crecimiento

Considerar tratar temas asociados con la definición de emprender, no solo se cierra con cuestiones que tienen que ver con la empresa o con temas de mercado, sino, como se ha podido apreciar en todo este tiempo, (los que me leen) los temas a tratar tienen un fuerte componente social y cultural que buscan facilitar la comprensión de nuestra realidad pais y aplicar elementos que permitan un cambio. Empezar algo determinado que se gesta con esfuerzo y que tiene gran importancia, es emprender y yo, emprendí esta tarea con los escritos que presento en este espacio. Sin embargo, entender el verdadero significado es un trabajo arduo. 

Y en ese recorrido, se han ido presentando temas que son hechos concretos como los son, entre muchos, por ejemplo, las comunidades emprendedoras o la agricultura familiar, pero también otros que van asociados a ciertas habilidades o características asumidas o por asumir que exponen la necesidad de fortalecer algunas formas de liderazgo o analizar las resiliencias a todo nivel. Al tratar temas de emprendimiento vamos encontrando muchas alternativas para el cambio, solo queda pensarlas y luego trabajarlas. 

Un tema que me parece por demás importante para trabajarlo, y que además encierra muchas aristas para su crecimiento a nivel exportable, es todo lo concerniente a nuestro folklore y todo lo que de este concepto podemos derivar. Hablar de folklore en el Perú es encontrarse con uno de los más vastos y perdurables nexos de los pueblos con la cultura ancestral que no desaparece, es encontrarse con los mitos, con las tradiciones, con las leyendas o con las danzas, con los bailes o las canciones que se enraízan y van caracterizando la cultura popular urbana, que siendo nueva es propia de nuestro país. Esta cultura, popular y tradicional, se adquiere y tiende a su difusión mediante la experiencia; se hace colectiva y logra su vigencia a través de generaciones, y escondiendo su origen tras el anonimato de sus creadores. 

En la línea de lo mencionado párrafos antes, seguimos tratando de entender el tema de emprender, no solo en la definición técnica del término, que te dice “tener la iniciativa de llevar a la práctica una idea de negocio, es decir, crear una empresa y llevar a cabo la producción del bien o prestación del servicio, sin que esto quede en una mera intención”, sino en la identificación de oportunidades, que permitan mirar a tu entorno y encontrar en estos detalles expuestos, como la danza o la música, o quizás la artesanía, los elementos necesarios que permitan impulsar la generación de una empresa mayor desde adentro, desde el “folk” y así no perder de vista esa historia viva del hombre rural andino y amazónico en toda su extensión.

Sumar a la definición tradicional y económica del término emprender, el aspecto cultural y social es buscar empezar a renovar y actualizar la mirada a nuevos retos para nuestro crecimiento: mirar a los artesanos, a los danzantes o los grupos folklóricos, masificarlos es una misión urgente si pretendemos como pais caracterizarnos y adquirir presencia propia y competitiva en un mundo cambiante muy exógeno pero muchas veces endógeno. 

Es bastante esperanzador probar en la realidad que muchos jóvenes llenos de espíritu de bailes y cantos llenan algunas plazas para acompañar y aprender danzas que tienen fuertes componentes históricos y regionales, obviamente son emprendimientos de “escuelas de baile itinerantes” pero el punto es que no solo son solo tres sino cincuenta los jóvenes que dedican unas horas para aprender o fortalecer su baile o quizás para hacer ejercicio, el punto es que se está haciendo uso de algo que nace de adentro y es cimiento para muchas alternativas de cambio. El tema puede ser aplicado para una construcción transversal. Creo que me entienden. 

No propicio ser herméticos en un mundo globalizado, pero si apuesto por la fortaleza interna que necesitamos para desarrollar y ser parte de este mundo global. Los artesanos deberían exportar más, las danzas deberían salir más, nuestra música debería sonar más, repito, no en exclusiva sino como parte de un todo. Generemos la ruta del arte, construyamos los instrumentos desde el gobierno para facilitar la creación de un puente que valore y exporte.

Tags:

Comunidad, crecimiento, Negocio

En la historia de la humanidad, siempre es recurrente encontrar vestigios sorprendentes de adaptación al entorno, condición que genera y fortalece la caracterización de las culturas a nivel mundial. Regiones llanas, boscosas o áridas, motivan un especial tratamiento y conducta de los pobladores para palear su subsistencia y luego de ello enmarcarse en un desarrollo natural y después programado de un crecimiento sostenido. Las condiciones geográficas y climáticas permiten desarrollar particularidades que al final se reflejan en cuestiones muy culturales.

La capacidad que tienen los hombres para adaptarse en diferentes circunstancias en general y de forma diaria es realmente sorprendente, en el Perú, es un tema diario, pues hacer frente a las adversidades es una tarea que ya se convierte en una actividad constante y muchas veces se ven condicionados a aceptar que es una supervivencia diaria. Existen análisis muy profundos, que buscan entender a las poblaciones inmersas con esas características y los enfoques sobre todo académicos nos presentan puntos de vista desde una percepción económica, social, cultural o en general bajo distintas perspectivas científicas, pero que al final, el tema de adaptabilidad es base para comprender los diversos escenarios que devienen de esta acepción. Es una particularidad muy humana.

