meritocracia

[EN UN LUGAR DE LA MANCHA] Cuando se promociona al Perú en el extranjero se habla siempre de un país con cinco mil años de historia, con decenas de lenguas originarias, en fin, de un territorio que tiene el raro privilegio de tener varias edades y cosmovisiones a la vez. Todo queda en las vitrinas de la hipocresía y la incoherencia, porque en la práctica, los bienes de los que nos sentimos tan orgullosos son maltratados sin mayor trámite. En tanto, el Ministerio de Cultura sigue pregonando con celo su trabajo en favor de la identidad cultural del país. A este paso, estoy seguro, no quedará ninguna en pie.

Y como esto parece una competencia de necios, el Congreso no se puede quedar atrás y acaba de aprobar una ley que, a manera de obsequio, otorga el nombramiento sin examen a los maestros de escuelas públicas. Adiós meritocracia. ¿Quién sustentó esta deplorable iniciativa? Nada menos que José Luna, sí, uno de los azotes de Sunedu y amo y señor de Telesup, la universidad de siete pisos en fachada y solo cuatro construidos. La educación como simulacro sigue su rumbo triunfal.

Luego de esto cualquier educador o trabajador cultural pensante diría que no se puede caer más bajo. Malas noticias: en educación y cultura en nuestro país al fondo siempre hay sitio. Presupuestos magros, desigualdades humanas y de infraestructura que rozan la infamia, medios de comunicación que en su mayoría no tienen la más mínima voluntad de abordar ningún asunto cultural, escuelas a su suerte, maestros a la suya. Por si acaso no creo en cuotas impuestas, pero ante tal imperio de la idiotez, francamente ganas no faltan.

¿Qué más quisieran hacer, señores del Ejecutivo y el Legislativo? Les propongo, por ejemplo, un impuesto a la lectura, otro a la creación musical y uno más a las danzas. A los artistas plásticos cáiganles con todo. Otra idea coherente con el tamaño de su inteligencia podría ser derrumbar de una vez el requisito de ser Maestro o Doctor para enseñar en una universidad, para emparejar el suelo con las escuelas públicas y terminar con esas molestias que vienen con el intento de hacer un trabajo de calidad y basado en méritos. Dinamiten la gratuidad escolar. ¡Terminen de una vez con la cultura y la educación, nada les falta para lograrlo!

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Sin duda Promperú, como otras instituciones del Estado, con las herramientas tecnológicas que se encuentran a disposición, requiere de una modernización en sus procesos para facilitar la gestión de sus funcionarios y adaptarse a los nuevos requerimientos de los mercados internacionales.

La relación Regiones-Promoción Comercial y la transversalidad del programa Ruta Exportadora son claves no solamente para la inclusión de nuevas empresas de todos los rincones del país, sino también, para tener un constante monitoreo que apoye su crecimiento en el tiempo y evite que su incursión en el mundo exterior, sea de corto plazo.

Por último, la presencia de Promperú en el extranjero a través de sus Oficinas Comerciales en el Exterior (OCEX), debe fortalecerse a través de su concentración en los mercados más importantes, dotándoseles de recursos y de personal especializado en comercio exterior y turismo en todas ellas, y de captación de IED en aquellos países priorizados para la inversión.

Solo con continuidad en la gestión profesional, técnica y meritocrática de las instituciones, se podrá crecer de manera significativa y eficiente, beneficiando a los ciudadanos que son, finalmente, la razón de ser de toda institución pública.

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Como resultado de lo anterior, no se cierran importantes brechas de servicios públicos básicos. Por ejemplo, según el Índice Regional de Gestión Pública Regional 2022 (IRGP 2022) que mide indicadores clave en términos de conectividad, salud, educación e instituciones, reveló que solo dos (Arequipa y Junín) de las 25 regiones analizadas mejoraron en todos estos indicadores entre 2019 y 2021. Esto genera el descontento de la ciudadanía, reflejado en la desaprobación de la gestión de las autoridades. Así, según INEI[5], entre abril y setiembre de 2022, siete de cada 10 personas calificaron la gestión de su gobierno regional y de sus municipalidades como mala o muy mala. Este descontento constituye un insumo que genera un clima de mayor tensión. Solo en enero de 2023, la Defensoría del Pueblo[6] registró 219 conflictos sociales y 1.261 acciones colectivas de protesta a nivel nacional. Esta última cifra es alarmante pues corresponde al máximo histórico de las acciones colectivas de protesta desde que se tiene registro de la variable (2008).

