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CUATRO

«No tienes derecho a subir al escenario y golpear a alguien en la cara» – Jim Carrey

Smith conoce a Chris Rock. Sabe de su verborragia y humor ácido. Fue comediante también. El chiste fue de mal gusto, pero no era para reaccionar así. Como dijo un cronista: “Will perdió la oportunidad de avergonzar a Rock, señalando en su discurso de aceptación, que la alopecia es debido a una enfermedad que sufre su esposa”. Tiene toda razón el periodista. El martes, Will Smith se disculpó con el comediante.

No sé ustedes, pero me pareció totalmente desacertado que un rapero presentara el homenaje, por los cincuenta años de “El Padrino”. ¿No podía hacerlo los prestigiosos directores, como Spielberg, Guillermo del Toro, Tarantino o Paul Thomas Anderson? 

Lejos, lo mejor de la noche fue el gesto de Lady Gaga para con Liza Minelli, al presentar el último premio de la noche. 

Eso es: Respeto y Reconocimiento por los Predecesores.

 

 

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Cine, premios Oscar, Will Smith

El cine negro presenta héroes sumergidos en un camino oscuro, cubiertos del fango hasta la narices. Oscuridad generada por ellos mismos. Lo fascinante del género pocas veces utilizado pero grandemente admirado, es su virtud de esconder giros narrativos en una atmósfera creíble. Pues porque en las penumbras de la mente humana, cualquier camino es una opción. 

Las habilidades de Guillermo del Toro para contar historias trastornadas son un complemento preciso para el cine negro. Despues de treinta años de carrera, resulta una sorpresa que sea el primer encuentro entre el género y el director. Y sí, el sentido retorcido con el que Del Toro contempla la condición humana lo llevan a un nuevo nivel narrativo con Nightmare Alley. 

Stanton Carlise es un solitario viajero que se cruza con un circo ambulante en los profundos Estados Unidos rurales de 1940. Ahí empieza como un ayudante y va en ascenso entre cada acto, aprendiendo de una pareja de pitonisos el espectáculo de leer las mentes. Al darse cuenta de su habilidad para engañar a las personas, emprende un camino a la grandeza a todo costo.

Del Toro enfoca la historia desde el cuestionamiento moral. Cuáles son los límites del show cuando alguien del público involucra su historia personal y tiene mayores expectativas sobre el supuesto poder de un pitoniso, como la imposible habilidad de hablar con los muertos. El cineasta recrea una sociedad dispuesta a consumir mentiras, donde abudan los puritanos morales y los sádicos retorcidos. 

Nightmare Alley es un festín visual. La precisión arquitectónica de cada plano y el nivel de detalle en el diseño de las locaciones son logros admirables. Permiten a Del Toro construir metáforas con los elementos puestos a disposición y utilizar el espacio como un personaje más. Pero a veces el poder visual abunda y el cineasta se enamora de su recreación, frustrando a la audiencia con su parsimonia.

Stanton Carlise es un personaje estremecedor. No solo por el desarrollado de su turbulenta moralidad, sino por tener impregnada la esencia de la estructura del ascenso y caída del héroe, tan útil en la historia del cine. Sin embargo, Bradley Cooper falla en convencer sobre su caracterización de un hustler sucio y trastornado por la codicia. Es demasiado inexpresivo, adulto y serio para ello. 

Tampoco hay química entre él y su coprotagonista Rooney Mara. La actriz está impecablemente pálida en un rol donde debe ser seductora y fría, pero tierna y condescendiente al mismo tiempo. Lástima que no logran hacer atractiva la relación con Cooper. Ella parece extrañar algo más introspectivo y surrealista en el papel de Carlise, con un mayor registro de excentricidades e histrionismo.

Sin dudas Guillermo del Toro debió aplicar una podadora al metraje de la película. Hay mucho por extraer, sobre todo en la primera parte de la historia. El error más sustancial es no centrarse en definir un objetivo claro en el personaje desde el inicio. Por más de una hora, Carlise parece no ir a ninguna parte. Si bien le pasan cosas atractivas, la película no logra transmitir el por qué de sus decisiones. 

