Restaurantes solo podrán atender por delivery en Lima Metropolitana y Callao

Con las nuevas medidas restrictivas ante el incremento de contagios por COVID-19 en nuestro país, los restaurantes para las regiones en nivel de alerta “Extremo” solo podrán funcionar haciendo entregas por delivery. Este nivel incluye a Lima Metropolitana y Callao. Y, aunque no se ha especificado si los retail ofrecerán el mismo servicio, la Cámara de Comercio de Lima, indica que sí. Por ello es conveniente saber ¿Qué estrategias deberán tomar los emprendedores para implementar el servicio de reparto en esta segunda cuarentena?

Mariano Escobal, director creativo en Norte Consultora Creativa, señaló que si bien las nuevas medidas han generado incertidumbre, hay que tener mucha calma para pensar en una estrategia que le permita a los negocios responder a la pandemia.

“Hay que analizar el entorno. Esta es la segunda vez que nos mandan a cuarentena y para que los emprendedores puedan responder de manera efectiva deberán -asegura- trasladar la experiencia de comer en un salón a la sala de tu casa, haciendo uso del delivery”. Veamos.

Analiza tus posibilidades. No todos los restaurantes son iguales y dependiendo el tipo de comida, deberán aprovechar al máximo el servicio de delivery, asegura Escobal. Es más sencillo usarlo para productos como pizzas, pollos, hamburguesas o chifas. Quizás resulte más complicado para cevicherías, que requieren enviar un producto más fresco. Sin embargo, los restaurantes deberán reforzar sus canales de ventas a través del delivery, ya que representa entre el 20 y 40% de las ventas de los restaurantes, según la Cámara de Comercio de Lima. Es cierto que esto representa una inversión extra en tiempos complicados, pero es necesario adaptarse a los tiempos, para salir adelante.

¿Una posibilidad? Aunque para muchos negocios implementar el delivery puede representar pérdidas, pues venden la experiencia de comer en el salón, deberán encontrarle beneficios al reparto a domicilio.

Según Escobal, desde el marketing, se puede apelar a tocar el corazón de la gente. “Suena un poco romántico, pero hay que hacerlo”, señala. “Hay que motivar a la gente que le compre a los emprendedores y hacer de esta, una experiencia grata”, indica. “Que el delivery cumpla con todos los protocolos de bioseguridad, ofrecer promociones y trasladar la experiencia de comer en el salón de un restaurante y llevarlo al comedor de tu casa”, indica.

Para apelar a los sentimientos del cliente. A los protocolos de bioseguridad del servicio de envío se le puede agregar, señala el experto, una nota agradeciendo al cliente por su compra.

Hacerle notar -con una tarjetita- que con la compra del producto está ayudando a darle trabajo a una persona.  Enviarle al cliente, un regalo como un gorrito, que ayude a fidelizarlo. Darle promociones. Agregarle un buen trato. Incluso enviarle una tarjeta con el nombre del cliente, que haga sentir que el trato es personalizado.

“Hay que generar una experiencia emocional. Eso es algo potente. Si esta enfermedad maldita contagia, nosotros contagiemos empatía y unión. Es lo que nos salvará”, indica el publicista.

Hay que señalar que, con la nueva cuarentena, los negocios deberán dar el paso hacia la digitalización de sus negocios: Fomentar el distanciamiento social. Hacer uso de una carta virtual para el comensal que pueda acceder desde una app o desde WhatsApp.

Es necesario precisar que el servicio de delivery express registró un crecimiento de 250% en estos tiempos de pandemia, según la empresa Touch Perú, quien señaló que las categorías más solicitadas por los usuarios son: cervezas, vinos y licores; carnes y pescados; panadería y pastelería; bebidas, snacks y confitería, y cuidado personal. Además, los distritos de Lima que más usan este servicio son: Miraflores, San Isidro, Surco, Lince y San Miguel.

Con las nuevas medidas restrictivas y un 2021 que nos ha traído la incertidumbre de nuevas cepas del Coronavirus. Emprendedores, gremio de centros comerciales y más de 400 mil familias bodegueras miran con preocupación este nuevo año. ¿Qué harán?

Por David Gavidia

Desde el viernes 15 de enero los centros comerciales redujeron su aforo al 40%. Durante las fiestas de fin de año lo tuvieron al 60%. Los restaurantes, del mismo modo, ahora atienden al 50% de su capacidad y; las Micro y Pequeñas Empresas (Mypes) han manifestado su preocupación por la ampliación del toque de queda (desde las 9pm hasta las 4am en el caso de Lima) y, también, por el próximo incremento al Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) Específico, que el Ministerio de Economía estaría ejecutando en los próximos días. Ante las nuevas medidas impuestas por la segunda ola del COVID-19 ¿Cómo reaccionarán estos sectores que mueven millones en nuestra economía?

