encuestas IEP

Según la última encuesta del IEP sigue creciendo la gente que descree de la política y que engrosará el ejército de votantes antisistema, más allá de su filiación ideológica.

Así, entre noviembre del año pasado y noviembre de este año, la gente a la que le interesa nada la política ha crecido de 21 a 35%, catorce puntos, una diferencia significativa y crucial. A la que le interesa poco ha disminuido de 35 a 28%, pero sumando ambas, la gente que le interesa poco a nada la política era el 56% de la ciudadanía a fines del 2023; hoy es el 63%.

La gente de centroderecha se contenta con los resultados de autoidentificación ideológica, que en esta misma encuesta muestran un predominio de este sector (izquierda 25%, centro 39% y derecha 36%), y creen que está la cancha inclinada su favor.

Sin embargo, la gente que mayoritariamente dice que le interesa poco o nada la política va a votar no por su identidad ideológica sino por su estado de ánimo, claramente disidente del statu quo, y harto de las cosas como están funcionando.

En esa medida, crecerán las opciones radicales disruptivas, que en este momento casi monopolizan los candidatos de la izquierda (Antauro Humala, Guido Bellido, Aníbal Torres, en alguna medida Verónika Mendoza, quien inteligentemente ha radicalizado su discurso).

La única forma de romper esta tendencia es que la centroderecha perfile sus respectivas candidaturas como radicales y disruptivas, críticas al extremo del establishment boluartiano, del fujimorismo predominante y logren confirmar alianzas novedosas y atractivas al electorado.

Si de acá a abril del 2026 eso no ocurre, el camino está empedrado para una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y un candidato de izquierda, o, inclusive, entre dos candidatos de izquierda. El malhumor ciudadano pesará más a la de hora acercarse a las urnas que la eventual identidad ideológica del votante. El 2026 predominará la irritación, la cólera anidada y contenida de años de mediocridad y desvergüenza exhibidos por el régimen de Boluarte, de la mano de un Congreso tan deslegitimado como ella, y al que la gente aborrece sin distinción.

Tags:

encuestas IEP, Keiko Fujimori

Según la última encuesta del IEP, un 47% de la ciudadanía no apoya a la democracia. El 2022, el 19% se mostraba satisfecho o muy satisfecho con la democracia, este año ha caído a 13%. En sentido inverso, el 2022 el 81% se mostraba insatisfecho/muy insatisfecho, ahora lo está el 87%.

Asimismo, según la misma encuestadora, respecto de la posibilidad de un golpe militar -el caso extremo de violentamiento democrático-, mientras en mayo del 2022, el 43% -que ya era alto- lo justificaba, este año lo hace el 57%.

De otro lado, en otra pregunta del cuestionario, un 22% señala confiar mucho en las Fuerzas Armadas, mientras que solo el 4% lo hace en la Fiscalía de la Nación, 3% en el Poder Judicial y 2% en los partidos políticos.

Para seguir llenando el vaso, un 52% de la población dice no sentir ningún respeto por las instituciones políticas. Adicionalmente, ocho de cada diez personas señalan que sus derechos básicos no están protegidos por el sistema político. A la par, un 68% está poco o nada interesado en la política, la indiferencia letal que suele acompañar el “vaciamiento de la democracia”, concepto ampliamente estudiado en el recomendable libro Democracia Asaltada, que editan Rodrigo Barrenechea y Alberto Vergara.

Se cierra el círculo cuando se pregunta por la autoidentificación ideológica. Tanto en la derecha como en la izquierda predominan los extremos radicales por sobre las posturas moderadas.

No se puede culpar, por supuesto, a la ciudadanía de semejante brulote, porque la clase política peruana -si existe tal categoría en nuestro ecosistema- se ha encargado de demoler la confianza en la viabilidad democrática desde el 2016 en particular, pero también desde antes, cuando no había crisis políticas, pero la falta de reformas estructurales (salud, educación, justicia, seguridad, etc.) incubaron el enorme grado de insatisfacción con la supuestamente recuperada democracia después de la dictadura de los 90.

Lo que preocupa es el valor predictor que dicho estado de cosas puede tener sobre la contienda electoral del 2026, donde, de no cambiar las cosas, vamos a tener en auge candidaturas autoritarias, despectivas del Estado de Derecho democrático y que augurarán, de hacerse con el poder, un lustro complicado con la ya crítica institucionalidad democrática.