Pero toda esa larga espera para entender hacia donde va nuestro anti heroe, bailando la danza lenta de un cineasta con pocas obligaciones debido a sus extraordinarios logros en Hollywood, se compensan en el último acto. El mismo Cooper parece entenderlo y enternece como se entrega por completo, llevado de la mano por dos instituciones del cine como son Cate Blanchett y Richard Jenkins. 

La última poco más de media hora de Nightmare Alley disipa todas las dudas, lustra la brillantez del director y hace recordar la grandeza y crueldad del cine negro. Mientras la sangre sale de la pantalla, la película deja una profunda desazón en el alma, capaz de -irónicamente- estremecer a cualquiera. Y aunque hubiera hecho falta más explicación, es cine de infinito disfrute.

Este último trabajo de Guillermo del Toro es un fracaso en taquilla y, aunque tendrá nominaciones aseguradas al Oscar, da pena ver cómo una película tan personal no recibe los ajustes necesarios para atraer más seguidores. Es un ejemplo de cómo las más grandes virtudes de un artista paradojicamente pueden opacar el resultado final. Aún así, los fieles discípulos del cine negro bien trabajado recomendamos su revisión y goce. 

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Guillermo Del Toro, Nightmare Alley, premios Oscar

Han sido publicadas las películas preseleccionadas para candidatear por los premios Oscar. La lista nos excluye nuevamente de la competencia, a pesar de habernos presentado con una película de la pericia de Manco Capac. 

15 son las cintas anunciadas, de las que finalmente quedarán 5 nominadas a mejor película extranjera. 

En esta ocasión, además de haber quedado rezagados en el camino, ninguna otra película de esta parte del mundo ha sido seleccionada. Recordemos que el año pasado el film chileno El agente topo llegó con grandes expectativas a la alfombra roja, gracias a su nominación como mejor documental. 

Ha quedado también fuera de competencia un film argentino que venía con grandes expectativas. El prófugo dirigido por Natalia Meta y que cuenta en el reparto con la reconocida Cecilia Roth. Es un thriller psicológico que ha representado a la Argentina en el Festival de Berlín y que ha obtenido excelentes críticas. 

Dentro de los films preseleccionados al Óscar de habla extranjera, figuran tres hispanos. 

La mexicana Noche de fuego, dirigida por Tatiana Huezo, ha recibido una mención especial en el Festival de Cannes y un premio en el Festival de San Sebastián. 

Plaza catedral es la representante de Panamá, dirigida por Abner Benain y cuyo protagonista Xavier de Casta fue asesinado antes de recibir el premio por su actuación en el Festival de Guadalajara, cuando tenía 14 años. 

Por último, la española El buen patrón de Fernando León de Aranoa, estelarizada por Javier Bardem y Almudena Amor. Viene con 20 nominaciones a los premios Goya y con buenos resultados a nivel de taquilla en España. 

La crítica internacional apuesta por Drive my car de Japón. El círculo de críticos de Nueva York la ha calificado como la mejor película del 2021, no solo de habla extranjera. Selección poco habitual para este grupo selecto de analistas cinematográficos, al reconocer una cinta de no habla inglesa. 

Otra favorita es la italiana, Fue la mano de Dios. Dirigida por Paolo Sorrentino, quien tiene un Oscar en su haber a mejor película extranjera el año 2013 por  La gran belleza. Fue la mano de Dios está considerado como el film más personal y dramático del director. Viene además de ganar el Festival de Venecia con el Gran Premio del Jurado. La cinta se encuentra en Netflix. 

Esta lista de preseleccionados continua con films de Irán: A Hero, triunfadora en el Festival de Cannes con El Gran Premio. Great Freedom de Austria, Playground de Belgica, Lunana: A Yak in the Classroom de Bhutan, Flee de Dinamarca, Compartment No. 6 de Finlandia, I’m Your Man de Alemania, Lamb de Islandia, Hive de Kosovo y The Worst Person in the World de Noruega. 

La lista final se dará a conocer el 8 de febrero. Mientras la ceremonia de los premios de la Academia se llevará a cabo el domingo 27 de marzo.

El año pasado nos presentamos con el film nacional Canción sin nombre que tampoco pasó los filtros necesarios para llegar al Oscar.  Sin embargo, actualmente ha sido nominada para los premios Goya. Importante reconocimiento en el viejo continente que tendrá su desenlace el próximo 12 de febrero. Donde compite con  La cordillera de los sueños de Patricia Guzmán representando a Chile, Las siamesas de Paula Hernández  por Argentina  y Los lobos de Samuel Kishi de México.