Esperanza Tafur, presidenta de MYPES Unidas del Perú, responde: “Estamos muy preocupados. La crisis económica y sanitaria nos ha golpeado muy fuerte a los pequeños negocios. Un ejemplo claro, son las bodegas, que, a pesar de todos los esfuerzos, aún no logran recuperarse, debido a que las ventas disminuyeron durante la pandemia, tan solo en los primeros meses, bajaron en un 50%”, explica.

Las restricciones del Gobierno -explica Tafur- impactaron durante el 2020 a sus negocios, al cerrar más temprano por el horario de inamovilidad, el toque de queda dificultó el abastecimiento de productos y a esto se sumó el miedo al contagio que ahuyentó a los clientes. “En el caso de las bodegas, por ejemplo, hacia finales del 2020 solo lograron recuperarse en un 70%”, señaló.

“Y en esta coyuntura tan difícil, solo le pedimos al gobierno que piense en los micro y pequeños empresarios – como las bodegas y restaurantes – y no ejecute la norma que le permite al Ministerio de Economía y Finanzas, subir el monto del Impuesto Selectivo al Consumo, durante el mes de enero, de productos, como cigarrillos y cerveza, que representan el 40% de los ingresos de las bodegas, por ejemplo”, dijo Tafur.

Según MYPES Unidas del Perú, son más de 400 mil familias bodegueras que viven de sus ingresos como comerciantes, que luchan por no cerrar, que quieren ser parte de la reactivación económica del país. “El aumento del ISC generaría la quiebra de negocios familiares, provocaría más informalidad”, señaló.

¿Qué medidas están haciendo para enfrentar la segunda ola de COVID-19?, le preguntamos. “Las Mypes estamos acelerando nuestros procesos para convertir los canales de venta tradicionales a virtual y tratando de implementar el servicio delivery”.

En plena cuarentena -señala la representante de las Mypes- cientos de bodegas, verdulerías y servicios de alimentos se vieron obligados a ser creativos, para enfrentar la crisis, e implementaron, de alguna forma, un servicio de entrega para seguir vendiendo e intentar frenar la caída de sus ventas.

Otros negocios -apunta- se reinventaron y convirtieron en mini markets; todo ello generó un incremento del 30% de los negocios en este rubro, impactando en los ingresos de miles de empresas.

De otro lado -señala Tafur- las confecciones también tratan de realizar cambios que mejoren sus niveles de ventas y tratar de competir con los productos importados. Lamentablemente es un sector que ha perdido mucho empleo y esta impactado por la poca demanda que hay en estos momentos.

“Para enfrentar esta situación de manera general, estamos pidiendo al Gobierno tener una tregua tributaria que involucre que no suban los impuestos, que la SUNAT pueda tener una política de fraccionamiento de deuda razonable para que las Mypes puedan levantarse y tener predictibilidad por lo menos dos años para iniciar un proceso de recuperación”, señala.

Por su parte, indica que las Mypes de manufactura están solicitando al gobierno que de todas las compras que realiza el sector público, un porcentaje lo haga a las Mypes, ya que el Estado es el mayor comprador.

“Eso ayudaría a reactivar los empleos perdidos y la economía de este sector que cada día son muchos más”, indicó, al señalar que las pérdidas económicas que tuvieron durante el 2020 son incalculables. Sin embargo, en el conglomerado de Gamarra -calculó- la perdida el año pasado fue de casi 5 mil millones de soles, miles de empleos y también varios miles de empresas que se pasaron al sector informal.

“Antes de la pandemia éramos el 25% del PBI, hoy seguro no llegamos ni al 17%, lo que significa el gran deterioro económico y perdida de capital de miles de empresas. Y sumando al sector servicios sobre todo el turismo seguramente las cifras son mayores”.

Las medidas y sus impactos

Pese al panorama negativo, el economista y Gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, señaló que las primeras medidas del gobierno de Francisco Sagasti tendrán un impacto limitado en la economía del país. “Para más de la mitad de la población, las medidas, no son demasiado distintas de lo que tenían hasta la semana pasada”, señaló. “El impacto va a ser más focalizado en el sector servicios donde, por ejemplo, un toque de queda a las 7pm o 9pm te impide atender el turno de cena en los restaurantes”.

¿Cómo deberán enfrentar los emprendedores esta segunda ola ante las nuevas medidas restrictivas? “Todos los que puedan van a tener que reinventarse”, señala. Se deberá -dice- implementar medidas como delivery de ropa, de comida, de espectáculos vía online. “Para algunas será ajustar un poco su negocio, abrir nuevos giros, para otros, casi volver a empezar de cero. Es importante reconocer con realismo dónde estamos parados. Todavía nos quedan varios meses entre idas y vueltas porque no parece que lleguemos a una masificación pronta de la vacuna”, señaló Macera.

¿Y los centros comerciales?

Ante la reducción del aforo del 60% al 40% a los centros comerciales, buscamos a Carlos Neuhaus, presidente ejecutivo de la Asociación de Centros Comerciales y Entretenimiento del Perú (ACCEP), a quien le consultamos ¿Cómo cerró su sector, en términos económicos, el 2020?

