Los emprendedores no tienen cuando descansar. Muchas veces no se permiten un reposo por su pasión. Pero siempre es bueno hacer una pausa, encender la tele y ver una película que los inspire, sobre todo en estas primeras horas del 2021.

Comenzó el 2021 y debemos tomarlo con optimismo, luego de un 2020 que nos dejó muchas lecciones. Por eso, hemos seleccionado algunas películas que todo emprendedor debe ver para sacar lecciones o para inspirarse y les permita perseguir sus objetivos, en este nuevo año.

Jobs

Trata del camino que recorre uno de los emprendedores más importantes del planeta, Steve Jobs, así como los problemas a los que se enfrenta y las soluciones que lleva crear Apple. Repasa su vida personal. Sus orígenes y su paso por la universidad para iniciar su andadura empresarial en el garaje de su casa.

La red social

Es la historia de un joven estudiante de Harvard, Mark Zuckerberg. Él decide crear una plataforma para conectar amigos que lleva por nombre Facebook.  Muestra el proceso de creación de este emprendimiento digital que revolucionó las relaciones humans. El asentamiento de las bases, los problemas a los que se enfrentó y los diferentes procesos que pasó para convertirse en el gigante de las redes sociales que es hoy en día.

The Founder

El Fundador o Hambre de Poder cuenta la historia de Ray Krock, que, aunque no fundó McDonald’s, sí fue el que se dio cuenta del potencial del negocio inventado por los hermanos McDonald’s, la gran cadena de venta de hamburguesas. La película se centra mucho antes de que hubiera cadenas de restaurantes de comida rápida en cualquier rincón del planeta, con los aros dorados en cada una de sus puertas.

Coco antes de Chanel

Cuenta la vida de Gabrielle Chanel antes de ser conocida como Coco Chanel. Va desde su infancia, hasta la precariedad que sufría con trabajos que no le aportan nada más allá que algo de dinero. La vida le cambia cuando se enamora de un hombre que la introduce en la alta sociedad francesa, en la que empieza a diseñar diversos complementos y ropa, hasta convertirse en la famosa diseñadora que todos conocemos.

El sueño de Walt Disney:

¿Qué hubo detrás de la creación de esta enorme empresa? Walt Disney se enfrentó a rechazos y muchas puertas cerradas antes de ser el magnate del cine. La película narra la historia de este emprendedor y cómo logró todo lo que hoy en día sabemos de él.

 

Puede venir de un hacker, de un cliente insatisfecho o de la reacción a una publicación que cayó mal entre los usuarios de tu marca o internautas. Lo cierto es que el contenido negativo en las redes sociales puede dañar tu reputación en cuestión de un clic.

Por Samanta Alva

Los consumidores buscan cada vez más marcas amables, responsables y con buena reputación para tener la confianza suficiente de concretar una venta. Aún más si se trata de una empresa pequeña o marca independiente. Por ejemplo, según la Asociación de Agencias de Medios, el 71% de las personas consideran que las marcas pueden realizar activismo y ser más una “fuerza del bien” que los mismos gobiernos.

Además, según un estudio de StatusLab, el 60 % de los consumidores afirma que se aleja de una marca si encuentra una mayoría de comentarios negativos y 17 % de los consumidores desconfía si no encuentra reseñas o rastro de tus compradores. En un contexto de absoluta inmediatez de comunicación en redes sociales, estas plataformas son cruciales para construir la imagen de marca de una empresa, y así como impulsarla hacia el éxito, puede condenarla al fracaso si se cometen ciertos errores que hieran su reputación.

Mantener una buena reputación

Para Shelley Pursell, especialista en marketing B2B recomienda algunos puntos a tomar en cuenta si queremos asegurar una óptima reputación con nuestros clientes y posibles clientes.

Busca reseñas de clientes reales: Cuando iniciamos un negocio muchas veces nos apoyamos en amigos y conocidos para que publiquen opiniones positivas sobre nuestros productos o servicios. Esto puede servirnos de base, pero mientras más honestas sean las reseñas, será mejor. Invita a tus nuevos clientes a dejar comentarios o compartir sus compras y experiencias en redes sociales para que puedan hacer llegar tu marca a sus contactos.

Sé claro con tu comunicación: Cuando una marca es confusa o no se puede verificar rápidamente lo que ofrece, puede alejar a los clientes potenciales. Esto incluso puede generar una mala experiencia en los clientes actuales, y esto se transformará en una mala reseña y por ende una disminución de tu reputación. Cuidar tus mensajes e identidad les dará una mejor experiencia a tus clientes e incluso inspirará confianza a quienes aún no conocen tu marca.

No tomes personales los comentarios negativos: Es imposible satisfacer a absolutamente todos y debemos tener presente que alguna vez tendremos un mensaje negativo, pero nuestra respuesta ante ello definirá todo. Toma esto como una oportunidad para mejorar la calidad de tu marca, y tu propia experiencia en manejo de crisis. Además, esto te dará la chance de enmendar la falla con algún cliente y lograr fidelizarlo.

Las videollamadas se han vuelto herramientas fundamentales para el trabajo remoto, pero su uso excesivo puede causar fatiga en vez de un incremento en la productividad. Antes de iniciar una ¿Qué debo tener en cuenta?

Por María Claudia Medina

En un año donde visitar a los amigos o a los familiares supone un riesgo sanitario, las videoconferencias, han supuesto un pequeño alivio al aislamiento social. Sin embargo, tener demasiadas por día puede causar una “fatiga Zoom”, por el nombre del programa de videoconferencia que se ha vuelto más popular con la pandemia.

