controversia

Se empiezan a desvanecer los intentos de Diego Uceda, alcalde de La Molina, contra la apertura del nuevo centro comercial que Cencosud ha construido en su distrito. Tal como lo reportó Sudaca en el informe publicado el último martes bajo el título LA GUERRA DE UCEDA CONTRA EL CENTRO COMERCIAL, la nueva gestión encabezada por Uceda emprendió desde inicio de año una campaña contra el proyecto que empezó sus obras hace más de cinco años y, a lo largo de ese periodo, no presentó inconvenientes graves para renovar las licencias que se requerían.

Sin embargo, tras la llegada al mando distrital del candidato de Renovación Popular, el panorama cambió radicalmente y empezaron a salir a la luz una serie de excusas que parecían tener como único propósito impedir que el centro comercial en cuestión abra sus puertas y para ello se podían valer de la excusa que fuese necesaria.

Tal como se relató en el informe de Sudaca, la negativa del alcalde a emitir la licencia de funcionamiento se basó en argumentos poco serios, como lo fue el ampararse en la existencia de una demanda contra la municipalidad pese a que esta no involucraba a la empresa que solicitó la licencia o a la insólita exigencia de permitir el estacionamiento gratuito pese a que los otros centros comerciales que operan en la ciudad cobran por este servicio.

Entre sus más recientes y desesperados esfuerzos para convencer a sus propios vecinos de La Molina que la postura de Uceda es la correcta, la Municipalidad de La Molina ha publicado recientemente en sus redes sociales un oficio del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento en el cual se declaraba la nulidad de un informe técnico favorable por incumplir la normativa vigente.

Pero lo que la municipalidad omitió en dicha publicación fue la fecha de dicho documento que data de 2021. Aunque el posteo viene acompañado de un texto que dice “Cencosud está vertiendo información falsa. No cuentan con los permisos del Ministerio de Vivienda para su apertura”, lo cierto es que Cencosud empezó un nuevo trámite este 2023 en el cual se adecuaron a los requisitos vigentes para el proyecto del centro comercial y recibieron al aval del Ministerio de Vivienda que fue presentado a la municipalidad el pasado mes de agosto.

No obstante, la poca credibilidad de la que goza la gestión de Uceda en La Molina no es el único revés que está sufriendo el alcalde de este distrito. En las últimas horas, los revisores urbanos que estuvieron a cargo de aprobar el proyecto del Centro Comercial La Molina han enviado una carta notarial a Diego Uceda por sus recientes declaraciones.

En este documento, que fue firmado por los revisores urbanos Gabriel López, Alberto Champion y Jorge Rodríguez, le solicitan a Uceda abstenerse de dar declaraciones imprecisas o parciales para no perjudicar su imagen pública. Un pedido que llega tras una de las recientes entrevistas que brindó el alcalde de La Molina en la cual señalaba que el revisor urbano era un particular contratado por Cencosud.

Los revisores urbanos añaden que ellos, tal como lo estipula la Ley de Habilitaciones Urbanas y Edificaciones, asimilan las funciones de una comisión técnica que verifica que los proyectos cumplan con las disposiciones y que, además, son personas del régimen privado pero actúan con potestades públicas aprobando y evaluando expedientes técnicos.

Además, como se mencionó en el informe del pasado martes, el revisor urbano debe estar habilitado por el colegio profesional que le corresponde e inscrito en el Registro Nacional de Revisores Urbanos del Ministerio de Vivienda y no podría estar al servicio de la parte involucrada, como sería Cencosud.

La postura del alcalde Uceda incluso lo está llevando a perder aliados de su propia agrupación política. Este es el caso de la regidora Milagritos Quintana, quien pese a haber ingresado junto a él como parte de Renovación Popular no duda en mostrar sus críticas a la negativa por parte del alcalde para permitir que el centro comercial abra sus puertas.

Así como Quintana, otros regidores de La Molina, como es el caso de Perla Espinoza, Percy Palomino, y Ralph Sánchez, cuestionaron al alcalde Uceda alegando que el centro comercial sí cuenta con la licencia correspondiente registrado en la Resolución Subgerencial No. 00772-2023-MDLM-GDU-SOP. Sin embargo, lejos de obtener una justificación a la postura que Uceda ha mostrado en entrevistas y comunicados que se publican en las redes de la Municipalidad de La Molina, el burgomaestre sólo atinó a mantenerse en silencio en complicidad con la Subgerencia de Obras Privadas de la Municipalidad de La Molina.

