Es directora ejecutiva de Laboratoria y una de las mujeres más innovadoras con menos de 35 años. Cuenta cómo es empoderar a las mujeres acercándolas a la tecnología y cómo ellas han logrado resistir los impactos laborales de la pandemia.
El trabajo por cerrar las brechas de género es constante y no permite reparos. Un mundo que en pleno 2021 aún admite la sobrerrepresentación femenina en trabajos menos calificados y la baja representación en rubros mejor pagados, como el de la tecnología, se ha vuelto inadmisible. Mariana Costa Checa lo tiene claro.
A sus 35 años, es cofundadora y directora ejecutiva de Laboratoria, un emprendimiento social peruano dedicado a enseñarle tecnología a mujeres de bajos recursos. Es una de las mujeres más innovadoras, con menos de 35 años, según la publicación MIT Technology Review. Y, además de brindarle educación de calidad a más de 1800 mujeres desde la fundación de Laboratoria en 2014, también busca cerrar brechas.
“Basta con mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta de que somos una región que tiene demasiado talento femenino perdido. El 30% de las mujeres en la región no tienen ingresos propios, de los jóvenes que no estudian ni trabajan el 70% son mujeres. Hay una brecha salarial en la región del 20%, esto quiere decir que las mujeres ganan en promedio significativamente menos que los hombres”, dijo Costa Checa, durante el V Encuentro por los Jóvenes de la Alianza Pacífico 2020.
De Laboratoria han egresado, programadoras, diseñadoras, desarrolladoras de software. Ahí las mujeres sin acceso a una educación superior de calidad o un trabajo, encuentran la oportunidad de iniciar una carrera en el sector digital, un área con alta demanda de programadores y baja representatividad femenina.
Resiliencia en pandemia
La crisis económica y laboral que trajo consigo la pandemia por el Covid-19 puso a 13 millones de mujeres en condición de desempleo. Esta fue una de las más grandes preocupaciones de Mariana y el equipo de Laboratoria. ¿Cómo asegurar la empleabilidad e inserción al mercado de sus egresadas en un contexto tan complejo?
“Afortunadamente nuestra tasa de empleabilidad es muy buena, del 71%, y no sufrió durante la pandemia, sólo se alargaron los tiempos de contratación en algunos mercados. Antes, colocar a una promoción tomaba tres meses, ahora tomó seis, pero tuvimos a nuestro favor que la economía digital es más propensa al trabajo remoto”, indica Costa Checa.
Laboratoria no fue ajena al proceso de la inminente transformación digital, a raíz de la necesidad del trabajo remoto y la educación virtual. “En lugar de esperar a que todo esto pase, decidimos tener otra mirada y aprovechar la oportunidad. Tomamos decisiones que quizá sin pandemia no habríamos tomado. Hoy tenemos un programa que le da a mujeres en cualquier parte del mundo, la oportunidad de acceder a nuevas oportunidades laborales”, cuenta la directora ejecutiva de Laboratoria.
Previo a la pandemia, Laboratoria formaba a grupos de 40 mujeres que pasaban juntas seis meses, lo cual les permitía generar un vínculo especial y sentido de comunidad. Este era otro punto de preocupación para el equipo: el cambio de dinámica de sus egresadas a partir de la educación 100% remota. Afortunadamente la comunidad de Laboratoria pudo consolidarse. “Ellas nos han ayudado a diseñar instancias y espacios para generar esos vínculos. Sienten esa misma cercanía, y han logrado desarrollar ese sentido de trabajo en equipo”, comenta Mariana.
Para Costa Checa, una de las lecciones que este complejo contexto le dejó a Laboratoria es la importancia que tiene hoy en día la economía digital. “Teníamos claro que lo digital venía con fuerza pero hoy vemos que debemos potenciarla porque se trata de una economía más resiliente”, indica.
Mayor participación femenina
Como parte del trabajo constante por cerrar las brechas de género, Laboratoria ha elaborado un reporte próximo a publicarse sobre cómo propiciar la inclusión femenina en rubros tecnológicos. Mariana recomienda los pipelines de reclutamiento diverso en las empresas. “Si siempre contrato talento de una facultad en particular, de cierta universidad donde la gran mayoría de estudiantes son hombres, no van a llegar mujeres a mi equipo”, explica.
Además, la cofundadora de Laboratoria recomienda a las empresas hacer alianzas con organizaciones y fuentes de talento que puedan asegurar equipos diversos, y propiciar una cultura inclusiva transversal a todas las áreas. Otro punto importante es mostrar referentes femeninos. “Si no encontramos mujeres en tecnología es porque históricamente hubo pocos referentes. Necesitamos dar más visibilidad y programas de mentoria para acompañar el crecimiento de las mujeres”, recomienda Costa Checa.
En abril cierra la nueva convocatoria en Perú para capacitarse en Laboratoria. La última convocatoria lanzada recibió a más de 600 postulantes, de las cuales son elegidas las mujeres que hacen un mejor match con Laboratoria y que puedan sacarle el máximo provecho a esa oportunidad educativa. Con todo el aprendizaje que dejó el 2020, el equipo de Laboratoria está trabajando en un programa adicional al Bootcamp, su proceso formativo, que les permita llegar a más mujeres cada año para ayudarlas a potenciar sus habilidades.
“Después de este año difícil estoy muy ilusionada con el futuro. Hoy más que nunca nuestro trabajo es seguir creciendo con esta realidad remota, pues podemos llegar a más mujeres en Latinoamérica. Ese es el sueño: llegar a más mujeres en la region y a su vez convertirnos en proveedores de talento del mercado global”, finaliza.