Las causas de esta fatiga, de acuerdo al portal Medical News Today, son cinco: conciencia de la mirada (contacto visual indirecto con muchas personas a la vez), atención limitada (en casa hay múltiples distractores), asuntos técnicos (conexión defectuosa), presión sobre el rendimiento (estar atento a cómo nos ven los demás) y tiempo en pantalla (el tiempo libre también se pasa frente a la pantalla).

Para evitar ese agotamiento mental, Mónica Berger, Master Coach LHH Región LATAM y Vicepresidente de ICF Perú, recomienda hacerse unas cuantas preguntas antes de iniciar una comunicación no presencial, sea una videollamada o un mensaje por WhatsApp.

“¿Es la persona indicada?, ¿es el medio más adecuado? Considere si una llamada va a lograr mejor efecto que un mail, si es oportuno un mensaje por WhatsApp o quizá coordinar una teleconferencia. ¿Es el momento, la hora más apropiada? Tenga en cuenta si la comunicación es o no urgente. Si puede esperar para no interrumpir reuniones u horas de sueño o de comidas”, precisa.

Pautas para una reunión efectiva

Después de definir que la videoconferencia es la mejor opción, Sarah Green Carmichael editora en Bloomberg Opinion, considera que se deben elegir bien los temas porque el resto de los participantes asumen que los temas a discutir ameritan una videoconferencia, donde se tiene que aprovechar al máximo el tiempo disponible.

“Los organizadores de las reuniones, quizás conscientes de lo incómodo que se ven mirando en silencio a la cámara, asumen más responsabilidad para proporcionar una agenda clara. Los roles de los asistentes también pueden ser más claros, ya sea que estén hablando o escuchando”, comenta.

Como método de trabajo, también es útil que las reuniones tengan una estructura similar cada semana y procurar que todos puedan tener las cámaras encendidas para que la comunicación incluya a las señales no verbales. Lo ideal es que una reunión de inicio de jornada, por ejemplo, no se extienda más allá de los 45 minutos con temas que podrían solucionarse por otras vías.

Respecto de la herramienta a utilizar, aunque Zoom es la más conocida, Microsoft Teams, Google Meet, Skype y Webex de Cisco también ofrecen este servicio con diferentes condiciones.

En general, lo principal es que sea una herramienta segura, que soporte el número de participantes previsto, que permita un registro posterior de la sesión, que genere notificaciones previas como recordatorio y que permita compartir la pantalla para mostrar documentos o presentaciones fácilmente.

El consumidor peruano será más meticuloso a la hora de comprar. Preferirá hacer las compras vía online y elegirá marcas con un propósito definido.

Los emprendimientos siempre han existido, sin embargo, hoy más que nunca existe la tendencia de lo hecho por uno mismo, hecho en casa o promovido desde la misma. Los delivery de comida, postres, artículos de primera necesidad, venta de productos para el cuidado personal o una adecuada alimentación van en aumento, debido al distanciamiento social.

Por otro lado, la nueva normalidad que vivimos este 2020, generó una serie de cambios no solo en el ecosistema empresarial, sino también en el comportamiento del consumidor, modificando sus necesidades, hábitos de consumo y expectativas hacia diferentes productos o servicios. ¿Estos cambios se mantendrán en los próximos meses con la llegada del nuevo año y las expectativas del 2021?

En un reciente seminario web organizado por el Interactive Advertising Bureau (IAB Perú), la Asociación de Agencias de Medios compartió cuáles serán las cinco características que marcarán al consumidor del 2021. ¿Cuáles son sus características? Aquí te lo contamos.

Prefiere hacer las compras vía online. A causa de las medidas de distanciamiento social, el e-commerce será una tendencia que marcará el consumo en los próximos años en diferentes sectores empresariales.

A la fecha, más del 60% de las empresas retail manifiestan que el cambio hacia las compras por internet, impulsado por la pandemia, será permanente en su categoría.

Una marca que hace activismo. Cobra mayor relevancia en los jóvenes consumir marcas cuyo propósito frente a su entorno (político-social) sea transparente y honesto.

El 71% considera que las marcas pueden ser más una “fuerza del bien” que los mismos gobiernos.

Experiencias desde casa. El 2020 marcó un cambio rotundo en el estilo de vida de las personas, el hogar se volvió un espacio de trabajo, estudio y de entrenamiento.

Pasar el mayor tiempo en casa será una constante que continuará en el 2021. Se espera que la demanda actual de contenido será hacia medios que brinden principalmente entretenimiento o desconexión de noticias.

Ahorro y emprendimiento. La nueva normalidad y los movimientos económicos en el país generaron que el consumidor sea mucho más meticuloso a la hora de comprar un producto.

El reto de las empresas es adaptarse e implementar esos insights frente a sus mensajes en un sentido que guarde sintonía con el nuevo consumidor.

Mayor conciencia en la alimentación. Más del 70% de los peruanos manifiesta que debido a la pandemia son más consientes sobre los alimentos que consumen.

Las personas empezaron a darle más importancia a la cobertura de sus necesidades básicas, como alimentación y cuidado personal.

Ante un liderazgo tóxico, a veces, la única solución es dejar la empresa, incluso durante una crisis económica. Ahora, con el teletrabajo, José Torres-Llosa, socio de Amrop Perú, recomienda a los jefes evitar las jornadas largas, que saturan al equipo innecesariamente.

Por María Claudia Medina

Dejar un empleo nunca es una decisión sencilla, pero con una crisis económica de por medio, es todavía más complicado. En un artículo de The Muse, Rachel Montañez, career coach, explica que son muchos los que se sienten infelices en sus puestos de trabajo tras la pandemia. Para resolverlo, considera importante hallar la causa de esta insatisfacción.

“Para sentirse satisfecho en su carrera, el trabajador querrá experimentar lo que llamo los cinco valores comunes y los resultados deseados que normalmente se derivan del trabajo: pertenencia, logros, propósito, creatividad y crecimiento a través del aprendizaje”, explica.

