Con las nuevas medidas restrictivas y un 2021 que nos ha traído la incertidumbre de nuevas cepas del Coronavirus. Emprendedores, gremio de centros comerciales y más de 400 mil familias bodegueras miran con preocupación este nuevo año. ¿Qué harán?
Por David Gavidia
Desde el viernes 15 de enero los centros comerciales redujeron su aforo al 40%. Durante las fiestas de fin de año lo tuvieron al 60%. Los restaurantes, del mismo modo, ahora atienden al 50% de su capacidad y; las Micro y Pequeñas Empresas (Mypes) han manifestado su preocupación por la ampliación del toque de queda (desde las 9pm hasta las 4am en el caso de Lima) y, también, por el próximo incremento al Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) Específico, que el Ministerio de Economía estaría ejecutando en los próximos días. Ante las nuevas medidas impuestas por la segunda ola del COVID-19 ¿Cómo reaccionarán estos sectores que mueven millones en nuestra economía?
Esperanza Tafur, presidenta de MYPES Unidas del Perú, responde: “Estamos muy preocupados. La crisis económica y sanitaria nos ha golpeado muy fuerte a los pequeños negocios. Un ejemplo claro, son las bodegas, que, a pesar de todos los esfuerzos, aún no logran recuperarse, debido a que las ventas disminuyeron durante la pandemia, tan solo en los primeros meses, bajaron en un 50%”, explica.
Las restricciones del Gobierno -explica Tafur- impactaron durante el 2020 a sus negocios, al cerrar más temprano por el horario de inamovilidad, el toque de queda dificultó el abastecimiento de productos y a esto se sumó el miedo al contagio que ahuyentó a los clientes. “En el caso de las bodegas, por ejemplo, hacia finales del 2020 solo lograron recuperarse en un 70%”, señaló.
“Y en esta coyuntura tan difícil, solo le pedimos al gobierno que piense en los micro y pequeños empresarios – como las bodegas y restaurantes – y no ejecute la norma que le permite al Ministerio de Economía y Finanzas, subir el monto del Impuesto Selectivo al Consumo, durante el mes de enero, de productos, como cigarrillos y cerveza, que representan el 40% de los ingresos de las bodegas, por ejemplo”, dijo Tafur.
Según MYPES Unidas del Perú, son más de 400 mil familias bodegueras que viven de sus ingresos como comerciantes, que luchan por no cerrar, que quieren ser parte de la reactivación económica del país. “El aumento del ISC generaría la quiebra de negocios familiares, provocaría más informalidad”, señaló.
¿Qué medidas están haciendo para enfrentar la segunda ola de COVID-19?, le preguntamos. “Las Mypes estamos acelerando nuestros procesos para convertir los canales de venta tradicionales a virtual y tratando de implementar el servicio delivery”.
En plena cuarentena -señala la representante de las Mypes- cientos de bodegas, verdulerías y servicios de alimentos se vieron obligados a ser creativos, para enfrentar la crisis, e implementaron, de alguna forma, un servicio de entrega para seguir vendiendo e intentar frenar la caída de sus ventas.
Otros negocios -apunta- se reinventaron y convirtieron en mini markets; todo ello generó un incremento del 30% de los negocios en este rubro, impactando en los ingresos de miles de empresas.
De otro lado -señala Tafur- las confecciones también tratan de realizar cambios que mejoren sus niveles de ventas y tratar de competir con los productos importados. Lamentablemente es un sector que ha perdido mucho empleo y esta impactado por la poca demanda que hay en estos momentos.
“Para enfrentar esta situación de manera general, estamos pidiendo al Gobierno tener una tregua tributaria que involucre que no suban los impuestos, que la SUNAT pueda tener una política de fraccionamiento de deuda razonable para que las Mypes puedan levantarse y tener predictibilidad por lo menos dos años para iniciar un proceso de recuperación”, señala.