“Aún no tenemos la cifra exacta sobre las pérdidas que han sufrido los centros comerciales, debido a la pandemia, pero estimamos que se ha vendido un 30% menos que en el 2019”, señaló.

Neuhaus remarcó lo importante de que su industria se recupere. “Generamos más de medio millón de empleos y diferentes ingresos al país, como impuestos, que pueden ser utilizados para reforzar las acciones que el Estado hace en la potenciación del sistema sanitario”, explicó, y señaló que los clientes pueden visitar los centros comerciales con la seguridad de que se están tomando todas las medidas necesarias, pero también invocó a la ciudadanía a cumplir estrictamente con las disposiciones y protocolos: usar mascarilla en todo momento, respetar el distanciamiento social y asumir responsablemente el compromiso de luchar para conseguir niveles mínimos de contagio.

¿Cómo les afectará a los centros comerciales la reducción del aforo al 40% y el toque de queda que iniciará a las 9pm (para Lima) y 7pm para otras ciudades?

Estas nuevas medidas que reducen horarios, aforos y días de atención, traerán una mayor concentración de visitantes durante las horas permitidas para recibir al público en los centros comerciales. Por experiencia, en meses anteriores, esto también traerá aglomeraciones en las áreas externas. Creemos que lo mejor es ampliar el horario de atención con la finalidad de evitar la congestión de personas.

En provincias ¿Cuál es el panorama que vislumbran para este año?

Similar al de Lima. Algunas provincias tienen mayores restricciones lo que agrava más estas aglomeraciones y generan informalidad. Al mismo tiempo, muchos locatarios se están viendo fuertemente afectados, esto desacelera la reactivación económica del país.

El ecosistema emprendedor tiene un conjunto de variables destinadas al surgimiento, desarrollo y potenciar los emprendimientos.

El emprendedor peruano -asegura el Ministerio de la Producción- es aquella persona que identifica una oportunidad y la aprovecha para desarrollar una idea de negocio o una empresa por medio de su trabajo y autoaprendizaje, motivado por el logro de objetivos. Tiene habilidades y virtudes como liderazgo, perseverancia, empatía, resiliencia y disciplina. Pero necesita de un entorno que estimule el desarrollo de su emprendimiento. A este entorno se le conoce como Ecosistema del Emprendedor Peruano.

¿Quiénes forman parte de este ecosistema? incubadoras, sistema financiero, Gobierno, iniciativas privadas, instituciones interesadas en invertir en emprendimientos, redes de inversión, inversionistas ángeles, Venture capital y empresas privadas.

La consolidación y fortalecimiento del ecosistema es también labor del Estado. A través del Ministerio de la Producción, por ejemplo, se ofrece un abanico de oportunidades para el emprendedor peruano que se traducen en inversión para la generación de competencias y habilidades de gestión empresarial y liderazgo.

La idea es que mientras más se le facilite las cosas a los emprendedores para que florezcan y se consoliden, mejor será el ecosistema y por lo tanto tendrá un impacto positivo en nuestra economía.

En pocas palabras el ecosistema emprendedor tiene un conjunto de variables destinadas al surgimiento, desarrollo y potenciar los emprendimientos.

“Con los años hemos generado políticas e instrumentos de cofinanciamiento que se ajustan a las necesidades del ecosistema con un capital semilla para emprendedores innovadores y para el fortalecimiento de las capacidades de las incubadoras y aceleradoras de negocios. A la fecha apuntamos a promover la innovación y emprendimiento en todas las regiones del país”, dijo Rafael Castillo Manrique, coordinador adjunto del Programa Innóvate Perú.

Para potenciar el ecosistema emprendedor en el Perú, han surgido diversas entidades de soporte como Innovate Perú (con su programa Startup Perú), Emprende UP, StartUPC, PQS, Wayra que han logrado tener una participación más activa en la preincubación, incubación de proyectos y su escalamiento comercial en el mercado. Y por el lado de la investigación científica, Concytec.

El ecosistema peruano debe empujar a las startups, para hacerlas crecer con una mirada regional e internacional bajo la lógica “Piensa globalmente, actúa localmente”, explicó Giancarlo Falconi, responsable de la Incubadora PQS. Explicó que los ecosistemas de Israel, Sillicon Valley e Inclusive México nacen, desde la formación, con una mirada global de vender al mundo.

A pesar de la crisis económica por la pandemia, la inversión en emprendimientos no se ha detenido.

Por Juan Carlos Tafur

La llegada al poder del demócrata Joe Biden y el final del mandato del impresentable Donald Trump, es, sin lugar a dudas, una buena noticia geopolítica global. Trump, contrariamente al espíritu republicano que lo cobijó, hizo del cierre de fronteras, la antiglobalización y el proteccionismo comercial sus banderas. Fue un antiliberal, en el sentido clásico del término.

Por supuesto, no se le puede extender un cheque en blanco político a Biden. Normalmente, a América Latina le ha ido peor cuando ha habido gobiernos demócratas en la Casa Blanca. Y en materia bélica internacional, aunque sean los republicanos los que se han ganado fama de halcones, han sido los demócratas los guerreristas y conflictivos.