Con menos argumentos en los cuales apoyarse, el alcalde Uceda parece estar cada vez más solo en una inexplicable guerra contra un centro comercial que, además, lo está llevando a ser visto por sus vecinos de La Molina como un político enemigo de la inversión.

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Una historia sin acabar. Tras el fallo de la Municipalidad de Lima con el cambio de zonificación del Relleno Sanitario “El Zapallal”, la concesionaria Innova Ambiental APELÓ ante el Ministerio del Ambiente (MINAM) para retroceder la lucha de los vecinos de Lomas de Carabayllo y poder reabrir el relleno sanitario. Mientras tanto, han presentado un habeas corpus para el retiro inmediato de los muros de contención que bloqueaba el paso al relleno sanitario. El 18 de julio se ha consumado este propósito y la sala ha fallado a favor de esta solicitud y al siguiente día se han retirado todos los bloqueos a la instalación sanitaria.

Sudaca pudo acceder a la información sobre el proceso que ha seguido Innova Ambiental y cabe resaltar que la concesionaria ha realizado dos apelaciones ante el Ministerio de Ambiente: una apelación es de zona mixta y otra es de zona peligrosa.

Innova se presenta ante la Dirección General de Residuos Sólidos del Ministerio del Ambiente (MINAM) representada por Marcelo Socoowski Azevedo y quien se encarga de la Gerencia General de la mencionada concesionaria. En dicho documento se argumenta que intentan atenerse a los plazos establecidos para poder utilizar el uso de su defensa. “Dentro del plazo de quince días hábiles (…) y amparados en nuestro derecho de defensa, (…) formulamos RECURSO DE APELACIÓN contra la Resolución”, menciona el documento y es que se van contra las ordenanzas que la Municipalidad de Lima interpuso contra el relleno, entre ellas: el cambio de zonificación.

Ahora bien, Innova Ambiental menciona que entre los antecedentes relevantes se presentó una carta, el 26 de junio del 2022, ante la Dirección de Evaluación Ambiental y Autorizaciones de Residuos Sólidos (DEAA) del MINAM para una evaluación del PAMA de la Infraestructura para Disposición Final de Residuos No Peligrosos del Ámbito de Gestión Municipal y No Municipal.

El 20 de marzo del 2023 Innova advierte que hubo irregularidades por parte de la DEAA y la DGRS, ya que el primero solicito que se emita una opinión actualizada sobre los PAMAS que Innova Ambiental presentó en atención a los nuevos actos administrativos emitidos por la Municipalidad de Lima. La concesionaria alega que hubo una clara omisión de funciones por superar los plazos legales establecidos para resolver en el marco de procedimientos administrativos esta problemática.

Advierten que llamó la atención una información que manejaba el MINAM respecto a los hechos. Esto se debe a que recién el 24 de marzo de 2023, mediante el Oficio Nº D000037-2023-MML-GSCGA que la Municipalidad de Lima puso en conocimiento del Ministerio del Ambiente, la cual refiere es la Ordenanza Nº 2533-2023. Es aquí donde la concesionaria se pregunta en su apelación, ¿Cómo es que la DGRS, el 20 de marzo le pide a la DEAA una opinión actualizada en atención a los «¿Nuevos actos administrativos y de administración emitidos por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) que disponen el cierre temporal del “¿Relleno Sanitario”, cuando recibió la información oficial por parte de la MML recién el 24 de marzo de 2023?

No cabe duda que la misma Innova respondería estas consultas en su documento de defensa:

Por otro lado, también acotan que hubo una transgresión a las normas de colaboración entre entidades al omitir comunicar a Innova Ambiental la consulta formulada a la MML, y es que mencionan que el MINAM incumplió con su obligación de poner en conocimiento de ellos, el contenido de los oficios presentados por la MML. Esto fue a partir de información que tomaron conocimiento y que consideran que es materia de impugnación. «Este pedido de información debe, necesariamente, ser comunicado al administrado interesado en un plazo específico«, mencionaron en su apelación.

Entonces, Innova Ambiental dice que se ha vulnerado el debido procedimiento administrativo y su derecho de defensa. «Estas comunicaciones del MINAM a la MML NO fueron puestas en conocimiento de nuestra empresa en el plazo de tres días conforme manda el numeral 87.4 del artículo 87 del TUO LPAG«, indicaron.