Entre las barreras que dificultan alcanzar estos valores, la gente y la cultura empresarial son de los más comunes. Asegura que una relación complicada con el jefe antes de la pandemia puede hacerse incluso peor y si no hay forma de reestablecer los vínculos, es mejor irse que mantener un empleo tóxico.

Prevenir antes que lamentar

En un contexto como el actual, donde el trabajo se está compartiendo con las tareas del hogar, José Torres-Llosa, socio de Amrop Perú, sugiere a los jefes no acostumbrarse a tener largas jornadas de trabajo, este exceso puede tener efectos negativos en la productividad.

“Hay situaciones en las que trabajar fuera de hora es necesario, pero dependerá de los jefes no hacer de ella una constante y evitar sus efectos tóxicos sobre trabajo. Está comprobado que esta cultura de ‘trabajar hasta tarde’ destruye la productividad y nos aparta tanto de nuestras familias, como de la posibilidad de crear mejores relaciones con nuestros colaboradores”, comenta.

En cambio, recomendó aplicar medidas de desconexión para disminuir los niveles de estrés, por ejemplo, dejar de revisar el correo desde las 6 de la tarde hasta el día siguiente. Si el líder empieza a hacerlo, los demás se sentirán más libres de aplicarlo. También es útil evitar el exceso de reuniones virtuales porque comunicar demasiado puede ser igual de contraproducente que no comunicar.

En cuanto a los valores que debe tener el líder, es importante ser empático, pero también reconocer los logros de los miembros del equipo. El quinto estudio anual State of Workplace Empathy” de Businessolver destaca que el 93% de los empleados aumenta su productividad cuando sus jefes reconocen su trabajo. Entonces, si se trata de un logro importante, es positivo hacerles saber que hicieron un buen trabajo.

Dentro de la evaluación que realizan las entidades financieras, se tienen en cuenta diversos factores para calcular los costos de financiamiento. Según Joel Siancas, presidente del directorio de Caja Sullana, no es recomendable pedir un crédito al inicio del negocio.

Por María Claudia Medina

Mientras estuvieron en marcha los programas Reactiva Perú y FAE Mype, las micro y pequeñas empresas (mypes) lograron acceder a créditos con tasas de interés históricamente bajas. Entre abril y mayo de este año, la tasa de interés promedio para microempresas a 360 días pasó de más de 40% a 7%, y entre las pequeñas empresas bajó de 22% a 3.2%, según datos del BCR.

Para Joel Siancas, presidente del directorio de Caja Sullana, más allá de los beneficios que brindó el programa, los emprendedores deben tener en cuenta que las tasas de interés se establecen en función de al menos cuatro aspectos; las tasas que las entidades ofrecen al ahorrista, el costo de encaje, niveles de riesgo del cliente y los costos operativos.

“Para las mypes, evaluar significa analizar el negocio y movilizar gente para hacerlo. El crédito, además, genera una posibilidad de no pago por lo que se genera una provisión y eso va al gasto, elevando el costo. Hay una serie de costos alrededor de la tasa de interés”, observó.

Variables que se evalúan

Respecto de lo que puede hacer un emprendedor para tener una mejor tasa de interés, aconsejó esperar a que el negocio tenga un par de meses de funcionamiento y se tenga un volumen de ventas suficiente para cumplir con la deuda sin problemas.

“Una palanca no es otra cosa que una ayuda para el negocio. Si tiene un impacto negativo, va a ahondar la pérdida, generará un deterioro aún mayor. Comience solo; vendiendo desde su negocio y generando rentabilidad.  Cuando ya se sienta seguro con su negocio, puede tomar un crédito, pero no al primer o segundo mes porque está vendiendo bien”, comentó.

De no existir una garantía de por medio, las características como el tipo de negocio, los montos, los plazos de pago y la experiencia del cliente en el sistema financiero empiezan a cobrar mayor importancia para determinar el riesgo del cliente y el costo del crédito.

En todos los casos, colocar alguna prenda en garantía mejora las perspectivas del cliente y se puede incluir una garantía hipotecaria, bienes en activo o personas que sirvan de garantes. Las condiciones para acceder al crédito también dependerán mucho de si se trata de un crédito para capital de trabajo o una línea de crédito revolvente.

Según las pautas para el financiamiento en las mypes de la Universidad Privada del Norte (UPN), lo principal es tener en claro la Tasa de Costo Efectivo Anual (TCEA) que las entidades ofrecen y evaluar bien las opciones que se tienen antes de recurrir al préstamo, por ejemplo, pedirles a los proveedores créditos a corto plazo mediante títulos, valores como cheques y letras de cambio.

 

“Durante todos estos años han querido imponer su versión como la verdad. Ellos implementan una política de mentira, de engaño. Están distorsionando la historia”, dice Carmen Amaro, hermana de Armando, uno de los nueve estudiantes de La Cantuta asesinados en julio de 1992 por el destacamento Colina. Los crímenes de lesa humanidad perpetrados por ese grupo de militares llevaron a la cárcel a Alberto Fujimori, como autor mediato.

Pero a los jóvenes estudiantes de la Escuela Naranja, el programa virtual de formación política del fujimorismo, les enseñan que el terrorismo de Estado no existió. El reportero de Sudaca que firma esta nota asistió con atención a las lecciones fujimoristas sobre el combate contra Sendero Luminoso y observó con interés los mensajes enviados por sus alumnos. ¿Qué aprendieron tras el cierre del curso?

El WhatsApp

En los últimos años se han revelado apasionadas y delatoras conversaciones entre líderes fujimoristas en grupos como‘Mototaxi’ y ‘La Botica’. La Escuela Naranja no fue ajena a esa tradición. Cada aula tuvo un grupo de coordinación en el que los alumnos compartieron indicaciones, resúmenes de clase y, por supuesto, opiniones políticas. El autor de este reportaje estuvo en el grupo denominado ‘#LaClaseDelChino-EN8’, con los más de 70 participantes del aula 8.