En lo que concierne al Perú, hay tres temas claves en agenda: la continuidad de la apertura comercial, que contra lo que pronosticaban los agoreros del pesimismo de la izquierda local, claramente ha beneficiado más al Perú que a los Estados Unidos; la flexibilización de la política migratoria para con los peruanos ilegales en la potencia del Norte. Es hora de que en Washington se entienda, primero, que el flujo migratorio es indetenible y, segundo, que les conviene que los millones de ilegales se formalicen y tributen; y la política antidrogas, que en vista de que parece aún utópico lograr una despenalización mundial -la única forma de acabar con el narcotráfico-, al menos es esperable que EEUU colabore con nuestro país en la detección de operaciones de lavado de dinero, aportando tecnología financiera capaz de detectarlas.

En lo que se refiere a la región, claramente los casos de Cuba y Venezuela atraerán la atención de la diplomacia norteamericana, pero los países de la región deberían tener algo que decir al respecto. Y en ese sentido, si bien no se ve claridad democrática en el horizonte de ambos países, lo que sí está demostrado es que el bloqueo económico total o relativo que la administración Trump acentuó, lejos de ayudar a erradicar a las dictaduras que asolan ambos países han terminado por reforzarlas. Con el bloqueo no se castiga a los dictadores -quienes gozan de dineros corruptos- sino al pueblo ya sufriente.

A pesar de su crisis sistémica, los Estados Unidos siguen siendo la primera potencia mundial, muy arriba de China o Europa. Si al capitalismo democrático le va bien allí, su capacidad de irradiación nos favorecerá. Por eso hay que estar atentos a lo que sucede en el epicentro económico y político del planeta.

El teletrabajo continuará en muchas empresas y eso obliga a las organizaciones a adaptarse a estos nuevos tiempos

Con la segunda ola, las empresas y trabajadores deberán adaptarse a cambios propios de su actividad y lidiar con transformaciones claves. Dos de ellas: la manera de trabajar y la de comunicarse. Por lo que es imprescindible conocer las tendencias tecnológicas que se avizoran en el panorama y saber cómo aprovecharlas.

Jorge Lay, director Comercial & Marketing de Sumtec, aseguró que la pandemia aceleró algunas tendencias tecnológicas y en el 2021 seremos testigos de cómo las organizaciones integrarán el uso de estas para intentar salir de la crisis. Entre las tendencias que marcarán la pauta del sector tecnológico en el 2021 destacan:

Infraestructura en la nube. Crecería en 26.7% en América Latina, acompañada de soluciones de almacenamiento on-premise local a nivel de respaldo. La implementación de infraestructura tecnológica es un elemento clave para que las empresas puedan salir de la crisis generada por la pandemia, pero esta deberá adecuarse a las demandas del negocio, clientes y mercado peruano.

Dimensionando el espacio de trabajo y procesos. El teletrabajo fue el método laboral más empleado en el 2020. Este concepto se está generalizando de modo que las empresas puedan diseñar modelos TI (Tecnología de la información) aptos para el acceso a servicios y herramientas que les permitan a sus empleados desarrollar sus actividades desde cualquier lugar.

Por ello, uno de los desafíos que enfrentan las empresas en este 2021 es el reducir el porcentaje de participación laboral física en todas las áreas, al tiempo que mejoran los entornos digitales para favorecer el trabajo colaborativo a distancia a través de equipamientos tecnológicos eficaces.

De la seguridad a la ciberseguridad. El teletrabajo resaltó la dificultad de algunas empresas para proteger su información.

Muchas de las plataformas de teletrabajo se han llevado o se están llevando a la nube desde configuraciones on premise. Todo ello hace que las políticas de seguridad tengan que llevarse desde las organizaciones a los propios usuarios y a sus equipos y dispositivos empleados para conectarse remotamente o a los servicios en la nube.

Con la adopción del modelo telemático de trabajo, muchas empresas han desplegado soluciones frágiles y vulnerables, expuestas a ciberataques y vulnerabilidades que es necesario eliminar de cara a hacer que los costes asociados con la seguridad no aumenten por encima de los beneficios que aportan.

Automatización robótica de procesos. El aumento de la transformación digital de las empresas, la automatización de procesos o Robotic Process Automation (RPA) se ha erigido como una de las áreas de mayor crecimiento dentro del sector TI.

Se trata de automatizar aquellas tareas repetitivas y sistemáticas que se llevan a cabo de forma habitual como parte de una actividad laboral frente a una o varias herramientas de software. Además, los procesos automatizados no tienen horarios y funcionan 24×7.

Transformación digital en la educación. Si algo ha tenido de nuevo el 2020 ha sido el impulso que, por necesidad, ha otorgado a las plataformas educativas digitales.

