cultura y educación a la deriva

Cultura y educación a la deriva

"El Estado ha decidido abandonar a su suerte a las escuelas nacionales de arte quitándoles entre 60% y 70% de su presupuesto. Por otro lado, se ha atribuido carta libre para intervenir en el desarrollo curricular de estas instituciones. ¿Quién o quiénes lo harán en esas condiciones? Si ya hubo un biólogo a cargo de la Universidad Nacional de Música, aunque por breve tiempo, podemos esperar prácticamente cualquier cosa, la que sea, casi siempre la peor posible"

[EN UN LUGAR DE LA MANCHA] Cuando se promociona al Perú en el extranjero se habla siempre de un país con cinco mil años de historia, con decenas de lenguas originarias, en fin, de un territorio que tiene el raro privilegio de tener varias edades y cosmovisiones a la vez. Todo queda en las vitrinas de la hipocresía y la incoherencia, porque en la práctica, los bienes de los que nos sentimos tan orgullosos son maltratados sin mayor trámite. En tanto, el Ministerio de Cultura sigue pregonando con celo su trabajo en favor de la identidad cultural del país. A este paso, estoy seguro, no quedará ninguna en pie.

Y como esto parece una competencia de necios, el Congreso no se puede quedar atrás y acaba de aprobar una ley que, a manera de obsequio, otorga el nombramiento sin examen a los maestros de escuelas públicas. Adiós meritocracia. ¿Quién sustentó esta deplorable iniciativa? Nada menos que José Luna, sí, uno de los azotes de Sunedu y amo y señor de Telesup, la universidad de siete pisos en fachada y solo cuatro construidos. La educación como simulacro sigue su rumbo triunfal.

Luego de esto cualquier educador o trabajador cultural pensante diría que no se puede caer más bajo. Malas noticias: en educación y cultura en nuestro país al fondo siempre hay sitio. Presupuestos magros, desigualdades humanas y de infraestructura que rozan la infamia, medios de comunicación que en su mayoría no tienen la más mínima voluntad de abordar ningún asunto cultural, escuelas a su suerte, maestros a la suya. Por si acaso no creo en cuotas impuestas, pero ante tal imperio de la idiotez, francamente ganas no faltan.

¿Qué más quisieran hacer, señores del Ejecutivo y el Legislativo? Les propongo, por ejemplo, un impuesto a la lectura, otro a la creación musical y uno más a las danzas. A los artistas plásticos cáiganles con todo. Otra idea coherente con el tamaño de su inteligencia podría ser derrumbar de una vez el requisito de ser Maestro o Doctor para enseñar en una universidad, para emparejar el suelo con las escuelas públicas y terminar con esas molestias que vienen con el intento de hacer un trabajo de calidad y basado en méritos. Dinamiten la gratuidad escolar. ¡Terminen de una vez con la cultura y la educación, nada les falta para lograrlo!

Tags:

Congreso, José Luna, meritocracia, Ministerio de Cultura, Telesup

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