Considerando lo dicho líneas arriba, no se puede obviar los estudios precisos y actuales hasta estos días del gran sabio peruano Javier Pulgar Vidal, quien con su análisis certero sobre las ocho regiones naturales en el Perú, permite encontrar elementos, no solo para la investigación sino para la obtención de respuestas y retos para  el fortalecimiento de oportunidades en el ansiado desarrollo autosostenido, sobre todo para nuestras comunidades andinas y amazónicas y también para las que se encuentran en el litoral peruano. Desarrollo social y crecimiento económico significarían un cambio sustantivo y generaría una nueva mirada de los espacios geográficos a nivel comercial y de mercado.

La necesidad de adaptarse en un entorno geográfico es una característica que se ha dado a través de la historia, donde es permitido encontrar posibilidades de cambio al generar particularidades en las poblaciones, estas particularidades son definidas muchas veces como la cultura misma. Y esta cultura misma, bien desarrollada es una tremenda fortaleza para la generación de emprendimientos, de empresas que toman como base la experiencia de su adaptabilidad generada por el conocimiento adquirido y ese conocimiento es un elemento para poder desarrollar empresa y diferenciarse de lo cotidiano y urbano.  En el mundo andino y amazónico y por qué no en el urbano (espacio de conquista migrante), esta experiencia de adaptación genera un plus en las apuestas, sobre todo comerciales, de los pobladores peruanos demostrando la resiliencia emprendedora.

Cada región en particular cuenta con una gran diversidad ecológica, la geografía es variada, los climas son muchos y todo esto genera una vasta gama de oportunidades, que el hombre asume y domina, convirtiendo desde ya su supervivencia en un elemento a considerar como fortaleza para muchos sentidos y apuestas a futuro. Una de ellas el inicio de la oportunidad de generar empresa, con la idea de superar toda afrenta que trae la naturaleza y en estos tiempos también el mercado. Si esta realidad es tomada en cuenta y aprovechada a nivel de la población involucrada y se consideran las vastas diferencias existentes a nivel de las ocho regiones naturales, o de las doce ecorregiones, los sistemas de adaptabilidad realizadas por el poblador van a lograr el fortalecimiento de un mercado nacional muy diferenciado, y los emprendimientos comunales van a cobrar relevancia.

Es realmente importante no perder de vista los emprendimientos comunales, que tienen innata la experiencia de afrontar obstáculos de todo calibre, esta situación los curte para mayores retos. Afianzar y renovar el sentido de una asociatividad histórica del ande peruano, marcaría el comienzo de un desarrollo conjunto y particular de las regiones. Gran tema por considerar como base para políticas de apoyo a los emprendimientos con estas características, las mismas que nos permiten apreciar en las ciudades, sobre todo en Lima capital la temporalidad comercial existente, muchos emprendimientos se adaptan a los tiempos comerciales, tiempos de colegios, tiempos de carnavales, tiempos de Halloween, tiempos navideños, en fin, los emprendimientos también se adaptan a la necesidad que se genera por determinadas fiestas en el año.  Los diversos rubros comerciales que disfrazados de temporadas describen el empuje de las empresas populares. Un mismo comerciante se adapta a las circunstancias del tiempo y de lo establecido por el mercado. ¿Encuentran la lógica? Pues acá tratamos de darle una respuesta.

Reflexionemos entonces sobre la importancia de encontrar una explicación de tinte cultural al tema de los emprendimientos, donde existe toda una línea que abre un camino de investigación y de planteamientos para la innovación y/o el fortalecimiento de estas empresas populares que están pugnando por salir adelante. Muchos de ellos son autoempleos, cuyas necesidades se miden como oportunidades para luego convertirse en empresas en potencia, las redes sociales, económicas y culturales tienen un lado interesante a considerar, la versatilidad para adaptarse a los entornos son la base para buenos resultados en el mercado y así, se comienza a abrir una gama de temas, que la práctica pone sobre el tapete y la teoría se puede comenzar a construir. El Perú es un país de emprendedores, y las fortalezas que se tiene como país están por descubrirse.

Tags:

Comunidad, crecimiento, Negocio

En nuestro territorio, aquellos procesos donde interviene el consumo, la producción, la comercialización, y sumados a los llamados desarrollos tecnológicos y humanos, constituyen lo que la academia suele denominar los circuitos económicos solidarios que buscan promover el desarrollo económicamente viable, ecológicamente sostenible y socialmente justo para el buen vivir de todos, en un determinado espacio. Para ello, es bueno considerar la formación planificada de los denominados mercados locales. Como es sabido, este tipo de mercados, que se caracterizan exclusivamente porque los compradores y los vendedores generan una relación estrictamente local o regional, pueden generar el comienzo de una cadena interesante de crecimiento como primer eslabón para un desarrollo a mayor escala.

