Adulto mayor

En Alemania la informalidad es muy reducida (9.5%), lo cual permite financiar la seguridad social mediante los ingresos de las personas a través de una fuerte carga impositiva. Este año, por ejemplo, los descuentos salariales son de 14.6% para el seguro de salud (que incluye a todos los miembros de la familia, en caso de que no trabajen), 18.6 % para el seguro de pensiones de jubilación, 2.6% para el seguro de desempleo y 3.05% para el seguro de cuidado en la vejez (cuidado que puede surgir antes de la edad de jubilación si por motivo de un accidente o enfermedad, uno queda incapacitado para el trabajo).

Mientras el anciano mantenga sus capacidades, que le permiten desempeñarse con autonomía e independencia, no necesitará del seguro de cuidado. Pero si surgen restricciones o limitaciones que afecten su autonomía, entonces tiene derecho a recibir ayuda financiera del seguro de cuidado. Hay una entidad, el Servicio Médico de las Cajas de Seguro de Salud (Medizinischer Dienst der Krankenkassen) que se encarga de evaluar al paciente para determinar el grado de limitaciones que tiene y ubicarlo dentro de uno de los 5 grados de cuidado que se han establecido, donde el grado 1 implica una afectación ligera a la autonomía y el grado 5 una afectación severa. Los criterios para clasificar a una persona en alguno de los grados son la movilidad, habilidades cognitivas y comunicativas, conducta y problemas de salud mental, autocuidado (vestirse, alimentarse, ir al baño), manejar de manera autónoma los requerimientos y las cargas derivadas de la enfermedad o la terapia, organización de la vida diaria y relaciones sociales.

Se da preferencia a la atención ambulatoria sobre la estacionaria (en una residencia o asilo), y el monto mensual que recibe del seguro una persona que ha sido clasificada en uno de los grados de cuidado va desde 125 euros en el grado 1 hasta 901 euros en el grado 5. Además, si hay una persona encargada de efectuar los cuidados que requiere el paciente, ésta adicionalmente puede facturarle mensualmente al seguro 689 euros en el grado 2 hasta 1,995 euros en el grado 5. En el caso de pacientes con atención estacionaria, hay un solo pago mensual que va desde 125 euros en el grado 1 hasta 2,005 euros en el grado 5.

Si los costos de la atención de cuidado superan estos montos, el anciano debe pagarlo de su pensión o de la venta de sus bienes. Si aún así no le alcanza, se puede elevar una solicitud a la Oficina de Asistencia Social (“Sozialamt”), que revisará la situación y —de ser necesario— subsidiará el monto que falta.

Quienes se encargan profesionalmente de la tarea de atender a las personas de edad avanzada que lo requieran son los enfermeros/as de cuidado de personas mayores, que les ayudan en todo lo relacionado con el cuidado físico y asumen algunas funciones de acompañamiento personal. Pero quienes tienen como tarea principal este acompañamiento —a través de actividades que buscan mantener vivas las habilidades que aún tienen las personas mayores— son quienes ejercen un oficio que aún no existía cuando yo migré a Alemania en noviembre de 2002, oficio que fue creado por ley recién en el año 2008: el de cuidador o acompañante de personas mayores.

Este oficio —que es el que yo actualmente ejerzo— tiene como objetivo la atención social de personas necesitadas en entornos residenciales, como personas con trastornos de habilidades debido a demencia, enfermedades mentales o discapacidades intelectuales, o el apoyo en el ámbito doméstico. ¿Qué actividades realizamos con las personas mayores, especialmente las que padecen demencia senil, a fin de activar sus habilidades remanentes? Conversaciones personales, lecturas en voz alta, ejercitaciones de la memoria, manualidades, juegos de mesa, canciones y música, bailes en posición sentada, paseos, tés de tías, mesas redondas con conversaciones sobre temas triviales y cotidianos, eventos festivos, etc. Y en algunos casos, acompañamiento en el lecho de muerte.