La del estribo: imperdible la obra Personas, lugares y cosas, del dramaturgo inglés Duncan Macmillan, bajo la dirección de Juan Carlos Fisher y la dirección adjunta de Diego Gargurevich, con un elenco de primera que encabeza Jimena Lindo. Va solo hasta el domingo 28 de julio en el Teatro La Plaza. Entradas en Joinnus.

Tags:

encuestas IEP

EL PODCAST DIARIO DE OPINIÓN DE JUAN CARLOS TAFUR.

En Youtube:

En Soundcloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

Si deseas recibir nuestro contenido en profundidad por Telegram 📲 click en el siguiente enlace: http://ow.ly/U05w30rZ1y8

Tags:

Centro, Derecha, encuestas IEP, ideología, Izquierda

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 271: El aumento en la desaprobación y en la aceptación al pedido de vacancia. Las reuniones secretas en Breña. Y la gente tampoco quiere a los vacadores!

En Youtube:

En SoundCloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

Lima – Perú

Tags:

desaprobación, encuestas IEP, Presidente Castillo, vacancia presidencial

EL PODCAST DIARIO DE OPINIÓN DE JUAN CARLOS TAFUR.

En Youtube:

En Soundcloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

Si deseas recibir nuestro contenido en profundidad por Telegram 📲 click en el siguiente enlace: http://ow.ly/U05w30rZ1y8

Tags:

desaprobación, encuestas IEP, Pedro Castillo

Se desploma la aprobación de Castillo, según la última encuesta del IEP. Cae de 35 a 25% en apenas un mes y su desaprobación crece de 48 a 65%. Duro golpe político para un régimen que ya viene dando severas muestras de disfuncionalidad, a las que ahora se agrega una brecha cívica muy difícil de remontar y que, de persistir, ahondará la crisis política en la que se encuentra.

Casi no se ve salida política posible a este creciente desencuentro entre Castillo y el pueblo. Aún no ha llegado al punto de quiebre (55% reprueba el intento de vacancia frente a un 43% que lo aprueba), pero el desenganche parece inminente. Tanto así, que para el 47% de la ciudadanía, la situación empeorará.

Va a tener que realizar gestos políticos audaces, el presidente Castillo, si quiere recomponer la precaria relación que mantiene con el país. Solo se asoman en el horizonte dos opciones: o convoca a un Premier y, por ende, a un gabinete más de centro, descartando o subordinando la coalición de izquierdas que hoy lo acompaña y que ha demostrado terrible torpeza ejecutiva; o anuncia oficialmente, y sin ambages, el abandono de la pretensión de refundar el país a través de una Asamblea Constituyente.

Ello tendrá un costo, sin duda, entre sus bases radicales, pero en la práctica ya muchas de ellas lo han abandonado luego de su ruptura con Vladimir Cerrón, de modo tal que la pérdida eventual no sería muy significativa. Y lo que ganaría con ese giro o ese anuncio sería enorme, en comparación a lo que perdería.

Y no hablamos solamente de la confianza de los inversionistas privados, cuya recuperación es crucial para que el 2022 no sea un año perdido, sino de la confianza ciudadana, capital necesario para sobrevivir políticamente y que en los meses entrantes no se genere un momento destituyente que lo saque de Palacio, como hasta ahora solo la derecha quiere, pero a cuyo afán podría sumarse el centro si aprecia que apoyar a un gobierno en caída libre deja de serle políticamente rentable.

Castillo no puede gobernar manteniendo el statu quo. El grado de impericia, torpeza y negligencia es de tal envergadura que, de mantenerse, lo llevará al abismo. Tiene que dar un golpe de timón pronto si no quiere ser uno más de los últimos mandatarios que tuvieron que salir por la puerta falsa de Palacio.

La del estribo: la mejor prueba de que el formato impreso sigue vivo es el aumento sostenido de las ventas de libros. Si los periódicos están cayendo no es por el formato, es porque no hacen lo que deben hacer. En el mundo entero el libro digital no ha derrotado al libro físico. Y en el Perú hay que saludar la aparición de cada vez más librerías por toda la ciudad. La lectura es un placer adquirido que puede cambiar una vida, enriqueciéndola notablemente.

 

Tags:

desaprobación, encuestas IEP, Pedro Castillo
x