Independientemente de ganar un Oscar, las películas peruanas seleccionadas para representarnos en los últimos años en la Academia, como Canción sin nombre y Manco Cápac seguirán cosechando reconocimientos alrededor del mundo. La apuesta por un cine que construye identidad y que se desprende de estereotipos impuesto por una cultura hegemónica debería seguir siendo la tendencia que encontremos en nuestras salas de exhibición. 

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Cine, cinematografía, Hollywood, premios Oscar

Algo cambió en el cine nacional desde la realización de Wiñay Pacha. Obra del director Oscar Catacora, recientemente fallecido. El cine minimalista y de autor que presentó desde Puno, tiene hoy también, otro representante: Henry Vallejo. 

Manco Cápac es la película nacional seleccionada para representar al Perú en los premios Oscar. Henry Vallejo tardó 10 años en ver cristalizado este proyecto y luego de tanta espera, hoy ya se encuentra en las salas comerciales del Perú. Aunque lamentablemente solo de Lima, Puno y Arequipa. 

La historia narra la llegada del joven Elisban a la ciudad de Puno, con la finalidad de encontrar a un amigo que lo ayude a conseguir  trabajo. Sin embargo, este amigo resulta ser inubicable y el protagonista se ve en una situación de precariedad, al no contar con dinero, por lo que decide buscar todo tipo de actividades para subsistir. 

Esta sencilla historia es el punto de partida para bucear en muchas sensaciones que develan conceptos asumidos socialmente. Vallejo nos presenta desde la primera toma la intención de su film. Un plano lateral del bus donde Elisban en posición fetal espera llegar a la ciudad. La transición de una forma de vida a otra. Dejar el campo en busca de una vida nueva en la ciudad. Como también la búsqueda de protección y cobijo. 

Jesús Luque, quien encarna a Elisban, ha ganado el premio APRECI por la mejor actuación del año. La disciplina que puso en el taller que llevó con el propio director, ha dado como resultado la corporalidad de una actuación que no precisa de muchos textos para transmitir. Su personaje entra a escena con una clara construcción de lo que es, de donde se encuentra y de la vulnerabilidad que eso pueda significar. 

A través de toda la película su mirada será el contraste de las miradas indiferentes y hasta perversas de los personajes con los que le toque interactuar. Y es que Elisban destila una ingenuidad fuera de cualquier cuestionamiento. Lo que permite al espectador generar una empatía desde la primera escena y a su vez, la indignación frente a la hostilidad imperante con la que tiene que lidiar el personaje, a lo largo de la historia. 

Lo que el director puneño ha construido con este largometraje es un escenario en donde la ciudad representa un personaje más, que es despiadado, individualista, mercantilista e indiferente. La ciudad no representa para Elisban una promesa de desarrollo y futuro, sino todo lo contrario. 

Quizás el único personaje que contradice esta constante de discriminación, es la señora que vende comida. Una representación simbólica de protección maternal, a pesar de sus repentinos cambios. Lo que refuerza, al ser una excepción,  la sensación generalizada del profundo desprecio de una sociedad consumista, frente a la pobreza. 

Vallejo juega con la idea de realismo constantemente, a pesar de estar en una ficción, por momentos parece que estamos frente a un documental. Así de realistas resultan las actuaciones de sus personajes. Incluso mostrando el afiche real del casting de la película en un poste de luz. Con ese mismo realismo, nos transmite el frío y hambre que su personaje padece. Es inevitable recordar a Wiñay Pacha y reflexionar sobre lo que esta nueva cinematografía está demandando. 

En una sociedad mercantil, el valor recae en lo que se tiene y si no se tiene nada, el valor de la persona no existe. No vales nada. El valor del mercado económico está por encima del mismo ser humano.  

Existe un cine de lugares comunes, con personajes estereotipados, presentando conflictos que no pretenden incomodar a nadie. Un cine de caras conocidas y que disfraza la realidad, frente a un cine como el que años atrás se empezó a gestar en Ayacucho. Donde Palito Ortega puso  en vitrina al cine regional y que hoy tiene su foco en Puno. Con la disposición de mostrar al mundo, una realidad que para algunos es ajena y para otros, que son muchos más, es bastante familiar. 