Por lo general, son los sistemas agroalimentarios, quienes  incluyen no solo los aspectos de la producción de alimentos, sino también el procesamiento, la distribución y el acceso, que en el caso de los espacios locales se sostienen a través de los principios de diversidad, descentralización y adaptación dinámica. Interesante situación que se va gestando, creo yo, desde prácticas pasadas ancestrales que caracterizan las zonas llamadas rurales y que son reflejadas en el intercambio de mercancías, donde se  aprecia la dinámica entre productores y consumidores. Todo sistema productivo local, se muestra en una relación más democrática en comparación con los macro sistemas de producción que por lo general con altas tecnologías apuntan al incremento de ganancias de diversas formas. Contextualizando espacios a todo nivel, inclusive el político. 

Una idea que se puede manejar a nivel de gobiernos regionales o quizás desde el mismo Estado es constituir espacios donde se construya o fortalezca de forma planificada las instituciones locales, aquellas que en mediana escala pueden contribuir a un circuito económico que genere una dinámica local potenciada y en donde los productores puedan crecer de manera interna para poder apostar en futuros cercanos a un crecimiento externo. De esta forma se puede mejorar la capacidad de la población para sostener y generar sus propias iniciativas.

Al hablar de instituciones locales me estoy refiriendo a aquellas asociaciones, pequeñas empresas que van surgiendo en los sectores productivos que requieren no solo de capacidad para producir y trasformar sus productos, (algunos programas sociales apuntan en ese sentido) sino en la base de consumo que de igual forma puede ser organizada por los entes involucrados. Es decir formalizar la relación oferta y demanda a nivel de espacios locales. La acción colectiva, presenta alternativas a un manejo industrial a gran escala de los recursos naturales que a la larga verticaliza la relación en el mercado de manera excesiva. Por lo mismo, impulsar el desarrollo participativo desde la producción, es una opción que no deberíamos dejar de tomar en cuenta, puesto que al fortalecer o crear un verdadero mercado local, la interacción comercial, repito, planificada ahorraría costos y facilitaría el paliar las necesidades de la población, estableciendo formas de producción y consumo que contribuyan a encarar la crisis ecológico y social, que afecta, así no nos demos cuenta en nuestra sociedad y sobretodo en nuestros espacios rurales.

Propongo entonces que haya una articulación desde lo local, considerando lo social, lo económico y lo cultural, para que de forma integrada, en el puro estilo adaptativo, se permita generar un tipo de economía que integre y que se ponga al servicio de la población y no del lado opuesto. Es así que lo local, facilita que muchas organizaciones sociales y productoras puedan generar alianzas para ordenar la producción y el consumo. Los circuitos cortos de comercialización y sobretodo los mercados locales tiene muy de cerca la valoración ecológica, la identidad local, la fortaleza de la región y sobretodo la cultura del consumidor. 

Se deben construir redes de consumidores, comprometidos con los productores articulándose para producir cooperativamente parte de sus alimentos. El conocimiento local incide mucho en el conocimiento de formas para satisfacer las necesidades básicas de la población, buscando la reciprocidad y la equivalencia, promoviendo el apoyo mutuo para producir y consumir alimentos sanos. Los precios pueden ser más justos, los productores rurales, apuntan ese esquema.

En el sector urbano, hablar de mercados locales internos es un tema que requiere de mucha más elaboración, las ciudades necesitan otras estrategias, puesto que la dispersión cultural y social así lo exige. Es el Estado que basándose en fortalecer la aceptación de la población para el consumo local, debe promover ello. En resumen, no es mala la idea de voltear la mirada a lo que significa fortalecer los mercados locales.

Tags:

crecimiento, Mercado, sociedad

Una de las definiciones más trabajadas por los estudiosos de las ciencias sociales es la que tiene que ver con el concepto de “comunidad”, y en el Perú se han generado un sin número de trabajos que veían a la comunidad y al trabajo comunal como una estrategia muy pensada de subsistencia y de orden natural de la población. Los andes y la amazonia organizada, ambos territorios representaban con certeza lo trabajado académicamente. La comunidad es vista como el conjunto de personas que tienen en común diversos elementos, el mismo territorio donde se habita, las tareas de adaptación diarias, los valores, los roles, el idioma o la religión, en general un condicionante que tiene a la cultura como eje articulador. La comunidad campesina funcionaba de la mejor manera, y hace gala de un orden funcional y una estructura que permite el trabajo coordinado entre sus integrantes. Cada pueblo en los andes, sobretodo, constituyen sus comunidades y el reto de crecimiento autosostenido funciona.