En vista de lo anterior, nos enfrentamos a un desafío fundamental: atraer el mejor talento al sector público y mantenerlos con incentivos. Al respecto, una de las propuestas del Consejo Privado de Competitividad (CPC) consiste en garantizar equipos de trabajo de alto nivel en las unidades ejecutoras de los proyectos, con especial atención en aquellas que ejecutan proyectos priorizados que contribuyen al cierre amplio de brechas, por ejemplo, en el marco del Plan Nacional de Infraestructura Sostenible para la Competitividad (PNISC). Ello pasa por contratar directivos y servidores públicos en puestos clave mediante mecanismos planteados en la Ley del Servicio Civil (concurso abierto de selección, nombramiento por tres años renovables, evaluación, remuneraciones competitivas, entre otros), aun cuando las entidades no hayan iniciado o culminado el proceso de implementación de dicha ley. Esta medida permitirá contar con los mejores talentos y asegurar su permanencia para la ejecución de los proyectos y políticas en beneficio de la población.

 

[5] INEI (2023). Perú: Percepción ciudadana sobre gobernabilidad, democracia y confianza en las instituciones – semestre móvil abril-setiembre 2022. Instituto Nacional de Estadística e Informática.

[6] Defensoría del Pueblo (2023). Reporte de conflictos sociales N° 227 – Enero 2023. Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad.

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La gran pregunta es: ¿cómo y por qué tuvo éxito Singapur? En mis esfuerzos por entender por qué Singapur tuvo éxito, se me ocurrieron 10 razones. Comparto estas 10 razones con ustedes con la esperanza de que sean útiles para Timor-Leste en los próximos 50 años. 

1.Buenos lideres: La primera razón es que Singapur ha tenido suerte. Por un accidente del destino, Singapur, como los Estados Unidos, fue bendecido con buenos padres fundadores, como Lee Kuan Yew, S. Rajaratnam y Goh Keng Swee. Eran intelectualmente brillantes. Estaban totalmente dedicados a mejorar la vida de los singapurenses. También eran buenos aprendices. Por ejemplo, Goh Keng Swee aprendió de los reformadores Meiji en Japón. Por lo tanto, formularon políticas que beneficiaron a los singapurenses. Con el liderazgo adecuado, los países pueden tener éxito.

2. Meritocracia: La segunda razón por la que Singapur tuvo éxito fue la implementación de la meritocracia por parte de sus líderes fundadores. Seleccionaron a buenas personas para dirigir el país y establecieron la meritocracia como la piedra angular de los nombramientos de servicio público. 

Como dijo el propio Lee Kuan Yew: «Un liderazgo político fuerte necesita un servicio civil neutral, eficiente y honesto. Los oficiales deben ser reclutados y promovidos completamente por méritos. Tienen que compartir la misma filosofía de construcción nacional y los mismos objetivos de desarrollo de los líderes políticos. Deben ser pagados adecuadamente para que las tentaciones no sean difíciles de resistir. Una Comisión de Servicio Público imparcial tiene que ser capaz de evaluar el carácter de los candidatos. Los nombramientos y la concesión de becas deben hacerse a los mejores candidatos». 

La meritocracia asegura que el mejor talento del país se sienta atraído por el servicio público y también sirve para crear una sociedad justa.

3. Pragmatismo: La tercera razón por la que Singapur tuvo éxito fue la perspectiva pragmática de sus líderes en términos de su voluntad de aprender de otros países. Como el Dr. Goh Keng Swee me dijo una vez: «Kishore, no importa qué problema encontremos, alguien, en algún lugar, ha encontrado la solución. Encontremos esa solución y adaptémosla inteligentemente a Singapur». 

Singapur es el país más pragmático del mundo y ha copiado soluciones de todos los demás países. Esta es también la razón por la cual el Dr. Goh estudió la Restauración Meiji con mucho cuidado. Japón logró convertirse en el primer país asiático en modernizarse porque los jóvenes reformadores Meiji de la época no dudaron en estudiar, copiar y adaptar las mejores prácticas de todo el mundo a Japón. 

El Dr. Goh trató de inculcar el mismo espíritu de aprendizaje pragmático en Singapur. 

4. No alineación: En cuarto lugar, como país pequeño, Singapur también es pragmático en su política exterior. Por ejemplo, durante la Guerra Fría, Singapur era amigo de los Estados Unidos, pero no rehuía a la Unión Soviética. Cuando visité la Unión Soviética en 1976 con el Sr. S. Rajaratnam, el legendario ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, dijo que los barcos soviéticos también serían bienvenidos a aguas de Singapur. Los Estados pequeños como Singapur y Timor-Leste no pueden permitirse el lujo de hacer enemigos. 