Uno de los temas recurrentes en el grupo fue la lucha contra el terrorismo. “Uno de los logros más importantes fue vencer al terrorismo. Salvaguardar la paz”, reiteró Keiko Fujimori en el evento de clausura de la escuela, este lunes 21, cuya foto abre esta nota. Pero para mantener el compromiso naranja con esa idea parece imprescindible encontrar antagonistas. El ‘terruqueo’ y las calificaciones de ‘rojos’, ‘caviares’, ‘comunistas’ y ‘terroristas’ a quienes no piensan como ellos son persistentes. 

“[Este] es el nuevo terrorismo, crear inestabilidad política en las calles”, escribió en el grupo, por ejemplo, una de las participantes el 17 de noviembre, sobre las marchas que derrocaron al gobierno de Manuel Merino. Ni el actual presidente de la República se salvó de esas calificaciones. “¿Sabías que Sagasti ha venido actuando en el Perú desde 1992 usando a los movimientos subversivos para lograr un sistema de gobierno con visión progresista?”, escribió uno de los alumnos.

Una de las participantes califica como ‘terrorismo’ a las protestas que derrocaron al gobierno de Merino.

“Este gobierno es de puros comunistas”, intervino otro. “Los rojos ya tomaron todo el Estado, solo ahora les toca empezar a perseguir y consolidar el gobierno inclusivo. O sea, aceitar a la gente para eso. Ya lo dijo el comunista de Sagastegui [sic], el Perú se va endeudar por 30.000”, remató un tercero.

Lecciones antisubversivas   

La currícula de la Escuela Naranja incluyó una clase sobre la acción de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo y otra sobre la toma de las universidades por Sendero Luminoso. La primera la dictó el excongresista y vicealmirante en retiro Carlos Tubino. Se tituló “El rol de las Fuerzas Armadas en el gobierno de Fujimori” y el ponente aseguró que los cuestionamientos de violaciones a los derechos humanos fueron aislados y mínimos.

“Es falso, con ‘f’ mayúscula, que hubo terrorismo de Estado. No se dejen sorprender”, sostuvo Tubino.Según él, hubo sólo 25 mil muertos en la guerra interna y no los casi 70 mil que consigna el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). “La historia es esta, no la que tratan de formar algunos terroristas derrotados y algunos tontos útiles, que terminan tergiversando los temas de derechos humanos”, afirmó.

“El terrorismo son acciones que tienden a crear caos y terror en la gente. En casos como El Santa o Pativilca [los militares] secuestran y desaparecen a los campesinos, y hacen pintas en alusión a Sendero Luminoso para crear terror. Por supuesto que hubo terrorismo de Estado”, responde Gloria Cano, abogada de Aprodeh. La conferencia de Tubino, sin embargo, fue alabada en el WhatsApp de los alumnos naranjas. “Muy clara y precisa la intervención de Carlos Tubino en la guerra contra el terrorismo. Es un ejemplo de lucha y valentía de nuestro héroe Alberto Fujimori”, compartió una de ellas.

Un participante en pie de lucha defiende la verdad naranja.

La exposición sobre la incursión senderista en las universidades, en tanto, fue dictada por el coronel en situación de retiro Walter Jibaja. Se tituló “Liberando a las universidades del terror”. El ponente explicó que parte de la estrategia de Fujimori para pacificar el país fue establecer bases militares en los centros de educación superior. Su conferencia también recibió halagos en el grupo de WhatsApp.

“Que buena la clase de hoy. Tenemos que agradecer que gracias al presidente Alberto Fujimori tuvieron paz nuestros hijos y los jóvenes universitarios porque fue el único que pudo parar esa masacre terrorista que había tomado las universidades, cambiándole la ideología a los jóvenes. Por eso tenemos que agradecer a nuestro chinito, el mejor presidente que tuvo el Perú. ¡Por eso! ¡Viva EL FUJIMORISMO! ¡Viva ALBERTO FUJIMORI! ¡Viva FUERZA POPULAR!”, escribió una emocionada participante.

La gran omisión naranja

Así como Tubino sostuvo que la única verdad es la que ellos cuentan, en el grupo de WhatsApp sobraron los mensajes con la misma opinión. “Es importante educar a nuestros jóvenes para que conozcan la verdad del fujimorismo y no se dejen envenenar en los colegios y universidades”, publicó uno de los participantes. Pero Tubino y Jibaja omitieron información: ninguna de las exposiciones mencionó los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas. La negación del terrorismo de Estado, como era de esperarse, también implica la omisión completa del accionar del Grupo Colina.

Un error de tipeo delator.

Hay peruanos que aún no saben qué fue el Grupo Colina. Algunos son alumnos de la Escuela Naranja. “¿Alguien puede confirmarme una cosilla…? Lo que pasa es que un profe está diciendo ahorita en su clase, mostrando un arte… Algo sobre gente incinerada y puesta en latas de leche gloria en el gobierno de Fujimori. ¿Esto es verdad? ¿Alguien sabe algo de eso?”, preguntó una alumna. En el grupo nadie le respondió. 

Los restos de cuerpos devueltos en cajas de leche Gloria –no en latas– fueron de algunos de los nueve alumnos y un profesor asesinados por el Grupo Colina después de ser secuestrados de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, conocida como La Cantuta. Entre ellos estuvo el hermano de Carmen, cuya declaración abre esta nota. Pero no fue el único operativo del destacamento. La matanza de Barios Altos, en la que 15 personas fueron asesinadas, incluyendo un niño de 8 años, también fue de su autoría.