En nuestros últimos informes destacamos que al cerrarse el Relleno Sanitario «El Zapallal» Innova Ambiental finalizará todo tipo de funciones. Sin embargo, en el punto 3.3, la concesionaria menciona que el cambio de zonificación y el acto ilegal de revocatoria perpetrado por la MML no tiene efectos jurídicos y tampoco es oponible ni afecta su autorización de funcionamiento, y es que este acto generó la revocatoria de la Autorización de Funcionamiento otorgado en su oportunidad por la MML respecto del área de disposición final de residuos municipales.

Resolución de la MML extraída de la apelación de Innova Ambiental

Entonces, refieren que no existe con este cambio de zonificación y posterior revocatoria no afecta bajo ningún criterio la operación de innova ni su autorización de funcionamiento. Por lo tanto, mencionan que Innova Ambiental si cuenta con Autorización Municipal de Funcionamiento. Además, sienten que se encuentran en una clara vulneración de motivación de los actos administrativos, lo que se entiende en la omisión o defecto de uno de los requisitos de validez de actos administrativos.

Si bien hemos resumido y analizado la apelación de zona mixta presentada por Innova Ambiental. La apelación de la zona peligrosa interpuesta por Innova Ambiental no son más que las mismas palabras, solamente cambiando ciertas acciones que lo único que buscan es una justicia ficticia en medio de una contaminación que se ha prolongado durante décadas.

Lamentablemente, los vecinos de Lomas de Carabayllo han mostrado su disconformidad por el trabajo del Gerente de Servicios de la Ciudad, Roberto Pérez Vélez, por su falta de compromiso en este tema. Y es que el Juzgado de Carabayllo, mediante un habeas corpus que interpuso Innova Ambiental, ha ordenado el retiro de los muros de contención del acceso al Relleno Sanitario “El Zapallal”. El 19 de julio se cumplió con esta decisión y el relleno ha quedado expuesto a que camiones de basura puedan “Ellos están perdidos y no saben lo que está pasando”, comentó uno de los vecinos de Lomas de Carabayllo sobre la respuesta que les dio el Gerente de Servicios de la Ciudad sobre la apelación y el retiro de los bloqueos de acceso al relleno sanitario.

“La fiscalía ambiental ha declarado que archiva la denuncia por contaminación ambiental contra Innova Ambiental, fue una denuncia que interpuso la ex congresista Karina Beteta en el 2020 que se acoplo junto a nuestras denuncias”, comentaron los vecinos sobre los últimos movimientos del caso entre Innova Ambiental y el relleno sanitario.

Al cierre de este informe, los vecinos han aclarado que no se van a quedar de brazos cruzados, considerando que Roberto Pérez ha dado marcha atrás y no ha defendido los derechos y la integridad de la comunidad de Lomas de Carabayllo han manifestado que enviaran cartas a los diferentes regidores de la MML informando la decisión del Juzgado de Carabayllo, la desatención de la Procuraduría y la falta de compromiso del Gerente de Servicios a la Ciudad.

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[EL DEDO EN LA LLAGA]  «Convocamos, en primer lugar, a personas de reconocida trayectoria en la sociedad peruana para formar la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación. Se les encomendó la tarea de acoger a las víctimas de diversas formas de abusos y maltrato generados en su relación con el Sodalicio, y ofrecerles un primer paso en su camino de reparación, sin exigir un rigor de prueba o escrutinio de sus testimonios, sino procurando ofrecerles la escucha y acogida que su sufrimiento requería. Al finalizar su trabajo, la Comisión presentó su informe, y un conjunto de recomendaciones, sobre las cuales hemos venido trabajando.

Como parte de ese mismo proceso recurrimos al Sr. Ian Elliott, cuya experiencia de más de 40 años trabajando con víctimas de abuso en diversas partes del mundo permitió que un número significativo de personas pudieran presentarse para ofrecer sus testimonios».

Sin embargo, esto último no parece ajustarse a la verdad, pues la misma Kathleen McChesney, en un video publicado el 18 de febrero de 2017 por el mismo Sodalicio en su canal de YouTube (Canal S), afirmaba que tanto ella como Monica Applewhite y Ian Elliott recién fueron contactados por el Sodalicio en marzo de 2016, cuando la primera comisión ya tenía prácticamente listo su informe final, que fue finalmente publicado en abril de 2016. Más aún, no hay ningún indicio que demuestre que el Sodalicio habría tenido el plan de establecer dos comisiones desde un principio, sino más bien todo lo contrario. La convocación de una segunda comisión habría sido un plan alternativo para neutralizar las conclusiones a que había llegado la primera, tanto a nivel general como a nivel de informes personales.