La posibilidad de seguir recibiendo una educación de calidad sin necesidad de acudir presencialmente a ninguna institución ahorra tiempo a profesores y alumnos y, además, pone en relevancia el amplio abanico de posibilidades que estas plataformas ofrecen en cuanto a aprendizaje interactivo.

Entre las tendencias que harán seguir creciendo este tipo de se encuentran el e-learning, la inteligencia artificial y el aprendizaje inmersivo.

Durante una transmisión en vivo difundida a través de sus redes sociales el pasado viernes 22 de enero, el expresidente Martín Vizcarra, candidato al Congreso por el partido Somos Perú, se refirió a la cantidad de camas de las unidades de cuidados intensivos (UCI) habilitadas en el Perú para atender a los pacientes con Covid-19. En ese contexto, afirmó lo siguiente: “¿Saben cuántas camas UCI tenemos ahora? Mil 700, las mismas que hace dos meses y medio”. Luego de revisar el registro oficial de este equipamiento clínico en todo el país, la red Ama Llulla concluye que esta afirmación es falsa.

Las declaraciones específicas del expresidente se encuentran en la siguiente transcripción, extraída del video que transmitió:

Estamos prácticamente al tope [de la capacidad]. ¿Pero cuántas camas UCI tenemos ahora? Yo dejé en octubre mil setecientas camas UCI, han pasado dos meses y medio. ¿Saben cuántas camas UCI tenemos ahora? Mil 700, las mismas que hace dos meses y medio”.

Lo expresado por Vizcarra, quien postula con el número 1 en la lista congresal por Lima de Somos Perú, se refiere a dos puntos específicos: la cantidad de camas UCI habilitadas en el Perú para pacientes con Covid-19, y la cifra de esa variable registrada hace dos meses y medio, es decir, en octubre.

En primer lugar, la médico intensivista Juana Añamuro, jefa de cuidados intensivos del Hospital Militar Central, le explicó a la red Ama Llulla qué recursos conforman una cama UCI habilitada: “En estas circunstancias, incluye un ventilador mecánico, un monitor para evaluar las funciones vitales del paciente y una cama especial que nos ayude a que mantenga ciertas posiciones”. A continuación, Añamuro precisó que una cama UCI está habilitada solamente si cuenta con un médico intensivista —que puede atender más de una cama—, enfermeras, auxiliares y terapeutas.

Con relación a la cantidad de estas camas en el Perú, el portal de datos abiertos de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) —adscrita el Ministerio de Salud (Minsa)— actualiza diariamente el conteo de este equipamiento hospitalario. Para hacerlo, utiliza la denominación de “Camas en UCI diferenciada – Total Operativas”. 

Según se lee en el protocolo del Minsa, esta denominación incluye “el número total de camas en condiciones de uso de la UCI diferenciada exclusivamente para pacientes con tratamiento Covid-19. Se obtiene sumando el número de camas disponibles (libres) más el número total de camas en uso (ocupadas) al cierre del reporte. Se considera también las camas UCI de Emergencia diferenciadas, así como las camas ampliadas para la contingencia en carpas u hospitales itinerantes que han sido acondicionadas como camas UCI diferenciadas para Covid-19”.

Asimismo, cabe precisar que dicho registro cuenta las camas UCI para pacientes con Covid-19 de las clínicas privadas y de los hospitales de las Fuerzas Armadas (FF.AA.), la Policía Nacional del Perú (PNP), el Minsa, el Seguro Social de Salud del Perú (EsSalud) y los gobiernos regionales. En ese sentido, la doctora Juana Añamuro explicó que los hospitales le envían la información diariamente a Susalud, indicando la cantidad de camas UCI ocupadas y libres que tienen.

Dicha información, de acceso libre para cualquier ciudadano, se utiliza también para actualizar portales oficiales como la Sala Situacional Covid-19 Perú, del Minsa; y sitios web como Open Covid Perú, manejado por un grupo de científicos e investigadores que analiza datos sobre la pandemia en el Perú.

Ahora bien, la data oficial indica que el pasado jueves 21 de enero —es decir un día antes de la declaración de Martín Vizcarra— el portal de Susalud registró 1.889 camas UCI habilitadas para pacientes con Covid-19 en el país. Es decir, 189 más que las que indicó el expresidente.

Un día antes de eso, el miércoles 20 de enero, se registraron 1.853 camas UCI habilitadas. Es decir, 153 camas más de la cifra que daría Vizcarra. Incluso el domingo 17, cinco días antes del mensaje del expresidente, ya se habían registrado 1.805 camas.

 

Diferencia. Desde el domingo 17 de enero, cinco días antes de las declaraciones de Martín Vizcarra, ya se registraban cifras que superaban por 100 unidades la cantidad de camas UCI que dio el expresidente. Fuente: Susalud

Diferencia. Desde el domingo 17 de enero, cinco días antes de las declaraciones de Martín Vizcarra, ya se registraban cifras que superaban por 100 unidades la cantidad de camas UCI que dio el expresidente. Fuente: Susalud

La cifra oficial más cercana al dato que dio el candidato que encabeza la lista de Somos Perú para el Congreso se registró 10 días antes de sus declaraciones: el pasado martes 12 de enero. Ese día, el conteo de Susalud fue de 1.708 camas UCI habilitadas en todo el Perú para pacientes con Covid-19.