El punto es pues, tener un objetivo en común, como unidad social se generan diversas relaciones interpersonales, concibiendo los sentidos de pertenencia como una fuerza de unión y crecimiento. Además, más allá de una concepción geográfica y cultural, las relaciones sociales que surgen en una comunidad pueden ser analizadas desde puntos de vista funcionales o también estructurales y muchas veces desde el análisis netamente cultural.

En un país generador de cambios, esta condición ancestral o histórica de articulación poblacional, se vuelve base para buscar definir qué entendemos por  participación ciudadana, que es donde los ciudadanos, comienzan a tomar decisiones respecto al manejo de sus recursos y generan las acciones que buscan tener un  impacto en el desarrollo de sus comunidades. Para el acompañamiento de este derecho casi consuetudinario, es necesario tener marcos legales que ordenen estas organizaciones comunales y puedan ser parte del grupo de actores sociales que bregan para el desarrollo y crecimiento del país. No perdamos este punto de vista, la población organizada, aun lleva consigo esta experiencia ancestral, aunque en la misma comunidad la correlación de poderes está inmersa y definida por las necesidades que el mercado global obliga a hacer frente, nuevos empresarios que saltan la línea de lo tradicional, grupos de camioneros, productores, que guardan particularidades  comerciales exentas del concepto rígido de lo comunal. Este es un tema que será tratado después. 

Sin embargo es importante rescatar, que siempre perdura la imagen, válida, que, con la participación social o ciudadana legitimada, el consenso de una determinada población, permitiría cerrar brechas en la relación con los gobiernos y se pueda mediar con la sociedad los cambios que determinados territorios buscan articuladamente. La población organizada tiene historia ancestral y democracia representativa asumida. He allí la importancia de un  involucramiento de la sociedad con el estado. 

Son muy válidas las experiencias ejecutivas de la población, el espíritu de asociatividad para conseguir objetivos de subsistencia marcan la pauta en muchos programas sociales, donde el desarrollo autosostenido es una característica que raya con lo exitoso, la generación de los llamados núcleos ejecutores como gestión participativa y transparente, fue creada para ejecutar proyectos de infraestructura social y productiva para los pobladores, ciudadanos o familias en situación de pobreza y pobreza extrema de las comunidades rurales del país. Con la activa presencia de una población  que se organiza para ese objetivo

No esta demás reafirmar esta experiencia ancestral andina, donde un grupo de familias que ejecutan proyectos están revalorando el Ayni que describía la ayuda mutua entre familiares o vecinos, y en otros casos a la minka que era el trabajo comunitario con objetivos puramente sociales. Es ahí donde la población de una comunidad o centro poblado a través de un núcleo ejecutor gestiona los proyectos de inversión social, pues desde la base misma del conocimiento que le permite su sentido de  adaptabilidad y donde la  cultura condiciona estas fortalezas es que se permite aprovechar de mejor manera las oportunidades sociales y económicas, considerando además las potencialidades de su territorio. El sistema de un núcleo ejecutor funciona en la confianza de los desarrollos autosostenidos que cubren las necesidades inmediatas de la misma población.

El estado es parte importante en esta característica poblacional y como dije líneas arriba exige la consecución de marcos legales que ordenen estas organizaciones comunales y puedan ser parte del grupo de actores sociales que bregan para el desarrollo y crecimiento del país, para hacer realidad esta situación que presenta. Al transferir dinero a los núcleos ejecutores, estos a su vez, organizados se desarrollan y ejecutan, con la confianza de un trabajo comunal para beneficio mayoritario y general, se rinde exitosamente cuenta del recurso publico otorgado. 

Es muy importante, considerar que con los núcleos ejecutores formados a nivel nacional en los andes y en la amazonia, se fortalece y valida practicas ancestrales de colectividad. En esa lógica, es necesario más adelante, entender y analizar las razones por las cuales el segundo escalón de crecimiento para los demás accesos naturales al crecimiento, por ejemplo el mercado, es un tema que aun cuesta consolidar a nivel de la población referida en este artículo.  Discutamos la necesidad inmediata cubierta frente a la proyección de crecimiento como estrategia. Repito, siguiendo la misma lógica.

Tags:

Comunidad, crecimiento, Empresa

Al echar un vistazo a la Amazonía en el Perú reconocemos su área de 782,880.55 km² al este de la Cordillera de los Andes, cuyo territorio posee la mayor biodiversidad y endemismos del planeta, y ocupa más del 60% de nuestro territorio, definiéndose como selva baja y selva alta, cada una con distintas características sociales, ecológicas, climáticas, y por supuesto culturales. Se pueden establecer tres ecosistemas distintos: mucho bosque tropical, cantidad de ríos y humedales y las sabanas. Este lugar abarca al menos 40.000 especies en plantas, 427 en mamíferos, 1.300 en aves, 378 en reptiles, más de 400 anfibios y al menos 3.000 tipos de peces. Es una región que podemos considerar única e interesante en proyección de desarrollo y utilidad futura mundial, desde el aspecto ecológico, sobretodo.