Aunque es correcto afirmar que el responsable principal de los actos criminales durante la guerra interna fue Sendero Luminoso, como bien indica la CVR, el Grupo Colina es un actor que no puede dejar de ser mencionado en una clase sobre el rol de las Fuerzas Armadas en los años 90. Al menos, no en una que pretenda ser completa.

¿Por qué se debe mencionar el terrorismo de Estado al hablar sobre la guerra interna? “La importancia es que puedes empezar a abrir diálogos. El joven puede investigar por él mismo”, aclara Gladys Ayllón, magister en Derechos Humanos y doctora en Educación. Cuando se ofrece a los jóvenes una sola versión de lo que sucedió, explica, hay adoctrinamiento.

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Reclamar memoria

Los familiares de las personas asesinadas por fuerzas del Estado transitan todavía por un largo proceso de búsqueda de justicia. Y para ellos es fundamental construir memoria. El silencio y la omisión los afecta. “La verdad sobre la derrota de las organizaciones subversivas es diferente de la ‘verdad oficial’ construida en la década del 90”, dice el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).

En su exposición, Tubino dijo que los cuestionamientos de violaciones de derechos humanos fueron aislados y mínimos. “Se implementó una política sistemática de violación de derechos humanos. No era un grupo aislado, había una logística. Su rol era asesinar y desaparecer personas”, responde Carmen Amaro, la hermana de Armando. Y la CVR ha sido explícita. “El despliegue incluyó procedimientos de eliminación selectiva y otras formas de violaciones de los derechos humanos”, dice en referencia a la estrategia antisubversiva de Fujimori.

Lo que sucedió, para Carmen, está claro. “Lo que nos ampara es que hay sentencias judiciales. Judicialmente se les ha ganado”, sostiene. La opinión de un familiar de una víctima, aunque imprescindible para entender a los afectados por el discurso fujimorista, puede parecer obvia. Lo imprevisto, sin embargo, es la posición de alguien que participó en la guerra desde el otro lado, empuñando las armas.

Sudaca se comunicó con un exagente de inteligencia que participó en operativos que la justicia ha determinado que estuvieron ordenados por el gobierno. Su nombre no puede ser revelado. Su posición es que la acción del Grupo Colina fue necesaria para terminar con el terrorismo, una idea que probablemente Tubino comparta. El problema es que, así la comparta, omitirla borra del mapa también a los perpetradores directos.

El exagente concuerda con Carmen en que el silencio sobre las acciones del Ejército merece revisarse.Aunque, claro, entiende por qué no los mencionan. “No vamos a esperar que reconozcan lo que tuvimos que hacer. En inteligencia nunca esperamos reconocimiento. Pero es necesario dar explicaciones”, dice. Por supuesto, él está en la orilla opuesta a los familiares de las víctimas. Sostiene que no hubo violaciones a los derechos humanos. Su posición busca justificar los hechos, no omitirlos.

Cuando se le preguntó si se sentía traicionado por el fujimorismo, respondió: “Quién no se va a sentir afectado de que no se reconozca el sacrificio que hicimos”. Y remarca que cuando salga de la cárcel quiere hablar. “Espero que en alguna oportunidad nos den el estrado y nos escuchen”, afirma. El silencio es criticado desde orillas opuestas.

Los alumnos de la Escuela Naranja están siempre muy atentos para ‘no dejarse manipular’.

Riesgos sociales

“Para cualquier persona que tiene entendimiento de lo que pasó, este negacionismo resulta ridículo. Las diversas acciones están documentadas”, resalta Cano. La abogada también explica el riesgo de subestimar las omisiones. “Me preocupa que quieran llevar esa mirada unilateral, sesgada, a las posiciones oficiales”, dice sobre un eventual gobierno fujimorista, que este medio ha evaluado improbable, pero no imposible.

Sudaca buscó los descargos de la Escuela Naranja a través de su coordinadora académica, Flor Meza. La también candidata al Congreso por Fuerza Popular prefirió no declarar. “Mi función es netamente académica”, argumentó.

La omisión naranja no es solo una anécdota. Para Cano, si no hay conocimiento de la verdad, los crímenes tenderán a repetirse. Ayllón es más radical. “Tienes gente fundamentalista. Estamos reproduciendo personas con fuerza de negación. Falta empatía hacia el otro. No podemos construir una sociedad democrática si no importa lo que siente y piensa el otro”, afirma.

“¡Muy interesante las clases de la Escuela! ¡Sería muy importante compartirlas con los jóvenes y que conozcan nuestra verdadera historia! Mis clases las compartí con ellos y mi hija, que está a puertas de cumplir 15 años lo hizo igual con sus amigas del colegio. Muchas veces estos jóvenes están llevando el odio de sus padres y desconocen mucho de nuestra historia”, escribió una de las alumnas en el grupo de WhatsApp. “Debemos unirnos, informar a nuestros hijos… y que no se dejen manipular”, publicó otra.

Carmen Amaro, la hermana de una víctima del grupo Colina, deja el mensaje que le enviaría a los alumnos de la Escuela Naranja que no conocen lo que hizo el destacamento: “antes de creer, sean investigadores”. 

Fin de curso

El fujimorismo está construyendo su propia versión de la verdad. El mes pasado Sudaca analizó el caso de la supuesta revolución educativa fujimorista, también mencionada en la Escuela Naranja, que llevó –entre otros– al caos y la precariedad del mercado universitario. Pero este caso es más grave porque involucra a víctimas mortales.

“Tengo 18 años y ahora sé que no es verdad lo que me decían del presidente Fujimori”, comentó uno de los inscritos en el evento del lunes. “La Escuela Naranja es la verdadera historia contemporánea de nuestro país”, remató otro. La verdad incompleta ha sido propagada. Al terminar el evento de clausura de la escuela, Keiko Fujimori dijo: “Gracias por defender al fujimorismo”.