Además, ninguno de los tres expertos contratados había trabajado jamás como representante de víctimas de abusos, sino más bien para organizaciones donde se habían cometido abusos, a fin de implementar programas de prevención y reparación, respetando por supuesto los intereses de la organización. Dicho de otro modo, eran profesionales de “control de daños” y “lavada de cara”.

La afirmación de que en el informe de la primera comisión hay «un conjunto de recomendaciones, sobre las cuales hemos venido trabajando» es ambigua. Puede entenderse como que están buscando cumplir esas recomendaciones, pero lo que el Sodalicio estaba haciendo en realidad era ver la manera de incumplirlas. De estas recomendaciones solo cinco eran para ser cumplidas por el Sodalicio, las otras eran para ser cumplidas por la misma Comisión de Ética o o simplemente eran recomendaciones a tener en cuenta por la Santa Sede.

Respecto a la primera recomendación, si bien el Sodalicio declaró a Figari “persona non grata”, no adoptó para él «la mayor sanción moral e institucional», que era la expulsión y tomar las medidas para que que se someta a la justicia civil. Al contrario, se le protegió y se le pagó incluso el abogado, Armando Lengua, uno de los más caros de Lima.

Respecto a la segunda recomendación, que «las víctimas de los abusos deben ser resarcidas», hay que decir que el Sodalicio no reconoció como víctimas a todas aquellas personas que la primera comisión había reconocido como tales, alrededor de un centenar, sino sólo parcialmente. Y las reparaciones ofrecidas estuvieron lejos de ser justas y proporcionales al daño sufrido. Igualmente respecto a «una solicitud de perdón y desagravio, de manera personal y escrita, por parte del Superior General a cada una de las víctimas», éstas aún siguen esperando que esto ocurra.

La tercera recomendación era ésta: «Compensación por los daños personales sufridos por quienes fueron privados de un adecuado discernimiento vocacional, y en esa medida, obligados a prestar servicios no remunerados, incluso en condición de “servidumbre”». Fue incumplida, o cumplida muy mezquinamente sólo con unos cuantos.

Las otras dos recomendaciones fueron incumplidas en su totalidad:

«El SCV deberá proceder a la devolución inmediata de toda la documentación correspondiente a cada una de las personas que forma o formó parte de la institución, que así lo solicite».

«Las personas que ejercieron algún cargo en la organización del SCV, durante los años en que se permitieron los abusos denunciados, deben ser impedidas de ejercer algún cargo representativo al interior de la organización».

Regresando al informe de los expertos internacionales, el mismo señala que «este informe fue originalmente preparado en inglés». Sin embargo, hay indicios para suponer que esto no es verdad.

En el mismo texto del informe se señala que fueron preparados «después de una extensa revisión de documentos públicos, registros del SCV y entrevistas de más de 245 personas», es decir, fuentes de información todas ellas en español, salvo algunas entrevistas que pudieron ser realizadas en inglés sólo gracias a que los entrevistados manejaban mal que bien este idioma.

Por otra parte, al traducir algunas partes del informe al alemán, me di con la sorpresa de que las traducciones del español eran más precisas que las traducciones del inglés. Por poner algunos ejemplos, la palabra “apostolado” aparece en la versión inglesa del informe como “ministry”, lo cual a grandes rasgos se puede considerar como correcto si la traducción es del español inglés. Pero en sentido contrario la cosa no funciona. “Ministry” (servicio de carácter religioso) no puede traducirse correctamente como “apostolado”.

De Jeffery Daniels se dice que era tildado de ser “payaso” —característica que le cae al pelo, según el testimonio de quienes lo conocimos personalmente—. En la versión inglesa dice “goofy” (bobalicón, ridículo o gracioso en sentido cómico), lo cual resulta aceptable con cierta flexibilidad si se trata de una traducción del español al inglés. Pero “goofy” no podría traducirse correctamente como “payaso”.

Además, el informe presenta alguna características inaceptables tratándose de un documento que debería cumplir con estándares académicos. Entre los abusadores sexuales, sólo se mencionan los nombres de Luis Fernando Figari —quien fue separado de la comunidad pero nunca expulsado del Sodalicio—, de Germán Doig —fallecido en el año 2001— y de otros tres, que ya no forman parte de la institución: Virgilio Levaggi, Jeffery Daniels y Daniel Murguía. Sin embargo, hay otros tres abusadores sexuales que seguirían perteneciendo al Sodalicio, cuyos nombres no se mencionan. Asimismo, no se menciona el nombre de ninguno de los once abusadores físicos y psicológicos que identificó la comisión de expertos, nueve de los cuales seguirían perteneciendo al Sodalicio.