Manco Cápac es un film singular que redunda en sensaciones contrastadas, sin concesiones. De mirada contemplativa, pero punzante en sus retratos humanos. Es de esas películas, que no permiten la indiferencia. 

 

Flyer Manco Cápac-Estreno 9 de didiembre

 

 

 

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cine nacional, Manco Capac, película peruana, premios Oscar

Henry Vallejo recibió un galardón en la gran manzana por su segundo largometraje: Manco Capac. En esa oportunidad, hace un año, estrenó su film en el Festival People of Color de  Nueva York. Ese año también obtuvo el premio Luces a la mejor película, así como el Apreci en el ámbito local. Un año después de todo esto y aun en pandemia, su film ha sido preseleccionado para representar a Perú en los premios Oscar de la Academia de Hollywood.

Manco Cápac fue filmada en Puno y es la historia del joven Elisban que llega a esta ciudad en busca de trabajo. Al no encontrar a quien sería su apoyo, un amigo de la escuela, se ve forzado a intentar todo tipo de actividades para poder subsistir  Esta situación lo lleva a interactuar con diversos personajes que van evidenciando la deshumanización de una sociedad por un lado y por otro lado el devenir del protagonista hacia la indigencia. 

Gracias a la virtualidad pudimos conversar con el director puneño que se encuentra en Francia.  Su película se exhibe en el Festival de Biarritz, en el marco del Focus Perú. Sección que tiene como invitado especial al cine peruano.  

Felicitaciones por esta precandidatura a los premios Oscar. Cuéntanos por favor, ¿Cuál ha sido el recorrido que ha tenido el proyecto desde que empezó hasta llegar a la selección para representarnos?

Han pasado más de 10 años desde que empezamos a escribir el guión. En realidad, ha tenido un viaje más largo de lo que esperábamos. El actor que teníamos en ese entonces ganó una beca y se tuvo que ir a estudiar a Lima. Esto nos paralizó toda la producción, no podíamos hacer un juicio y reclamar nada porque íbamos a perder el tiempo, ya que era un menor de edad. Nos tomó 3 años reemplazarlo. Pero ha sido positivo porque pudimos pulir el guión y conseguimos también los fondos de la Dafo para realizar realizar el rodaje.

El nuevo actor tenía 15 años cuando vino el casting, empezamos a filmar cuando tenía 16 años y terminamos el rodaje cuándo cumplió como 20 años. Hemos filmado un poco menos de 4 meses, pero parece mucho más debido a las repeticiones. Afortunadamente Jesús ya tenía 16 años entonces ya había crecido lo que más o menos tenía que crecer y el peso también.

Los actores secundarios tampoco han sido fáciles de conseguir porque en Puno no hay escuelas de actuación.  Por eso recurrimos a algunos de Arequipa, de Lima y fuera del país también. Es el caso de un mejicano y un francés. Fui a ver la obra del mejicano y le pregunté si le interesaba hacer una audición. Se quedó tres días. Lo mismo pasó con el francés. Un día en el terminal lo vi tocar su acordeón. Me acerqué y cuando entendió lo que le decía gracias al Google translator, no lo pensó ni dos segundos y me dijo sí.  

Cuando empezaron este proyecto, ¿Cuál era la intención que tenían con esta película?

Básicamente teníamos dos retos. El primero fue querer contar una historia local que prescinda de todos los extremos. No es que esté mal contar historias extremas, lo que pasa es que era un reto personal. No queríamos tener cine de acción, persecuciones o romance. Queríamos prescindir de estos temas bastante recurrentes. Pero a la vez pensamos que, si le quitamos toda la carnecita, lo más sabroso, el reto era poder entretener y de ahí sale este guión.

Y el otro reto era rendirle un pequeño homenaje a los Incas. ¿Cómo introducimos a los Incas, sin hablar casi nada del pasado? Porque embarcarse en una historia de época demandaría millones obviamente y con poco dinero sería una locura. Tampoco queríamos hacer el ridículo.

Los diálogos por ejemplo en los mercados yo los he vivido. Iba a comer cuando todavía costaba dos soles un plato de pejerrey con arroz.  Siendo Puno una ciudad tan pequeña, encontramos por lo menos una docena de dialectos del castellano. Creo que en el fondo queríamos contar algo que venga de la realidad y ponerlo tal cómo es. Esa indiferencia que existe en muchos lados.  