Vizcarra difundió esa cifra en medio de la incertidumbre por el impacto de la segunda ola de la pandemia en el Perú y ante los indicios de la escasez de recursos en el sistema de salud para hacerle frente.

La intensivista Juana Añamuro explicó que, en la lucha contra la Covid-19, cada cama UCI habilitada “hace mucha diferencia” y “es absolutamente determinante” para tratar de salvar la vida de los pacientes graves. “Una cama UCI es una esperanza para cada uno de ellos”, puntualizó.

Por otro lado, en la declaración motivo de esta verificación, el candidato Vizcarra dio por sentado que, al momento en que salió del Gobierno, a inicios de noviembre del 2020, dejó 1.700 camas UCI. No obstante, la red Ama Llulla comprobó que dicha cifra no coincide con los registros oficiales de ese periodo.

De acuerdo con Susalud, el 1 de noviembre, es decir 8 días antes de la vacancia al exmandatario, se registraron 1.521 camas UCI, 179 menos que las mencionadas por el ahora aspirante al Congreso. De hecho, esta cantidad representaba una caída significativa respecto a la cifra del mes anterior, donde se había llegado a tener 1.658 camas UCI.

Fuente: Open Covid Perú (Ama Llulla comprobó que estos datos coinciden con los de Susalud)

 

Fuente: Open Covid Perú (Ama Llulla comprobó que estos datos coinciden con los de Susalud)

La red Ama Llulla contactó a Mónica Moreno, asesora de comunicaciones de Martín Vizcarra, para solicitar precisiones sobre el sustento de la afirmación.

Moreno indicó que el candidato obtuvo la cifra de 1.700 camas UCI luego de calcular “un promedio” en base a los datos oficiales del Minsa registrados en enero de este año. Sin embargo, cabe precisar que Vizcarra afirmó de manera categórica que el número actual de camas disponibles es de 1.700, el mismo de las que supuestamente dejó.

Por otro lado, a propósito de la comparación que hizo Vizcarra con las cifras de hace dos meses y medio, Moreno hizo referencia a septiembre del 2020, cuando se alcanzó un pico de 1740 camas UCI el día 15, según Susalud. Sin embargo, durante su presentación virtual, Vizcarra no habló de septiembre sino de octubre del 2020, el mes previo a la acción parlamentaria que derivó en su vacancia del cargo de presidente de la República.

Finalmente, si bien es cierto que la cantidad de camas UCI varía diariamente, los datos actualizados pueden ser consultados todos los días y en todo momento por cualquier ciudadano, incluyendo los candidatos que postulan a un cargo de representación nacional.

En función a lo expuesto, la red Ama Llulla concluye que la afirmación del candidato al Congreso Martín Vizcarra acerca de que hay mil 700 camas UCI disponibles en el Perú, el mismo número que dejó al salir de la Presidencia, es falsa.

Durante una entrevista en televisión, Rafael López Aliaga, candidato a la presidencia de la República por el partido Renovación Popular, criticó el uso que se ha dado al presupuesto estatal en los últimos tiempos, y para sustentar su postura, dio el siguiente dato: “La cantidad de consultorías que hay en Perú suman los 4 mil millones de dólares al año”. Luego de revisar los datos oficiales del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la red Ama Llulla concluye que esta afirmación es falsa.

De acuerdo con el portal de Transparencia Económica del MEF —plataforma que centraliza las asignaciones y ejecuciones del presupuesto público en todos los niveles de gobierno— el presupuesto asignado para la partida ‘Servicios de consultorías y similares’ en el 2021 asciende a S/ 592 millones 152 mil 506, entre personas jurídicas (S/ 307’064.005) y naturales (S/ 285’088.501).

Es decir que el total de lo destinado para las consultorías este año equivale a US$ 164 millones 31 mil 165, conforme al tipo de cambio registrado el 19 de enero en el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Es decir, 24 veces menos que el monto indicado por López Aliaga.

En una verificación anterior sobre este tema, realizada por miembros de la red Ama Llulla, el exministro de Economía Alonso Segura explicó que si bien la partida ‘Servicios de consultorías y similares’ reúne el dinero asignado para estos conceptos, el gasto no se realiza exclusivamente en consultorías, pues existen otras obligaciones presupuestales como auditorías e investigaciones.

En esta partida general se asigna montos para gastos por servicios complementarios de salud, diseño de metodologías y reformas, otros servicios similares para proyectos (como el Programa Articulado Nutricional, el de Salud Materno Neonatal, el Programa de Saneamiento Rural), fondos para la atención de enfermedades no transmisibles, y programas destinados a seguridad, ciencia, transporte y otros temas.

