Cortez, Tomás

Los Oscars, la Corrección Política y el Cachetazo

UNO

“En diez años, “Ordinary People” será la respuesta a una pregunta de trivia y nuestra película será la que la gente continuará viendo” – Mel Brooks productor de “The Elephant Man”

Rara vez los Oscars acertaron en premiar a los Mejores. Solo hace 3 años, ante la presión de Spielberg (quien se manifestó en contra de las pelis de Plataforma), ganó la complaciente “Green Book”. Dícese que Spike Lee, saltó de su asiento, muy enojado. “Roma” era enormemente superior. Premiar una peli como Coda (correcta película) es la marca indeleble, por parte de la Academia, así como el Oscar a Troy Kotsur. Ya sé que es cuestión de visibilidad, el hecho de resaltar la peli con actores discapacitados, pero estamos hablando de lo Mejor del año. Por otro lado, la actuación de Ciaran Hinds es sublime; asimismo, la del joven Kodi Smith-McPhee. 

En 1980, “Ordinary People” ganó, en forma inexplicable, a dos Obras Maestras “The Elephant Man” y “Raging Bull”. Ni hablar de “Dances with Wolves” que le arrebató el Oscar a “Goodfellas”. Así también, la edulcorada “Forrest Gump” a “Pulp Fiction”. ¿Que alguien me explique, ¿por qué ese musical, sobrevalorado, “Chicago” le arrebató el cetro de Mejor Película a “El Pianista”? Ya sé, fue por Polanski.

DOS

Lo hago porque me di cuenta que, si haces una peli sobre el Holocausto, ganas un Oscar seguro” – personaje de Kate Winslet en la serie Extras

Los comediantes siempre buscan respetabilidad, amén del dinero. Desean, por todos los medios, ser calificados como “Actores”, en el amplio sentido de la palabra. Como lo fue Peter Sellers, por ejemplo, quien podía desempeñarse como actor dramático, sin problema alguno. De ahí, el enojo de Adam Sandler, al ser ignorado por su papel en “Diamantes en bruto”. Will Smith siempre deseó lo mismo. Construyó una carrera en base a ese objetivo. Es una estrella de Hollywood y, admitámoslo, un buen actor. En las antípodas, se encuentra Benedit Cumberbatch. Actor shakesperiano. Que desenvuelve con soltura, tanto en dramas como “The Imitation Game”, “1917”, “Sherlock” o las franquicias de Avengers o Spiderman. Un actor completo, que en la peli “Power of Dog” rompe el paradigma del cowboy macho alfa. Un personaje complejo y contradictorio. Demasiado intrincado para el gusto de los votantes. 

Prefirieron a Smith, como el padre de las hermanas Williams (ellas fungieron como productoras). La película proyecta una mirada, más complaciente del progenitor; quien, para muchos, es polémico. Eso jamás importó. Los biopics siempre fueron un trampolín a los premios. Aunque, más parezcan una hagiografía. Es lo de menos. Un amigo me indicaba lo siguiente. 

“Me sorprende que la mujer, de Richard, no le reproche nada de la poca atención que le brinda. Toda la peli, Venus y Serena acaparan su atención. Sus otras hijas están de adorno”.

“Mi esposa me tiraría la sartén, por la cabeza, sino le prestó atención en el día”, arguyó mi amigo.

Y es cierto.

Historias de superación o de la Conquista del Sueño Americano es lo que le gusta a la gente. Mejor dicho, a los votantes conservadores. Olvidan que Cronenberg dinamitó dicho sueño en su Obra Maestra “Una Historia Violenta”, diecisiete años atrás.

Eso, o hacer una peli del Holocausto, como profetizó Kate Winslet, que le daría un merecidísimo Oscar. 

TRES

“Si ganas un premio esta noche, no lo uses como medio para dar un discurso político. No estás en posición de dar una clase al público sobre nada. No sabéis nada del mundo real. Algunos incluso habéis pasado menos tiempo en la escuela que Greta Thunberg» – Monólogo de Gervais en los Globos de Oro 2020

Ricky Gervais derribó paradigmas siendo anfitrión en los Globos de Oro. Se burló, sin misericordia, del grupo elite de Hollywood. Ellos nunca se lo perdonaron. De ahí, que no se dignaron en llamarlo desde la Academia de Artes. El problema es que ningún presentador esta siquiera a su altura. Quisieron revivir a Billy Cristal, y la gente se dio cuenta que los noventa quedaron muy atrás. 

Los que dirigieron la ceremonia del domingo, ahondaron en la nostalgia. 

CUATRO

«No tienes derecho a subir al escenario y golpear a alguien en la cara» – Jim Carrey

Smith conoce a Chris Rock. Sabe de su verborragia y humor ácido. Fue comediante también. El chiste fue de mal gusto, pero no era para reaccionar así. Como dijo un cronista: “Will perdió la oportunidad de avergonzar a Rock, señalando en su discurso de aceptación, que la alopecia es debido a una enfermedad que sufre su esposa”. Tiene toda razón el periodista. El martes, Will Smith se disculpó con el comediante.

No sé ustedes, pero me pareció totalmente desacertado que un rapero presentara el homenaje, por los cincuenta años de “El Padrino”. ¿No podía hacerlo los prestigiosos directores, como Spielberg, Guillermo del Toro, Tarantino o Paul Thomas Anderson? 

Lejos, lo mejor de la noche fue el gesto de Lady Gaga para con Liza Minelli, al presentar el último premio de la noche. 

Eso es: Respeto y Reconocimiento por los Predecesores.

 

 

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Cine, premios Oscar, Will Smith

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