Queda en manos de todos los ciudadanos definir qué verdad va a trascender en la historia. Las elecciones de abril serán un termómetro para medir la potencia de la desinformación y la exacerbación del discurso antagónico naranja. Mientras tanto, el Perú sigue bastante lejos de alcanzar la reconciliación. El silencio, para ello, es el peor veneno.

Nota de edición: Alejandro Guzmán, el autor de esta nota, también escribió el artículo La versión naranja de la educación. Ese artículo fue firmado con un seudónimo para evitar que el reportero sea sacado de la Escuela Naranja y de sus grupos de Whatsapp. El reporteo continuaba para esta segunda publicación. Ahora que ha terminado el curso, su nombre puede ser revelado sin problemas. 

En esta nota hemos decidido mantener en reserva la identidad de los alumnos del fujimorismo, dado que no se trata de autoridades ni figuras políticas públicas. Los pantallazos que acompañan el texto, así como las citas literales que se reproducen en el mismo, son apenas unos pocos fragmentos de las conversaciones que este medio ha podido recopilar. 

Respuestas rápidas y mensajes personalizados le dará la sensación de importante consideración a tus clientes. Úsalos a tu favor.

Por Samanta Alva

El reciente estudio “Compras de Navidad y Fin de Año en el Sector Retail” de Quantico Trends reveló que el 39% de peruanos internautas realizó compras navideñas para familia y amigos vía online. Además, según el informe, las menciones en redes sociales vinculadas a compras navideñas crecieron en 19% respecto del año pasado. Las palabras más mencionadas por los usuarios peruanos en Facebook, Twitter e Instagram fueron: ofertas, atención, online, stock, solución y tiempo.

Esto da un claro panorama de lo que buscan los clientes en las diversas plataformas digitales, que se han convertido en importantes canales de venta. Gracias a las redes sociales, es cada vez más sencillo acercar productos y servicios a la población.

Buena comunicación para la satisfacción del cliente

Más allá de los precios competitivos que puedas tener, lo primordial para un cliente es tener una buena experiencia con tu marca. Según expertos de Hubspot, el 86% de los consumidores está dispuesto a pagar más a cambio de tener una buena experiencia de compra, donde la comunicación juega un rol vital.

Para Jose Luis Ortiz, especialista de implementación en Hubspot, existen algunas claves a tener en cuenta si buscamos tener una comunicación eficiente que brinde satisfacción a nuestros clientes:

Frecuencia: Para mantener sólida la relación entre tu empresa y tus clientes actuales, así como nuevos clientes, es importante que la comunicación sea constante. Esto ayuda a que los clientes te tengan siempre presente y ellos sientan que son importantes para ti. Procura enviar mensajes periódicos y eficientes, como por ejemplo, anuncios de nueva mercadería u ofertas especiales para ellos. Recuerda además responder rápidamente a sus mensajes o solicitudes. En caso no te encuentres disponible constantemente, están a tu disposición diversos tipos de chatbots en redes que incluso te permitirán concretar ventas con mensajes predeterminados.

Objetividad: Los mensajes que envíes a tus clientes deberán ser siempre claros, objetivos y directos al tema que desees abordar con ellos. De lo contrario, podemos generar molestias en nuestros clientes e incluso caer en la sensación de spam. Comunica exactamente lo necesario y sin rodeos.

Personalización: Una atención personalizada es una de las grandes claves del éxito en la relación con tus clientes, pues les gusta sentir que son atendidos de forma particular. Procura saludarlos con sus nombres y tener a la mano datos importantes como hábitos de compra o direcciones usuales de envío. Estos detalles pueden ser determinantes para sus decisiones de compra o el ánimo con el que reciban tu mensaje.

Lenguaje apropiado: Cuida la forma en que te diriges a tus clientes y hazlo de manera amable y respetuosa. Si bien muchos clientes pueden ser bastante relajados, es importante que tu marca tenga un estilo definido de comunicación que no deje ir la cordialidad.

 

I

Verónika Mendoza volteó la cabeza y vio por última vez el Perú: ladrillos sin pulir, triciclos, cambistas. Miró nuevamente al frente: el puesto fronterizo de Desaguadero, Migraciones, Bolivia ¿Cuándo podría volver? Yo solo quería refundar la patria.

Cruzó finalmente el puente. En su mano, el pasaporte falso. En la espalda, una mochila. Llegó sola para no levantar sospechas. La única persona que la acompañó, de lejitos, fue Álvaro Campana: no solo por ser el secretario general, sino porque nadie lo conoce. Álvaro es casi un cuadro clandestino. Por eso nunca sonríe.

Verónika debía pasar los controles: se acercaba la hora del adiós. Álvaro le entregó una bolsa con nabo jaucha.

—Para el camino —le dijo.

Verónika la agarró con pena. El nabo jaucha no resistiría hasta La Paz. Mejor se lo iría comiendo ahora.

Álvaro sacó otra bolsita. Se le quebró la voz:

—También te traje tocto.

Ambos se abrazaron. Una lágrima cayó sobre el pasaporte.

Ya en el lado boliviano, Verónika hizo su cola como cualquier mortal y abrió con expectativa su pasaporte falso: ahora viviría con un alias. ¿Qué nombre le habría puesto el Departamento de Operaciones Clandestinas del partido? ¿Cuál sería su nueva identidad?

Miró la segunda hoja y encontró una foto conocida. Leyó en voz alta: Marisa Glave Remy, 16 del 5 del 81.

—Carajo, Álvaro. ¿Por qué le robaron el pasaporte a Marisa?

—Fue lo único que encontramos, Vero, perdona.

—¿No iban a hacerme un pasaporte falso?

—También íbamos a conseguir firmas para la inscripción…

—Siguiente —dijo el oficial de migraciones.