¿Consideras que somos una sociedad poco empática?

Sí, creo que tal vez no somos poco empáticos, pero somos indiferentes. Porque si tenemos empatía en general, pero si somos indiferentes, pero no porque quisiéramos serlo. Sino porque nos han enseñado, preferimos escapar. Evitamos el problema. Si vemos a alguien que se está desmayando en la calle preferimos retirarnos porque hay experiencias negativas de que ayudar podría meternos en problemas. Esto obedece al sistema social y de leyes. Probablemente lo que nos falta es sentido común. Sobre todo, en el Perú no tenemos sentido común.

Justo ahora en la presentación de la película hablamos un poco de eso acá en Biarritz. Me han preguntado si esa era la intención de la película. 

¿Crees que estamos en un mejor momento para abordar problemas como el clasismo, el racismo?

Si, pienso que no solo en nuestro país sino en el resto del mundo de alguna manera nos guste o no, estamos madurando. Parece que la pandemia ha permitido eso, el ser humano necesita un poco de golpe para entender y claro, muchísima gente ha sufrido durante la pandemia y eso nos está haciendo a la fuerza más sensibles con nuestro entorno. 

La indiferencia no siempre es el mejor camino. Hay cosas que necesitamos reaprender. Sí algunos miembros de nuestra sociedad están en problemas, en el fondo también es nuestro problema. Probablemente no queremos reconocerlo. Nos hemos estado volviendo cada vez menos humanos.  

A eso quería llegar con la película, que no nos veamos tanto como fachadas, sino como seres humanos. El ser humano sí bien es cierto es un animal, pero tenemos alma racional y podemos discernir el bien del mal. A partir de eso creo que podemos construir una mejor sociedad.

Hablaste hace un momento de la reacción que la gente ha tenido ahora en el Festival de Biarritz. ¿Qué impresión han tenido los espectadores hasta el momento en los demás Festivales?

Creo que la película ha conectado con distintos públicos. Teníamos la duda de que en otros países no se entendiera el mensaje.  Finalmente me estoy dando cuenta que sí. La humanidad de los personajes es importante. En Francia, por ejemplo, que es un país de primer mundo, podríamos pensar que no hay gente sin dinero. Sin embargo, también existe indigencia. En Biarritz no creo, porque ha sido un balneario para gente adinerada. Todo Biarritz parece un barrio de Hollywood.

Cuando viste por primera vez la película editada ¿qué impresión te dio?

Recuerdo los primeros castings que habíamos hecho con el actor. La historia ya había tomado buen camino.  Ya me causaba emoción en la primera semana del casting, cuando me di cuenta que el personaje funcionaba. Ya cuando terminamos de ver la película, si estaba contento más o menos con el 90%.

Siempre uno no termina de escribir porque quisiera corregir muchas cosas, como dicen algunos escritores, uno podría escribir toda la vida. Una expresión artística, nunca va a ser perfecta, podría parecer, pero no lo es, ninguna obra ha sido perfecta.

¿Cuándo decidiste estudiar cine?  ¿Cómo descubriste tu vocación?

Recuerdo que, en quinto grado de primaria, un día estaba escribiendo una historieta para un cómic con el compañero que se sentaba a mi costado. La profesora nos llamó y pensamos que nos iba a castigar, pero al final nos felicitó y nos pidió que contáramos la historia a la clase. Esas cosas dan aliento.

Me parece que eso quedó en el subconsciente y cuándo terminé el colegio, gané una beca para estudiar ingeniería eléctrica en Argentina.  Estuve casi 2 años, pero no me sentía cómodo, no era lo mío.  En mis ratos libres recuerdo que me iba a la Facultad de fotografía. En la ciudad de Tucumán donde estudiaba había una gran oferta de películas. Una ciudad de un poquito menos de 1 000,000 de habitantes tenía como 10 a 12 salas grandes de cine. Y como había ofertas de 3 películas por uno, asistía mucho al cine. 

Cuando ya había regresado de la Argentina entendí que me gustaría la idea de hacer una película.  Lo más cercano que tenía era ciencias de la comunicación. Cuando comentaba esto con mis amigos o con mis padres me decían: “si vas a estudiar eso, no te apoyamos, olvídate”.  Algunos amigos me decían que iba a estar al nivel de un heladero. Ese tipo de comentarios podrían llegar a desanimar a cualquiera. Sin embargo, pensé que, si no hacía lo que quería realmente, iba a ser infeliz.  