5. Gradualismo: La quinta razón del éxito de Singapur fue el hecho de que los líderes de Singapur reconocieron la necesidad de hacer pequeñas mejoras para lograr grandes cambios. Lee Chiong Giam dijo una vez, en los primeros días, que, si podían conseguir una tubería permanente en una aldea para proporcionar agua, el partido gobernante obtendría los votos de los aldeanos. Esto a su vez conduciría a la provisión de viviendas públicas y escuelas. El desarrollo no puede lograrse únicamente a través de grandes reformas radicales. Pequeños pasos que tienen un gran impacto en la vida cotidiana de las personas son necesarios para garantizar que el progreso ocurra de manera significativa.

6. Independencia económica: En sexto lugar, Singapur no depende de la ayuda extranjera para alcanzar sus objetivos de desarrollo. Singapur siempre ha desconfiado de la ayuda extranjera. En cambio, creíamos en el comercio y la inversión: creíamos que el comercio, no la ayuda, era el camino a seguir para nosotros. Cuando otros rechazaron la inversión, Singapur la acogió con satisfacción. 

A este respecto, merece la pena estudiar la Junta de Desarrollo Económico de Singapur (EDB). El EDB ha sido fundamental en el éxito de Singapur al atraer inversión extranjera directa, y ha sido una fuerza impulsora detrás de la transformación de Singapur en un centro financiero que está a la vanguardia de varias industrias de servicios en Asia. 

7. Inclusividad: La séptima razón del éxito de Singapur es su política inclusiva respecto a los grupos étnicos. Los principales grupos étnicos de Singapur son chinos, malayos, indios y otros. Así que tenemos cuatro idiomas oficiales: inglés, mandarín, malayo y tamil. De esta manera, todos se sienten incluidos.

El padre fundador de Singapur, S. Rajaratnam, dijo: «En una sociedad multirracial, uno pronto aprende que ningún pueblo tiene el monopolio de la sabiduría y que la propia cultura no está exenta de defectos. Esto genera no solo tolerancia para diferentes puntos de vista, sino también una disposición a aprender y tomar prestado de la sabiduría acumulada de otras personas». 

En una sociedad multirracial, si no hay un lenguaje común, la gente no puede comunicarse. Es por eso que el idioma principal de instrucción en las escuelas de Singapur es el inglés. Singapur hizo del inglés su idioma común por razones pragmáticas. En primer lugar, el inglés era un idioma neutral. Si se hubiera elegido otro idioma, como el mandarín, como idioma común, los singapurenses no chinos se habrían sentido marginados. En segundo lugar, el inglés es el idioma internacional del comercio. Sabiendo inglés, los singapurenses podrían hacer negocios con personas de todo el mundo.

8. Estrategia de largo plazo: La octava razón del éxito de Singapur es que sus líderes creían en pensar a largo plazo. Por ejemplo, aunque Singapur había firmado un acuerdo de agua de 100 años con Malasia en 1961, sabíamos que Malasia podría amenazarnos cortando nuestro suministro de agua. Por lo tanto, invertimos en formas de obtener nuestras propias fuentes de agua. 

A diferencia de Singapur, Timor-Leste tiene abundantes recursos de petróleo y gas. Pero estas reservas de petróleo y gas no durarán para siempre. Así pues, Timor-Leste puede ahora pensar en el futuro sobre cómo resolver los problemas que podría enfrentar cuando llegue ese día. Noruega, por ejemplo, ha invertido su dinero de petróleo y gas en un gran fondo de riqueza soberana. Sólo el 4% del excedente del fondo se gasta en proyectos públicos.

9. Evitar el populismo: La novena razón del éxito de Singapur es que evitó las medidas populistas. Singapur siempre se ha opuesto al estado de bienestar. El ex primer ministro Lee Kuan Yew dijo: «Al observar los costos cada vez mayores del sistema de bienestar en Gran Bretaña y Suecia, decidimos evitar este sistema debilitante. En la década de 1970 notamos que cuando los gobiernos asumían la responsabilidad principal de los deberes básicos del jefe de familia, el impulso de las personas se debilitaba. El bienestar socavó la autosuficiencia. Las personas no tenían que trabajar por el bienestar de sus familias. Las entregas de dinero se convirtieron en una forma de vida, se volvieron dependientes del Estado para sus necesidades básicas».

El estado de bienestar es demasiado caro para los países en desarrollo. También socava la productividad. Sin embargo, a pesar de que Singapur no se convirtió en un estado de bienestar, se preocupó profundamente por el bienestar de su gente. Singapur encontró otras formas de asegurarse de que su gente estuviera bien provista. 