Verónika Mendoza –convertida ahora en Marisa Glave– pasó los controles de rutina. Le tomaron una foto, le sellaron el pasaporte: bienvenida a Bolivia, señorita Glave.

—Ya está todo, Alvarito —le dijo al salir.

Caminaron en búsqueda de un colectivo que la lleve a La Paz. Escogieron una combi con el asiento delantero vacío. Verónika se quitó la mochila y abrió la puerta, pero Álvaro la detuvo con el brazo.

—Vero…

—Dime, Alvarito.

—¿Dónde está nuestro error sin solución? —le preguntó.

Verónika cerró la puerta. Lo miró a los ojos. Estaban vidriosos.

—¿Fuiste tú el culpable o lo fui yo? —le contestó.

Se dieron el abrazo final.

La combi inició su marcha, ah-ah, ah-ah. Sin darse cuenta, Verónika había empezado a tararear la canción, movía la cabeza de un lado a otro como un perrito de taxi, qué fácil es atormentarse después.

Con el auto en movimiento, sacó la cabeza por la ventana y volteó a mirar a Álvaro, que estaba cada vez más chiquito, más lejos, más triste.

—Sé que podré. ¡Sobreviviré! —le gritó, sonriente.

II

Cuando el flamante presidente Julio Guzmán convocó a una Asamblea Constituyente nadie entendió nada. ¿Por qué lo hacía, si dijo que no lo haría? Luego recordaron que se trataba del Partido Morado y que cambiaban de posición lanzando una moneda al aire.

Cada flanco político lo interpretó a su modo. Para la derecha y su miopía intelectual, era la comprobación de la alianza entre el Partido Morado y los comunistas, como si Marx hubiese escrito el Manifiesto Constituyente en 1848. Para la izquierda, en cambio, era un triunfo: ellos venían pregonando como loros la necesidad de una nueva Constitución. ¿Mejorar servicios públicos? Nueva Constitución. ¿Aumentar la recaudación tributaria? Nueva Constitución. ¿Lograr que Lima no sea tan gris, que el panetón no tenga pasas, que el pan con pollo sea sin apio? Nueva Constitución. ¿De entrada sopa o wantán? Nueva Constitución. ¿Pecho o pierna? Nueva Constitución.

Y así empezó la campaña. Guzmán prometió los primeros artículos: que los partidos tengan 80% de invitados, convertir en delito el racismo inverso, volver a Barranco provincia constitucional. Y la izquierda, dividida en diez pero con un único liderazgo, hablaba del futuro con su optimismo cautivante de siempre:

—Vamos a derrotar a las mafias corruptas que nos han robado la patria y la esperanza y también a los morados neoliberales y corruptos porque en esta Constitución todo es corrupción y uy qué pasó se nos perdió el Perú vamos a recuperar el Perú porque tenemos el sueño zzzz de una patria con igualdad y justicia y mafias mafias corrupción corrupción ¿ya te devolvimos la esperanza? alegría

Mientras tanto, en el lado oscuro de la fuerza, los derrotados de siempre seguían vivos y mantenían una esperanza aritmética: sí, era cierto que habían perdido las últimas cinco segundas vueltas como unas ratas, pero la única elección al Congreso donde no hubo candidato presidencial fue muy fragmentada. Puro pedacito. Nadie pasó del 20%. Y si se mantenía esa tendencia, quién sabe, podían sumar pedacitos de bancadas y conseguir lo mismo que en el 2020: agrupar el estiércol y controlar el país. Quién sabe.

III

Verónika empezó su exilio en un alojamiento amable, al menos: un edificio en Sopocachi desde donde veía día y noche la Plaza Avaroa. Los compañeros le habían dicho que no salga porque la podían apresar y deportarla, pero ella no lo hacía para evitar que el portero le diga “buenos días, señorita Glave”.

Exiliada, sola, triste, Verónika no quería hacer nada: no prendía la computadora, no leía, no veía Netflix. Solo se dejaba ganar por la nostalgia y veía día y noche la Plaza Avaroa como una paloma, mientras comía Chocosodas compradas en Fidalga y tarareaba la misma canción de mierda que se le pegó en Desaguadero.

—¿Dónde está nuestro error sin solución? —cantaba.

—¿Fuiste tú el culpable o lo fui yo? —preguntaba por teléfono.

—Fue el modelo económico —respondía Campana.

“Nadie tiene la culpa, compañeros” fue la posición oficial del partido cuando decidieron mandarla al exilio, luego de que la policía entrara a su casa. La televisión mostró en vivo lo que ocurría. El cintillo: Se aprueba nueva Constitución que ilegaliza a la izquierda. Las imágenes: veinte ternas revolviendo sus cosas, buscándola debajo de su colchón Paraíso, abriendo su refrigeradora y botando los sobrecitos de mayonesa Alacena que guardaba con amor. Al rato apareció Daniel Urresti, ex presidente de la Asamblea Constituyente, a anunciar el resultado de la redada: no encontramos a la delincuente Mendoza, sí, delincuente, porque lo que ella hace es ahora un delito; los servicios de inteligencia tienen información fidedigna de que ella está ahora mismo en un vuelo rumbo a Suecia pagado por los senderistas nórdicos.

Los resultados electorales no habían sido tan malos, en verdad. La izquierda había conseguido un respetable 18%, al igual que el Partido Morado. Pero el 64% restante de votos se repartió entre el lado oscuro de la fuerza.

Un 64% suficiente para que hicieran con la Constitución del 2022 lo que les diese la gana.

Y así, luego de declarar como feriado el Día del Pollo a la Brasa y convertir al lavado de activos en deporte nacional, la Asamblea Constituyente –poder del pueblo emanado del pueblo– aprobó el artículo 91, que declaraba ilegal a la izquierda en el Perú.