En una parte se mencionan «actos de abuso sexual que se han reportado como perpetrados por cuatro exsodálites, de quienes se ha reportado que han abusado sexualmente de un total de dieciocho varones menores de edad y una joven menor de edad». Para enterarnos de la edad de cada una de las víctimas, los nombres de sus abusadores y los detalles de los abusos tendríamos que esperar al Informe de la Comisión De Belaúnde (julio de 2019) —lamentablemente aún no difundido públicamente—, donde aparece toda esta información.

El informe de los expertos internacionales, además de ser fragmentario y demasiado breve para la cantidad de fuentes disponibles y el tiempo de un año dedicado a la investigación, cae en una que otra contradicción. En su carta de presentación, Alessandro Moroni, decía que «los expertos identificaron ciertos elementos dentro de la cultura del Sodalicio que, de alguna manera, permitieron que estos reprobables hechos hayan podido ocurrir». El informe dice más o menos lo mismo refiriéndose a una «cultura pasada del SCV», pero también señala que «no fue, entonces, la cultura del SCV la que causó que los agresores cometieran actos de abuso, pero hubo autoridades o sodálites mayores que permitieron o alentaron abusos físicos y psicológicos». ¿En qué quedamos?

De hecho, la versión en español del informe de los expertos internacionales se lee con más naturalidad y no tiene la pinta de ser una traducción, lo cual no ocurre con la versión en inglés, que parece más bien una traducción del español.

Si esto es así, nos hallamos ante una premisa grave, considerando que los expertos no dominaban el español al punto de poder escribir un informe profesional en esta lengua. ¿Quién redactó entonces el informe?

La primera hipótesis es que fueron sodálites encargados por la institución para apoyar a los expertos quienes estuvieron encargados de redactar y supervisar el informe final. Que el Sodalicio tenía en control de los procedimientos se manifiesta en el hecho de que ni Ian Elliott, ni mucho menos las otras dos “expertas”, decidían a quién se le podía considerar como víctima y acreedor de una reparación, sino que eso lo hacía un Comité de Reparaciones integrado por los sodálites José Ambrozic y Fernando Vidal; Claudio Cajina, abogado del Sodalicio, y Scott Browning, abogado estadounidense contratado por el Sodalicio, según lo declarado por Alessandro Moroni en el Congreso de la República. En otras palabras, ante las víctimas el Sodalicio fue juez y parte.

La otra hipótesis es que efectivamente hubo un extenso informe en inglés preparado por los expertos, pero que no es el mismo que se dio a conocer a la opinión pública, el cual sería más bien una especie de resumen o versión editada, preparada por el mismo Sodalicio a fin de apuntalar su propia narrativa de los hechos, donde —por ejemplo— se omite totalmente el papel que jugaron Rocío Figueroa, Pedro Salinas y Paola Ugaz en develar los abusos del Sodalicio. Alessandro Moroni dice en su carta de presentación que «los expertos no han encontrado indicios de complicidad ni conspiración entre los presuntos abusadores». La pregunta es dónde leyó esto, porque esta información no aparece en el informe publicado. ¿Lo habrá leído en el informe en inglés que efectivamente habrían preparado los expertos y que nunca fue publicado?

Queda claro que lo que se buscaba era cargar el peso de los abusos sobre un puñado de abusadores (Figari, Doig, Levaggi, Daniels y Murguía), de los cuales —con la excepción de Figari— ninguno forma actualmente parte del Sodalicio, y limpiar al Sodalicio institucionalmente de cualquier culpabilidad o responsabilidad en los abusos. Y el informe, curiosamente, no aborda en ningún momento el tema de los encubridores, de aquellos que fueron testigos de abusos y que sabían de lo que ocurría, pero prefirieron guardar silencio y proteger a los abusadores con el fin de salvaguardar a toda costa la imagen institucional. Y esos encubridores siguen en la institución, manteniendo en pie el sistema que permitió los abusos de poder y de conciencia que constituyeron la base y fueron una puerta abierta para los demás abusos.

Creer que el Sodalicio puso todo de su parte para que se conociera la verdad de los hechos es una quimera, una fantasía para ingenuos. Toda su estrategia sólo tuvo como objetivo engañar a la opinión pública.

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