En el aspecto poblacional, existen aproximadamente cuatro millones de personas, de las cuales unas 332 mil pertenecen a comunidades indígenas, según los datos que el INEI maneja del 2018. Desde el Censo del 2017, se conoce también que este territorio verde concentra el 28,6% de sus habitantes en una situación de pobreza monetaria con respecto al total del país y que su  área rural considera el 46% respecto al total del país. El Ministerio de Cultura el 2019 identificó como población rural a 51 pueblos llamados originarios, además de la población migrante asentada inclusive desde tiempos coloniales de España hasta los colonos republicanos que cual mano de obra se asentaron en la región descrita. Ahora bien, no es un secreto que la historia de la Amazonia siempre estuvo asociada a la percepción de ser un espacio con una gran fuente de recursos naturales, invisibilizando a su población nativa y caracterizándola por brindar de a “gratis” recursos extraíbles, materia prima por doquier y demás elementos que posibilitan la gran inversión desde afuera, motivando las conquistas comerciales de una gran empresa afincada siempre, en la conquista continua.

  Sin embargo, en los últimos años, al poseer esta envidiable riqueza natural se comienza a asociar y a visibilizar  y sobre todo a reconocer la gran riqueza cultural que posee la Amazonía, incluyendo a las poblaciones nativas en los procesos de desarrollo. Y es  en este momento donde surgen las teorías, las tendencias y las necesidades de inclusión en fondo y forma de estas comunidades, buscando armonizar procesos de cambio y desarrollo auto sostenido, a escala local y regional. Las dinámicas productivas amazónicas, distintas de otras, las llamadas andinas permiten abrir una vasta gama de actividades estratégicas que guardan relación con la diversidad biológica, geográfica y socio-cultural de la región. Existen características a considerar para comenzar a definir las formas de crecimiento económico desde diversos enfoques, pero que contribuyen a establecer un orden de captación para trabajar en beneficio de la población en cuestión. Considerar por ejemplo el sentido de  la expansión de la frontera agrícola, considerar también la deforestación por la extracción de minerales de manera ilegal a veces  y la reforestación con especies comerciales de usos no maderables. Buen punto para la no afectación posterior de los bosques.

El relacionamiento de la población amazónica con su territorio ha cambiado a través de la historia, haciendo lectura de ella recordamos a los caucheros, los madereros, el oro aluvial, por otro lado los accesos necesarios para la comercialización de productos como el café, el cacao o la hoja de coca, es decir, las dinámicas han cambiado y en todas ellas es urgente tener una mirada seria de cambio, no solo en términos de crecimiento sino también de salvaguarda de la misma población en convivencia con la protección ambiental que permite fortalecer a la población. He ahí que lo sostenible es misión seria del Estado que busque orientar bien los procesos  de atención. 

Para lograr un desarrollo de la Amazonia es necesaria la conjunción articulada de diversos actores involucrados como son los gobiernos regionales, los gobiernos locales, el sector privado y quizás también las organizaciones no gubernamentales poniendo énfasis en atender y entender las necesidades inmediatas de los mismos pobladores de la Amazonía permitiendo así el diseño políticas y planes viables para el desarrollo de las atenciones. 

El tener  acceso a los recursos naturales (tierra, bosques, agua, pesca y pasturas, entre otros) por parte de las comunidades nativas más pobres es vital para su subsistencia. Es un modus vivendi del cual se puede aprovechar varias intervenciones, desde la generación de excedentes hasta la constitución de emprendimientos comunales bien desarrollados y acompañados en la sostenibilidad de los mismos. Considerar también el silencioso movimiento migratorio a la región amazónica que no se detiene y que genera un lento crecimiento demográfico que se refleja de diversas maneras, por ejemplo en el acceso y utilización de las tierras. La tecnología y la capacitación no es negada, y es considerada necesaria, siempre y cuando parta de una base de estudio de necesidad elemental.

Muchos son los temas que se pueden hablar de la selva, siempre tratando de insistir en un enfoque de desarrollo “de” la región, donde se incluye obligadamente el desarrollo humano y social de la población, considerando las diversidades, particularidades o complejidades, tomando en cuenta su complejidad, diversidad y diferencias y no del mismo enfoque pero “en” la región, donde el esfuerzo realizado en solo para la explotación, extracción y aprovechamiento de las ventajas ecoambientales, socioculturales o de otra naturaleza. Parece mentira pero una silaba puede enmarcar mucho debate.

Para culminar, una reflexión necesaria en esta colaboración, y es que existe una verdad que se constituye en un reto país más, y es que la Amazonía peruana es un territorio poco atractivo para los emprendimientos, pues muchas dificultades reconocemos que existen, sin embargo, dejo el tema de los  emprendimientos verdes que como apuesta no es descabellado, pues en la búsqueda para desarrollar negocios y emprendimientos con prácticas sustentables, se pueden crear soluciones innovadoras que puedan reducir los impactos ambientales y preserven los recursos naturales. La Amazonia, puede hacerlo, solo falta mirar más la región en la interna.

