CARNE PARA EL INDECOPI
Situaciones similares han reportado otros clientes. El último martes −por dar un ejemplo− un usuario en Twitter de nombre Mariano compartió un pantallazo de un pedido que hizo a través de su cuenta prime. El costo incluía S/1,12 por la tarifa de distancia, S/6,49 por el costo de envío y S/0,19 por concepto de “protección”. En total: S/7,80. Pero el aplicativo le estaba cobrando dos soles más.
Gustavo Rondón Ramírez, quien pagó la suscripción ‘prime plus’ hace un par de meses, también padeció el servicio. “Con mi novia no tenemos tiempo para cocinar por el trabajo y usamos Rappi para pedir almuerzo y otras comidas. Al usarlo tantas veces al mes, pensé en probar Rappi prime”, relata a Sudaca.
Seducido por el “ahorro” en los costos de entrega y la posibilidad de acceder al contenido de una plataforma de streaming, Rondón pagó sin mayor objeción los S/26,90 que costaba el plan más caro de Rappi. Hasta que un comentario de su novia sobre una denuncia en redes sociales lo llevó a dudar de los beneficios que supuestamente recibía.
“Hicimos la comparación entre su cuenta de Rappi, que no es prime, y la mía. Su cuenta le salía como S/30 menos pese a que pedimos lo mismo. Eran los mismos productos, a la misma dirección y casi a la misma hora”, comenta Rondón, todavía sorprendido, y nos muestra las capturas de pantalla de los pedidos. Eran productos totalmente idénticos de McDonalds, pero en su caso simplemente era más caro.
Rondón reclamó y Rappi alegó que se trataba de un error del sistema. Tuvieron que devolverle el dinero con crédito. Pero casos similares siguen apareciendo en redes y lo llevan a desconfiar del servicio. «Cada vez que pido Rappi, comparo los precios con mi novia. Es incómodo, como consumidor, estar pendiente de que no te engañen», señala y no descarta dejar de usar la aplicación si sigue observando situaciones irregulares.
Martín Cuellar, abogado especialista en defensa del consumidor, dice a Sudaca que este caso podría catalogarse como publicidad engañosa y que Indecopi podría poner una sanción. «En el caso específico de la publicidad engañosa es cuando el beneficio que ofrece el proveedor no es el que realmente recibe el cliente. No se cumple en la práctica lo que se ofrece», explicó.
Además, Cuellar señala que Rappi no estaría libre de una sanción a pesar de que se trata de un app. La empresa funciona en nuestro país bajo la razón social de Rappi SAC. «Para el derecho basta que se identifique al producto, servicio y consumidor y ya estamos en territorio de Indecopi. La normativa está para interpretarla y aplicarla al caso concreto», comenta. El abogado asegura que el Indecopi puede iniciar una investigación de oficio o recoger las denuncias de los usuarios y se podría sancionar al responsable del aplicativo.
Susaca se comunicó con Rappi Perú para pedir explicaciones ante estos reclamos. Pero, luego de solicitar detalles sobre el informe que se estaba realizando, dejaron de responder los mensajes sin brindar descargos al respecto. Rappi es una de las aplicaciones de reparto más populares de Sudamérica y más de un restaurante ha prescindido de su propio servicio de delivery para trabajar sólo con ellos. Sin embargo, hoy queda claro que sus clientes VIP −al menos varios de ellos− han sido engañados.
**Fotoportada: Darlen Leonardo