No todo es color de rosa. El trabajo tanto de enfermero/a como de cuidador puede ser demasiado exigente y duro para quien no tenga el perfil psicológico adecuado, además de que las remuneraciones no son comparativamente altas en el contexto del mercado laboral alemán. Además, se calcula que hay actualmente un déficit de unos 200,000 trabajadores en esta área, por lo cual se ha ido buscando a personal extranjero que desempeñe estas tareas. Hay un 13% de personal extranjero en el cuidado de ancianos, provenientes en su mayoría de Polonia, Bosnia y Herzegovina, Turquía, Croacia y Rumanía. Además, en el ano 2019 el gobierno alemán llegó a un acuerdo con México para facilitar la llegada y formación de personal de ese país latinoamericano para trabajar en el cuidado de ancianos.

No todo es perfecto, pero se trata de un trabajo que enriquece humanamente y trae consigo muchas compensaciones personales. Porque pocas cosas hay tan hermosas como esforzarse continuamente en darle un soplo de dignidad a personas vulnerables que se hallan en la etapa final de sus vidas, como náufragos que han sobrevivido a los embates borrascosos de la existencia y que tienen derecho a la alegría. Y porque un país sólo llegará a ser para todos sus pobladores un lugar habitable y digno para vivir cuando sea capaz, en primer lugar, de ofrecerles a sus ancianos una vida digna y satisfactoria.

Tags:

adultez mayor, Adulto mayor, adultos mayores, Jubilación, personas de edad avanzada, seguridad social, vejez, vulnerabilidad

Subtanjalla. Ese es el nombre del distrito iqueño en el que 86,3% de su población adulta mayor ha sido vacunado contra la Covid-19 a doble dosis. Solo superado por poco por el distrito de Chachapoyas, en Amazonas. Así lo indica el Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis) que, entre otras, lleva la cuenta más esperanzadora a nivel nacional, la de la vacunación contra el coronavirus.

 

Ica (58,3%) y Tacna (57,3%) son las dos regiones con mayor cobertura de una vacunación completa entre adultos mayores. Le siguen Lima Este (53,6%), Lima provincias (53,6%), y La Libertad (53,4%) .

“¡Vamos bien!” titula optimista un afiche de la región Tacna compartido por Aníbal Novoa, presidente de la Federación Médica de la región, con Sudaca. Y es que sin encontrarse originalmente entre las seis regiones priorizadas, Ica y Tacna han tenido un remonte progresivo a través de puntos de vacunación descentralizados en distintas provincias.

En Ica se ha cumplido estrictamente la recomendación del Minsa de que las personas reciban la segunda dosis en el mismo punto de vacunación en que recibieron la primera. “Es importante recordarle a la población que las dosis que nos envía [el Minsa] es en base a cuántas personas se vacunaron con la primera dosis. […] Si van a diferentes puntos de vacunación, entonces unos van a tener deserción, otros aumentos [de vacunados]. Sería un desequilibrio total. Es [una medida] en aras de la transparencia de la vacunación”, explica la coordinadora de inmunizaciones del Hospital Regional de Ica, Ana Córdova.

Los mejores resultados de la vacunación a adultos mayores en la comparativa nacional. Fuente: Reunis-Minsa

En Trujillo, las personas mayores de 58 años ya están recibiendo su segunda dosis, según ha informado la Gerencia Regional de Salud (Geresa) de La Libertad.

“Desde un principio se ha tenido una buena organización y ha sido una buena decisión descentralizar los puntos de vacunación en una variedad amplia de distritos. Hasta nosotros nos hemos sorprendido, en ese sentido sí hay que felicitarlo”, explica Carlos Valderrama, secretario general de la Federación Médica de Trujillo.

En Iquitos, el primer epicentro local de la pandemia, el avance no se iguala al de Ica, Tacna o La Libertad. Sin embargo, Luis Runciman, decano del Colegio Médico de Loreto, cuenta a Sudaca que el proceso vacunatorio está cumpliendo con el calendario y que son los colegios de la región los que han servido de puntos de encuentro para la inmunización. 

“Hasta el momento hay una buena aceptación de la población, cada vez que hay un anuncio de vacunación las colas se forman adecuadamente, sin desorden”, comenta el médico. Según Reunis, el 26% de los mayores de 60 de la región ha recibido las dos dosis de la vacuna. El porcentaje sube a 34% si consideramos aquellos con solo la primera.