Tags:

amazonía, crecimiento, Empresa

Muchos países en el mundo consideran trabajar el concepto de cultura como un eje determinante para la aplicación de políticas de asistencia social, tratamiento de actividades que conllevan a fortalecer el trabajo conjunto para toda una sociedad. El análisis está siempre presente a manera de involucramiento previo a cualquier aplicación de políticas públicas.

En el Perú se debería considerar dicha línea, pues como país multicultural y pluricultural, toda decisión depende, aunque no creamos, de un concienzudo análisis en ese sentido. De esta forma podríamos acercarnos a corregir falsas percepciones construidas por terceros, muchos de los cuales enfocan un débil conocimiento de la realidad cultural que actualmente vive nuestro país, generando irreales percepciones  a nivel de nuestra muy diversa sociedad.

El ser humano es un ser cultural, que asimila su cultura y la construye, asimilándola, influenciado por el tiempo y las situaciones de las historias de vida de las familias generadoras previas (padres, abuelos). Es inherente a la especie humana y las sociedades comienzan a crear a sus individuos a su imagen y semejanza desde su cultura. Se comienza a pertenecer a una cultura, se comienza a modelar identidades y se pretende poder reforzar una cohesión social, donde se comienza a englobar modos de vida, religión, ley y ciencia, tradición e innovación, arte y música, idioma y literatura. Resumiendo, se puede apreciar que por definición la cultura es el conjunto de elementos y características propias de una determinada comunidad humana, donde existen particularidades  que son  costumbres, tradiciones, normas  modos para poder  pensarse a sí mismo, de comunicarse y de construir una sociedad. Y esta cultura no puede existir sin una sociedad, la sociedad, no las sociedades sino una gran sociedad, que se vuelve diversa y al pasar los años se vuelve más diversa aún.

Tratar este tema de manera seria, permitiría desde los acostumbrados constructos sociales tener una base enfocada en la pertinencia a futuro para cualquier mirada política, o económica de Estado ò de lo privado empresarial. No está lejos la experiencia que los constructos sociales son dejados llevar muchas veces por las ideas, los romanticismos y motivan los errores muchas veces en la percepción que tenemos de nosotros mismos. Es una gran verdad que la sociedad cumple un papel fundamental en la formación de las construcciones sociales. Desde el momento en que nacemos, la población es bombardeada con expectativas y normas sociales, que van cambiando con el pasar de los años y con las variaciones poblacionales o movilidades humanas, las identidades van cambiando, la población va cambiando y la historia va variando también. Es peligroso cuando no se tiene la base fortalecida y aparece una sociedad que privilegia y da importancia a ciertos rasgos, como el atractivo físico, la inteligencia, la riqueza o el éxito o en contraposición risible exalta los rasgos de poblador indígena para validar una región. 

En consecuencia, al interiorizar estándares sociales nos juzgamos a nosotros mismos y generamos una falsa idea de lo que somos, distorsionando nuestra propia percepción, sin considerar los cambios sociales que son generadores de nuevos rostros o mismísima nueva cultura,  más popular, más peruana, más diversa.

Ya es tiempo que tengamos claro y busquemos adaptarnos como una nueva cultura peruana, mestiza, distinta, las polleras no es símbolo de miseria, tampoco de riqueza, el campesino es resiliente, un hombre para el mercado, el hombre de la calle es parte de una sociedad distinta, es decir, no son esquemas cuadriculados. Muchas veces, no tener claro esta realidad nos hace romantizar nuestras percepciones, un comercial publicitario que baja los canones de belleza ficticia y foránea, no debería buscar los mismos estándares en lo indígena, pero pintados con otro color de lápiz, por poner un ejemplo recurrente que muchos entienden, esto daría risa y ofendería. El ser humano es uno y categorizarlo desde una mirada errada, no suma, más bien resta.  En situaciones de crisis, es más productivo dejar atrás las percepciones y abocarse al conjunto determinado de atención social. La pobreza está en todos los sectores, el rural y el urbano, y en todas las regiones, el campesino y el empleado. 

En el Perú, multicultural y pluricultural, receptor de movilidades humanas, la realidad ya es distinta, debemos comenzar a construir nuestra autopercepción, definirnos como peruanos, sin entrar en los chauvinismos, ni mostrar solo un lado de nuestra historia, no solo somos incas, moches, o huancas, ya somos peruanos, desde todas las sangres, ya se está  construyendo una sola. Sino trabajamos en eso, las políticas públicas, las inversiones comerciales, los emprendimientos y todos los que pretendan describirnos no van a saber cómo hacerlo.  No quiero parecer nuevamente un romántico, pero la realidad social, la sociedad misma, nos muestra cambios y la necesidad de adoptarlos obliga a considerarlos. La historia en el Perú nos ha enseñado que nunca supimos cuál era nuestro norte. Estamos en el momento de tentar construir uno, sin dividirnos entre blancos y cholos o pobres y ricos, siempre habrá categorizaciones tontas pero la construcción de un país está por encima de eso. Fortalecer la nueva cultura peruana es un reto obligado.