Según la clasificación del MEF, las consultorías son insumos para mejorar la toma de decisiones de las entidades en proyectos que impulsan un valor público. Algunos ejemplos sobre estas son los levantamientos topográficos, los servicios para regulación de tarifas, los inventarios de recursos de hidrocarburos, entre otros.

Otro tipo de gastos incluidos en estas partidas son las supervisiones periódicas de vías, de la administración de bienes, así como auditorías a informes financieros, médicos y asesorías legales al Estado peruano en controversias ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), además de otros conceptos.

De manera exclusiva para el rubro de consultorías, en el 2021 el presupuesto es de S/ 142 millones 875 mil 125, tanto para personas jurídicas como para personas naturales, lo que equivale a US$ 39 millones 577 mil 597.

Ahora bien, si revisamos los gastos del presupuesto público del 2020, periodo que ya se encuentra cerrado, tenemos que el total de dinero público destinado a la partida general de consultorías y servicios similares fue de S/ 775 millones 567 mil 359, entre las asignaciones a personas jurídicas (S/ 442 millones 333 mil 153) y naturales (S/ 333 millones 234 mil 206).

Esta cantidad equivale a US$ 222 millones 225 mil 604, conforme al tipo de cambio del BCRP. En suma, el total destinado a consultorías y otros servicios similares en 2020 fue dieciocho veces menor que el dato mencionado por López Aliaga.

De acuerdo al portal de Transparencia Económica del MEF, el presupuesto del 2020 para estos rubros fue ejecutado en un 72.9% y 78.7% para personas jurídicas y naturales, respectivamente.

A la vez, un documento elaborado en 2019 por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), muestra la evolución del presupuesto público utilizado exclusivamente para las partidas de consultorías y servicios similares desde el año 2013. Ama Llulla pudo verificar que las cifras de este documento coinciden con los registros correspondientes a esos años que figuran en el portal de Transparencia del MEF.

Dicho registro indica que en ningún ejercicio presupuestal de los últimos nueve años, el monto destinado para consultorías alcanzó los 4 mil millones de dólares que afirmó López Aliaga. El 2017 fue el periodo en que más presupuesto institucional se asignó a este tipo de servicios, y ni siquiera entonces el monto se acercó a la cifra dada por el candidato presidencial de Renovación Popular. Aquel año, el total fue de S/ 2.339 millones, o US$ 717 millones 484 mil 662, según el cambio de la época.

Fuente: Presidencia del Consejo de Ministros y MEF.

En resumen, ni siquiera considerando las partidas generales de servicios de consultorías y similares para personas jurídicas y naturales se obtiene un presupuesto tan elevado como el que dio López Aliaga, pues tanto en 2020 como en 2021 el gasto anual asignado a este concepto no llega a la décima parte de lo indicado por el candidato.

En la entrevista televisiva en que hizo esta afirmación, López Aliaga hizo énfasis en la referencia a las consultorías realizadas para beneficiar a los allegados al expresidente Martín Vizcarra. Sin embargo, la suma de todos los montos destinados a consultorías en los casi tres años de la gestión de Vizcarra, incluyendo personas naturales y jurídicas, es de 896 millones 436 mil 409 dólares. Esta cifra es casi la quinta parte de lo señalado por el aspirante a la presidencia por Renovación Popular.

Anteriormente, verificadores miembros de la red Ama Llulla han desmentido versiones similares sobre el gasto en consultorías, las cuales fueron difundidas por los entonces congresistas Carmen Omonte y Gilbert Violeta. En ambos casos se mezclaban conceptos que daban una idea imprecisa o abiertamente errónea del gasto de fondos públicos.

La red Ama Llulla se puso en contacto con el equipo de prensa del partido Renovación Popular para solicitar precisiones a Rafael López Aliaga sobre el sustento de su afirmación. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo una respuesta.

Tras lo expuesto, la red Ama Llulla concluye que la afirmación del candidato a la presidencia Rafael López Aliaga acerca de que las consultorías en el Perú ascienden a 4 mil millones de dólares anuales es falsa.

Flexibilidad y resiliencia. Dos claves para afrontar la segunda cuarentena debido al Covid-19

El retorno a la cuarentena, que iniciará este 31 de enero y se extenderá hasta el 14 de febrero, no solo tendrá un impacto económico y social, también lo hará en la salud mental de las personas, que enfrentarán estrés, ansiedad y depresión. ¿Cómo deberán enfrentar los trabajadores -y la población en general- este nuevo confinamiento debido a la segunda ola del Covid-19 en el Perú?

“Hay que ser flexibles y ser resiliente”, explica la psicóloga, Rosa Tenazoa. “Hay que tener flexibilidad para adaptarnos a las nuevas circunstancias y demostrar resiliencia, que es la capacidad de las personas para que en cualquier situación puedan salir adelante”.