—Ni tú ni nadie, nadie, puede cambiarme —seguía cantando Verónika.

La supervivencia del Partido Morado también entró en cuestión: el artículo 114 ilegalizaba a los partidos que tuviesen nombres de color, por ser considerados cojudos. Y aunque eso es totalmente cierto, el móvil no era la cojudez cromática sino la fascinación del lado oscuro por ilegalizar a sus rivales.

Luego de redactada la Constitución, había un último paso para salvar la sensatez: esta debía ser aprobada vía referéndum. Parecía imposible que la mitad del Perú optase por una Carta antidemocrática, esperpéntica, llena de vacíos.

Pero sucedió lo previsible: la izquierda y los Morados se pelearon toda la campaña, se lanzaron avioncitos de papel, huevitos de codorniz, pollazos con flema en espalda. El presidente Julio Guzmán no podía creer lo que veía: él mismo estaba a punto de ser ilegalizado. ¿Qué debía hacer? ¿Cancelar el referéndum y salvar la democracia? ¿Salir corriendo por toda Alcanfores? Decidió hacer lo más sensato: limar asperezas con Verónika Mendoza y encontrar una salida conjunta.

La llamó: su línea estaba suspendida. El Nuevo Perú no había pagado su recibo.

Le escribió al Whatsapp: solo salió una rayita. El Nuevo Perú no tenía Wi-Fi.

Desconcertado, Julio Guzmán llamó a Marco Arana, ya qué chucha, pero este le dijo que no importaba que lo ilegalicen porque el pueblo se levantaría masivamente para salvarlo y al tercer día lo liberarían porque él es el Mesías hosanna en el cielo.

Julio Guzmán se resignó. Su ilegalización era inminente. Se puso sus zapatillas, pero hasta se le fueron las ganas de correr.

IV

Recostada en su ventana, Verónika Mendoza sacó el último toctito que quedaba en su bolsita. Movía la cabeza cada vez más lento, miro el reloj, es mucho más tarde que ayer, te esperaría otra vez y no lo haré. Se lo llevó a la boca: ya ni siquiera crujía.

Sonó su celular.

—¿Álvaro?

—¡Se acabó! ¡Los sacaron!

Al fin, tras varios días de protestas, las Fuerzas Armadas salieron al frente y depusieron a Daniel Urresti, que había asumido la presidencia luego de la ilegalización de Julio Guzmán. El jubilo fue tal que la gente decidió hacer justicia con sus propias manos y colgaron calato a Manuel Merino de la torre de la Catedral con dos años de retraso.

—Entonces, ¿ya puedo volver? —preguntó Verónika, sonriente de vuelta.

—Hay un problema —contestó Campana.

Las Fuerzas Armadas convocaron a nuevas elecciones, sí, pero mantuvieron la Constitución del 2022. A fin de cuentas, nadie quería a la de 1993. Pero cuando la prensa les preguntó si quitarían los artículos 91 y 114, la respuesta fue simple: se mantiene toda la Constitución, ¿qué seremos nosotros para escoger qué cambiar? El Jefe del Comando Conjunto fue un paso más allá:

—Sí, sí, ¿sabe qué, señorita? Van a seguir ilegalizados, pero por cojudos. ¿Quién pide una elección que no puede ganar?

Verónika colgó. ¿Cuántos meses más de exilio le quedaban?

Volvió a mirar por la ventana. ¿Cómo se llamaba ese nevado de mierda? ¿Quilapayún?

Ofuscada, lanzó la bolsa vacía sin tocto a la Plaza. Llena de culpa, corrió a recogerla porque está mal ensuciar el ornato. Enrojecida, tuvo que responderle “buenas tardes” al portero cuando este le dijo “buenas tardes, señorita Glave”. ¿Se quedaría entonces para siempre en Bolivia, exiliada? ¿Esa sería su vida, esa su última bolsa de tocto? ¿Siempre le dirían señorita Glave? Qué difícil es pedir perdón.

Las siguientes semanas pasaron muy lentas, las encuestas lucían cada vez más trágicas. Sin ella como candidata, la izquierda no tenía ninguna posibilidad. Todo estaba tan mal que hasta Marco Arana parecía interesante. ¿Cómo así pasaron de soñar con una nueva Constitución a luchar de nuevo por pasar la valla? Qué fácil es atormentarse después.

El viernes anterior a las elecciones, mientras comía entristecida un trancapecho sentada en una banca, vio a una figura familiar: zapatillas, buzo azul, cara con calambre. Lo vio dar vueltas a la Plaza Avaroa una y otra vez: cuarentón, atlético, asaltable.

Sí, sí, era él: el ex presidente Julio Guzmán.

—¡Julito! —le gritó, alegre: hacía tiempo que no hablaba con nadie en persona.

Guzmán se le acercó con su típica sonrisa de Chucky. ¡Verito!, le dijo. Casi la abraza. Yo también estoy exiliado, le contó, pero vivo más abajo, en Calacoto. También vino Úrsula Moscoso, pero como es insoportable la mandamos a pescar al Lago Poopó. ¿Me invitas tu trancapecho?

Sentados juntos en una banca, Guzmán y Mendoza empezaron a contarse las cosas y a confesar sus errores mientras se pasaban el trancapecho. ¿Debimos colaborar entonces? ¿No era mejor competir, tal como hicimos? Competir, colaborar, ¿no nos iban a almorzar igual? Además, ¿qué clase de baboso colabora en el Perú? ¿No te parece desabrido el trancapecho? Ya que estaremos aquí un tiempo más, ¿no se te antoja hacer algo? Podemos pasear en el teleférico, ¿no crees? ¿Sabías que acá también hay pollo broaster? Tienen hasta salchipapa. ¿Y si vamos un día a correr juntos?

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Carlos León Moya
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