El futuro incierto de la vacunación

A nivel nacional, el 60.9% de los mayores de 60 años ha recibido ya la primera dosis de la vacuna. Es decir, 2.762.167 personas. Y a 38,2% (1.729.835 personas) ya se le aplicaron ambas. 

Pero las cifras totales aún distan de este éxito. Solo el 11,46% de la población peruana ha recibido al menos la primera dosis. Estamos hacia el final de la tabla en Sudamérica, aunque compensa el alivio de ver a los mayores de nuestras familias ya vacunados.

“El gobierno ha contratado 62 millones de vacunas de los diferentes laboratorios”, subrayó el sábado pasado el ministro Óscar Ugarte, y agregó que en julio de este año ya estarán en territorio nacional 11 millones de estas. “Le estamos dejando al otro gobierno 50 millones, lo que es suficiente para vacunar a toda la población mayor de 18 años hasta fin de año”, dijo en la campaña de inicio de vacunación a pacientes oncológicos y VIH positivos.

Un anuncio esperanzador ad portas del cierre del gobierno de transición de Franscisco Sagasti y que representa el primer parteaguas de un proceso vacunatorio que inició de la peor manera, con el indignante caso del “Vacunagate” y la lista de más 400 personas que se habían saltado la cola, entre ellos el expresidente Martín Vizcarra y la entonces ministra de salud Pilar Mazzetti.

La antítesis es quizá esta prioridad reciente para aquellas personas que hacen frente a enfermedades tan difíciles como el cáncer y el Sida. Para ellos, el proceso vacunatorio se hará principalmente en los centros donde llevan regularmente su tratamiento. Esto porque resulta necesario el conocimiento de su médico tratante para definir si es el momento apropiado para que su cuerpo reciba la vacuna. 

Al 17 de junio, la tabla de posiciones de la vacunación contra la Covid-19 en Sudamérica. Fuente: Our World in Data.

Hace más de dos meses arrancó la nueva estrategia territorial del Minsa y con ello intentó mejorarse la efectividad del proceso vacunatorio que tuvo inconsistencias en el padrón utilizado para la primera etapa liderada por EsSalud en Lima, como reportó Sudaca. Antes, incluso, también hubo fallas más serias en el padrón del personal médico. 

“Le remití una carta a la exministra de Salud, Pilar Mazzeti, manifestándole nuestra preocupación por los fallos detectados. En ese momento, el principal problema era las inconsistencias detectadas en el padrón [del personal médico]”, dice a Sudaca Luis Robas, jefe de megaproyectos de la Contraloría General de la República.

Robas recordó otros dos puntos débiles del inicio: la falta de conocimiento de los protocolos de vacunación a cabalidad por el personal a cargo en las regiones y los problemas en la plataforma electrónica que el Ministerio de Salud había implementado para que el personal pueda registrar la información y llevar la cuenta de quién fue vacunado y quién no. 

Para el jefe de megaproyectos de la Contraloría, el gran problema sigue siendo la disponibilidad de vacunas. «Si bien es cierto que ya se ha anunciado los contratos por más de 60 millones de vacunas, lo cual alcanzaría para vacunar a toda la población peruana, no es que las 60 millones ya estén presentes en el territorio nacional y podamos hacer como otros países desarrollados que comienzan a vacunar en farmacias, en clínicas, hasta en lugares públicos, como centros comerciales, donde ya es cuestión de cada persona decidir cuándo va a vacunarse o no», apunta. 

“Todavía nosotros tenemos una limitación, una restricción de la disponibilidad de vacunas, y la demanda es tan grande que las personas podrían querer saltarse la cola para acceder al tema de la vacuna”, agrega.

Según Reunis, el 76% de las vacunas colocadas a nivel nacional han sido de la marca Pfizer-BioNTech. Fue a finales de abril último que Ugur Sahin, cofundador de la empresa alemana BioNTech, anunció que una dosis adicional sería necesaria para el nivel de protección que ofrece la vacuna y sostuvo que debería ser administrada entre 9 y 12 meses después de la primera dosis. La tarea de lograr asegurar una tercera dosis para todos los peruanos parece aún lejana.

Fotocomposición de portada por Leyla López. Fotos: Minsa.

 

Tags:

Adulto mayor, Covid-19, Ica, Lima Este, Ministerio de Salud, Minsa, Pandemia, Perú, Tacna
x