La propagación del COVID-19 y la próxima cuarentena, pueden hacernos sentir aislados y aumentar el estrés y la ansiedad. Por ello, señala la experta, hay que aprender a sobrellevar estos sentimientos negativos de manera sana. El estrés puede provocar temor, enojo, tristeza, preocupación o frustración. Puede generar en cambios en el apetito, en los niveles de energía. Dificultad para concentrarse, para tomar decisiones o generar reacciones físicas como dolores de cabeza, dolores corporales, problemas estomacales, etc. ¿Cómo afrontar esa situación?

“Hay que tener una mejor consciencia de nuestras emociones. Muchas personas les tienen pánico a sus emociones. Todos pasaremos por incertidumbre y desmotivación”, señala. Se recomienda evitar el consumo de noticias tóxicas y consumir mensajes positivos. Alimentarse saludablemente, evitando el café, gaseosas, tabaco y alcohol. Descansar  y cuidar el sueño; y compartir experiencias con la familia.

Tenazoa señaló que un ideal es -durante el tiempo de encierro- ponerse en contacto con tus emociones. Uno debe reconocer si uno se siente molesto o triste. O desmotivado o nervioso. Para ello, debe buscar estrategias que nos hagan sentir mejor. Por ejemplo, tener alguna actividad recreativa, como preparar algún postre.

También determinar horarios para el trabajo. Se puede laborar una hora de corrido y descansar 5 minutos. O disfrutar de momentos en familia o con amigos vía reuniones virtuales. Evitar, de cualquier forma, la automedicación. La experta recomendó tener el número de ayuda especializada del Ministerio de Salud (103 opción 5).

Por cierto, el Ministerio de Salud también recomienda hacer ejercicios. “Al ejercitarnos ocurren cambios metabólicos y hormonales que ayudan a lidiar emociones negativas y mejoran la autoestima. Ocurren cambios favorables en el cuerpo, como bajar de peso o sentirse más activo. Además se liberan endorfinas y dopamina que nos hacen sentir mejor”, señala la institución.

Cabe señalar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que la salud mental es considerada como un “proceso dinámico de bienestar que permite a las personas desplegar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades”, por tanto es necesario implementar estrategias que permitan a la población evitar o reducir los posibles daños , así como para hacer viable el cumplimiento de medidas para su protección personal, familiar y de su comunidad.

No soy amigo de las cuarentenas. Intuitivamente hablando, constato que la dispuesta por Vizcarra no funcionó en absoluto y fue aún más estricta que la que ha ordenado Sagasti. El contrafáctico de que de repente nos hubiera ido peor si no se hacía ello me resulta bastante inverosímil teniendo en cuenta que fuimos el país que más sufrió en número proporcional de muertes. Y podría argüir, inclusive, que la correlación de descenso de la primera ola más bien fue de la mano con la liberación gradual de la cuarentena. Me parece que estamos ante ciclos naturales de un virus que no dependen de la mano humana para acelerarlo o atenuarlo. Pero, en fin, no tengo la autoridad académica ni técnica para opinar más allá. Podemos aceptar lo dispuesto por el gobierno, pero anteponiendo, sin embargo, algunas consideraciones de primer orden.

1.- Ojalá esta vez sí funcione y rápido la entrega de bonos a las personas más vulnerables. En el término del plazo de la quincena. Sería inadmisible que se repita nuevamente el esquema de tardanzas y aglomeraciones que supuso la entrega de los mismos durante la gestión gubernativa anterior. Peor, inclusive, que la pandemia es la recesión concomitante a la cuarentena. Gran número de víctimas se debe al violento empobrecimiento que significa la parálisis intempestiva de labores en un país donde el 70% de PEA vive día a día.

2.- Ojalá esta vez sí se haga un monitoreo inteligente de la respuesta hospitalaria y la disposición racional del personal médico para mejorar la cobertura. Amén de la provisión de oxígeno.

3.- Ojalá se disponga rápidamente de un mini Reactiva para todas aquellas empresas que van a cerrar. Y lo más probable es que los quince días dispuestos se conviertan en treinta o más. Si se quiere evitar despidos masivos, es urgente que se diseñe un plan rápido de auxilio crediticio o de subsidio directo a la planilla.

4.- Ojalá esta vez, el ministro del Interior ordene a los mandos policiales que se establezcan cuidados especiales intrafamiliares. Fue brutal la violencia contra la mujer y la infancia durante la cuarentena del año pasado. Ello no puede repetirse. Los Centros Mujer no pueden cerrar y los miembros de las fuerzas del orden deben tener instrucciones precisas para atender inmediatamente cualquier indicio de auxilio.

5.- Ojalá se anuncien pronto nuevas compras de vacunas. El gobierno dijo que “en cuestión de días” se iba a dar buenas noticias. Que se concreten mayores y más rápidas compras puede elevar el ánimo de la población para soportar el confinamiento al que se nos obliga desde la próxima semana.

5.- Ojalá los medios no repitan el pueril espectáculo de enviar reporteros a criminalizar a la gente que se ve obligada a salir a las calles a trabajar. Y junto con ello, ojalá la policía no repita el patético show que supone armar gigantescos operativos para capturar a ciudadanos que salen a pasear a sus mascotas. Ojalá.

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