Es posible que puedas transitar por la alfombra roja de los premios Oscar. ¿Lo has imaginado?

Sí, es posible. Creo que todo es posible.  Sin embargo, sé que ese camino es bastante difícil. Estos días me han contactado dos personas que tienen sus empresas en Los Ángeles y me han dicho para conversar. El cine ya sea de Hollywood o independiente es un negocio finalmente.  En la industria no necesariamente los que ganan un premio son las mejores películas. Lo que sí, es que les conviene que sean películas vendibles. Que puedan llamar la atención de mucha gente. Sin embargo, pienso que nadie tiene la última palabra.

Estoy satisfecho y quiero pensar en otros proyectos también que sigan conectando con la gente.  Mi intención con honestidad es hablar de humano a humano. De un espíritu hacia otros espíritus. Creo que el ser humano necesita más conexión.

Tarkovsky decía “la esencia es más importante que la técnica”. La esencia y el contenido ¿no? Pienso que todo ser humano sea artista o no tiene casi la obligación de intentar mejorar este mundo.  Debíamos pensar un poquito más en ir para adelante en todos los aspectos, no solo en el aspecto económico.

Hablando de la dirección de actores. ¿Cómo lograste esa naturalidad en un chico tan joven como Jesús Luque, protagonista de tu film? Sin experiencia cinematográfica, además.

Si, Jesús no había hecho nada en cine. Sólo presentaciones del colegio, pero después nos concentramos en el taller. Hemos hecho tres o cuatro talleres en distintos años y ha habido varios candidatos. Había un chico que nunca llegaba temprano. Las clases eran a las 4:00 y llegaba a las 5 de la tarde. A Jesús le conté algo de eso y él desde el arranque, si las clases eran a las 4, él estaba en el taller a las 3:30 pm. A pesar de que para llegar hasta Puno necesitaba 4 horas de viaje desde su comunidad. Nunca faltó a clase y eso es importante.  

Una de las cosas que uno no debe prescindir es el compromiso y por supuesto el talento también es importante. Jesús tiene una menta fresca, aprende bien los diálogos y ha aprendido las técnicas también.  Él ha entendido que, si algo va a salir bien, es después de mucho trabajo.

¿Cuándo es el estreno en las salas peruanas?

Será estrenada en Cineplanet y Cinemark entre el 9 y el 16 de diciembre. Estoy esperando definir esa fecha. Esperamos que sea el 9. Creo que no hay que tenerle miedo a los blockbuster, porque si bien es cierto ese público es diferente, un poco de ese público también irá a ver la película. 

Cuando presentamos nuestro primer largometraje en Arequipa el 2005, ese día justamente también se estrenaba La venganza de los Sith. Hicimos publicidad y llenamos las salas a pesar de estar compitiendo con Star Wars. Creo que para diciembre se estrena Matrix.

¿Qué proyectos se vienen?

Tengo dos ideas que más me convencen, que más me gustan, pues la voy a presentar. Son pasos que también hay que tomar con calma. No apresurarse tanto para no arrepentirnos. Es una inversión de tiempo, de vida, inversión de mucho dinero.

¿Nos adelantas cuáles son esas ideas?

Si, una de las ideas es sobre un viaje en bicicleta durante la pandemia. Es un viaje que un personaje emprende porque no le queda otro camino. Desde Perú hasta la Argentina y la otra idea trata de dos amigos que tienen una discusión que va aumentando de tono y al final terminan peleando. El tema central es el racismo. La historia muestra algo que al inicio no era tan obvio y luego si lo es, hasta ser ofensivo.

Algo que quieras agregar antes de terminar.

A todo el pueblo peruano invitarlos al estreno, ya sea el 9 o el 16 de diciembre. Es una película que tiene identidad, que toca no solo un tema humano, sino varios temas más. Me gusta mucho lo que decía Tarkovsky, “si el mundo fuera perfecto, entonces el arte no tendría razón de ser”, ¿no?