Invirtió en el bienestar de su pueblo a través de la educación universal, la atención médica de calidad, la vivienda pública asequible y el transporte público. Además, creó el Fondo Central de Previsión, un fondo de ahorro obligatorio. Los singapurenses y sus empleadores contribuyen automáticamente con algo de dinero a este fondo cuando reciben sus salarios todos los meses, y el dinero se puede utilizar para comprar una casa, para gastos médicos y, principalmente, como fondo de jubilación.

Singapur también tiene sindicatos, pero son pragmáticos. El gobierno, los sindicatos y los empleadores cooperan en un sistema tripartito que, como dice el Sr. Lee Kuan Yew, «ha traído beneficios a los trabajadores, al gobierno y a los empleadores porque la paz industrial crea confianza y aumenta las inversiones extranjeras. Cada vez que los empleadores obtienen tasas de rendimiento del capital superiores a la media, las ganancias se comparten».

10. Honestidad: La décima y última razón del éxito de Singapur es la honestidad. Esto es lo más difícil de lograr. La primera generación de líderes de Singapur fue brutalmente honesta. En 1975, un ministro de Estado fue invitado por un amigo hombre de negocios a irse de vacaciones. Dijo que no, porque no tenía el dinero, pero el empresario se ofreció a pagar. Así que fue, y cuando regresó fue arrestado.

Cuando hay honestidad, la gente y los inversores confiarán en que las políticas gubernamentales están destinadas a beneficiar al país, no a beneficiar a los políticos. Solo entonces se sentirán seguros con el liderazgo. Esto también crea un sistema político más estable, que da tranquilidad a los inversores. Por lo tanto, un notable grado de honestidad en el liderazgo de un país conducirá al éxito.

Aunque algunas pueden ser difíciles de replicar, estas diez razones son todas cosas que otros países pueden hacer. Pero es importante adaptar estos principios al contexto local.

Cuando las personas visitan Singapur hoy y ven una ciudad-estado moderna, tienden a asumir que Singapur siempre fue así. En realidad, Singapur fue uno de los países más pobres y desafortunados cuando logró la independencia. No tenía recursos naturales. Por eso es útil estudiar la experiencia de Singapur. Si Singapur puede tener éxito contra viento y marea, otros países también pueden hacerlo. 

Espero que sea útil para todos ustedes. Gracias.

@rafaelletts

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Honestidad, meritocracia, Pragmatismo, Singapur

La reacción política a esta terrible situación fue la implementación del estado de bienestar en EE.UU. y Europa, desarrollándose varias políticas de protección, como el aseguramiento medico universal, el sistema de pensiones, el seguro de desempleo, la semana de trabajo de 40 horas, prohibición del trabajo infantil, el reconocimiento de los sindicatos, tributación progresiva, leyes anti monopolio, regulación bancaria, inversión en infraestructura educativa y de salud, así como políticas económicas que favorecían el pleno empleo.

Sabemos que en una sociedad capitalista los dueños de los recursos, es decir los capitalistas, reciben mayores beneficios que los que no son dueños. Este es uno de los incentivos que permite que el capitalismo sea es el modelo más eficiente de desarrollo económico, pero eso no quita que sea injusto que simplemente por nacer adinerado tengas derecho a mayores beneficios que el que no nació con esa suerte.

Las políticas del estado de bienestar buscaron equilibrar en algo esta injusticia, protegiendo a las clases trabajadoras de los vaivenes económicos del capitalismo y también tratando de darles igualdad de oportunidades. Que alguien nacido en una familia de bajos recursos tenga las mismas oportunidades de éxito que alguien nacido en una familia acomodada.

Pero aun en un escenario de igualdad de oportunidades, las habilidades innatas de las personas siguen siendo un factor clave en sus posibilidades de éxito. En una economía de mercado, los precios se determinan por la oferta y la demanda, y dado que las habilidades son escasas, estas son bien remuneradas.

¿Es justo que los que tengan mayores habilidades reciban mayores beneficios que los que no las tienen? Es útil para la sociedad que haya adecuados incentivos para que las habilidades sean contratadas donde puedan lograr su máxima productividad. Pero, dado que la meritocracia y el capitalismo recompensan a los más hábiles y relegan a los menos, esto también puede generar diferencias sociales injustas.

Para que haya un equilibrio, las rentas que los dueños del talento y los dueños del capital generan en la sociedad tiene que servir no solo para remunerarlos apropiadamente sino también para que todos en la sociedad puedan tener una vida próspera y digna, independientemente de sus habilidades y de los recursos económicos con los que nacieron.