Tags:

crecimiento, Cultura, sociedad

En el análisis constante que los estudiosos hacen de los países, (sobre todo en Latinoamérica), de sus sociedades y de su economía, es muy común leer artículos que tocan el tema con frases que tratan de explicar una realidad latente. Frases como  crecimiento económico”, “desarrollo social” y también  “desarrollo económico”. Por esta razón, considero necesario el buscar entender las circunstancias que crean estos conceptos entendiéndose como generadores o creadores de  dependencia que se da como una cadena de resultados.

Entiendo que el desarrollo social se centra en la necesidad de poner en primer orden a la población o más directamente a la sociedad, en un proceso que apunta al desarrollo propiamente dicho. La atención de la pobreza no solo se dirige a paliar las bajas remuneraciones o los mínimos ingresos económicos, sino también se trata de la atención directa de las vulnerabilidades, de evitar la exclusión, quizás de optimizar funcionalmente a las instituciones, consolidando la toma de decisiones y evitando la exposición constante, inclusive, de la violencia en las calles. Solo así entenderíamos, creo yo, que el camino al desarrollo social está llano. Una sociedad en desarrollo genera la inclusión social, empodera a las personas, cohesiona poblaciones y genera resiliencia en muchos casos. El acceso a la convivencia real es la estabilidad que se busca en el llamado desarrollo social. 

Todos los esfuerzos para atender a la sociedad y lograr su desarrollo, involucra no solo a los gobiernos, sino también a la comunidad misma, donde también consideramos a la llamada sociedad civil, al sector privado, y a los grupos que aún siguen al margen de las decisiones claves, como los pueblos indígenas o todos aquellos grupos que se muestran como minorías en la población. Todo ello debería aproximar a la sociedad y los estados para considerar acciones concretas. Dicho esto, podemos comenzar a evaluar si este desarrollo social está listo para fortalecer otro desarrollo que es el económico. Dos desarrollos que van muy asociados. Uno genera y aporta al otro y viceversa. 

En el contexto de una modernización del estado y de la generación de estrategias de desarrollos productivos, en este aspecto, cobra relevancia el comportamiento de las economías locales que reflejan directamente esta alianza de desarrollo social con desarrollo económico, venciendo poco a poco las concentraciones económicas e inequitativas que suelen darse en la realidad. Pero lo que promueve el fortalecimiento de esta alianza socioeconómica, es la generación de un crecimiento sostenido de la economía de un país. Pues el crecimiento económico de un país contribuye directamente en la construcción de un desarrollo social que se desarrolla con economías que emergen y se posicionan. La cadena de una fuerte estructura socio económica, la propone el crecimiento de las economías de los países. No hay desarrollo sin crecimiento. 

Cuando hay crecimiento económico en un país, se asume que los desarrollos  se darán por generación natural (exagerando) pero la aplicación de políticas de atención social basadas en las oportunidades que se generarán por el ingreso mayor de los presupuestos generales normalmente no se lo asocia a desarrollar la sostenibilidad y por ende no se desarrolla nada. El crecimiento económico repercute de manera importante en el desarrollo social de un pueblo. El factor financiero y la estabilidad económica aportan un estilo de vida a las familias e incrementa la tranquilidad emocional en relación con el futuro.

En estas circunstancias entonces, entiendo que no es lo mismo hablar de desarrollo económico y crecimiento económico, el primero es el resultado de una concienzuda política de buen uso del incremento ganancial de las economías de los países, el país crece económicamente y se dan las oportunidades para contribuir al desarrollo de la sociedad en fortalezas que las necesidades obligan: educación, salud, empleo, proyectos productivos reales, el apoyo a los emprendimientos serios y reales con apuestas fuertes futuras, las micro y pequeñas empresas con apoyo concreto y la  mediana y gran empresa con una visión proyectada al interior y al exterior. Tema importante a trabajar en otro artículo.

Resumiendo entonces, puedo decir que al hablar de desarrollos económico y social se considera el fortalecimiento en el crecimiento general de un país. Deberíamos hablar solo de crecimiento económico y no limitarnos a compararlo con el desarrollo solamente, pues este es el resultado de la buena aplicación y redistribución lógica cuando las arcas se manejan en azul extremo. Para ello hay que considerar además que para que haya un buen desarrollo económico es importante que el Estado elabore, implemente y ejecute políticas orientadas a este desarrollo y no solo al crecimiento, teniendo en cuenta que el crecimiento se da en el corto plazo pues se carece de políticas diseñadas para ese fin, en cambio el desarrollo tiene un alcance a mediano y largo plazo. Solo ahí, estaremos avistando el gran desarrollo social que la economía permite y desarrolla, apoyándose en conjunto con lo económico. No es lo mismo. Veamos que sigue……..