Por su parte, indica que las Mypes de manufactura están solicitando al gobierno que de todas las compras que realiza el sector público, un porcentaje lo haga a las Mypes, ya que el Estado es el mayor comprador.
“Eso ayudaría a reactivar los empleos perdidos y la economía de este sector que cada día son muchos más”, indicó, al señalar que las pérdidas económicas que tuvieron durante el 2020 son incalculables. Sin embargo, en el conglomerado de Gamarra -calculó- la perdida el año pasado fue de casi 5 mil millones de soles, miles de empleos y también varios miles de empresas que se pasaron al sector informal.
“Antes de la pandemia éramos el 25% del PBI, hoy seguro no llegamos ni al 17%, lo que significa el gran deterioro económico y perdida de capital de miles de empresas. Y sumando al sector servicios sobre todo el turismo seguramente las cifras son mayores”.
Las medidas y sus impactos
Pese al panorama negativo, el economista y Gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, señaló que las primeras medidas del gobierno de Francisco Sagasti tendrán un impacto limitado en la economía del país. “Para más de la mitad de la población, las medidas, no son demasiado distintas de lo que tenían hasta la semana pasada”, señaló. “El impacto va a ser más focalizado en el sector servicios donde, por ejemplo, un toque de queda a las 7pm o 9pm te impide atender el turno de cena en los restaurantes”.
¿Cómo deberán enfrentar los emprendedores esta segunda ola ante las nuevas medidas restrictivas? “Todos los que puedan van a tener que reinventarse”, señala. Se deberá -dice- implementar medidas como delivery de ropa, de comida, de espectáculos vía online. “Para algunas será ajustar un poco su negocio, abrir nuevos giros, para otros, casi volver a empezar de cero. Es importante reconocer con realismo dónde estamos parados. Todavía nos quedan varios meses entre idas y vueltas porque no parece que lleguemos a una masificación pronta de la vacuna”, señaló Macera.
¿Y los centros comerciales?
Ante la reducción del aforo del 60% al 40% a los centros comerciales, buscamos a Carlos Neuhaus, presidente ejecutivo de la Asociación de Centros Comerciales y Entretenimiento del Perú (ACCEP), a quien le consultamos ¿Cómo cerró su sector, en términos económicos, el 2020?
“Aún no tenemos la cifra exacta sobre las pérdidas que han sufrido los centros comerciales, debido a la pandemia, pero estimamos que se ha vendido un 30% menos que en el 2019”, señaló.
Neuhaus remarcó lo importante de que su industria se recupere. “Generamos más de medio millón de empleos y diferentes ingresos al país, como impuestos, que pueden ser utilizados para reforzar las acciones que el Estado hace en la potenciación del sistema sanitario”, explicó, y señaló que los clientes pueden visitar los centros comerciales con la seguridad de que se están tomando todas las medidas necesarias, pero también invocó a la ciudadanía a cumplir estrictamente con las disposiciones y protocolos: usar mascarilla en todo momento, respetar el distanciamiento social y asumir responsablemente el compromiso de luchar para conseguir niveles mínimos de contagio.
¿Cómo les afectará a los centros comerciales la reducción del aforo al 40% y el toque de queda que iniciará a las 9pm (para Lima) y 7pm para otras ciudades?
Estas nuevas medidas que reducen horarios, aforos y días de atención, traerán una mayor concentración de visitantes durante las horas permitidas para recibir al público en los centros comerciales. Por experiencia, en meses anteriores, esto también traerá aglomeraciones en las áreas externas. Creemos que lo mejor es ampliar el horario de atención con la finalidad de evitar la congestión de personas.
En provincias ¿Cuál es el panorama que vislumbran para este año?
Similar al de Lima. Algunas provincias tienen mayores restricciones lo que agrava más estas aglomeraciones y generan informalidad. Al mismo tiempo, muchos locatarios se están viendo fuertemente afectados, esto desacelera la reactivación económica del país.