Gracias a Dios el mundo es bastante imperfecto. Hay mucho por inspirarse, mucho por corregir, hay mucho por mostrar. Sobre todo, necesitamos contar nuestras historias. Probablemente sean necesidades más del espíritu al que también hay que alimentar.

 

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Manco Capac, película peruana, premios Oscar

«Todos somos el agente topo”, fue el popular hashtag que usaron las redes debido a la presencia de un film chileno en los premios Oscar. El Agente Topo se ha convertido en una popular cinta que ha estado entre las 10 más vistas en latinoamérica por la plataforma de Netflix y sin ser precisamente una historia ficticia, sino más bien un documental. Sergio Chamy, su protagonista, viajó por primera vez en avión a sus 87 años para desfilar en la alfombra roja.

Este film no participó en la categoría de película extranjera, sino en la de mejor documental. Tampoco se llevó alguna estatuilla a casa, pero ha conseguido poner en vigencia el género documental tantas veces antes reconocido en el cine chileno. Sumado a eso y tal vez  lo más importante, ha logrado acercarnos a un grupo humano distinto, permitiendo escuchar a los adultos mayores, sobre todo aquellos que viven aislados del mundo, bajo la indiferencia familiar y social . Quienes enfrentan la realidad de asumir su edad en una sociedad que no los representa. 

Para Maite Alberdi, la directora, era indispensable contar de manera singular esta historia y conseguir así la atención del público. Por eso con la utilización de una narrativa ligera y divertida, Sergio Chamy, su protagonista asume un rol detectivesco con una misión encomendada, pero lo que descubre es más bien una realidad dolorosa que lo termina también afectando. En cuanto a las formas del relato es inevitable no hacer un paralelo entre las cartas de Pantaleon Pantoja (Pantaleón y las visitadoras obra de Mario Vargas Llosa llevada al cine por Francisco Lombardi) y los informes que Don Sergio entrega diariamente de manera ordenada,extensa, formal y que terminan siendo hilarantes.

Sin duda es un documental con tintes de ficción, que juega de manera divertida al espía  y que utiliza ese pretexto para dar voz a quienes no la tienen, sumándose a la tendencia de visibilizar a uno de los grupos humanos que la sociedad ha relegado desde hace mucho. Esta realidad que viven muchos ancianos está relacionada con la tasa más alta de suicidios en Chile que corresponde a la población por encima de los ochenta años. 

En otra parte del mundo, Dinamarca celebró el premio Oscar a mejor película extranjera por Otra ronda de Thomas Vinterberg. El cofundador de Dogma 95, cuya inquietud ha sido producir un cine de manufactura sencilla, apostando por la autenticidad y contrario a las grandes producciones hollywoodenses, obtuvo reconocimiento gracias a la historia de un grupo de amigos de mediana edad que experimenta con el alcohol en aras de disfrutar mejor de la vida.

Otra ronda  si apuesta por un figura conocida como Mads Mikkelsen, al que hemos visto en La cacería, Casino Royale, Hannibal, Rogue One, entre otras. Mads interpreta a Martin en esta historia de amistad y alcohol que logra escenas imborrables hacia el final de la película. Convirtiendo la letargia de sus personajes en una celebración a la misma existencia. Importante recordar que la idea inicial de este film fue de la propia hija de Thomas Vinterberg, quien falleció en medio del rodaje y a la que el director dedica esta producción. Situación que puso en riesgo la continuidad del rodaje pero que finalmente le atribuyó un carácter más profundo y dramático de lo que se pensaba en un inicio. 

Ambas realizaciones han estado marcadas por  la muerte de manera real, en las dos películas los protagonistas experimentan transformaciones importantes, el agente Topo nunca será el mismo después de su experiencia en el asilo, del mismo modo que Martin al recuperar el entusiasmo y obtener el reconocimiento de su entorno. Es posible que la proyección de estas historias haya calado de manera singular en quienes vieron esta cuota extranjera de nominaciones a los premios Oscar. Reflejo de una sociedad diversa que se enfrenta cotidianamente con la muerte debido a la pandemia y que precisa reflexionar sobre su existencia y la manera en cómo asume la vida. 