Esto se logra con un Estado capaz de utilizar parte importante de las rentas que la sociedad genera en bienes públicos de primera necesidad como salud, educación, seguridad, espacios públicos, infraestructura de transporte y vivienda y debida protección social para todos.

La meritocracia y el capitalismo son útiles para el desarrollo, pero para mitigar de manera importante las diferencias sociales injustas que producen es también necesario una política redistributiva que permita calidad de vida para todos.

El gran reto es encontrar el equilibrio entre incentivos apropiados y la redistribución necesaria.

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Leyendo Ojo por Ojo de Umberto Jara, me topé con un párrafo sobre el accionar de Vladimiro Montesinos que decía lo siguiente: “Montesinos […] pasó a controlar las fuerzas armadas y policiales en su totalidad […] e impuso en los principales cargos a sus compañeros de promoción sin importar méritos o capacidades.” ¿Esto les suena familiar? Muy parecido al reciente escándalo por los ascensos forzados en las FFAA donde Castillo buscó influir para ascender a dos coroneles que, coincidentemente, nacieron en el mismo distrito del actual presidente.

Definitivamente en el Perú, apostar por la calidad y la meritocracia no siempre han sido prioritarios, y es algo que venimos viendo desde hace muchos años, no solo en la política peruana sino también en otros sectores como educación. 

El documento “Marco Conceptual del Grupo de Directivos Públicos del Servicio Civil Peruano” publicado por SERVIR señala que el 80% de los puestos directivos del Estado serán ocupados por profesionales seleccionados en concursos públicos competitivos, dejándose un 20% para cargos de confianza, pero que deben cumplir con el perfil del puesto (Fuente: SERVIR). Y hoy en día, el mismo Congreso está buscando vulnerar esto con la modificación de la Ley de Reforma Magisterial.

Este año, la Prueba Única Nacional, que es la evaluación que deben rendir todos los docentes para postular a una plaza en 2022-2023, fue filtrada, y el Minedu amplió los contratos para asegurar la presencia de maestros en marzo próximo. El Congreso aprobó eliminar esta prueba en el 2021, y además de eso, aprobó incorporar a la carrera pública magisterial a todos los profesores que trabajan en instituciones educativas que no son controladas por el MINEDU, sino por MINDEF o MININTER, sin que deban aprobar previamente la Prueba Única Nacional. ¿Dónde quedó la meritocracia? Si el mismo Congreso parece estar en contra de ella, y supuestamente son quienes representan a todos los peruanos, entonces, ¿qué podemos esperar? 

Definitivamente estamos lejos de tener un cambio en los ámbitos mencionados. Los años pasan, y nada cambia, y al parecer, siempre hay intereses ocultos que prevalecen sobre el bienestar del país. Y el problema no solo es que escogemos mal a nuestros líderes políticos, sino que el sistema tampoco ayuda. Hace unos años se aprobó la no reelección de congresistas, lo cual yo creo que es un craso error y, además, uno de los factores por los cuales no existe la carrera política, ni tenemos buenas opciones para elegir. Como menciona Martín Hidalgo en su libro Congresopedia, “Al no poder reelegir a sus cuadros, los partidos han optado por buscar personalidades de distintos rubros sin detenerse a pensar en la importancia de la carrera política, y específicamente la especialización parlamentaria”.

Por eso mismo no sorprende ver a exfutbolistas postulando a cargos públicos como George Forsyth, Jean Ferrari o el Coyote Rivera, o a una actriz como Vanessa Terkes postulando al Congreso. Aparte de Forsyth, ninguno de los demás mencionados tenía alguna experiencia legislativa, y muchos partidos recurren a estas personalidades para ganar votos y lograr pasar la valla electoral. Actualmente tenemos congresistas que parecen luchar por presentar el mayor número de iniciativas donde figure su nombre, antes que presentar proyectos de ley que realmente aporten, o siquiera conocer bien el reglamento en lugar de blindar a personajes cuestionables.

Nos urge un cambio. Necesitamos que las personas que trabajan para el país estén ahí por sus capacidades, por su experiencia, por el mérito, no simplemente por contactos, por allegados, o por intereses personales. Y esto precisamente juega un rol sumamente importante en la corrupción que nos aqueja hoy en día. No sigamos permitiendo que quienes nos gobiernan continúen haciendo del Estado su tablero de ajedrez. Alcemos la voz de ser necesario, informémonos para estar al tanto de lo que sucede con nuestro país, e involucrémonos para generar un cambio. Si nuestras autoridades no lo hacen, no nos quedemos sentados de brazos cruzados.

 

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Congreso de la República, meritocracia, política peruana
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