Tags:

crecimiento, Desarrollo, sociedad

Sostenibilidad, resiliencia, sucesión, liquidez y diversificación del patrimonio familiar, se encuentran entre los principales factores que las familias empresarias deben gestionar correctamente para superar los desafíos en tiempos de incertidumbre.

“En tiempos de incertidumbre es fundamental detenerse a realizar un balance de las áreas prioritarias de la empresa y evaluar que estrategias y acciones a tomar para asegurar el cumplimiento de los objetivos y lograr que las empresas familiares sean robustas, resilientes y estén preparadas para adaptarse a las distintas necesidades que puedan presentarse. Los contextos complejos pueden ser también una gran oportunidad para fortalecer las ventajas competitivas de las compañías y generar los cambios necesarios para asegurar un mejor futuro”, explicó Beatriz Boza, Socia Líder Regional de Empresas Familiares y Gobierno Corporativo de EY Perú.

Las empresas familiares se enfrentan a desafíos que son distintos a los de organizaciones corporativas u otros tipos de compañías privadas, y ello hace que deban prestar atención a aspectos singulares en periodos de incertidumbre. En ese sentido, EY Perú comparte seis factores en los que los líderes de familias empresarias deben enfocarse para facilitar el desarrollo de sus negocios en tiempos de cambio:

Sostenibilidad y resiliencia

Identificar un modelo de negocio que permita la agilidad y la adaptación es clave, junto con la planificación estratégica. En tiempos disruptivos es importante que las empresas sean resilientes en todas las áreas que la conforman, tales como talento, comercial, marketing, tecnología, gobierno, entre otras. Es importante tener en cuenta que aquellas empresas que inviertan en marcos de gobernanza sólidos y mantengan un compromiso con el cumplimiento de objetivos efectivos a largo plazo, tendrán mayores probabilidades de adaptarse rápidamente durante los períodos de crisis e incertidumbre.

Sucesión

La planificación de la sucesión es fundamental para el éxito y la continuidad de la empresa familiar. Es importante brindarles a las próximas generaciones el tiempo y guía necesarios para desarrollar las aptitudes y la experiencia que les permita continuar con el legado familiar. Los líderes de familias empresarias que estén considerando planes de sucesión, deberían establecer estructuras para definir los límites entre los activos empresariales y personales, así como también garantizar que los aspectos fiscales y jurídicos de la empresa apoyen la planificación de la sucesión.

Diversificación del patrimonio familiar y la próxima generación

Durante la transición del liderazgo, suelen generarse conflictos entre el deseo de mantener la tradición y la necesidad de adoptar nuevas formas de trabajo o tecnologías en respuesta al entorno cambiante. Las generaciones más jóvenes pueden tener una visión diferente del futuro, como la exploración de nuevas tecnologías o la expansión a nuevos mercados. Al incluirlos al negocio, es clave permitirles implementar ideas frescas y evaluar invitar a los miembros más jóvenes de la familia a unirse al Directorio, involucrándolos así en la toma de decisiones.

Impacto social

En los últimos años, la importancia de la responsabilidad social corporativa creció exponencialmente en todo el mundo, y las empresas familiares exitosas suelen tener en la mira la cultura, el propósito y el valor a largo plazo generado por sus operaciones y estrategia. Establecer objetivos no solo enfocados en la familia, sino también en la comunidad, ayudará a los líderes a tomar mejores decisiones sobre cómo quieren utilizar sus activos para generar un impacto positivo en contextos complejos.

Trabajo remoto y movilidad global

El COVID-19 impulsó la adopción del trabajo remoto, facilitando incluso la movilidad global de los trabajadores. Es importante tener en cuenta que, aunque existe una flexibilización temporal de las normas relativas al trabajo remoto y a la residencia para quienes trabajan a distancia desde otras jurisdicciones, la normativa relacionada con estos puntos varía constantemente.

Liquidez y financiación

Las empresas familiares deben crecer para sobrevivir y prosperar. A medida que el mundo de los negocios sigue evolucionando, es esencial que los propietarios se centren en la liquidez y en una financiación sólida para poder enfrentar tiempos difíciles.

Las empresas familiares constituyen una parte importante del crecimiento económico; y por ello, es fundamental en tiempos de crisis o incertidumbre, implementar estrategias de recuperación de costos de impuestos, revisar las estrategias y acuerdos de abastecimiento, evaluar y renegociar contratos de proveedores y condiciones de crédito, entre otras medidas que permitan un manejo económico eficaz.

Cabe señalar que EY Perú ofrece el programa “Desafíos de la Familia Empresaria (DEF)”, en colaboración con Pacífico Business School y ESADE Business School, con la finalidad de brindar a los miembros de familias empresarias y empresas familiares las herramientas para impulsar el crecimiento sostenible del negocio. Información en: Board Update (ey.com)

Tags:

crecimiento, Empresa familiar, incertifumbre
Página 1 de 2 1 2
x