Quizás la exposición de películas como El agente Topo no hubiera sido posible sin la ampliación de los miembros de la academia. Luego de las críticas recibidas  en el 2016 por la hegemonía de hombres blancos en sus nominaciones. La academia de artes y ciencias cinematográficas de Hollywood intenta marcar una nueva tendencia, la tendencia de la inclusión. Por ese motivo en el 2020 ingresaron 819 miembros de todo el mundo, como por ejemplo Yalitza Aparicio (protagonista de la oscarizada película Roma) de los que el 45% son mujeres gracias a la búsqueda por la paridad. 

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Agente Topo, Netflix, premios Oscar

Una mujer chino estadounidense salió con las manos llenas en la última edición de los premios Oscar. Su nombre es Chloe Zhao, primera realizadora asiática y segunda mujer en llevarse la estatuilla a la mejor dirección por el film Nomandland. Sin maquillaje, en unas cómodas zapatillas blancas y con dos simples trenzas como peinado se acercó al estrado a recibir los galardones, lejana al glamour que acostumbra la gala hollywoodense. 

La directora pertenece a esa comunidad también de realizadores minimalistas, conectados con la humanidad y bondad que ella insiste en defender. Nació en China, se crió en Brighton, Inglaterra y estudió la carrera de ciencias políticas y cine en EE.UU donde obtuvo su nacionalidad, aún así evita discursos políticos. 

Su película Nomandland cuenta el viaje de Fern (Frances McDormand) luego de haberlo perdido todo. La travesía va desde Empire, Nevada a lo largo de los Estados Unidos en una casa rodante. Con una propuesta visual que pasa de los grandes paisajes naturales a planos cerrados e intimistas de sus protagonistas trascendiendo el orden geográfico, pero sobre todo el orden en las formas de vida habituales y establecidas. 

Chloe es sinónimo de sencillez, a pesar de esto, llevar el libro de Jessica Bruder a la pantalla no resultó ser una experiencia simple. Necesitaron cinco meses para grabar, de los dos que normalmente se habitúan, se hizo en 5 diferentes Estados del país del norte, esperando en cada uno de ellos por el clima adecuado para filmar, aún así el resultado de toda esta espera ha sido aplaudido en el mundo. Este film ha conseguido tres Oscar de la Academia: mejor película del año, mejor dirección, mejor actriz principal y un sinfín de reconocimientos en diversos festivales y premiaciones de los que destacan el Globo de Oro, El León de Oro en Venecia, El Bafta de Londres y así la lista continúa. 

Esta galardonada cinta del 2021 basada en el libro Nomandland, sobreviviendo en Estados Unidos en el siglo XXI fue adaptada al guión e incluso editada por la misma Zhao, poniendo bajo su lente a la comunidad de nómadas de los Estados Unidos desde un punto de vista diferente y más cercano, contando además con personajes reales como el youtuber Bob Wells, Linda May y Charlene Swankie, conocidos por llevar esta forma de vida itinerante y haciendo de ellos mismos.  

Mientras gran parte del mundo aún se debate en la crisis generada por el coronavirus, el viaje de Fern, personaje principal del film, representa un canto a la libertad, no solo de manera literal, sino de la apuesta que significa una forma de vida diferente, al margen de los créditos inmobiliarios en el país que hoy preside Biden y que ya experimentó en el 2008 una situación similar por la burbuja inmobiliaria, experiencia que también es un referente en esta historia. Los miles de ciudadanos que hoy se suman a esta forma de vida porque también lo han perdido todo, se resisten a continuar las reglas de juego que una sociedad consumista que los ha ido esclavizando, tema que subyace pero evitando los discursos y compromisos políticos. 

En un mundo hoy virtualizado, Chloe Zhao nos ha presentado en la pantalla esta comunidad de personas que andan en sus vehículos, se vinculan entre ellos, se alejan y se reencuentran siempre en el camino. Quizás para huir de todo o encontrarse a sí mismas, con grandes paisajes naturales como marco de esta reflexión interna que también es la reflexión de nuestra relación con el mundo, como personas y como especie. 

A Chloe Zhao le gusta asumir el control de sus películas, como lo ha hecho ya en las tres que ha realizado, desde la escritura, dirección y edición. Hoy de la mano de Marvel, se prepara para el estreno de lo que será su cinta más comercial con Angelina Jolie como protagonista, Eternals.  

No es nueva, ni tan experimentada tampoco, pero desde la sencillez y autenticidad que proyecta el mundo le ha sido amigable.

 

 

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Chloe Zhao, Nomandland, premios Oscar
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