’ las letras memorables de aquella canción de Violeta Parra pero que yo escuchara en versión de la también siempre recordada, Mercedes la ‘Negra’ Sosa: ‘Me gustan los estudiantes/ Porque son la levadura / Del pan que saldrá del horno / Con toda su sabrosura / Para la boca del pobre / Que come con amargura / Caramba y zamba la cosa / ¡Viva la literatura!’. Porque miles de jóvenes sin consignas políticas más solo con el legítimo derecho a reclamar algo que toda persona debería, la educación pública y gratuita, han hecho temblar a este ya infame gobierno. Y tomando los hechos recientes en países de la región en relación a levantamientos sociales, fue la rebelión de los jóvenes estudiantes por la subida del pasaje del metro, que hizo que detonara Santiago por históricas semanas, logrando derribar los esquemas prestablecidos lustros atrás por el llamado ‘neoliberalismo’. Lo cierto es que el gobierno de Milei no tiene horizonte fijo. Fijando posturas en guerras de otras latitudes del mundo que pueden causar más de una consecuencia. Como es sabido, Argentina ya fue víctima de dos atentados perpetrados a la AMIA. Dejando una herida aún hoy profunda en la sociedad.

Y es que la educación pública no se negocia. No hay futuro sin educación, y ante eso lo demostraron centeneras de jóvenes que salieron a las calles, desde distintas facultades, como de Medicina, Ciudad Universitaria, de Filosofía y Letras… Y es que la Universidad es el último tramo de la persona que será parte del rumbo de la historia, el último peldaño con el cual nos integramos a la sociedad. Y siendo consecuente con la realidad, tomando lo empírico, lo que se ve, las grandes naciones invierten tanto en esta área y por eso son lo que son, potencias.

Ya desde días atrás, ante las ofensas lanzadas a mansalva por Milei hacia la educación, provocaban indignación en todos nosotros, que de ‘rojos’ tenemos la sangre y de ‘lágrimas’ la tristeza social de la cual vemos a diario. Esto en relación al ‘tweet’ de que todos los jóvenes terminamos somos ‘lágrimas de rojos’, y afirmando que la UBA, una de las universidades más importantes del mundo, y entre las más importantes de latinoamericana, con la UNAM y la de São Paulo, según informes y mediciones internacionales, como centro lugar de ‘adoctrinamiento y de lavados de cerebro’. Nada más falso que la realidad, como la que pregona en sus ya caricaturezcos mensajes a la Nación, como esta última que lo hiciera un dia antes a la protesta, sobre una supuesta mejora económica. Es que pareciera dentro de la tendencia de estos gobiernos, bajo el argumento que no hay dinero, es que recortan el presupuesto en un área tan esencial como es esta. Ya semanas atrás lo hicieron con las personas con enfermedades oncológicas. Pero como dicen: ‘vienen por todo’. Pero si hay para comprar aviones de guerra en desuso, chatarras inservivibles para el ahora, pagando cantidades absurdas de dólares o como para subirse el sueldo de presidente. Es que el verso de la casta, vino revestido de ideales y personajes creados, y que han hecho un daño insondable a sus naciones en poco tiempo, como el cómico que llevó a su país a la decadencia y endeudamiento por incontables años con la nación del Norte, entre otros, en una guerra que no tenía horizonte victorioso, y ahora se ve en manifiesto.

Y es que Milei parece que olvida que la UBA tuvo a 17 presidentes que han caminado en sus patios como 5 premios Nobel. Milei olvida que Argentina ‘rajó’ a un presidente en un helicóptero sino lo incendiaban. Milei olvida que Argentina es un nación de patria, pasión y locura. Y justamente eso es lo que lo lleva a hacer ‘la nación donde las recetas no funcionan’. Milei parece olvidar que aquellos suelos pueden alimentar a 400 millones de personas. Milei parece olvidar que aquel país hizo morir al maldito dictador de Videla en la cárcel, y no con indultos miserables o como Pinochet, nunca pagando en una celda. Milei olvida tanto, que algún día se van a olvidar de él, cuando quede entre las hojas oscuras de la historia de aquel raro pero entrañable y admirable país hermano.

Este columnista que escribe en la Casita de Cartón estudia en la UBA. Y agradeceré eternamente eso porque sino no estaría escribiendo todo esto. Donde vaya mi alma mater siempre estará donde atesoro las cosas más bellas que me acaecieron. La educación no se negocia. La educación es para el pueblo, y el pueblo somos todos.

Tags:

Argentina, Crísis, educaciónpública, Marcha, Milei., país, sociedad, UBA
Página 1 de 14 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
x